viernes, 16 de febrero de 2007

LA CONVERSA PIURANA

Por: Miguel Godos Curay

Los piuranos son buenos conversadores y cuando beben chicha se vuelven filósofos. Una virtud muy nuestra es la conversa amena aderezada por fabulaciones irrepetibles. El intercambio de mentiras es un viejo y amistoso y piurano rito. Antes el mentidero solaz favorito estaba en las rotondas del puente viejo sobre el río y ahí acudían personajes como el periodista Riverita de Ecos y Noticias, Leoncio Dedios, Carlos Robles entre muchos otros de trayectoria memorable .

Hoy se conversa poco pero aún quedan en Piura baluartes de este diálogo y ejercicio de opinión en la Plaza de Armas, en la Plaza Salaverry y en la Meléndez frente a la iglesia de San Sebastián. Los temas que se conversan son variados. Algunos son tan exquisitos y divertidos como los referidos a las mentiras de los diarios, los desaciertos municipales, la política menuda, las fortunas de los congresistas, los avivatos, el sermón del domingo, el fútbol, lo mal que escriben los cronistas, los problemas sin solución que afectan a los piuranos o las noticias que algún viajero trae.

Por supuesto que el platillo apetitoso de esta merienda es la vida ajena. La especulación metafísica sobre la fortuna o el infortunio del otro. La revelación de secretos producto de la indagación metódica de los chismosos del barrio. Cuando la conversación llega a este extremo se denomina:”raje”. Raja el grande, raja el chico, raja el pobre, raja el rico, raja el blanco, raja el negro y no escapan en el inventario hasta la revelación de secretos de confesión, los testigos al filo de la madrugada y las noticias oídas de boca del lechero o el pandero. ¡ Sabe usted la última doña Carmencita: nos quedaremos sin agua!.

Las últimas, son las noticias frescas que corren de boca en boca y de boca a oreja. Son primicias que se desmenuzan sentenciosamente de modo admirable. Se trata de periodismo analítico y puntilloso que supera con creces al de los loros parlantes de las radios. La hora de la conversa preferida es la que empieza al declinar el sol cuando muere la tarde. Entonces se congregan los convocados para felicidad de los parques que cobran vida y nos recuerdan el ejercicio de la lengua tan necesario para el discurrir amable de la vida ciudadana.

Por supuesto que no existe conversación sin conversadores: informados, eruditos, coloquiales como para concentrar el interés, inteligentes como para armar rompe cabezas retóricos en el aire, los hay con vuelo literario, despistados pero también procaces y groseros con hedor de ajo y de miseria. Son nuestros conversadores personalmente admiro a los que tienen casi una ancestral presencia en la mangachería. Casi siempre me detienen en la calle y me piden con fervor de tierra que escriba sobre las necesidades de Piura. Este es un recado persistente que no puedo eludir.

Conversar es un hábito necesario y urgente. Deberían conversar los padres con sus hijos, los esposos, los amigos. Pero también los gobernantes y gobernados, los grandes con los chicos. Cuando un abuelo conversa con sus nietos no sólo se abre una enciclopedia de la experiencia humana sobretodo renace la esperanza en la vida. Cada niño que escucha un relato, una historia o un consejo es como un gran amigo que confiado espera. Un abuelo que habla es un libro que se abre ante una sed que devora. Conversar es un acto vital elemental, como el trino de los pájaros, o el gorjeo de los polluelos, o el contacto de antenas en la feria interminable de las hormigas. Es la vida que se torna en prosa y a veces en eterna poesía.

jueves, 15 de febrero de 2007

LA MERIENDA DE LOS GUSANOS

Por Miguel Godos Curay

El tirar piedras y ocultar siempre la mano es una vieja costumbre piurana. Fue en Piura en donde el humor le cambió a Pizarro cuando en la puerta de la Iglesia de San Miguel encontró colgado aquel perverso papel que decía: Pues Señor Gobernador / mírelo bien por entero/ que allí va el recogedor/ y aquí se queda el carnicero.” Pizarro que era analfabeto no soportó la chanza y diósele por buscar al autor de tamaño despropósito. No se sabe cómo pero don Francisco acabó escarmentando al fiel soldado don Antón Zamorano. El cruel castigo fue el rebanarle las pulpejas de los dedos y las manos para que no vuelva a escribir torpezas y menos sembrar suspicacia en la mesnada. Antón soportó con gravedad castellana el agravio y anduvo imposibilitado de escribir y usar las manos durante mucho tiempo. Mas tarde pasados los años y por secreto de confesión de un moribundo se enteró el marqués que el fiel don Antón no era el autor de tal desatino. Pizarro arrepentido y conmovido hasta las lágrimas le besó las manos y le pidió perdón al noble Don Antón Zamorano.

Lo mismo sucedió a postrimerías del siglo XIX a don Gaspar Vásquez de Velasco cuyos huesos descansan en la Cripta de San Teodoro. Sucede que muerto el suegro de don Gaspar un pasquín lo responsabilizó como autor de su muerte “al haberle suministrado en su bebida favorita un tosigo” que lo llevó al descanso eterno. El pasquín de marras se llama “Gasparito en miniatura” y causó profundo dolor en el agraviado. Hoy en la UNP, en pleno siglo XXI, una vieja forma de zaherir honras es la de publicar anónimamente injurias de todos los calibres. Así ni siquiera el propio ex rector Vegas Gallo pudo escapar de los pasquines que prefiguraron en insolente verso un diálogo entre el entonces rector con el mismo San Pedro.

Hoy nuevamente circulan los pasquines porque estamos en etapa electoral y las liras biliosas se ensañan con quienes a fuer de su timorata paciencia se sienten dolidos en el alma por cada denuesto escrito por estos cagatinta tan inexpertos en usar la pluma, burla-burlando, para corregir entuertos. Últimamente se les ha dado por profanar sin piedad intimidades y coronar con cuernos a todo el mundo. Lo cierto es que los cachitos le sientan bien al demonio y a aquellas almas atormentadas que descargan sus frustraciones en cada rosario de infamias que endilgan a quienes no son de su agrado. Lo cierto es que como dice Buffon el “ estilo es el hombre y la hiel se le conoce por el calor.

Los pasquineros, aquellos que se ocultan para enlodar honras, porque no tienen el coraje para firmar lo que escriben son una legión de desarrapados, sujetos de cultura precaria probablemente en su niñez amamantados con leche de burra, bilis y quesillo de cabra vieja. Son parte de esa legión de envidiosos que viven acariciando en sus sueños de opio lo que no tienen y gracias a Dios nunca tendrán: dignidad invicta.

Deploro con vergüenza ajena que hayan escogido la Facultad de Educación para sus maledicencias insolentes. ¿Si estos son los que forman a los futuros educadores qué podemos esperar de aquellos?. Sólo fracasos anticipados, una colección indigesta de miserias humanas. Probablemente son como esos frascos negros y hediondos que se esconden en las viejas boticas porque tienen la marca de calavera y las dos tibias que a todos advierten que se trata del reconcentrado veneno. Son vitriolo puro, envidia químicamente pura.

La envidia, dice el buen don Alfonso Reyes, es aquella señora que muerde sin comer que se ocupa de la vida ajena porque siente nausea de la propia. La envidia es ese combustible barato de las ilusiones perdidas y los fracasos. Es el veneno del escorpión que busca a quien picar porque la felicidad de los otros le provoca escozor y rabia. Tenemos que cuidarnos de la envidia pues como decía Lorenzo de Medicis es uno de esos tres árboles que crecen delante de los hombres y mujeres que progresan sin que nadie los riegue. Los otros son el árbol de la soberbia del que se envanece torpemente en sus logros personales y el otro el árbol de la ignorancia, atrevida y contumaz, por esencia.

Camilo José de Cela, decía que el mejor antídoto para la envidia es la activa indiferencia que se convierte en un espejo bruñido en el que se reflejan las descarnadas fauces del envidioso. Otro remedio infalible es al risa, sonría hasta el suelo cuando quieran convertirlo en tiro al blanco de las sandeces y los improperios. ¿Acaso usted no se ha dado cuenta del dolor que sienten las lobas rabiosas cuando se muerden la lengua.? No descienda por favor al nivel de la cloaca o la estiercolera tratando de dar respuesta a los desatinos. Deje que los gusanos se solacen en su merienda. Usted respire hondo y no olvide que está hecho para los proyectos grandes y las acciones nobles como la de servir siempre de un buen ejemplo de vida a sus alumnos.

LA PASION POR LA TINTA

Por: Miguel Godos Curay

Escribir sobre uno mismo es como ese intento ufano de la contemplación del ombligo. El periodismo es un oficio irrepetible, un tarea inquietadora e inquietante que no se agota nunca y que requiere una sobredosis de pasión para vivir la cotidiana existencia. En apariencia los periodistas parecen anárquicos en el fondo no lo son. Tienen su propio estilo de trabajo una voracidad insaciable por la lectura y una irreductible capacidad de emoción y de rabia cuando se perpetran toda clase de injusticias. A los periodistas les encanta la política pero no les viene bien el colocarse una camiseta que como un corsé finalmente no les permita más tarde ejercitar la crítica contra la cúpulas partidarias corruptas casi siempre ávidas de jarabe de lengua y sahumerio.

Es mejor el periodista libre el que no le debe y no le teme a nadie, el que vive matrimoniado con la honestidad. Es detestable la sanguijuela que vive de la medración, la coima, la adulonería, el favor y la prebenda. Esta especie no corresponde al ser periodista. El periodismo no es un camino para amasar fortuna pero abre las puertas a una vivencia intensa del mundo ahí donde asoma la belleza de lo humano y trascendente. Nadie como el periodista para insertarse en el nervio de la historia. Nadie como él para leer incansablemente y aprender la sinfonía lógica de un texto bien escrito.

Los periodistas genuinos son transparentes como el agua de los arroyos. Los malos periodistas son como el agua sucia de los albañales en donde se concentra el hedor desagradable de las miserias humanas. No se es periodista porque se tiene carné sino porque se es dueño de una conducta ética insobornable que como el buen oro resiste las pruebas ácidas de la verdad irrefutable. Un periodista que sazona las mentiras para vivir de ellas no es un periodista sino un farsante constructor de ficciones insostenibles.

Los buenos periodistas son hombres de carne y hueso sumergidos en el mundo con un amor indeclinable por la verdad. No tergiversan los hechos para urdir torcidas interpretaciones de los acontecimientos. Tampoco sucumben a la suspicacia, ni ocultan información deliberadamente para crear historias terribles. No son felones tratando de fingir afecto y lealtad . Ni intimidan utilizando su credencial en el chantaje inaudito y la amenaza. Los buenos periodistas disfrutan del buen humor y la satisfacción del trabajo bien hecho. No se sienten pequeños ante los grandes ni grandes con los pequeños. Viven con los pies en la tierra con la ilusión del cielo.

No se resisten a repetir errores y cuando los cometen los reconocen a fuerza de vencer el amor propio. No soportan el engaño ni están dispuestos a engañar. Aman tanto su pluma que no la utilizan como una chaveta para despedazar honras. No soportan los juramentos invocando el nombre de Dios en vano ni han nacido para arrinconarse en el ritual institucional de las cascarudas cofradías para la decoración de las páginas sociales de los diarios.

El periodismo requiere pasión. Un periodista tibio como el agua de malvas es un cosechador anticipado de fracasos. Quien se quiera dedicar a este menester tan humano renuncie a su comodidad y asuma las consecuencias de este desafío: Horas de trabajo intenso sin disfrutar del calor del hogar, una ulcera producto de este método sin método que significa trabajar sin horarios. Muchas horas insomne consagradas a la lectura. Un devoción silenciosa por los diccionarios y un afecto noble por el lenguaje el que con el tiempo descubrirá que no sólo sirve para escribir una buena crónica sino también algunos versos dedicados a una mujer que nos quita el sueño o palabras escritas con sinceridad por el nacimiento del primer hijo.

