sábado, 24 de mayo de 2008

LA CIUDAD DE LOS HUECOS


Por: Miguel Godos Curay

Piura no es una ciudad con huecos sino una inmensidad de huecos con ciudad. Los conductores que transitan por las calles de Piura saben que aquí es negocio redondo abrir y tapar huecos. Huecos de todos los tamaños como los cráteres de la luna. Huecos dejados por los roba tapas para que los parroquianos se accidenten impunemente. Huecos en los presupuestos públicos que son los invisibles forados dejados por la corrupción. Huecos, huequitos y huecazos. Algunos benévolos como los que las mamás horadan las orejitas de sus nenas. Y huecos propicios para la infección de los piercing en los parpados, en las comisuras de los labios y en el ombligo. Huecos de palo de anticucho sobre el corazón como arteras flechas. Huecos de aparente inocencia de la virilidad indecisa.

Huecos que se incorporan a otros huecos. Huecos de ojal de camisa. Huecos que dejan en el bolsillo las tarjetas de crédito, para cubrir una deuda contra deuda. Huecos de hendija por donde asoman las curiosidades de las viejas chismosas. Huecos llamados orificios en las narices solemnes de los muertos acuñados de algodón. Huecos en las mangas de la camisa que denotan la pobreza. Huecos en la hojalata para el run run del niño pobre. Huecos con forma de rosca de los picarones recubiertos de miel de chancaca. Huequitos y huecasos en las calles de Piura por donde mana insoportable el agua fétida de las alcantarillas.

Huecos perfectos que dejan en los libros las polillas lectoras. Huecos profanadores de los huaqueros. Huecos de la muerte que dejan los proyectiles alevosos de los asaltantes. Huecos en apariencia inofensivos por donde fuga la energía eléctrica. Huecos divinos como el ombligo impúdico y coqueto de una buena moza que lo exhibe para el deleite ajeno. Huecos para el hurto perforados para el robo. Huecos invisibles en la contabilidad que más tarde provocan los escándalos. Huecos de alcalde en los municipios. Huecos de cirujano olorosos a yodo y alcanfor para el maniobrar artificioso de la ciencia. Huecos en los cuadernos de los niños inocultables y aleccionadores.

Huecos de las goteras en los techos que nos recuerdan el esplendor de las lluvias. Huecos en las balanzas mañosas del mercado. Huecos en los tacos de los zapatos desgastados que piden cambio. Huecos hechos en la tierra por las manos infantiles para ensartar las boliches. Huecos que son preocupación de los vagos redomados dedicados a la pasión ociosa del taco y el billar. Huecos en la corteza del coco para beber el agua que brota de la nuez. Huecos para la lisura formados por los dedos. Huecos interminables en los pozos de artesianos de agua. Huecos en donde se vende buen cebiche y chicha fresca.

Huecos de clavo ausente en las paredes de la soledad. Huecos dejados en las manos de Cristo por los clavos inmensos. Huecos criminales del verduguillo que infligen dolor a los inocentes. Huecos que dejan los días feriados en los almanaques. Huecos en las llantas de las bicicletas. Huecos de la vida y de la muerte. Huecos en el nido del Chilalo. Huecos de manga estrecha en la que quedan atrapados los zapatos del ocioso y el apurado. Huecos de muela picada que duele y para la que no son buenos ni el clavo de olor ni la píldora de eter. Huecos de puerta vieja en donde se desnuda la pobreza. Huecos de media que la madre zurce con amorosa pasión.

Huecos de Piura, históricamente memorables producto de la negligencia y la medración. Huecos para el robo descarado. Huecos producto del negocio turbio. Huecos que tapan otros huecos. Huecos de instrumento musical por donde el aire escapa con melódicas tonalidades. Huecos, llamados orificios anatómicos por donde aflora la vida y el humano hedor. Huecos memorables de Piura en donde se detiene el progreso y empieza la sepultura.

domingo, 18 de mayo de 2008

LA NEUROQUIMICA DEL PODER


Por: Miguel Godos Curay

El Gobierno Regional de Piura puede ser a duras penas un éxito político pero por su falta de logros e incapacidad es un histórico fracaso administrativo. Que el Gerente admita que es bueno para nada y que el consejero mayor duerma una permanente siesta abúlica y que el propio Presidente sea incapaz de hacer realidad -como parece- el Proyecto Hidroenergético del Alto Piura y que los piuranos vivamos en la ensimismada cojudez (*) de la infelicidad no sólo es un indicador de ingobernabilidad y extravío sino expresión de que algo acontece en la química hormonal del cerebro de nuestros gobernantes y en nosotros mismos.

