sábado, 27 de octubre de 2012


¡AY MAMITA QUE NOS PASA A LOS PIURANOS!
Por: Miguel Godos Curay

Webear significa en Piuira navegar en la Webb-Hueviar es fingir y engañar
En Sullana un magistrado se inhibe porque el defensor del procesado es su profesor en la maestría. Últimamente los funcionarios públicos recurren a prestigiados  abogados que les cobran en contante y sonante por librarlos del incomodo trance judicial. Así los defensores de causas imposibles resultan afortunados. Como se dice en Piura “los abogados estudian derecho para torcer las leyes”. Lo propio sucede con los arquitectos que advierten el hacinamiento de la ciudad. En realidad son los alfiles de la burbuja inmobiliaria. Otros son parte del equipo de  ablandadores lanzados a los municipios por los gestores de proyectos inmobiliarios. La voracidad por la tierra en Piura se ha desencadenado salvajemente y no hay quien la detenga.
En Piura suceden acontecimientos realmente insólitos. El vicepresidente regional  Maximiliano Ruiz Rosales acaba de declarar lo siguiente: “Si Javier Atkins no me encarga nada  me rascare la barriga”. Lo que significa que el vicepresidente se la pasara, en el tiempo que le queda en el gobierno regional, en un interminable escozor y rascadera. Otros opinan especulativamente que el vicepresidente padece una especie de “rasca-rasca” política que afecta las partes más sensibles de su cuerpo producto de los desentendimientos políticos.

Como bien dicen los piuranos  cuando se encuentran: ¿Hola primo como estás? No es que tengan un vínculo familiar o espiritual. Sino que a sí mismo se sienten integrantes de una familia mayor. Esa familia es una cadena interminable de cortesía y de amabilidad. “Primito como pasa el tiempo y como cambian las cosas. Antes nos encontrábamos en los chicheríos. Hoy sólo nos vemos en los hospitales. Así pasa el tiempo.” Y continúan hablando  haciendo uso de la ironía y el humor hasta destornillarse de risa.  “Ay primito antes había que cuidar a las churres  para que no se caigan de la cama y hoy que cuidarlas que no se suban a la cama  de cualquier hijo de la guayaba”. La conversación prosigue. “¿Y como está de la salud primito?  Primito mejorando, mejorando por la voluntad de Dios porque con estos médicos no estamos libres del paro”.
La conversación se prolonga sobre temas variados. La economía del país, la política y el obituario de la semana. La actitud ante la muerte del piurano es de aceptación gozosa porque significa  el encuentro con Dios. La muerte llegará en su momento y sin apuro.  Los piuranos conversan  en los pasillos del hospital, en el mercado, en la Plaza de Armas, en las colas de los bancos. Escucharlos conversar es un deleite por la gran cantidad de ocurrencias que deslizan o por la forma pícara con la que administran el doble sentido de hechos y acontecimientos. Así podrían afirmar que Piura tiene dos estaciones: “El invierno y el infierno”. O que la Directora de El Tiempo se ha dedicado al “webeo”. Todo el día para “webeando”. Mejor dicho intercambiando información en la web.  El webeo es el deporte de los jóvenes pertrechados de Iphone y de equipos de telefonía caros. Webear es distinto que huevear. El huevear piurano  es el engaño, el simular que se trabaja fingiendo acción y detenimiento. Sensu stricto no se hace nada.