Lo peor que le puede acontecer al periodista ese esa sensación inconsolable de soledad que le provoca la ausencia de la redacción. Si esto sucede es porque la tinta esencial se le metió en las venas y hasta en el tuétano. Entonces con la mirada borrosa por el uso continuado de los cristales para leer tendrá que respirar hondo y nuevamente colocarse frente a frente con esa pasión irrenunciable que significa vivir cada instante con la intensa emoción de un amante.

EL VALOR DE SABER ESCUCHAR

Por: Miguel Godos Curay

La comunicación humana se cimienta en la palabra. Gracias a la palabra expresamos nuestros pensamientos, ideas, pedidos, sentimientos y nos relacionamos con los otros. Para que la palabra surta es necesario que sea oída y escuchada que nuestros interlocutores “decodifiquen” nuestro mensaje. Saber escuchar no sólo es una práctica necesaria sino una necesidad en la familia, en la escuela y en la propia sociedad.

Muchos conflictos se producen cuando no somos escuchados adecuadamente. Muchos conflictos se producen en la familia cuando los padres no escuchan a los hijos y los hijos no escuchan a sus padres. Para comunicarnos adecuadamente necesitamos climas de confianza que faciliten el entendimiento humano. Bien se ha dicho que Dios nos dotó de una sola boca pero de dos oídos para encontrar el sentido de los mensajes.

Saber escuchar requiere de una disciplina cotidiana. En primera lugar mostrar una actitud de confianza, una actitud respeto a la persona que nos habla para que pueda expresar con propiedad sus mensajes. Es distinta la capacidad de comunicar de un niño y la de un anciano porque importa esfuerzos de entendimiento distintos. Igualmente tenemos que procurar no sentirnos grandes con los pequeños ni pequeños con los grandes. Tenemos que tratar a todos con equidad y madurez para que la comunicación eficiente se produzca. Comunicación eficiente es la que cumple sus propósitos y objetivos.

En la sociedad la comunicación es el componente necesario para una fluida relación que provoque la armonía que no es otra cosa que el bien comunitario. La sociedad incomunicada está abierta a una serie de conflictos sociales, políticos y económicos productos de la falta de equidad y la injusticia. El desentendimiento social es producto de la incapacidad de escuchar a los demás. Muchas veces los gobernantes o quienes ejercen cargos públicos hacen oídos sordos a los gobernados y la confrontación se produce inmediatamente como una respuesta.

La tolerancia es un valor cívico fundamental que nos dispone a actitudes abiertas a una relación con los demás. El respeto , la cortesía son también valores que contribuyen a una mejor relación entre los hombres y mujeres y entre los integrantes de la sociedad. Cortesía significa abrir los cauces del corazón, es hablar con el lenguaje dela corazón y la sinceridad. Por ello nos apena cuando se dice que una de las virtudes que perdemos cada día es la virtud de la cortesía aquella que nos empuja a la amabilidad, al saludo respetuoso, a la atención y a la generosidad.

Por este motivo creemos necesario el fomentar estos valores en nuestros niños y jóvenes, en el seno de la familia, en la escuela y en la comunidad. Necesitamos nutrirnos de estos valores elementales que posibilitan el entendimiento humano en climas de confianza y tolerancia. Confianza, significa, confiar en alguien, confiar en el otro. Necesitamos también derribar esas barreras de incomunicación que existen en nuestras familias y en la propia sociedad. Necesitamos restituir la confianza entre los peruanos que gobiernan y los gobernados. Pero también entre los que más tienen y los que menos tienen en un clima de solidaridad social y respeto. Nosotros mismos podemos iniciar desde hoy un esfuerzo por mejorar nuestra capacidad de escuchar a los demás en especial de los mas pequeños e indefensos, de los jóvenes que no logran superar los serios conflictos que acompañan su existencia. Tenemos que aprender a escucharnos entre nosotros mismos los adultos tan pocos dispuestos, en muchas ocasiones, a la amabilidad y a la cortesía. Si queremos mejorar nuestros esfuerzos de comprensión de los demás tenemos que aprender a escuchar más.

UTILES ESCOLARES Y SOLIDARIDAD

Por: Miguel Godos Curay
Una de las experiencias inolvidables de la escuela es la de los primeros útiles escolares. Uno aprende a quererlos porque son parte del esfuerzo de aprender. Cuando la escuela no era una complicación bastaban dos cuadernos: un cuadriculado para matemáticas y un rayado para letras. Los textos escolares eran escasos por lo tanto lo poco que había transitaba por las manos de todos los niños. Hoy la información disponible es abundante pero contradictoriamente es mucho más escaso el amor por los libros. A nadie se le ocurría vender un libro, era un acto de ingratitud. Había que guardarlo para el hermano menor o entregarlo con cariño a quien pudiera usarlo. El papel, la materia prima necesaria para escribir no era abundante y los chicos coleccionaban todo aquello que pudiese servir para el acto mágico de escribir el nombre.

La educación empezaba en la escuela del barrio. No existían las mochilas sino los bolsones de loneta siete vidas y a prueba de todas las mataperradas. Se estudiaba hasta los sábados, mañana y tarde. El primer deber, la cortesía, se enseñaba con el Manual de Urbanidad de don Antonio Carreño. De modo que un niño educado no podía ingresar a la escuela sin saludar a sus iguales y mayores. Sin duda que los tiempos han cambiado y no han faltado los que dicen que apretando los horarios es probable que se acabe con las “pesadas” clases del día viernes.

Cada vez se enseña menos. Y los maestros como loros repiten lo que dicen los textos sin mostrar siquiera su preocupación por una buena clase de matemáticas o el aprendizaje de las ciencias. Todo es una simple repetición y las copias fotostáticas, el último negocio, se ha convertido en una práctica cotidiana. No se lee tampoco ahora. Los resúmenes remplazan el trato con las ediciones completas. El ritualismo y el falsete han ocupado el lugar que ayer tenía el civismo. El tiempo perdido en saludos a la bandera y en los desfiles, descascarados remedos patrióticos es realmente impresionante. Seguimos repitiendo cuentos de todos los colores y todos los sabores muchas veces alentados por los propios padres de familia. Uno de ellos es el cambio de uniforme como si la sustitución del uniforme procurara un mejor aprendizaje. El colmo es que nos seguimos ocupando de la cáscara, de lo superficial. Olvidando lo esencial. Una formación consistente movida por los resortes de la responsabilidad y el trabajo honesto y coherente en las aulas.

UN SANTO DE CHULUCANAS

Por Miguel Godos Curay

¿Cómo son los santos?.Son personas de carne y hueso. Apasionadas e intensas, amorosas, con virtudes y defectos. Humanos pero con el corazón sintonizado en Dios. Para los peruanos la cualidad que mejor caracteriza a los santos es el hacer milagros. El cumplir con los cometidos imposibles de sus devotos. Son por los milagros y portentos, reconocidos por la Iglesia, que la santidad salta con pértiga a los altares. No son pocos los candidatos pero algunos cuyas virtudes se encuentran en estudio profundo están en la larga lista de espera del reconocimiento de sus virtudes heroicas de las curas repentinas por su intercesión. En el imaginario popular están vivas y patentes estas expresiones de fervor popular: la Beatita de Humay doña Luisa La Torre, el Venerable don Pedro Urraca y Sarita Colonia son parte de la oración cotidiana de miles de peruanos.

En Piura, pocos realmente conocen, se ha abierto proceso de canonización del Padre Agustino Juan José McKniff (1905-1994). El Padre McKniff vivió entre los pobres de Chulucanas y Santo Domingo de Morropón.. Todos coinciden en afirmar que fue un hombre bueno y santo sacerdote dedicado con amorosa devoción a la Virgen y a los pobres. Quienes lo conocieron coinciden en reconocer sus virtudes cristianas y humanas. Conocí a don Juan José McKniff cuando era maestro rural en el caserío El Yumbe de Santo Domingo. Con él transcurrieron muchas horas de conversación amena y gratuita. Era un cura alegre dedicado a extender la devoción a la Virgen a través de la Legión de María.

Uno de sus amores era la advocación de la Caridad del Cobre vieja devoción de los católicos de Cuba. Muchos niños de mi escuelita rural tenían entre sus cuadernos la estampita de la medalla milagrosa y en sus oraciones una de las intenciones era el ruego por los cristianos que sufren persecución en el mundo. Nos parecía sumamente raro que fieles de Morropón se hubiesen trasladado de pronto a la Isla de Cuba transportados por su fe. Este “ milagro” era producto del esfuerzo del Padre Juan José quien añoraba en este exilio forzado a su Cuba del alma. Cuba ama a la Virgen, los cubanos tienen en su corazón presente viva la esperanza en Cristo repetía.

Don Juan José Mckniff nació en Media, Pennsylvania en los Estados Unidos, a los 14 años ingresó en el Seminario Agustino de Villanova, profesando votos en 1923. Su ordenación sacerdotal tuvo lugar en Roma en 1930 en donde obtuvo el doctorado en filosofía. Posteriormente se dedicó a la enseñanza en el seminario y en 1935 partió como voluntario para Filipinas y en 1939 para Cuba. En la isla fue profesor del Colegio San Agustín y posteriormente estuvo al frente de la Parroquia de Cristo en La Habana Vieja en donde desarrolló un diligente apostolado e innumerables esfuerzos por la necesidades de la gente humilde abriendo escuelas gratuitas para niños y obreros, y un dispensario médico. También introdujo la Acción Católica y la Legión de María, promovió actividades religiosas, culturales y deportivas.

En 1959 con la irrupción de la revolución castrista se mantuvo en su puesto observando como fueron clausurados sus centros y sufriendo vejaciones de toda clase. En 1968, a consecuencia de su quebrantada salud se le permitió salir de la isla pero ya no pudo retornar pues le fue denegado el permiso. Pese a su edad no se doblegó y pidió venir a Chulucanas donde permaneció 22 años tras un breve periplo en Trujillo dedicado a la docencia. Fue un entusiasta promotor de vocaciones y servidor de los pobres. El 24 de Marzo de 1994 falleció en Miami, Florida pocos después de haber retornado del Perú. Sus restos descansan junto a numerosos inmigrantes que no olvidan su espíritu entusiasta y jovial el 28 de Agosto se inició en Chulucanas el proceso de canonización.

EL ALGARROBO:SIMBOLO Y COMPONENTE DE LA ECONOMIA REGIONAL

Por: Miguel Godos Curay
Universidad Nacional de Piura
El Fenómeno El Niño se ha asociado indebidamente a los desastres y a la destrucción de nuestras ciudades producto de la imprevisión. Sin embargo hay que señalar que los últimos eventos FEN han provocado la modificación del paisaje y una reforestación natural de 250 mil hectáreas de algarrobales que son fuente de actividades económicas en varios sectores del Departamento en el Bajo, Medio y Alto Piura. Cada fenómeno del Niño equivale a vaciar 800 millones de metros cúbicos en el desierto que alimentan los torrentes freáticos.[1].

El algarrobo es símbolo de Piura. Poetas y compositores le dedican sentidos versos. El poeta Teodoro Garcés Negrón dice que el escudo republicano de Piura se resume en tres elementos: Un piajeno, un algarrobo frondoso y el linaje de los Seminario. Dice el poeta: Es el algarrobo/ un árbol plebeyo/ hijo de la arena/ del desierto inmenso.” [2]. El compositor Rafael Otero López le dedicó las notas sentidas de un vals: Mis Algarrobos que es considerado un verdadero himno de Piura

El cronista Cieza de León refiere en pleno siglo XVI que los bosques de algarrobos de Piura eran frondosos y en el habitaban llamas tan gordas como los carneros de Castilla. Las viviendas prehispánicas utilizaban sus troncos sarmentosos. Durante la colonia se le siguió utilizando y con la expansión ferrocarrilera se le depredó para confeccionar los durmientes que sostenían los rieles.