Este camino de derrotas y de frágiles éxitos puede explicarse en la andropausia de nuestros conductores. Es una hipótesis. Esos sueños de perro y esa flojera tediosa que no conquista y no construye nada. Tienen nombre propio y su causa está en los testículos donde por la insuperable vejez disminuye la testosterona. Como decía el siempre polémico Orlando Balarezo: “gobernar requiere tener bien puestos lo que la gallinas colocan en los cestos”.

La química del cuerpo advierte que los gobernantes y los ciudadanos y ciudadanas de éxito requieren tener a punto sus hormonas. Sus neurotransmisores y péptidos, sustancias parecidas a las proteínas, que son parte de la alquimia misteriosa del cuerpo y la felicidad. Estas son la serotonina, las endorfinas y la dopamina. La serotonina es un neurotransmisor, presente en las conexiones de las células cerebrales, provoca las ganas de vivir y hacer. Su ausencia es causa de la depresión y esos invencibles arrebatos de muerte que provocan el suicidio.

Las endorfinas, un polipéptido, un péptido conformado por una cadena lineal de aminoácidos producidos por la glándula pituitaria y el hipotálamo tienen una maravillosa capacidad de producir analgesia y eliminar el dolor. Las endorfinas se producen con la actividad física como el trotar o el caminar, pero también con el esfuerzo que demanda una carcajada a mandíbula batiente. Muchos deterioros físicos son producto del abandono de estas saludables prácticas como el caminar y realizar esfuerzo físico. Algo que hace mucho tiempo no practican nuestros funcionarios públicos tan dados al uso y abuso de los vehículos oficiales. Hannat Arendt, sostiene que lo propio del político es la acción, el movimiento, la vida en relación con los otros. El político que se encierra en las cuatro paredes de su torre de marfil está condenado al fracaso.

La dopamina, es un activador del sistema retiniano y la actividad motora del cuerpo. La dopamina se produce a partir de la tiroxina que contienen los alimentos. La dopamina ejercita un control sobre las adicciones y cumple una función de recompensa placentera en lo que se hace. Quien no disfruta lo que hace se frustra y se llena de amargura. Padece una inconsolable falta de dopamina. Junto con la serotonina la dopamina es considerada uno de los “mensajeros alegres del cerebro”. Drogas como el alcohol, el opio, la heroína y la nicotina contenida en el tabaco contribuyen a una perentoria liberación de dopamina que provoca esa sensación temporal de placer. El ludópata que pierde el control frente a una máquina tragamonedas probablemente entienda que perfora su bolsillo con una buena dosis de dopamina.

¿Qué hacer con las hormonas disminuidas de nuestros gobernantes? La folletería clínica sostiene que la serotonina está presente en el chocolate que los indios americanos utilizaban para volver díscolos a los faltos de palabra. También en la carne blanca del pavo burgués criado en corral. Los pavos sólo entristecen cuando presumen que van a morir y a pesar de los pesares mantienen esa exquisitez veleidosa en la que se regodea la vanidad humana.

Las endorfinas y dopaminas requieren actividad física. Hannat Arendt denominaba labor a ese movimiento muscular asociado a nuestro substrato biológico. El caminar, el sintonizarse con la vida no con el aire acondicionado que reconcentra la suciedad de las alfombras. Y trabajo a ese quehacer humano que nos permite conseguir lo necesario para conectarnos con el mundo. Por eso el trabajar tiene como condición el hacer el bien no el forrarse bien. El que trabaja se recompensa con lo que aporta al bien común y ese logro activa químicamente las disminuidas hormonas. Para la baja testosterona, no hay otro diagnóstico que el dedo lubricado del proctólogo ahí en donde mas les duele a nuestros gobernantes.