Sobre los políticos menudean los juicios. El indulto a Fujimori por causa de carcinoma de lengua que no es una afección terminal. Unos opinan que el entorno familiar de Fujimori quiere ablandar al gobierno a vísperas de navidad. El indulto es una concesión privativa del Jefe de Estado, una prerrogativa de las antiguas monarquías. La amnistía es el olvido legal de las penas. El indulto no es de ningún modo amnistía. Los delitos perpetrados por Fujimori no han prescrito y son historia reciente. Uno de los puntos de controversia es el siguiente: si en prisión Fujimori tiene todo es mejor que siga en prisión que debilitando el sistema democrático con un indulto discutible desde el punto de vista jurídico. Con Fujimori libre pierde la democracia algo así como dejar los candados abiertos para los terroristas, los corruptos  y los narcotraficantes. Y que el próximo indultado sea Vladimiro Montesinos por dolor de muela.
Piura tiene sus propios encantos y atractivos. Los desencantos son producto de la improvisación y el mal gusto. Lo ocurrido en la avenida Bolognesi  es realmente una demostración inequívoca de lo que no se debe hacer en una ciudad. A ello se suma la irracionalidad  de quienes creen  que la motosierra y el hacha son las herramientas del progreso y la civilización. No lo son. El respeto a la naturaleza es un valor elemental. Es el respeto a la vida misma. Las losetas quebradizas que no resisten la radiación solar son mera decoración para el momento y nada más. Las huachaferías y arrumacos arquitectónicos no son sino expresión de una grosera falta de respeto a la ciudad y sus habitantes. ¿Nos creen tontos?

domingo, 21 de octubre de 2012


¿HACIA DONDE VA EL GOBIERNO REGIONAL?
Por: Miguel Godos Curay                 

Atkins:¿Tiempo de rectificación?
Los errores en política tienen un costo superlativamente elevado. No se trata simplemente  de registrar la marca de una fórmula política  con la peregrina idea de una adhesión popular a uno u otro proyecto político. La decepción crece. Lastima la credibilidad y la gobernabilidad. Algo así como pretender seguir jugando en la cancha sin camiseta, sin norte y sin brújula. En política sacarse la camiseta es un yerro que arrastra el respaldo popular. Ahí no funcionan ni el reparto de sombreritos ni el frondoso y desmesurado gasto publicitario. La publicidad en la política  es como el polvo del maquillaje. Colorea, recubre el acné y la piel descascarada pero no  hace más. En otros momentos funciona como el agua para las plantas. Administrada con mesura las mantiene frescas y en exceso las pudre irremediablemente.

Tampoco es buen signo de una gestión pública el cambio y recambio de funcionarios. Salir con la cola entre las piernas para no regresar  y disfrutar de premios consuelo no es una saludable práctica política. Unos amanecen y otros no anochecen. Los que ayer con vanidad hinchaban el pecho se han ido sin pena ni gloria al rincón de las ánimas. El pueblo  que observa estos menudos entuertos urde sus propias explicaciones y especulaciones. “Presidente banquero cambia ventanillero”.  Mejor dicho los cambios  podrían interminablemente continuar. Esa es la percepción ciudadana.
La gobernabilidad está fracturada en la misma proporción  que la credibilidad. El poblar las oficinas del gobierno regional con funcionarios de Lima  con alguna experticia incrementa esa sensación de agotamiento prematuro y fracaso anticipado de una gestión en el ojo de la tormenta. Finalmente los limeñitos se van y la mazamorra  de la ineficiencia se queda. Para unos el gobierno no da para más. Para otros y en especial para quienes votaron  por la actual fórmula al gobierno regional crece la decepción y la fundada probabilidad que este plato no se vuelva a repetir más.
Quienes recorren el gobierno regional saben  que no hay ningún puente ni vaso comunicante entre el Presidente y el vicepresidente regional. Las distancias como en las rancheras  son cada día más grandes y nos obligan a reflexionar  y pensar seriamente en mejores propuestas con claridad política para las próximas elecciones. La desilusión  salta a la vista y los más perjudicados somos los piuranos que nos hemos quedado turulatos y sin aliento frente a esa incapacidad de poder ejecutar presupuestos y dinamizar la gestión. Ya estamos a puertas de fin de año y realmente una gestión plana y un consejo regional anodino e improductivo nos demuestran que nos equivocamos.
¿Cambiará de rumbo el gobierno regional? La democracia tiene sus propios mecanismos de rectificación y de respuesta. Corresponde a los  políticos y a la sociedad civil organizada zurcir la media rota de los sueños en un futuro mejor. Devolver la confianza en una Piura que progrese lejos de ese oportunismo sensual y pasajero  de quienes perentoriamente tienen el poder. Este pleito parroquial y menudo en el que se aúpan a pelear por una marca registrada convertida en el hazmerreir  de los ingenuos y los candorosos. La batalla ciudadana de hoy  en Piura es la de fortalecer una oposición  digna y respetuosa de lo que hoy Piura urge, necesita y quiere por encima del engaño y la improvisación.
La rectificación política es posible pero importa el reconocer errores. No nos vienen bien ni la arrogancia ni la soberbia. Cuando las promesas no se cumplen se entroniza la demagogia, el discurso vacío, la paseada y la mentirilla detrás de otra más grande que la anterior. Piura realmente merece un mejor trato y la oportunidad de vivir mejor. No estamos pidiendo imposibles ni la entronización del cinismo que es el peor  desembalse del oportunismo político. Pedimos que se atiendan las urgentes necesidades de miles de piuranos del campo y la ciudad que esperan mejores condiciones de vida.
Hace algunas semanas escuchamos al doctor Manuel Serdoya, autor de los proyectos Parque Industrial de Guipúzcoa en San Sebastián ( España) y la Ciudad del Conocimiento (Panamá) hablar de un proyecto entusiasta: El Parque Tecnológico de Piura. Es un sueño posible de gran aliento para la región. El hacerlo realidad requiere claridad de ideas y asumir con seriedad el propósito. La actual gestión regional tiene en sus manos la posibilidad de señalar rumbo lejos de esas accidentales pellejerías políticas y el triunfalismo que suele acompañar con sus vaivenes  a los responsables de las decisiones por el futuro de Piura. Es oportuno advertir que el futuro tiene también un costo político. El hacer una buena gestión.