El algarrobo (Prosopys July Flora) es una especie tradicional de Piura. La palabra algarrobo es de origen árabe y procede de la voz “al-garib”. El Diccionario de la Real Academia la define como: “Planta anua de la familia de las papilionáceas, de flores blancas y semilla algo parda con pintas obscuras, y que seca, se da de comer a la palomas y a los bueyes y caballerías. Otras acepciones son: Semilla de la planta. Fruto del algarrobo, que es una vaina azucarada y comestible, de color castaño por fuera y amarillenta por dentro, con semillas muy duras, y la cual se da como alimento al ganador de labor.[3]
El piuranista Padre Esteban Puig dice del algarrobo:” Árbol tradicional y clásico de Piura. Sus flores son amarillas; de sus frutas en vainas dulces se prepara la conocida algarrobita. Está presente en toda la vida del campesino piurano en mil usos y aplicaciones. Da vida y belleza. Guarango.”[4].

Edmundo Arámbulo Palacios en su Diccionario de Piuranismos añade: “Es el gigante del desierto del que no se desperdicia nada. De la harina del fruto se prepara mazamorras, de su tallo se aprovecha la madera para vigas o en la confección de durmientes, puertas y toda clase de muebles. Produce una excelente goma que puede competir con la goma arábiga. Su madera es empleada en la fabricación de carbón vegetal.”[5]

Luis Ginocchio Balcázar anota: “carob, St. Johns Bread. Leguminosa presente en las Américas En el norte del Perú es la prosopis pallida y prosopis Juliflora. Posee un gran potencial como ingrediente alimenticio (goma estabilizante).”[6]

El sabio Javier Pulgar Vidal sostiene: “El vegetal más significativo de los desiertos de arena con napa freática es el algarrobo (Prosopis juliflora). Este árbol fue llamado “guarango” en el antiguo Perú, nombre con el que se le denomina aún en Ica. Pulgar señala que: “ Los estudios más recientes demuestran que el algarrobo es un verdadero árbol –milagro del desierto peruano-.Las semillas caen al suelo todos los años; algunos animales las difunden en sus andanzas, ya que no pierden poder germinativo al pasar por el tracto intestinal. Algunas semillas nacen al llegar las lluvias veraniegas; otras aguardan mejor ocasión para germinar. Durante el primer año de vida, poco crecen el tallo y las ramillas, mientras que la raíz se desarrolla mucho más, a favor del geotropismo y en busca de la napa freática. Así el agua subterránea se encuentra a poca distancia de la superficie, la subsistencia de la planta queda asegurada al final del primer año; pero cuando la napa es profunda, el desarrollo se detiene durante verano, prosigue al presentarse un nuevo año lluvioso y este proceso se repite hasta el momento en que las raíces alcanzan la napa freática.”[7]

Precisa Pulgar: “ Tanto el árbol como la vaina del algarrobo han merecido los nombres de tacu, taco, tacu-tacu, o taco-taco; asimismo, se llamaba tacu-tacu a un plato prehispánico, que se elaboraba a base del contenido alimenticio que rodea las semillas. Dicha vaina es también excelente alimento para ganado cabrío, vacuno y equino y para preparar la bebida llamada “yupisín”.[8]

El doctor Hermilio Valdizán señala: “El algarrobo es indígena. Y anota las siguientes aplicaciones: “La savia en el tratamiento de las “boqueras” (Norte), la cataplasma del jugo de algarrobo, pimienta. Clavo de olor y goma tragacanto, en la “fluxión” de muelas (Hualgayoc); el cocimiento de las ramas con azúcar candi, como colirio astringente ( arequipa); los frutos verdes, abiertos como bragueros (S.P); las semillas se emplean como tónicas y nutritivas y además con ellas se prepara una chicha; “ con el fruto preparan un vino, que lo usan como tónico” (Ica). [9]



EL ALGARROBO ES UNA FUENTE DE VIDA

Alimentación: Forraje y alimento de ganado. El algarrobo produce puño y vainas que son aplicadas a la alimentación de los hatos de cabras de los campesinos del Alto, Medio y Bajo Piura. Actualmente Piura concentra el 23% de la población nacional de caprinos. La cabra está asociada al algarrobo pues es la “vaca del pobre” y una fuente de suministro de leche de óptima calidad para las familias pobres. Una experiencia importante es la emprendida por el Concytec, la OEA y la Universidad Nacional de Piura para el mejor aprovechamiento de la leche de cabra combinada con algarrobina la que bien se puede aplicar a los Programas Vaso de Leche en la Región. Igualmente la producción de quesos, yogures y dulces.

Lópéz Albujar indica que el piurano: “No es ictiófago como el sechura o fecular como el montubio, es cabruno ante todo y sobretodo. Primero el “seco de cabrito”, el “chabelo”, la “malaya del capao”, el “pescuecito” y la salchicha en la que el puerco ha acabado por desaparecer, dejándole al cabrito el campo libre”[10]

Combustible: Los algarrobos brindan leña no sólo para los fogones familiares sino también para los hornos de ladrilleras y producción de carbón en muchos casos con riesgo de depredación. El carbón de algarrobo es consumido por las pollerías y panaderías de la ciudad.

LA EXPERIENCIA DE RECUPERACION DEL BOSQUE SECO
Una importante experiencia para el aprovechamiento del Fenómeno de El Niño fue la puesta en marcha por PREMIA (Proyecto regional de Ecuación y Manejo Integral de Ambiente) cuyo objetivo principal fue organizar una reforestación masiva, la creación de Centros Familiares de Protección Forestal y brindar información a la población rural para el uso de los recursos forestales y conservación de pastos naturales. La experiencia buscaba la comprensión de “El Niño” como símbolo de vida y no una desgracia tal como sucedió. Cambiar esta lectura de la realidad permitió sostener una relación amable con la naturaleza.

Esta experiencia permitió la colecta de semilla en 1991 y su siembra en febrero y marzo de 1992. La siembra fue efectuada por grupos campesinos de las comunidades en forma manual y con su propia organización. Según el doctor Enrique Nolte Maldonado una vaina de algarroba suministra (10 a 15 unidades de semilla). Un kilo de algarroba equivale a 108-110 vainas de algarroba. Para acciones de reforestación semilla de mejor calidad es la obtenida de la digestión de los burros.

En esta experiencia participaron campesinos de las Comunidades y Organizaciones Agrarias San Juan de Catacaos, San Martín de Sechura, San Lucas de Colán, San Felipe Santiago, Santa Rosa de Poechos, Ignacio Távara, Pabur , Andanjo. Entre la Ongs participaron: Cepeser, Ideas,Ideco-Vicús, Oxfam, Cipca, Pirhua, Crocevía entre otras.[11]


Como señala Schultz: “ La mayoría de los pobres del mundo se ganan la vida con la agricultura. Si conociéramos la teoría económica de la agricultura, sabríamos mucho de la economía de la pobreza” .[12]

En el caso específico de Piura no existen aún investigaciones que relacionen la agricultura, con la economía y la ecología. No se han valorado aún una serie de externalidades para medir los beneficios o perjuicios derivados de alguna actividad que no tienen una valoración crematística pero podrían tenerla. Por ejemplo, el costo de los cultivos de arroz que salinizan los suelos del Bajo Piura. Igual sucede con la inserción de residuos contaminantes en el medio ambiente. Los probables efectos de la actividad minera sobre la agricultura. Casi siempre en la asignación intergeneracional de recursos de recursos agotables los no nacidos no tienen participación. Está demostrado por ejemplo que las familias ricas deterioran el medio ambiente muchos más que los pobres. Esta es una variable que hay que incorporar en cualquier propuesta que busque el desarrollo.[13]
Hoy por ejemplo se habla con mucho optimismo de la producción de etanol a partir de plantaciones de caña de azúcar sin tenerse en cuenta que el costo energético del etanol es superior al del carbón y el petróleo. Muchas veces los anuncios de los políticos son falacias verdaderas.

Un aspecto importante es el de entender que los pobres encierran en una enorme capacidad creativa para plantear soluciones a sus urgentes problemas. Y tal como señala Schultz: “ Los factores de producción decisivos para el mejoramiento del bienestar de los pobres no son el espacio, la energía y la disponibilidad de tierra cultivable; los factores decisivos son el mejoramiento de la población y los adelantos en el conocimiento”.

[1] Godos Curay , José Miguel, Descentralización Educativa, ensayos para el análisis de un proceso abierto, Foro Educativo,2003.
[2] Garcés Negrón Teodoro, Romancero Piurano, Piura Libros,1996.
[3] Diccionario de la Real Academia Española e la Lengua, Vigésima Edición,1984.
[4] Puig Esteban, Breve Diccionario Folklórico Piurano, Universidad de Piura, 1985.
[5] Arámbulo Palacios Edmundo, Diccionario de Piuranismos, Colección S.E.C,1995.
[6] Ginocchio Balcázar, Luis, Breve Diccionario de Administración y Agroindustria,Ediciones Competir 21, 2000.
[7] Pulgar Vidal Javier, Geografía del Perú, Editorial Peisa, Décima Edición,1996
[8] Pulgar,Opus Cit
[9] Hermilio Valdizán-Angel Maldonado, La Medicina Popular Peruana,, Lima Imprenta Torres Aguirre,1922.
[10] López Albujar, Enrique, Los Caballeros del delito, Segunda Edición, Editorial Juan Mejía, baca, Lima, 1973.
[11] “Avances en las previsiones y aprovechamiento del Fenómeno “ El Niño”-Lecciones de 1992”, Editado por Premia con el auspicio de Heifer Projec Internacional, Lutheran World Relief y Oxfam UK.
[12] Schulktz Theodore WW, Invirtiendo en la gente, Editorial Ariel, Argentina ,1981.
[13] Martínez Alier Joan, Schlüpann, La ecología y la economía, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.

LA FILOSOFIA DE LA GARRAPATA

Por: Miguel Godos Curay

El afecto por la jardinería que tienen algunas autoridades llevó el abono del campo a los jardines de la ciudad. La saludable medida se ha convertido en un dolor de cabeza por la presencia de una población inimaginable de garrapatas las que migran a todos los lugares alojadas perentoriamente en las crines de los perros. Otras veces deciden por sí mismas emprender una larga caminata insomne por aceras hasta llegar a un hogar en donde alojarse y sobrevivir. La garrapata es un parásito y no es torpe. Primero se instala, después, empieza a chupar lentamente la sangre de su eventual anfitrión hasta hincharse a su costa.. Lo mismo sucede con contingentes humanos que vienen de las canteras políticas: son las garrapatas partidarias cuya ideología no es otra que la de usar el carnet y al partido para vivir medrando. Son las garrapatas que celebran los fastos y se colocan camisetas con los símbolos partidarios. Cuando se encuentran con otra de la misma especie se contemplan con envidia la panza y erizando sus patas hasta la frente se saludan. Algunas disfrutan de las marchas y últimamente de las revocatorias porque buscar firmas a sueldo es un negocio que permite subsistir.

Hay garrapatas institucionales que migran de clubes y organizaciones hasta morirse de viejas. Son las garrapatas que buscan en el mundo el consuelo de la condecoración póstuma y la foto retocada para la inmortalidad. Las hay en territorios espirituales pero sin justificación teológica: son las garrapatas religiosas. Las que disfrazan su voracidad con el rostro de la virtud. En apariencia son las más dulces pues copian su sonrisa de las estampitas de algún santo o una santa de devoción popular. Las hay dedicadas a la especulación racional y al infame negocio del tráfico de notas aprobatorias en los exámenes: son las garrapatas académicas. A muchas si se las investiga no tienen las campanillas y timbres académicos que exhiben. Últimamente compran sus diplomas en Azángaro o en alguna universidad desconocida y reciente. Estas garrapatas se refocilan con las de otra especie: las garrapatas estudiantiles, las que mueven corifeos en actos eleccionarios.Las eternas estudiantes de todos los semestres, las que no se sabe como sobreviven a todas las podas académicas y se instalan bajo la protección de otra garrapata mayor amoral y encallecida.

No faltan las garrapatas sindicales enemigas de la renovación de cuadros. Las hay en el mundo del periodismo las que previo juramento de ética se dedican a vivir del magnetófono, la intriga y la decepción. Son las que ponen precio a su conciencia y a su pluma pues de algo tienen que vivir. Hasta el territorio de la ternura y el afecto está poblada de estas despreciables criaturas, las garrapatas, en apariencia amorosas, cuya nota característica es el fingir afecto y lealtad con cualquiera a quien desangran gota a gota hasta dejarle exánime. Cuando la res no da para más cambian silenciosamente de hospedaje e inician con almíbar el nuevo rito de conquistar a su víctima.