*cojudez: DRAE vigésimo segunda edición: Am. cualidad de cojudo.
Cerebro. Diseño Rosendo Li Rubio.

sábado, 10 de mayo de 2008

EL ATLETISMO DE LA DIGNIDAD SE LLAMA MAMA


Por: Miguel Godos Curay

Durante la guerra con Chile muchas madres patriotas ofrendaron a sus hijos por la patria y con espartana firmeza se vistieron de luto entero mientras duró la ocupación de la patria. En este Perú de desigualdades fácilmente nos olvidamos de esas madres heroicas que sostienen a sus familias en las escarpadas alturas del Perú profundo. Geológica contradicción. Nos resistimos a creer que el Estado Peruano, adherido a los Objetivos del Milenio, se resista a reconocer los beneficios de la seguridad social para esas manos generosas que sostienen el Perú con su esfuerzo. Y las madres de este país que con energía humana movilizan a la patria siguen respondiendo con humildad a las encuestas censales: “el que trabaja es mi marido yo me dedicó a las tareas de la casa”. Profesión u ocupación: “ama de casa”, “su casa”. Tarea que diariamente importa catorce a quince horas de trabajo con nombre propio y que las propias mamás ocultan con un desborde de amor y humildad.

Las madres del Perú aquellas que no han descubierto aún las cumbres. Son un derroche de fecundidad humana. Son verdaderas atletas de la dignidad y el decoro. Gracias a su alquimia prodigiosa nutren con amor ahí donde la sopa carece de la proteína necesaria. No han sido condecoradas con la Orden del Sol pese a que enfrentan la pobreza trabajando, sin tregua, en los campos, en las plazas y en los mercados buscando un sol de sol a sol. Pese a que no han sido incorporadas al sistema formal de educación, su sola preparación convertiría en una nación de titanes al Perú y haría de la salud un problema resuelto.

Mientras los machos beben para olvidar las penas, muchas mujeres se esfuerzan silenciosamente para transformar a sus hijos. Muchas tareas le han sido prohibidas y los esfuerzos para la educación de las mujeres aún importan sangre sudor y lágrimas. Poco a poco, silenciosamente, se forman con discreción en las universidades y demuestran que son mucho más responsables y solidarias que los varones. Pero aún hay que acabar con los machistas prejuicios de quienes creen que una mujer profesional nutre su inteligencia para colocar el diploma en la sala de su casa. ¡Mujer del Perú el futuro de la patria está en tus manos.! Y ya es hora que sin demagogia la República se gobierne por tu mano.

Aun son discriminadas y quienes dicen defender los derechos de las madres con la palabra las atropellan sin indulgencia con sus obras. “Se necesita trabajadora del hogar cama adentro”, “Charapita estrechita ofrece masajes antistress”, “se necesita jovencitas de 18 que deseen ganar 200 diarios”. Son avisos denigrantes que publican las páginas de avisos económicos de los diarios. Y no nos llama la atención. Decimos que amamos a mamá pero no tenemos ningún reparo en convertirla en publicitario artefacto. Hemos creado la infelicidad general para quienes no pueden adquirir una “olla arrocera” o un regalito que recuerde que tenemos mamá para rato. Así estamos y por los vericuetos del artificio andamos.

Hoy ríos de cervecita helada y abundante arroz con pato, invocaran su nombre. Poesías irrepetibles como la del hijo que implora con el brazo mutilado una caridad para su viejita. O el triste vals que dice “llevando a un pobre niño sujeto de la mano…” O aquel pasillo torturador que dice: “Cementerio…cementerio devuélveme a mi madre…”. Acompañaran nuestra evocación más sentida de mamá. Quienes llevan la ilusión por dentro son esos hijos diminutos que durante las últimas semanas aprendieron versitos que hacen brotar lagrimones a las abuelas. Los cementerios se poblarán en esta ocasión para tributar gratitud al recuerdo. Todo ello para honrar su memoria. La memoria de esa vieja con sienes coronadas de plata o esa sonrisa que nos acompaña siempre.