sábado, 13 de octubre de 2012


MALALA Y LA EDUCACION QUE TENEMOS
Por: Miguel Godos Curay

Malala Yousufzai,una heroina de catorce años
Malala Yousufzai es una niña paquistaní de 14 años que se debate entre la visa y muerte tras recibir dos balazos, uno en la cabeza y otro en el hombro  de un fanático talibán. Malala a su corta edad  es una activista  del derecho de las niñas a la escuela. Desde el pasado martes en que se cometió el atentado hasta ayer las 16 mil escuelas de Afganistán hicieron un alto para orar por su vida y salud. Malala según el Ministro de Educación afgano Frauk Wardak,  es un heroína contra quienes actúan contra la educación y los educadores. En el mundo existen 35 millones de niñas sin escolarizar lo que las deja indefensas frente al abuso y la exclusión.
En España el rector de la Universidad Complutense Santiago Carrillo  convocó  ayer a los estudiantes a salir a las calles por los recortes presupuestales que obligan al incremento de las tasas que pagan los estudiantes  en un 66%. Carrillo ha lanzado un dramático pedido de recursos a las comunidades autónomas pues la universidad con lo poco que tiene sobrevivirá arañando recursos. En las marchas callejeras protagonizadas por los estudiantes han recalcado en su mensaje la afirmación siguiente: “Somos estudiantes, no somos clientes”.

En Chile, los estudiantes han salido a las calles para exigir una educación gratuita y de calidad. Las marchas nacionales por la educación son convocadas por estudiantes de la secundaria, universitarios y profesores. La Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) tiene una enorme capacidad de convocatoria. Sólo los estudiantes secundarios de Chile movilizan  miles de estudiantes en doce lugares diferentes. Como han advertido los dirigentes estudiantes que tiemblen los políticos en las próximas elecciones. Las demandas estudiantiles son muy claras. No queremos más de lo mismo y los maestros improvisadores y haraganes que se vayan a su casa.

Aunque la huelga del Sutep enerva demandas laborales. La educación pública en el Perú no es de lo mejor en el continente. Poco a poco, hemos visto el desmontaje de contenidos en aras de un espejismo de modernidad. Un estudiante recién egresado de la secundaria a duras penas entiende un texto que lee y en las principales operaciones aritméticas fácilmente puede equivocarse. No se piense que la educación privada es mejor que la pública. No es así, pues en muchos casos se trata de los mismos maestros que para mejorar sus ingresos reparten su tiempo laboral en dos centros educativos. Uno público y otro privado.