En Piura, hasta hace poco existían las garrapatas literarias cuya estrategia inteligente se justificaba en la edición de una modesta revistita, el intercambio de homenajes y la edición de panfletos para perpetuar la estupidez. Gracias a Dios se encuentran en proceso de extinción porque no hay vacas sagradas que les brinden alojamiento. La especie más numerosa es la de las garrapatas burocráticas, últimamente se identifican por el color del atuendo y el fotocheck. Es fácil ubicarlas porque son asiduas concurrentes a las cafeterías y comedores en donde promueven tertulias interminables y negocios inauditos. Son las que exasperan por el pleno dominio del lenguaje de la mentira sistemática. Llevan, marcando almanaques, la cuenta diaria del tiempo que se les escurre como agua entre los dedos. Ya a estas alturas están pensando qué hacer para matricular a las garrapatitas porque se viene Abril. No escapa el territorio de la cultura para las garrapatas. Aquí encontramos variedades resistentes a los pesticidas de la renovación. Últimamente se han dedicado a posar para la foto y hacer creer a algunas garrapatas incautas que tienen el vuelo retórico de Cicerón o el pincel de Rafael. Por supuesto que gozan para ello de la aprobación de las garrapatas trasnochadas y las aficionadas al elogio barato.

En fin hay garrapatas con suerte y sin suerte, con uniforme y sin uniforme, poderosas y sin poder. Aficionadas incidentalmente al deporte para vivir del negocio de la pelota y a disfrutar de sus engañosas formas de existencia. Una última variedad reportada es la de las garrapatas patrióticas las que se han dedicado a crear legiones y sociedades para el reparto de condecoraciones, celebrar ascensos nunca descensos de las garrapatas corruptas que rodearon a Fujimori. Estas garrapatas disfrutan del embuste porque prolongan el colonialismo mental que sumerge al país en el atraso y la superstición. Una última recomendación: Cuidaos de aquellas garrapatas que empiezan su discurso con aquellas olvidadas frases que dicen: ¡Garrapatas del mundo uníos!.

LA FASCINACIÓN DE LA ESCALERA

Por: Miguel Godos Curay

En los tiempos de la conga se hicieron populares estos versos que dicen: “Para subir al cielo se necesita/ una escalera grande y otra chiquita...” El primer libro editado en América apareció en México y justamente se titula :“Escala espiritual para llegar al cielo” del bienaventurado Juan Clímaco traducida al castellano por Fray Juan de Magdalena. El libro es una guía espiritual para quienes deseen emprender su ascenso a la gloria y alcanzar la visión beatífica de Dios. La strada ( en italiano la escalera) es una película de Fellini (1954) un fascinación por el engaño colectivo del espectáculo a través del tirititero protagonista.

Piura y los piuranos son realmente fascinantes así lo demuestra el súbito encantamiento que en el moderno centro comercial provoca la escalera eléctrica por la que ascienden a la nueva red de tiendas con la mirada iluminada: viejos y jóvenes; grandes y chicos, hombres y mujeres, gordos y flacos. Los ascensos son realmente indescriptibles. Los ojos se elevan a la cima como en las coloridas estampitas que recuerdan la ascensión del señor, mientras el corazón palpita fuertemente, finalmente la consabida sonrisa feliz tras haber alcanzado la cumbre de esta modernidad sin retorno.

El sortilegio no se acaba. Después del ascenso las buenas gentes retornan al primer piso para emprender un segundo ascenso con menores tensiones y ahora con la mandíbula batiente. Los churres y curiosos tratan a su modo de explicar el funcionamiento de la faja interminable. Otros se sienten conectados a la modernidad capitalina de la que se desconectan cuando concurren a las negocios de golosinas y comidas del interior. Los precios elevados y los helados de cucurucho con aire en su interior los obligan a un inmediato retorno a la realidad.

Los piuranos, una legión inagotable de comelones, no están hechos para la comida rápida (fast food) sino para los tamales, las papas rellenas, los fritos, los caldos de gallina vaporosos, el pavo jugoso, los mondonguitos, sudados y cachemas fritas. Además no soportan el comer sin la buena conversa y la espirituosa bebida. Los raptos de la modernidad han provocado esa sensación de gozo que en Piura provoca una escalera. Una felicidad orgásmica que dura los treinta segundos de un spot publicitario.

Los piuranos son así . Encantados y encantadores. Cualquiera les puede vender sebo de culebra o vaciarles el bolsillo con artes adivinatorias. Lo entregan todo cuando del naipe y el tarot se trata. Urdir futuros con cuentos y floro es un negocio próspero en Piura. Aquí cualquier mariquita peliteñido dicta la moda a las señoronas. Por eso no resulta inaudito que en Piura la obra cumbre del gobierno regional sea la ampliación del estadio. Hoy somos “un estadio con ciudad” . Nunca deportistas con garra ávidos de triunfo ni cosechadores de éxitos.

El piurano anda en busca de escaleras imaginarias para encaramarse en las cumbres del poder y la gloria. No es difícil, por ejemplo, que cualquier hijo de vecino llegue al Congreso y se asegure una ubre con jugoso emolumento. Nada ha conseguido Piura de su representación parlamentaria en las últimas décadas. Después de las mociones de saludo todo se reduce a la alfalfa parlamentaria improductiva y necia. En esta escalera imaginaria de los ascensos para la instalación social los arquetipos son el “trepón” y la “trepona”. Los que nos escatiman el pisar a otros con tal de subir. Otra variedad son los “camaleones” que se mimetizan para sintonizar con los políticos de turno y tentar un ascenso.

Un águila emprendió cierta ocasión un vuelo hacia los riscos más altos. Ufana de su proeza empezó a repetir en las alturas: “Quien podrá volar tan alto como yo. ¿Quién? “. Y al instante escuchó una voz que repetía: “ Yo también”. Se trataba de un gusano asido en el cuello del ave. El águila le preguntó : ¿Cómo llegaste hasta aquí?. A lo que el gusanillo respondió: “Arrastrándome señora, arrastrándome señora”. De modo que en la escalera de la vida hay dos formas de llegar a la cúspide. Con los propios esfuerzos como las águilas o arrastrándose con la miserable actitud de los gusanos.

EL DIABLO VEGETARIANO

Por: Miguel Godos Curay


Gracias a mi amigo Jean Noel Martínez, paleontólogo e investigador de la Universidad Nacional de Piura he ampliado mis conocimientos sobre la vida de Georges Cuvier (1769-1832) padre de la anatomía comparada y la paleontología. Cuvier es autor de la Ley de Correlación que le permitió reconstruir esqueletos de animales desaparecidos partiendo de fragmentos de restos aislados. Así, por ejemplo, los animales dotados de garras deben poseer dentaduras de carnívoros. Los dotados de pezuña y cornamenta por lo general se alimentan de vegetales y están dotados para este tipo de alimentación.

Cuentan sus biógrafos que en cierta ocasión uno de sus traviesos alumnos se disfrazó de diablo e irrumpió en su alcoba con este estupefacto tono: “Despierta soy el diablo y vengo a devorarte”. El sabio somnoliento entreabriendo los ojos contestó: ¿Tú quieres devorarme? Lo dudo:Tienes pezuñas y cuernos. Según la Ley de la Correlación, mi querido diablo, tienes que ser vegetariano. Y continuó placidamente con su sueño. Esta anécdota celebrada por sus discípulos y repetida en los círculos intelectuales de la época sin duda que provocó irreverentes comentarios en un momento de la historia en la que abundaban los diablos de toda especie.

A un lado los diablos predicadores esos que nos suelen hacer descripciones detalladas del infierno que parecieran conocer al detalle y que últimamente vociferan en la radio y la televisión. Al otro los pobres diablos esta especie humana en la que se concentran los envidiosos, los adúlteros, los mentirosos sean o no candidatos al congreso, los ladrones con participación directa o indirecta empleando testaferros, los felones que simulan afecto y lealtad, los nepotes (los que benefician a sus familiares con los cargos públicos). Hay una especie de diablos, los más peligrosos, aquellos que siendo malvados y deshonestos presentan cara de virtud. Son los que buscan la reelección se entornillan en los cargos públicos, se creen sospechosamente iluminados para ejercitar cargos y vivir de las ubres del Estado. Son corruptos aunque no lo parecen.

Dante Alighieri sostiene que el infierno es el lugar donde está “el gusano malvado que horada el mundo”. Contra los que imaginan al infierno como una parrilla gigantesca ardiente el recinto luciferino es de hielo, desolada extensión vítrea congelada donde todo es estático e inmóvil. Sopla gélido viento que penetra hasta los huesos. Este es el lugar de los traidores. Una coreografía espectral nos presenta un frigorífico macabro. En el infierno del infierno yacen los cobardes, los lujuriosos, los golosos, los avaros, los pródigos, los iracundos, los amargados, los violentos, los suicidas, los homosexuales, los aduladores, los nepotistas, los cizañeros, los falsificadores ( falsificación de la vida y de las cosas) y los adivinos.

Su espacio propio tiene la sensualidad del poder que aplasta la libertad. El adulador pervierte el sentido de la comunicación humana. Todo se oscurece por la falsedad y el engaño. En el mismo estercolero Dante colocó a los aduladores y a las putas. Dante también refiere la verdadera legión de homosexuales que hablar de ello resultaría harto abundante no por sus escándalos sino por la numerosa relación que existe de ellos.

El diablo piurano del que dieron cuenta nuestras abuelas tenía cuernos y pezuñas de chivato. Por lo que como Cuvier tenemos que colegir que este ladrón de almas era vegetariano. En Sullana sostienen que solía presentarse como párvulo llorón que sorprendía a los trajinantes que amorosamente lo acogían con esta frase: “Tiito mírame el diente” y dicen que cuando el incauto le contemplaba el rostro emergían de su frente cachos y de la boca despedían lenguas de fuego. En Paita el diablo bajaba desde el tablazo para trajinar por los callejones oscuros de La Punta Otras veces ofrecía negocios y fortuna a cambio de la propia vida. Lo cierto es que el diablo desapareció con la iluminación eléctrica que como adelanto de los tiempos y prosperidad de los pueblos instaló doña Ventura Artadi.

En el Colegio san Miguel el diablo tiene su devotos entre los vagos redomados que en cada festividad de San Miguel colaboran para restituirle los cuernos. Otros sostienen que dejó de aparecer por los villorrios de Morropón y Huancabamba el día que perdió el poncho y en donde reaparece de vez en cuando con las campañas electorales. ¡Válganos Dios!

martes, 13 de febrero de 2007

EL AROMA DEL ROSAL VIVIENTE

Por: Miguel Godos Curay

El compositor Miguel Segundo Ciccia Vásquez acaba de partir en un viaje sin retorno. Ciccia Vásquez rezumaba vitalidad en cada gesto de camionero feliz, de serrano canchaqueño enamorado de la belleza del paisaje de su tierra. Una ingrata dolencia le consumió la vida a sorbos y no se arredró. A pesar de los males no perdió un instante de su vida. Lo encontré en el Aeropuerto de Sao Paulo estaba flaco y demacrado pero con el humor a tope y se aferraba a la vida con un tesón extraordinario. Asistía a las anuales ferias de la Mercedes Benz en Brasil. Fue un empresario del transporte: servicio público y negoció, al que dedicó todas sus fatigas. Fue congresista y estudió derecho para tener una profesión. No estaba hecho para dragonear con los códigos en los pasillos. La vida no le dio rédito y se lo llevó con la misma pasión con la que vivió.

La música le brotaba del alma. Era el lenguaje de la ternura que le abría las puertas de los corazones femeninos. Sus composiciones surgieron recorriendo las escarpadas cordilleras de la sierra huancabambina en donde no le faltó un poncho moro o una cautivadora sonrisa femenina. Amaba y se hizo amar, campechano, disfrutó de sus éxitos pero también de sus anhelos fervorosos. Esta vez no pudo renunciar al viaje sin retorno.