Es el día de mamá. “Ese sol que está naciendo o ese río que se va” como dice la canción que es adhesión de los hijos. Nuestro tributo de gratitud a las madrecitas ausentes y a las presentes. A las que pueblan las redacciones de los diarios, a las que son luminarias en sus escuelas. A las que trabajan dejando su vida a pocos en este oficio divino y humano, tan poco reconocido por el gobierno, de hacer grandes a sus hijos.

viernes, 2 de mayo de 2008

ENTRE DEMOLEDORES Y HUECOS


Por: Miguel Godos Curay

Sólo en Piura buscar soluciones a los problemas es un fracaso anunciado. Mientras otros avanzan y progresan nosotros preferimos permanecer en el hueco del imperdonable olvido. Piura es la ciudad de los huecos y las demoliciones. Esta es nuestra forma de vivir. Lo que hace un alcalde con dineros públicos viene otro alcalde y lo demuele. Y no nos importa el despilfarro. Lo que hizo Valiente, Wancheng lo deshizo en pocas horas. Unos hicieron el Camal otros impiden que se use. ¿Hasta cuándo?. Otra perla negra es el Mercado Las Capullanas, cerrado y arruinado. Mientras el Mercado Central de Piura sigue siendo la prueba de la capacidad o incapacidad de nuestras autoridades ediles. El Mercado Central es un gigantesco monumento a la desidia piurana.

El Colegio San Miguel, por ejemplo, con una inspección de funcionarios inexpertos de la Dirección Regional de Educación y los chalecos naranja de Defensa Civil. Sin estudio técnico y estructural ha sido condenado a la demolición. ¿Por qué no se solicita una pericia técnica, planos en mano, del Colegio de Ingenieros, de CAPECO o de las facultades de Ingeniería Civil?. Existe una euforia demoledora alimentada por ese afán ganancioso de colocar cemento ahí donde se juntan los votos. Muchas aulas, hoy abandonadas, se pueden recuperar. En realidad no hay gana de hacer bien las cosas. En San Miguel todos repiten que el ingeniero López, enviado por el Presidente Regional, es el promotor de las demoliciones.

La ciudad de los huecos, mientras tanto, prosigue con ese ritmo febril de topos. Los huecos están a la orden del día en treinta cuadras de la avenida Grau. El Chilcal es uno de ellos. El Jirón Marcavelica, por ejemplo, fue destruido para cambio de redes de alcantarillado. Los trabajos destruyeron la carpeta asfáltica, aceras y alameda verde. Reconstruida, hoy nuevamente, es una inmensa trinchera para cambiar lo que hace menos de un año se cambió con millonarias inversiones. ¿Quién controla en Piura esta mala práctica de construir para después destruir ante la indignación ciudadana? ¿Quien gana en este abrir y tapar huecos?

Con el pretexto de las cumbres se parchó el camino de Piura hacia el Aeropuerto pero con tan mala calidad de los trabajos que los huecos de la negligencia están a la vista nuevamente. Gracias al PAS tenemos más horas de agua potable pero las aguas negras discurren con su hedor por toda la ciudad y frente al propio Municipio. Tampoco hemos avanzado en el control del transporte informal ni en la seguridad ciudadana. Si a ello sumamos la ingobernabilidad que provocan las marchas y contramarchas de la comuna. Bien podemos imaginar el costo/oportunidad de las indecisiones, de las inversiones no efectuadas y ese ritmo de cangrejo en el que vive Piura.

¿Qué hacer?. ¿Puede permanecer la sociedad civil indiferente frente a esta situación?. ¿Qué debemos hacer para acabar con esa monotonía circular del error repetido en nuestras instituciones?. Sociedad civil somos todos los que formando parte del espacio público no somos el Estado. ¿Tendremos el vigor suficiente para crear una Junta Cívica de Vigilancia de Obras Públicas que denuncie esas malas prácticas que amenazan el futuro de Piura?

¿Seremos capaces de decir a nuestras autoridades que Piura está mal y ellos son los responsables?. Tendremos el coraje cívico de protestar públicamente por este desentendimiento injustificado. Nosotros los elegimos y por eso tenemos la obligación de pedirles cuentas. Nos indigna ser tratados como a ese cholito abusado en cuya cabeza cualquiera es peluquero. Si estas autoridades son capaces de movilizar todas sus energías por 36 delegados de APEC que nos visitan horas por qué no despliegan la misma energía y brío por 620 mil piuranos que tienen en la punta de la nariz todos los días.