La formación pedagógica de los docentes no hace sino reproducir el arquetipo de la escuela autoritaria, verticalista y memorista. Se enseña a repetir contenidos que nadie enjuicia  y critica. No hay innovación en ningún extremo. La amenaza mayor es la constatación de la escasez de docentes que leen, se informan y mejoran su desempeño. Educadores leídos, informados y dispuestos a confrontar sus experiencias no hay. Lo propio sucede con el aprendizaje idiomas. No existen docentes en capacidad de leer en inglés fluidamente y si los hay son raras avis. Una escuela en estas condiciones difícilmente enseña a pensar y a construir ciudadanía. Tampoco es cierto que la capacitación brindada por el Estado haya surtido efecto. Los indicadores catastróficos demuestran lo contrario.

Mientras en el mundo prospera la idea de dar una autonomía mayor a las escuelas y a los educadores. El verticalismo burocrático aniquila todas las iniciativas innovadoras. Pocas veces se valora el rol de los padres en la educación de sus hijos. En el Perú la educación sigue un camino diferente al de los impulsos de la economía. El tiempo perdido resulta irrecuperable. La escuela aún no se articula con las familias y con el mundo del trabajo. Con una educación sin competencias claras  no se entiende que el desafío de la educación para el siglo XXI es el promover el aprender a aprender.

Las escuelas del futuro se ponderan por los logros de sus alumnos. Si los alumnos logran ubicarse en lugares expectantes de la sociedad a la que pertenecen habrán cumplido parte sus objetivos. Nuestra escuela marcha a paso de tortuga mientras el mundo del conocimiento y la tecnología lo hacen a grandes saltos. Los contenidos que hoy se enseñan no guardan correspondencia con la realidad. Bernardo Kliksberg señala que nuestra secundaria forma candidatos a ser pobres. Mientras las empresas quieren egresados de la secundaria para empleos no calificados. Nuestra escuela vive  en un permanente bostezo estacionada en la indiferencia. A ello se suman los precarios presupuestos asignados por el Estado. Finalandia, el país con mayor logro educativo a nivel mundial invierte 5.373 dólares por estudiante. Colombia 1.257 euros y el Perú 446  a duras penas.

lunes, 8 de octubre de 2012


PIURA EN EL CORAZON Y EN EL PENSAMIENTO
Por: Miguel Godos Curay
Universidad Nacional de Piura

Plaza Merino e Iglesia El Carmen
Contemplar el pasado de Piura despierta una entrañable admiración. Ya advierte Borges lo siguiente: “No se puede contemplar sin pasión. Quien contempla desapasionadamente, no contempla”. Contemplar en sentido etimológico  significa: “Poner la atención en algo material o espiritual” que es lo que a continuación haré en torno al pasado y presente de Piura. No escatimaré detenerme en el significado moral y patriótico que para los piuranos representa el Almirante don Miguel Grau  cuya inmolación en Angamos recuerdan hoy todos los peruanos. Hoy también recordamos el 191° aniversario de creación de la Marina de Guerra del Perú institución señera en el Perú.
Piura, es un hito en la historia peruana. Raúl Porras la llama donosamente “la primera sonrisa del arenal, como el primer abrazo de paz dado a la tierra hostil, como una acción de gracias dado al cielo sereno de los llanos del Perú.” Bien merece, por justicia, el reconocimiento de su prosapia, su historia y su grandeza.  Aurelio Miro Quesada anota lo siguiente: “San Miguel de Piura tiene una tradición y un abolengo. Fundada por los conquistadores en los primeros días de su ingreso al Perú, su historia, que cubre cuatro siglos, está marcada por la gloria del lustre guerrero y de las artes. Concentrado el prestigio, en solo unos decenios, en la primera parte del siglo pasado, bajo su cielo claro y entre el calor intenso y sostenido de su clima, vio nacer a un pintor como Merino, y a Miguel Grau nuestro héroe más representativo y más señero, y cobijó la infancia de un poeta romántico como Carlos Augusto Salaverry (1830-1891).”