Quienes lo conocieron no pueden dejar de recordar la sentidas notas de su “Rosal Viviente” vals elevado ya a los altares de la consagración universal como síntesis de piuranidad. Sus notas las interpreta la Orquesta Sinfónica de Piura, las bandas pueblerinas y es el tema obligado cuando se quiere rendir culto a la añoranza y al rubio sol y a la belleza inolvidable de la mujer piurana. Hace poco Miguel recibió el homenaje del Municipios de Piura y Huancabamba, fueron jornadas emocionantes, acaso no una anticipada despedida que el disfrutó gozoso con intensa emoción.

Se había instalado en Tumbes junto al mar. Un serrano extasiado mirando el mar es una rareza pero no un imposible en Piura. Esta es una estancia para los poetas que disfrutan con ese cotidiano morir del sol para renacer pleno todas las mañanas. El mar y su presencia entrañable conmueven hasta las lágrimas. Esa significación la conocía el propio Ciccia quien se ha ido al despuntar en el calendario el invierno.

Poeta vital, bohemio de los caminos y humano de carne y hueso eso fue. Las nubes se han apropiado de sus ojos, la lluvia pertinaz camino a Huancabamba moja los rostros. El amor habita en la esencia del alma, la muerte raja el amor con un cuchillo y se lo lleva todo. Si muero de amor viviré feliz en la eternidad dice el poeta. El dolor apergamina el alma pero Miguel vive en sus canciones. Es ese rosal viviente que despide recuerdos y aromas.

PIURA,VARGAS LLOSA Y LA INAGOTABLE PASION


Por: Miguel Godos Curay
Universidad Nacional de Piura


En este ambiente provinciano llega Mario Vargas Llosa en 1946 para culminar la primaria en el Salesiano en cuyas aulas conoce a Javier Silva Ruete, los mellizos Checa, los Hilbeck, los Romero, los Artaza y Seminario. Los colegiales acudían puntualmente a sus clases y posteriormente a la salida se solazaban en mataperradas innumerables en las orillas del río y fundos vecinos. Tal como refiere Vargas Llosa los aplicados colegiales se tomaban sus licencias como repetir palabras impronunciables y liquidar todas las historias vinculadas al vuelo de la cigüeña. En Piura los niños eran producto de la gimnasia humana y la urgencia fisiológica. Un tópico vargallosiano es el del descubrimiento de la sexualidad adolescente. La doble moral muy piurana que salta del pecado mortal y la condenación del infierno al arrepentimiento pío. Finalizado el colegio Vargas Llosa retorna a Lima. Tras un accidentado tránsito por el Colegio Militar Leoncio Prado vuelve en 1952 para culminar el quinto de secundaria en el Colegio San Miguel. Mario ya se ha curtido en la redacción de La Crónica. En Piura es acogido por don Miguel Cerro en La Industria. Posteriormente continuará bajo la dirección de Pedro del Pino Fajardo, un bohemio y fogueado periodista casado con una nieta de Ricardo Palma..

En La Industria comparte impresiones con Néstor Martos, Luis Ginocchio y Owen Castillo. San Miguel es ocasión para entusiasmos literarios. Aquí estimulado por Carlos Robles Rázuri y con la anuencia del doctor Luis Marroquín director del San Miguel puso en escena “La Huída del Inca” con la participación de los hermanos Raygada, Juan León, Ruth y Lira Rojas, Yolanda Vilela y Walter Palacios. El debut previsto para el 17 de Julio de 1952 fue anunciado en las páginas de El Tiempo y La Industria. Javier Silva Ruete perifoneó por las calles lo que denominó “ el acontecimiento del siglo”. Esta segunda estancia piurana fue decisiva para Vargas Llosa. La curiosidad juvenil se expandía hasta las quinchas de “ La Casa Verde” el memorable prostíbulo ubicado entre Tacalá y Catacaos en donde con democrático igualamiento se derribaba la distancia social entre los piuranos. “La Casa Verde” no sólo provocaba los sermones sulfurosos del Padre Jesús Santos García sino incontenibles pasiones juveniles. En “La Casa Verde” entre secos de cabrito, trovadores empedernidos y un legión de parroquianos dispuestos al trato carnal Vargas Llosa trazó las coordenadas de una de sus mejores novelas. Piura también aparece en la obra de teatro “La Chunga” y en ¿Quién mató a Palomino Molero?. Cuya trama fue urdida sobre el asesinato no resuelto del avionero José Abad cuyo cuerpo torturado fue abandonado entre los chopos de las inmediaciones de la base militar.

Gracias a Vargas Llosa son universales los tradicionales barrios “La Mangachería” y “La Gallinacera” que polarizan no sólo los estratos sociales de una Piura cuya economía estaba sostenida en la vida de la hacienda. El “oro blanco”, el algodón pima piurano era muy bien cotizado en los abatidos mercados internacionales de la post guerra. Refiere Miguel Gutiérrez que por aquel entonces en la Plaza de Armas los soldaditos se contentaban con contemplar de lejos los apetecidos frutos de las bíblicas familias piuranas. La bonanza duró poco porque la burguesía se encandiló en el espejismo de una existencia muelle transcurrida entre los wiskys del Centro Piurano y los veranos estridentes en Yacila y Colán.

La Piura de Vargas Llosa con autos último modelo, wiskys, cinematógrafos y excursiones a La Casa Verde es hoy un espejismo. Los ricos de ayer han empobrecido. Formas salvajes de acumulación como el narcotráfico y la emergencia de placer han trastornado la economía. Las industrias languidecen. Un estudio de ordenamiento del suelo realizado por el profesor Clarence Minkel de la Universidad de Tennesse revela indicadores dramáticos: las industrias de Piura agonizan. Piura con 500 mil habitantes tiene no más de cien industrias. A contrapelo crecen la informalidad y los tugurios. La Piura que encontrará Mario Vargas Llosa es otra pero con los mismos pecados.

La Universidad Nacional de Piura por decisión unánime le conferirá el Doctorado Honoris Causa como reconocimiento a una fecunda actividad literaria y a una vocación irreductible de defensa de la libertad de expresión. La literatura es para Vargas Llosa una pasión, es la vida misma. Vargas Llosa pertenece a esa especie humana de criaturas prodigiosas que tienen tinta en las venas y como un cuchillo entre los dientes el don de la palabra. Piura es para el escritor motivo de inspiración una especie de isla en la que quedaron sumergidas las vivencias de una infancia en retirada y una juventud plena de inquietudes, urgencias y pasiones.

Piura ha marcado a fuego la vida de Vargas Llosa como ese sol rubio e intenso que provoca el suicidio de las iguanas al filo de las carreteras. Esa Piura que se nos fue es la que guarda en su memoria el escritor. Es la misma Piura que recuerda con sonora carcajada Alfredo Bryce cuando mata la sed con potitos de chicha y añoranzas salinas de Colán. O como Miguel Gutiérrez anota en el paisaje urbano en el que agonizan las casonas y el esperpento de una publicidad incontrolada que nos obliga a pellizcarnos la carne y recordar que se nos va la tierra. Este será un reencuentro íntimo, por ello profundamente humano, noble, entrañable y reconfortante, en la cartografía de los afectos como bien señala Pascal el corazón tiene razones que la propia razón no entiende.

Fue en Junio de 1987 cuando llegó Vargas Llosa a Piura liderando la campaña cívica contra la estatización de la banca. El mitin concurrido y sonoro se realizó en el frontis de la Catedral de Piura. Mario Vargas, no acostumbrado a estos menesteres había preparado en metódicas fichas un emotivo discurso en donde desfilaban por el esfuerzo de evocación los viejos amigos, el paisaje, la transitoria presencia en el Salesiano y el centenario San Miguel. No se si por la euforia del momento tras la firme y contundente posición frente a las pretensiones estatistas las fichas se perdieron. Una copia de este original documento me alcanzó Guido Ayala que conservaba como inapreciable tesoro. Las originales con la caligrafía del escritor las guarda como una valiosa reliquia Armando “Ñato” Burneo.

He tenido la ocasión de entrevistar a Vargas Llosa en dos ocasiones. Una sobre el tema siempre exquisito de los orígenes de la marinera y el tondero piurano en los frescos ambientes del Club Grau. Y otra sobre la presencia de Piura en su producción literaria después de recibir el homenaje del Alcalde Frank Mc Lauchlan.. Alguna vez escuché de primera fuente el testimonio de Carlos Robles Rázuri sobre el escritor. Piura tiene una significación extraordinaria en la vida de Vargas Llosa. En Piura estuvo en el año 1946 para acabar el quinto de primaria en las aulas del Salesiano y en donde descubrió que Piura es otro país en donde los churres disfrutan con desenfado del verbo florido y la contemplación gozosa de los piajenos en plena fornicación. Otra es la lectura piurana de Miguel Gutiérrez. A ambos ha marcado a fuego la vida colegial y los arrebatos piuranos de reprimida virilidad. Son recuerdos indelebles. Atados a la existencia de una vida rural extasiada en la contemplación del río y la frágil prosperidad de las haciendas.

Sinesio López, hoy Director de la Biblioteca Nacional, recuerda que los hacendados ricachones recorrían las extensiones de sus fundos en avioneta y para consolar su deleznable piedad ayudaban con sus contribuciones a la Iglesia y el Seminario Diocesano. Pero el piurano tiene una personalidad controvertida enciende una vela a Dios y otra al diablo. Es piadoso de gestos conmovedores pero al mismo tiempo se “florece” en los menjurjes supersticiosos y brujeriles de las Huaringas. El abuelo bíblico, don Pedro Llosa Bustamante, era Prefecto de Piura. Tras esta presencia efímera pero con muchos recuerdos y con innumerables amigos como el gordo Javier Silva Ruete, los Checa, los Artaza y Shapirito Seminario. Mario retorna a Piura en 1952 para acabar la secundaria en el San Miguel. Son sus profesores Néstor Martos, Carlos Robles Rázuri, Jorge Moscol Urbina, Manuel Aldana, don Ramón Abásolo y el inolvidable cura don Jesús Santos García.

Era el Director el doctor Luis Marroquín, autor de las innovaciones pedagógicas en la evaluación que provocaron la protesta estudiantil que posteriormente recoge en “Los Jefes”. No se puede hablar de Vargas Llosa sin una alusión a “ La Casa Verde” en donde el escritor contempló de cuerpo entero al propio Prefecto Jorge Checa disfrutando de la hospitalidad de las chuchumecas y los trovadores que con guitarra y cajón en la hipnótica tarde interpretaban valses, pasillos y tonderos. “La Casa Verde”marca el inicio del deslumbrante despertar sexual. Recuerda Vargas Llosa que los parroquianos acababan, por la falta de barbacoas, disfrutando del placer en noches plateadas de luna sobre los arenales tibios y el titilar de las luces de la ciudad. No tengo noticias certeras de la ubicación exacta de “La Casa Verde”. Los cierto es que estaba ubicada en el trayecto de Castilla a Catacaos.

Doña Rosita, la regenta del memorable Viduque alguna vez me afirmó que los muros que habitaba eran parte de la vieja casa en donde hacendados y caporales disfrutaban de todos los placeres. “La Casa Verde” en efecto nos ha hecho universales. Como sucedió con “ El Viejo Saurio se retira” y “ El Mundo sin Xochilt” Gutiérrez muchos piuranos no han leído estos libros por pacatos y otros por sus desafectos con la lectura. Los tres son sabrosos y desnudan de cuerpo entero a los piuranos a los que han elevado a la dimensión inmortal. Piura tiene un encanto seductor. Lo he sentido tras los íntimos recorridos por los recovecos del desaparecido Malecón Eguiguren, el puente viejo o contemplando con admiración la tumba en San Teodoro de personajes como Gaspar Vásquez de Velasco a quien una pluma socarrona caricaturizó con un pasquín venenoso titulado “Gasparito en Miniatura”. Piura está presente en “ La Chunga” y en ¿Quién mató a Palomino Molero?, que refiere las desventuras de la dolorosa y patética historia del avionero Pepe Abad que ocupó las primeras planas de Correo.

Lituma y Sahapirito Seminario son personajes que están presentes en esta narrativa que se asoma a los arenales y al corazón de la selva. No podemos olvidar el debut literario de Vargas Llosa con la puesta en escena de “ La Huída del Inca” en el desaparecido teatro Variedades. En el diario La Industria de don Vicente Cerro escribió Vargas Llosa. Su presencia en la redacción era compartida con los estudios en el San Miguel y los encargos de don Pedro del Pino Fajardo. No escapa a la memoria de Vargas Llosa la singularidad del poeta Joaquín Ramos Ríos quien se paseaba por la Plaza de Armas acompañado de una cabrita querendona. Joaquín, bohemio empedernido se había dedicado de cuerpo y alma a la poesía. Alguna vez Sofocleto sentenció que Piura es el lugar donde el sol nunca se devalúa, la chicha nunca se evapora, la amistad nunca se extingue y las mujeres nunca se olvidan. Piura dejó huella en la vida del escritor no sólo por la admiración al temple bizarro del Almirante Grau, la inagotable amistad de los piuranos sino por acontecimientos humanos y dolorosos que son decisivos en la vida de cualquier alma juvenil. Aquí Mario descubrió con pasmoso dolor que su padre no era la reencarnación de un fantasma extinto sino la imagen que no encajaba en su universo personal.

Piura tiene una vieja deuda con Vargas Llosa. Una deuda de gratitud aún no pagada porque los piuranos no supieron mostrarle en las elecciones de 1990 la voceada admiración y lealtad. Este compromiso sólo podrá saldarse con la lectura de sus obras, con el descubrimiento personal de que las cosas no son lo que parecen y el entender que la lectura ejerce un liberador influjo en las las almas que exorcizan de su conciencia la ignorancia. Mario Vargas Llosa recibirá el homenaje de la Universidad Nacional de Piura que por unánime decisión le conferirá el Doctorado Honoris Causa. Paradójicamente, la UNP hace algunos meses tuvo la valentía de decidir purgar su conciencia retirándole por “causa de indignidad” el Doctorado Honoris Causa al sátrapa Fujimori.
TEXTOS DE VARGAS LLOSA SOBRE PIURA
"El Pez en el agua", Memorias, Seix Barral-Biblioteca Breve

MI PRIMER ENCUENTRO CON EL SALESIANO “

Mi primer encuentro con el Salesiano y mis nuevos compañeros de clase no fue nada bueno. Todos tenía uno o dos años mas que yo, pero parecían aún más grandes porque decían palabrotas y hablaban de porquerías que nosotros, allá en La Salle, en Cochabamba, ni siquiera sabíamos que existían. Yo regresaba todas las tardes a la casona de la prefectura, a darle mis quejas al tío Lucho, espantado de las lisuras que oía y furioso de que mis compañeros se burlaran de mi manera de hablar serrana y de mis dientes de conejo. Pero poco a poco me fui haciendo de amigos –Manolo y Ricardo Artadi, el Borrao Garcés, el gordito Javier Silva, Chapirito Seminario- gracias a los cuales fui adaptándome a las costumbres y a las gentes de esa ciudad, que dejaría una marca fuerte en mi vida. A poco de entrar al colegio, los hermanos Artadi y Jorge Salmón, una tarde que nos bañábamos en las aguas ya en retirada del Piura – entonces río de avenida- me revelaron el verdadero origen de los bebes y los que significaba la palabrota impronunciable: cachar..

La revelación fue traumática, aunque estoy seguro, esta vez, de haber rumiado en silencio, sin ir a contárselo al tío Lucho, la repugnancia que sentía al imaginar a estos hombres animalizados, con los falos tiesos, montados sobre esas pobres mujeres que debían sufrir sus embestidas.” “Las explicaciones del sacerdote que me confesaba, el único ser al que atreví a consultar sobre este angustioso asunto, no debieron tranquilizarme pues el tema me atormentó días y noches y paso mucho tiempo antes de que me resignara a aceptar que la vida era así, que hombres y mujeres hacían esas porquerías resumidas en el verbo cachar y que no había otra manera de que continuara la especie humana y de que hubiera podido nacer yo mismo”.

LA DULCE MORADA DEL ABUELO PEDRO “

La prefectura tenía dos patios y unos entretechos legañosos donde anidaban los murciélagos. Mis amigos yo los explorábamos, reptando, con la esperanza de cazar alguno de estos ratones alados y hacerlo fumar, pues creíamos a pie juntillas que el murciélago al que se le ponía un cigarrillo en la boca se lo despachaba a pitazos como un ávido fumador. La Piura de entonces era pequeñita y muy alegre de hacendados prósperos y campechanos –los Seminario, los Checa, los Hilbeck, los Romero, los Atrasar, los García- con los que mis abuelos y mis tíos establecieron unos lazos de amistad que durarían toda la vida.”

“En la hacienda Yapatera, de los Checa, monté por primera vez a caballo y oí hablar de Inglaterra de manera más bien mítica, pues el padre de mi amigo James Mc Donald era británico, y tanto él como su esposa- Pepita Checa-veneraban ese país, al que de algún modo habían reproducido en esas arideces de las serranías piuranas ( en su casa-hacienda se tomaba el five o’clock tea y se hablaba en inglés)” “Tengo en la memoria como un rompecabezas de ese año piurano que concluiría en el malecón Eguiguren con la revelación sobre mi padre: imágenes inconexas, vívidas y emocionantes. El guardia civil jovencito que cuidaba la puerta falsa de la prefectura y enamoraba a Domitila, una de las muchachas de la casa, cantándole, con voz muy relamida. Muñequita linda, y las excursiones en pandilla por el cauce del río y los arenales de Castilla y Catacaos para observar las prehistóricas iguanas o ver fornicar a los piajenos, escondidos entre los algarrobos.

Los baños en la piscina del club Grau, los esfuerzos para entrar a las películas para mayores en el Variedades y el Municipal y las expediciones, que nos llenaban de excitación y de malicia, a aguaitar desde las sombras aquella casa verde, erigida en los descampados que separaban Castilla de Catacaos, sobre la que circulaban mitos pecaminosos. La palabra puta me llenaba de horror y fascinación. Ir a apostarme en los parajes vecinos a aquella construcción, para ver a las mujeres malas que allí vivían y a sus nocturnos visitantes, era una tentación irresistible, a sabiendas que cometería pecado mortal y que tendría luego que ir a confesarlo.”

LA TEMPERATURA POLÍTICA

“Los malos eran los apristas, que habían traicionado al tío José Luis y le estaban haciendo la vida imposible allá en Lima, y cuyo líder, Víctor Raúl Haya de la Torre, había atacado al abuelo en un discurso, aquí, en la plaza de Armas, acusándolo de ser un prefecto antiaprista. (Esa manifestación del APRA la fui a espiar, pese a la prohibición de la familia, y descubrí ahí a mi compañero Javier Silva Ruete, cuyo padre era apristón, enarbolando un cartel más grande que él mismo y que decía:"Maestro, la juventud te aclama”.)

“Enemigos mortales de los apristas eran los urristas de la Unión Revolucionaria, que presidía el piurano Luis A. Flórez, cuya ciudadela era el barrio de La Mangachería, célebre por sus chicherías y picanterías y por sus conjuntos musicales. La leyenda inventó que el general Sánchez Cerro –dictador que fundó la UR y que fue asesinado por un aprista el 30 de abril de 1933- había nacido en La Mangachería y por eso todos los mangaches eran urristas, y todas las cabañas de barro y caña brava de ese barrio de calles de tierra y llenos de churres y piajenos ( como se llama a los niños y los burros en la jerga piurana) lucían bailoteando en las paredes alguna descolorida imagen de Sánchez Cerro. Además de los urristas habían los socialistas, cuyo líder, Luciano Castillo, era también piurano “.

EL HIPNÓTICO DESIERTO ESCENARIO PARA TODAS LAS EPICAS

“Esos arenales que rodean Piura, con sus médanos movedizos, sus manchones de algarrobos y sus hatos de cabras, y los espejismos de estanques y fuentes que se divisan en él, en las tardes, cuando la bola rojiza del sol en el horizonte tiñe las blancas y doradas arenas con una luz sangrienta, es un paisaje que siempre me emocionó, que nunca me he cansado de mirar. Contemplándolo, mi imaginación se desbocaba. Era el escenario ideal para hazañas épicas, de jinetes y de príncipes que rescataban a las doncellas prisioneras o de valientes que se batían como leones hasta derrotar a los malvados.”

EL COLEGIO DE SAN MIGUEL

“El colegio San Miguel de Piura estaba frente al Salesiano, y no tenía, como éste, un amplio y cómodo local; era una vieja casa de quincha y calamina, mal adaptada a sus necesidades, pero el San Miguel, debido a los esfuerzos del director – el doctor Marroquín, a quien di tantos dolores de cabeza-, era un magnifico colegio. En él convivían muchos piuranos de familias humildes – de la Mangachería, de la Gallinacera y otros barrios periféricos- con chicos de clase media y hasta de familias encumbradas de Piura, que iban allí porque los padres del Salesiano ya no los aguantaban atraídos por los buenos profesores”.

LOS PROFESORES DEL SAN MIGUEL

“Teníamos también un excelente profesor de Historia, Néstor Martos, que escribía a diario en El Tiempo una columna titulada “Voto en contra” sobre temas locales. El profesor Martos, de figura desbaratada, bohemio impenitente, que parecía llegar a clases, a veces directamente de alguna cantinilla donde había pasada la noche entera tomando chicha, despeinado, barbicrecido y con una bufanda cubriéndole media cara – ¡una bufanda, en la tórrida Piura!-, en la clase se transformaba en un expositor apolíneo, un pintor de frescos de los periodos preincaico e incaico de la historia americana. Yo lo escuchaba embelesado y me sentí un pavo real una mañana, en aquella clase en la que, sin mencionarme, se dedicó a enumerar todos los argumentos por los que ningún peruano de casta podía ser un “hispanista” ni elogiar a España) que era lo que había hecho yo, ese día, en mi columna de La Industria con motivo de la visita a Piura del embajador de ese país. “ El profesor de literatura resultó algo desangelado –teníamos que memorizar los adjetivos con que calificaba a los clásicos: San Juan de la Cruz “ hondo y esencial”; Góngora “barroco y clasicista”; Quevedo “alambicado, festivo, imperecedero”; Garcilazo “italianizante, malogrado precozmente y amigo de Juan Boscán“- pero una buenísima persona: José Robles Rázuri. El ciego Robles, cuando descubrió mi vocación, me tomó mucho aprecio y solía prestarme libros. los tenía forrados con un papel color rosa y un sellito con su nombres, entre los que recuerdo los dos primeros que leí Azorín: Al margen de los clásicos y La ruta de don Quijote”. “ A la segunda o tercera semana de clases, en un gesto audaz, le confié al profesor Robles mi obrita de teatro. La leyó y me propuso algo que me causó palpitaciones.

El colegio ofrecía uno de los actos con que se celebraba la semana de Piura, en julio.¿Por qué no sugeríamos al director que el San Miguel presentara este año La Huida del Inca?. El doctor Marroquín aprobó el proyecto y , sin más, quedé encargado de dirigir el montaje, para estrenar la obra el 17 de julio, en el teatro Variedades.” “Aunque sólo fuera por haberme permitido ver, en un escenario, viviendo con la ficticia vida del teatro, algo inventado por mí, mi deuda con Piura sería impagable. Pero le debo otras cosas. Los buenos amigos, algunos de los cuales duran hasta ahora. Varios de mis viejos condiscípulos del Salesiano se habían pasado al San Miguel, como Javier Silva y Manolo y Richard Artadi, y entre los nuevos compañeros había otros, los mellizos Temple, los primos León, los hermanos Raygada, con los que nos hicimos compañeros del alma. El quinto de secundaria resultó un año pionero, pues por primera vez se ensayaba en un colegio nacional el régimen mixto. En nuestra clase había cinco mujeres; se sentaban en una fila aparte y nuestras relaciones eran formales y distantes. Una de ellas, Yolanda Vilela, fue una de las tres “vestales” de La Huida del Inca, según el descolorido programa del espectáculo que llevo en la cartera, como amuleto, desde entonces.”