Piura, la primogénita de España en el Perú, guarda enormes y entrañables identidades. La historiadora Susana Aldana señala con puntualidad las siguientes: “Miguel Grau es el gran héroe de la guerra y el arquetipo nacional, cuya inmolación sentó las bases del ideal de marino en el Perú y opacó, por ejemplo, la destacada labor del también piurano Lizardo Montero. Pero hay muchas personas más que reflejan el ser piurano en el tiempo, en la región y la Nación. Desde Miguel Gerónimo Seminario y Jaime, prócer de la independencia piurana, pasando por el médico Cayetano Heredia, el político Luis Antonio Eguiguren, el indigenista Hildebrando Castro Pozo, el costumbrista Justino Ramírez, el luchador social Sinforoso Benitez, la poetisa Carlota Ramos de Santolaya, el literato Jorge Moscol Urbina y hasta el banquero Dionisio Romero entre tantos otros.”

El periodista e inolvidable profesor del Colegio San Miguel de Piura don Néstor Martos Garrido, refiere las andanzas y mudanzas de Piura en su antológico  artículo “La Ciudad Volante”. El primer asiento (1532) corresponde a un sitio sobre la margen derecha del Río Chira que Pizarro llamó San Miguel y que nadie puede precisar ahora. Unos le llaman Tangarará, Tangarara o Tangaralá. Posteriormente en 1534 los pobladores de San Miguel por orden de Almagro se trasladaron al poblado indígena de Piura, en la margen derecha del río del mismo nombre. En 1578 afectados por aires insalubres e infectos se trasladaron al puerto de Paita, llamado San Francisco de Buenaventura, hasta que la ciudad se instaló de manera definitiva en su actual asiento, el que se determinó poblar, por mandato del Virrey Fernando Torres de Portugal Conde del Villar el 15 de agosto de 1588, con el nombre de San Miguel de Villar de Piura.
Piurano fue don Diego de Villegas y Quevedo Vélez de Saavedra (24.VIII.1696-29.X.1751). Villegas y Quevedo fue el primer peruano incorporado a la naciente Academia Española de la Lengua. En la corporación a la que se presentó el 10 de octubre de 1730 con una carta de presentación del sabio Pedro Peralta. Dada su inteligencia y vivo interés por participar en las deliberaciones se resolvió encargarle la décimo quinta letra del Diccionario. Para tan enjundiosa tarea revolvió libros y autores y a fuer de americano incorporó expresiones nuestras como macana, maguey, mamujar, manjar blanco, mate y mazamorra en el lexicón de autoridades.

Piurano el pintor Ignacio Merino Muñoz (30.I.1817-17.II.1876) y don Miguel Grau Seminario (27.VII.1834-08.X.1879). Entre las mujeres destaca por su coraje y valentía la encomendera de Colán Paula Piraldo y Herrera de Andrade y Colmenero, viuda del General Juan Andrade y Colmenero Corregidor de Lucanas y de Andamarca, que se enfrentó en 1615 al pirata holandés Jorge Spilberg, contribuyendo a la defensa del puerto de Paita impidiendo que se perpetrara el saqueo. Don Luis Antonio de Oviedo y Herrera Conde de la Granja le dedica épicos versos en su Poema a Santa Rosa de Lima:
“Sigo al Pyrata de Payta, que me llama
Desde Colán su ilustre Encomendera
Doña Paula Piraldo, cuya Fama
Al puerto preservó de arder Hoguera,
En la ocasión y sus elogios clama
Con tal ponderación pluma extranjera.
Que el Perú defraudara de esta gloria,
Si la mía no honrara su Memoria.”