EL AMIGO JAVIER SILVA “

De todo ese grupo de amigos, el más íntimo fue Javier Silva. Era ya entonces, a sus dieciséis años, lo que sería más tarde multiplicado: gordo, goloso, inteligente, incansable, inescrupuloso, simpático, leal, siempre dispuesto a embarcarse en todas las aventuras y generoso como nadie” “ Su apetito era descomunal y los días de propina – vivía a la vuelta de mi casa, en la calle Arequipa. venía a invitarme a El reina , un restaurante de la avenida Sánchez Cerro, en el que pedía un piqueo y una cerveza para compartir. Íbamos al cine – al Municipal, al Variedades o a ese cine de Castilla, al aire libre, con un solo proyector, de modo que a cada fin de rollo se interrumpía la película, y al que había que llevarse el asiento-; a bañarnos en la piscina del Club Grau, a la “casa verde”, en el camino a Catacaos adónde yo lo arrastre la primera vez después de quitarle el miedo que su padre, un médico muy querido en Piura, le había inculcado, asegurándole que si iba allí le contagiarían una sífilis”

LA CASA VERDE “

La “casa verde” era una cabaña grande, algo más rústica que una casa, un lugar mucho más alegre y sociable que los prostíbulos limeños, generalmente sórdidos y a menudo pendencieros. El burdel de Piura conservaba la función tradicional de lugar de encuentro y de tertulia, al mismo tiempo que de casa da de citas. Allí iban los piuranos de todas las clases sociales –recuerdo haberme llevado la sorpresa, una noche de encontrarme al Prefecto, don Jorge Checa, conmovido con los tonderos y las cumananas de un trío mangache. A oír música, a comer platos regionales –secos de chabelo y de cabrito, cebiches chifles, natillas, claritos y chicha espesa-,o a bailar, conversar y también a hacer el amor. El ambiente era campechano, informal, risueño, y rara vez lo afeaban las broncas. Mucho más tarde cuando descubrí a Maupassant, no podía dejar de asociar esa “casa verde” a su hermosísima Maison Teller, así como la Mangachería, barrio alegre, violento y marginal de las afueras piuranas se identificaba siempre en mi memoria con la Corte de los Milagros de las novelas de Alejandro Dumas.”

“Ir a esa casa pintarrajeada de verde, en las afueras de Castilla, camino a Catacaos, me costaba mi magro sueldo de La Industria, de manera que fui apenas unas cuantas veces a lo largo del año. Pero cada vez salí de allí con la cabeza llena de imágenes ardientes, y estoy seguro de haber vagamente soñado desde entonces con inventar alguna vez una historias que tuviera como escenario esa “casa verde”. Es posible que la memoria y la nostalgia embellezcan algo que era pobre y sórdido -¿qué podía esperarse de una pequeño prostíbulo de una pequeñísima ciudad como Piura?, pero, en mi recuerdo la atmósfera del lugar era alegre y poética, y quienes estaban allí se divertían de veras, no sólo los clientes, sino, también los maricas que hacían de camareros y guardianes, las putas, los músicos que tocaban valses , tonderos, mambos o huarachas y la cocinera que preparaba las viandas a la vista de todos, haciendo pasos de baile junto al fogón. Había muy pocos cuartitos con barbacoas para las parejas, de modo que a menudo era preciso salir a hacer el amor a los arenales del contorno, al aire libre, entre los algarrobos y las cabras. La incomodidad restaba compensada por la tibia atmósfera azulina de las noches piuranas, de tiernas lunas llenas, y sensuales curvas de médanos entre los que se divisaban titilando, al otro lado del río, las luces de la ciudad.”

LOS JEFES “

Ya avanzado el semestre, un buen día el doctor Marroquín nos comunicó a los de quinto año que, esta vez, los exámenes finales no se tomarían de acuerdo a un horario preestablecido, sino de improviso. La razón de esta medida experimental era poder evaluar con mayor exactitud los conocimientos del alumno. Estos exámenes anunciados, para lo qu lo estudiantes se preparaban memorizando la noche anterior el curso en cuestión, daban una inexacta de lo que habían asimilado. Cundió el pánico en clase. Eso de que uno se preparara para química y fuera al colegio y le tomaran geometría o lógica, nos puso los pelos de punta. Empezamos a imaginar una catarata de cursos aplazados. ¡Y en el último año del colegio! Con Javier Silva alborotamos a los compañeros para rebelarnos contra el experimento) mucho después supe que aquel proyecto había sido la tesis de grado del doctor Marroquín). Celebramos reuniones y una asamblea en la que se nombró una comisión, presidida por mí, para hablar con el director. Nos recibió en su despacho y me escuchó educadamente pedirle que pusiera horarios.

Pero nos dijo que la decisión era irrevocable. Entonces, planeamos una huelga. No iríamos a clases hasta que se levantara la medida. Hubo noches sobrexcitadas discutiendo con Javier y otros compañeros los detalles de la operación. La mañana acordada, a la hora de clases, nos replegamos al malecón Eguiguren. Pero allí algunos muchachos asustados – en esa época, una huelga escolar era insólita-, comenzaron a murmurar que podían expulsarnos. La discusión se envenenó y un grupo por fin, rompió la huelga. Desmoralizados con la deserción, los demás acordamos regresar para las clases de la tarde. Al entrar al colegio, el jefe de inspectores me llevó a la oficina del director. Al doctor Marroquín le temblaba la voz mientras me decía que, como responsable de lo ocurrido, yo merecía que me expulsaran ipso facto. Del San Miguel. Pero que, para no estropearme el futuro, sólo me suspendería siete días.” “Cito el episodio de la frustrada huelga porque sería tema del primer cuento mío publicado (“Los Jefes”), y porque en él se vislumbran los primeros brotes de una inquietud. No creo haber pensado mucho en política antes de ese año piurano.”

PIURA Y LA ESTATIZACIÓN DE LA BANCA

“Cuando la batalla contra la estatización de la banca en 1987, hicimos en Piura uno de los tres mítines de protesta, y Piura fue la primera ciudad a la que acudí a hacer campaña, luego del lanzamiento de mi candidatura en Arequipa, el 4 de junio de 1989. Piura fue el departamento del que más provincias y distritos recorrí y al que más veces volví durante la campaña. Estoy seguro de que en ello intervino mi subconsciente predilección por lo piurano y los piuranos. Y, sin duda por esto mismo sentiría esa decepción, en junio de 1990, al descubrir que los electores piuranos no correspondían a mis sentimientos pues votaron masivamente por mi opositor en la elección del 10 de junio, a pesar de que aquél apenas había hecho una furtiva visita a la ciudad en el curso de su campaña”.

CONSTRUYENDO ORDEN A PARTIR DEL CAOS

Por Miguel Godos Curay

Una investigación realizada en la Universidad de Washington ha descubierto que es posible crear orden introduciendo desorden en un sistema complejo. Tal como explica la revista Physical Review Letters. Para ello se utilizaron una red de osciladores o péndulos interconectados, a los que se aplicaron distintas fuerzas. Si la aplicación de estas fuerzas seguía un orden, los distintos péndulos comenzaban a comportarse de manera caótica.

Por el contrario, y para sorpresa de los investigadores, si introducían el desorden, esto es, si aplicaban fuerzas diferentes a cada uno de los osciladores, el sistema adquiría un orden y los osciladores se sincronizaban unos con otros. Este hecho sorprende a los físicos. Las investigaciones acerca del papel del desorden en los sistemas complejos aún son demasiado recientes, por lo que todavía no se comprende bien este fenómeno.

Es el caso, por ejemplo, de las neuronas, las células cerebrales, que están interconectadas unas a otras. En la práctica, el cerebro funciona como un superordenador. Sólo pesa unos mil 300 gramos, pero contiene alrededor de 100 mil millones de células conocidas con el nombre de "neuronas" que constituyen las unidades básicas del sistema nervioso. En un solo segundo, estas células son capaces de procesar hasta 200 mil millones de bits de información. Para ello se valen de sus casi 100 trillones de interconexiones.

El modelo de sistema empleado para esta investigación, al igual que el sistema neuronal, tienen un punto en común: ambos son sistemas no lineales que muestran un comportamiento que no es igual a la suma de los comportamientos de cada uno de sus componentes. Es decir, estos sistemas son mucho más que la suma de sus partes.

Así mientras los sistemas lineales permiten realizar aproximaciones matemáticas, así como predecir algunos resultados. En los sistemas no lineales, por el contrario, resulta muy difícil, o imposible, predecir los comportamientos. El estudio de la Universidad de Washington confirma que el comportamiento de los sistemas complejos puede ser inesperado e imprevisible.

Sin embargo, es necesario entender que el orden y el desorden se necesitan el uno al otro, se producen mutuamente; son antagónicos, pero, al mismo tiempo, complementarios. En ciertos casos, un poco de desorden posibilita un orden diferente casi siempre más rico y deslumbrante. Sin embargo, el caos no es más que un desorden aparente y tiene muy poco que ver con el azar. Aunque parecen evolucionar de forma errática, los sistemas complejos tienen -en realidad- un cierto orden interno subyacen.

Lo mismo sucede en la educación y en la política. Los mejores aprendizajes se realizan en condiciones adversas. Y contra lo que pudiera pensarse en la propia escuela pública con múltiples carencias se desarrollan vigorosas inteligencias que en los espacios surtidos de comodidad y apariencia. Dios mismo hizo la luz a partir del caos informe que era la tierra. No es posible detenernos en la belleza sin antes no percibir el la fealdad.

El desorden permite en la política abrirnos los ojos hacia un panorama con los contornos difusos en donde aparecen con claridad las propuestas. Como el diamante del carbón surgió Grau en la Guerra del Pacífico probablemente sin esta circunstancia aciaga Grau hubiese culminado su vida como un parlamentario más sostenido por la anécdota. Hoy los ritos de la democracia revelan la pobreza emocional de un momento crucial para el futuro del Perú.

Lejos de sentirnos defraudados aún podemos abrirnos la oportunidad de recomenzar el sueño de un Perú con menos distancias entre los ricos y los pobres. Un Perú en donde los niños accedan a la cultura y no a la procacidad gratuita. Un Perú en donde la cultura no sea un don preciado de segunda mano. Y en donde el delito sea una forma de vivir. En la antigüedad en el sueño los dioses se comunicaban con los hombres. En el Antiguo Testamento los profetas en sueños divinos inspiraban sus decisiones. Sea esta una ocasión para frente al caos construir un sueño legítimo de justicia y grandeza que hace muchos siglos espera el Perú.

UNA SOLUCION CON CUATRO PATAS

Por: Miguel Godos Curay

Escribe López Albujar en “Los Caballeros del Delito” que si el serrano es biológicamente un producto de la papa, la quinua, el trigo y el maíz. El piurano lo es de la chicha y la carne de ganado cabrío preparado en múltiples y variadas formas. Ictiófago (comedor de pescado) es el sechurano. Actualmente un piurano consume promedio al año 14 kilos de pescado. El doble o triple de pollo y ocasionalmente carne de res y ave de corral por su mayor costo. En el mercado urbano de carnes en Piura los caprinos constituyen el 25% y el 60% en el mercado rural. Se calcula que aproximadamente unas 25 mil familias se dedican al pastoreo de sus hatos de cabras.

Las primeras cabras que llegaron a Piura vinieron con los conquistadores en 1536 según el Padre Bernabé Cobo. La cría de caprinos fue una de las actividades económicas más grandes de la provincia. De las cabras se obtenía sebo para la producción de jabón según Lecuanda. En 1696 una cabra valía trece reales, en 1703 nueve reales, doce reales 1784 y cuatro pesos en 1802 a consecuencia de la sequía. En 1808 había en Piura 30 mil cabezas de caprinos.

En Piura hace cuatro décadas se consumían diariamente 20 mil litros de leche de cabra. La leche de cabra tiene el beneficio de ser mucho más nutritiva que la de vaca y es hipoalergénica lo que facilita su digestión. Una cabra produce promedio entre cinco a seis litros de leche con las que se elaboran quesos, quesillos, yogures y natillas.

En el habla piurana se utiliza indistintamente la palabra chivo y chiva para designar al espécimen macho o hembra. En el Alto Piura se llama “chivatero” al pastor de cabras y “chivato” al macho de barbas y mandamás del rebaño. “Chivatiar” significa correr y jugar. “Chivo de leche” es el crío de pocas semanas de nacido. En Piura también se utilizan “chivo” y “cabro” para referirse al homosexual. “Cabrón” es despectivo y alude al que vive del comercio carnal de su mujer. En la gastronomía popular destaca el “seco de cabrito” según el profesor Carlos Soria, delicioso, como para chuparse los dedos.

Piura actualmente concentra el 23% de la población nacional de caprinos y guarda un enorme potencial en el aprovechamiento de la leche de cabra y su aplicación al Programa Vaso de Leche cuya oferta satisfacen los productores de leche evaporada en lata y enriquecidos lácteos (de poco valor nutricional) favorecidos por procedimientos deshonestos y corruptos. Lo contradictorio es que teniéndose la posibilidad de pasteurizar la leche de cabra en la Planta de Sullana e incluso de enriquecerle con algarrobina para nuestros niños las asignaciones presupuestales se esfuman sin la posibilidad de activar la economía regional.

Hoy en el mundo existe una mayor demanda de leche de cabra cuya composición se aproxima a la de la leche materna. Incluso se ha demostrado que la amenaza de la fiebre de malta queda disipada con tecnologías limpias y la pasteurización. El problema de fondo es la decisión política de los alcaldes y beneficiarios para impedir que los recursos que invierten engorden a las transnacionales y por el contrario se queden en Piura expandiendo beneficios. Según los sociobiólogos la cabra fue el segundo animal que logró domesticar el hombre después del perro, tiene una envidiable adaptación al medio y es una fuente de ingresos para muchos pastores pobres.

La cabra, “la vaca del pobre” fue un puntal de la economía de Piura. De su leche se nutrieron las familias cuyos hatos eran parte de patrimonio familiar. Grau, Heredia, Escudero, Eguiguren, Vegas García y muchos prohombres de Piura fueron alimentados con su leche. La nodriza de lata es un invento reciente en el que el recipiente acaba costando mucho más que el contenido. De le leche de cabra es posible aprovechar rentablemente la leche, la carne y la piel. Los cueros se usan en la confección de suelas, badanas y forros de calzado. Pocos conocen que las togas doctorales en Oxford y Cambridge se confeccionan con piel fina de cabra. Incluso de los pelos de las cabras de Cachemira se obtiene la lanilla llamada casimir que era la preferida de nuestros abuelos.

El periodo de gestación de la cabra dura 5 meses. La hembra suele parir dos cabritos, capaces de seguir al rebaño al poco tiempo de nacer. La madurez sexual se alcanza a la edad de 2 o 5 años, dependiendo de la especie. Se alimenta de puño y las vainas de algarroba. Son los ácidos gástricos de este pequeño rumiante los que predisponen las semillas de algarrobo para la siembra la que desperdigan por las zonas de pastoreo. Nuestra cabra ha sido satanizada como depredadora ignorándose su contribución como reforestadora. Las cabras son gregarias. Casi siempre un macho viejo como centinela atisba la majada (rebaño).Las cabras cimarronas o silvestres se alimentan de hierbas que encuentran en el campo abierto.

Con el auspicio de la OEA, CONCYTEC y la Universidad Nacional de Piura se realizó del 17 al 19 de mayo pasado el taller de transferencia de tecnologías limpias para Pymes del sector agroindustrial con la participación de expertos de Perú, Uruguay, Francia y Tobago. Una de las conclusiones fue la enorme potencialidad del mejor aprovechamiento de la leche de cabra que reúne todas las condiciones para convertirse en un producto bandera para los propios piuranos. Sólo con el suministro de leche pasteurizada para los programas vaso de leche se puede provocar un salto de oportunidad a favor de los recursos de la región. Por supuesto las honestas cabras no están dispuestas a pagar coimas.

SOBRE AGENDITIS Y DENUNCIOLOGIA

Por: Miguel Godos Curay

Existe una arrogancia luciferina en algunos diarios que se pretenden dueños de la verdad y como tal manejan a su antojo lo que denominan agenda pública que no es otra cosa que su propia agenda en donde cuecen las habas de su interés. Otras veces padecen de un narcisismo de espejito que les impide reírse de sí mismos y reconocer sus errores por un sentido maniqueo y estreñido de la ética. Nunca se equivocan, porque nunca informan buscando la verdad.

Otra práctica extendida es la denunciología. El llenar las páginas con denuncias las que se muestran como cosecha de una inexistente unidad de investigación. En otras, con sinceridad, se trata del juego extraviado del diablo predicador que censura pecados ajenos soslayando los propios. Esta mala práctica para sostenerse requiere como la garrapata de un tema carnudo para chupar sangre. Un chilcet que estirar para llenar las páginas del diario. El resto corresponde a toda una técnica manipulatoria de riesgos relativos e informaciones no confirmadas con la propia fuente.

Otras veces pretenden que lo que es bueno para ellos tiene que serlo para los demás y no es así. Otras ocasiones con el peso de su mofletuda influencia y el chantaje de aplastar a través de sus páginas logran torcer la ley por supuesto que en este caso como las viejas gazmoñas se empeñan en apretar las piernas para aparentar virginidad. En verdad tienen muchos kilómetros de recorrido.

No son irreverentes porque viven simulando el respeto al orden. En el fondo se empeñan en perpetuar esa falta de identidad que los carcome en la pepa del alma. Y como se nutren de la seriedad no son capaces de burlarse de esos raptos de estupidez humana de los que somos testigos cotidianos. No se enfrentan con el poder porque el poder los sostiene. No señalan a la policía porque sin lugar a duda les brinda segura protección. No sacuden a la corrupta administración de la justicia porque son un colgajo en el árbol podrido. Por siempre creerán que Dios está de su parte porque llenan las páginas con su nombre y no es así.

Creen que la pobreza es producto de la estadística y se sienten candorosamente cultos porque la ciudad tiene orquesta sinfónica. La música, ese brote de armonía y perfección que se asoma a la universalidad y a la belleza es otra cosa. Es una actitud humana que se lleva en el fondo del alma. No es esa emoción pasajera que despiertan interpretaciones como : “ Si la reina de de España muriera….”.

La cultura no necesita de reinas moribundas sino de la apropiación de los valores propios. La música interior que surge de las profundidades de la inteligencia es libre y creadora. Es apasionada y turbadora, arrastra y conmueve. Una cosa es soplar la flauta como pito de guachimán otra es formar mentes fértiles en las que surgen cerebros con capacidades humanas extraordinarias. Una cosa es tener orquesta sinfónica otra sentir con intensidad genuina la belleza de la música.

Quienes sostienen que la prensa es un poder ignoran que se puede contar con los dedos a los lectores genuinos de diarios. Quienes se empecinan en sostener que es responsabilidad de la prensa decir a los políticos lo que tienen que hacer acaban finalmente amelcochados con sus malas prácticas. En algún momento acabarán tomando partido en la contienda buscando el candidato idóneo para finalmente darse cara a cara con la realidad. El creer ser dueño de algo que realmente no tenemos. El periodista y el periodismo son esencia lo que no son.

Los periodistas no somos curas, ni jueces, ni fiscales ni avisados zahorís, ni bomberos, ni maestros, ni novelistas, ni sociólogos, mucho menos políticos. El rol fundamental de la prensa como señala Miguel Angel Bastenier es brindar la mayor y mejor información posible a la sociedad, actuando siempre con honradez e independencia. Los que quieren hacer del periodismo una operación altruista y de los periodistas agentes del bienestar ciudadano están soberanamente confundidos. Nuestra misión es informar con la verdad en la mano. Realmente nos debemos a quienes nos leen pero también a quienes nos ignoran. Nosotros vivimos intensamente para saborear como el primer sorbo de café la existencia cotidiana.

ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO

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Por: Miguel Godos Curay

Todo amor es producto de un complejo juego entre la memoria y el olvido, entre la evocación voluntaria del pasado y la nostalgia involuntaria que asalta el presente. Como sostiene Alfredo Bryce de las tranquilas profundidades el subconsciente: “ aflora, surge, brota, nos invade y nos moja”. En opinión de Oscar Wilde: “ Cuando uno está enamorado empieza engañándose a sí mismo y termina engañando a los demás. Esto es en esencia el amor romático”.

Abrenuncio, el asexuado personaje de “Del amor y otros demonios” de García Márquez dice que: “el amor era un sentimiento contra natura, que condenaba a dos desconocidos a una dependencia mezquina e insalubre, tanto más efímera cuanto más intensa”. Una explicación deslumbrante del amor es la que nos dan los neuroquímicos que explican que los cambios en la composición hormonal y endorfinas del tronco cerebral, el hipotálamo y el lóbulo límbico del sistema nervioso central son causantes del fenómeno amoroso.

Así cuando hay mayores concentraciones de dopamina y adrenalina la atracción amorosa funciona. El descenso de estos neurotransmisores equivale al bloqueo y el desenamoramiento. Otra hormona excitadora es la ocitocina que libera la parte posterior de la hipófisis. En las mujeres provoca sensibilidad corporal y eyección de leche, en los hombres contrae la próstata. Cuerpos contrahechos y envejecidos de pronto se yerguen milagrosamente. Al momento del orgasmo su nivel aumenta cinco veces en el plasma sanguíneo reduciéndose hasta que la pasión se esfuma.

Una descripción científica del enamoramiento elaborada por Perder y Eibl-Eibesfeldt señala la siguiente conducta propia de los enamorados: Un contacto visual con fijación de la mirada hasta la “caída de ojos” para retornar a la fijación. Del “coqueteo de ojos” se pasa a la animación y temblor de la voz. De pronto aumenta el tono de la voz para aterrizar en risas eufóricas. La cara gira de un lado a otro, se producen movimientos mutuos de aproximación, los labios se humedecen repentinamente. Los enamorados se acomodan la ropa para revelar la piel desnuda. Finalmente copian mutuamente los gestos y sincronizan movimientos.

A estas manifestaciones se añade el aumento de la frecuencia cardiaca, sudor, latido epigástrico. El extremo del sentimiento amoroso es el ensueño, la fantasía y el apetito repentino. Para el psicólogo Keith Davis el amor es producto de la suma del cariño amistoso y la pasión sexual con algunas gotitas de altruismo. Evelina, personaje de “La Escuela de Mujeres” de André Gide dice: “Lo propio del amor es enceguecernos ante nosotros y ante los defectos de la persona que se ama”. Lo opuesto al amor es la desilusión y la decepción. La ruptura de la burbuja y el retorno a la realidad muchas veces doloroso y desgarrador.

La expresión más sublime del amor es el beso. En la escala animal usan el pico para acariciarse los pájaros y para lamerse los caracoles. El perro muestra su cariño lamiendo al amo. Los perros se lamen unos a otros en señal de cariño y contento. Anatómicamente el beso es una forma ideal de expresión afectiva que aprendimos de los simios. Erasmo de Rótterdam, cuenta que cuando visitó Inglaterra observó que el beso se había extendido como señal de cortesía y felicitación. Hay besos que son puro chasquido de labios, besos olfatorios y acercamiento de mejillas. En Samoa el beso es una sonora aspiración nasal. El beso mordisco es expresión de ardor sexual. Hay besos curativos como los que dan las mamás. El beso entre hombres es el beso platónico en ambas mejillas. El beso entre los políticos y los encandilados en el poder es el antecedente remotamente próximo del beso de Judas por eso a nadie en su sano juicio se le ocurre acudir en su búsqueda. Einstein respecto al amor escribió: “Enamorarse no es en absoluto los más estúpido que puede hacer la gente…pero de ello no se puede echar la culpa a la gravitación”