Las señoras Capullanas  gobernaban los antiguos territorios tallanes y que según Fray Reginaldo de Lizárraga tenían efectivo poder. Dice el cronista: :“…las mujeres a quien los nuestros llaman capullanas, por el vestido que traen y traían a manera de capuces, con que se cubren desde la garganta a los pies, y el día de hoy casi en todos los llanos usan las indias este vestido; unas se ciñen por la cintura, otras le traen en bandas. Estas capullanas, que eran las señoras en su infidelidad, se casaban como querían, porque en no contentándolas el marido, le desechaban y casábanse con otro. El día de la boda, el marido escogido se sentaba junto a la señora y se hacía gran fiesta de borrachera; el desechado se hallaba allí, pero arrinconado, sentado en el suelo, llorando su desventura sin que nadie le diese una sed de agua. Los novios con grande alegría haciendo burla del pobre”.
Piura es causa de desgarradores sentimientos e intensas emociones. Para el escritor chiclayano y piurano de adopción don Enrique López Albújar es un jalón profundo del alma. En Tacna, lejos de Piura al extremo sur del Perú escribió estos versos evocadores: “Anoche estuve en Piura,/ anoche, a media noche, por ventura,/ ansiosos de mirarle, reandarla, sentirla / y aspirar su terrígena fragancia/ para, como el gigante mitológico,/recuperar mis fuerzas y pisarla.” Piura ejercita una gran fascinación en quienes se sumergen en su vida y en su historia. Este sentimiento no sólo aflora en López Albújar sino también en el Premio Nobel de Literatura Vargas Llosa.

Carlos Robles Rázuri, en un artículo premonitorio, publicado en El Tiempo el viernes 29 de septiembre de 1976 intitulado “Piura en el corazón de Vargas Llosa” abordará esta humana impresión: “Con Vargas Llosa se repite lo que pasó a Salaverry y a López Albújar. Su genio los hizo hijos del gran mundo de las letras, pero ellos, por voluntad, libremente, se dijeron se sintieron piuranos. Salaverry -a decir de sus íntimos de los viejos piuranos- nunca pudo olvidar el vientre que lo tuvo ni la tierra que lo alumbró siempre reafirmó su origen; López Albújar, por accidente, nació en Lambayeque, pero desde niño, sintió y vivió a Piura en su pujanza de tierra y en la guapeza, desengaños y romances de sus gentes, y lo sintió tanto y tanto que al morir, en su testamento literario ordenó que se trajera su corazón para enterrarlo acá; Vargas Llosa nació allende nuestras fronteras, quiere por supuesto su solar nativo, pero su amor está en Piura, la Piura de Tacalá, de la Casa Verde, del Padre Santos García, del Auxiliar de Educación Gallardo, de sus más fieles y nobles amigos, de sus profesores, de sus mujeres que prendieron sus primeras ilusiones, de las auroras que encienden el firmamento de rosa y de los crepúsculos que prenden fuegos artificiales de colores únicos y, sobre todo, de sus hombres y mujeres que saben amar y saben odiar, que nunca se doblegan ante la adversidad y que tienen la hidalguía y la generosidad de un Grau para reconocer y valorar a las gentes y para tenderles la mano y darles su amistad sincera tanto en la hora del éxito como en la de la adversidad.”
Piura geográficamente es impresionante. Tierra luminosa de arenas calcinantes. Sus entrañas ocultan un desconocido pasado prehistórico y abundante riqueza mineral, petróleo y gas. En sus variados climas se mezclan la brisa fresca y el reverberante calor en las dunas extensas que cierran el paso al río Piura. Litoral de aguas templadas frente a Máncora y frías frente a Paita y Sechura donde las olas del mar esculpen con su vaivén el litoral y lo erizan como filudos cuchillos que penetran en el vientre del océano. Pero Piura es también sierra en Morropón, Ayabaca y Huancabamba. Entre el océano y la cordillera se extiende un piedemonte de 200 kilómetros regado por lluvias intermitentes durante los veranos fertilizando los valles, resecos, durante los otros meses del año. La sierra piurana es la más baja del Perú pues no alcanza los 4000 mil metros de altura. El desierto representa una franja de 300 kilómetros poblada por zarzas y algarrobos resecos en cuyas profundidades se guardan probadas reservas de crudo y gas.

“Dos ríos, el Chira y el Piura, desembocan en el océano formando los grandes valles costeños del departamento. Al norte, el río Chira transporta el agua de la cordillera, entre Loja y Ayabaca, que vierte en un estrecho y profundo lecho. Al sur, el río Piura recoge el agua del piedemonte andino, bordeando el despoblado, zona de ganadería con población dispersa, y el desierto de Sechura y se pierde en un amplio lecho”
El tiempo transcurre en Piura marcado por el movimiento del sol. Los campesinos inician sus labores entradas las cuatro de la mañana con la fresca. Cuando aparecen los primeros rayos del sol la tarea está avanzada porque el calor hace insoportable la jornada. Entonces los campesinos se refrescan con limetas de chicha y viandas de yucas, plátano y carne seca. El piurano aprecia el pescado. En el fogón de los campesinos pobres menudean cachemas y caballas recubiertas de cebollas, ají y jugo de limón. Cachemas y caballas son ideales para el cebiche y las jaleas son parte de los piqueos. Los chabelos y secos de carne de cabrito. Son también bocado abundante y delicioso. En Piura no hay institución más democrática que el chicherío. Ahí convergen atraídos por el aroma de la cocina los que tienen y los que subsisten a la de Dios. Pese a que las grandes familias de hacendados introdujeron y conservaron modos y costumbres europeos. Más de un hacendado sucumbió a las delicias de una buena cocinera. Cocineras y chicheríos son parte de la añeja tradición piurana. El piurano del mundo rural cuando acuerda una cita no fija hora. Los matices de su puntualidad son “la mañana” o “la mañanita”, “la tarde” o “la tardecita”, “la noche” o “la nochecita”. En esencia son impuntuales.

Tras el terremoto del 24 de julio de 1912 los piuranos rehicieron su cronología. Antes o después del terremoto del año 12. Aunque el movimiento duró 40 segundos hizo movilizar a la población a plazas y calles. El Comercio de Lima, a dos días del suceso. Informó la siguiente: “Los daños materiales fueron totales, las pocas edificaciones que quedaron en pie, día a día aumentaban el riesgo de desplomarse. A consecuencia del terremoto. Las escuelas Fiscales. La escuela de Lourdes de las Hermanas de la Caridad y la Escuela Salesiana quedaron seriamente dañadas, mientras que el Colegio Nacional de San Miguel, debería levantarse nuevamente desde sus cimientos. Los terremotos de 1587,1619, 1814 y 1845 de los que se tenía noticia no tenían comparación con el ocurrido en 1912. ”
Federico Helguero Seminario (26.VII.1884-31.V.1930) recuerda como eran los tradicionales juegos de la niñez piurana a inmediaciones del Río Piura allá por 1910. “Otra de nuestras diversiones favoritas, eran las “guerras” a pedrada limpia, entre dos bandos de mataperros, uno arriba, en el barranco, y otro en la playa el río. Recuerdo que cierta vez formé parte del que dirigía el Capi Vargas. En lo más reñido del combate, recibió una herida en la choquezuela que me hizo ver el firmamento; pero -¡0h,humana maldad-¡ mis dolores tuvieron lenitivo, cuando arrastrado por el Capi –pues íbamos en derrota- ví que uno de los contrarios. Don Anselmo, a quien una peladilla hiciera blanco en la barba, mezclaba sus lágrimas con la sangre que manaba de la herida.” La playa del Río Piura será, años después, el escenario de Los Jefes de Vargas Llosa.

El Río Piura es todo un personaje en el imaginario infantil piurano. En sus playas arenosas se producen esos combates que ponen a prueba la virilidad. Ahí también transcurren las tardes de fútbol de los peloteros de los barrios norte y sur. Cuando bajan las aguas de las crecientes los churres disfrutan de refrescantes baños. Algunos perecen ahogados y la búsqueda del cuerpo del infortunado es un rito en el que se emplea una lapa que gira velozmente en los remolinos. Sobre ella se coloca alguna prenda personal del ahogadito. En donde se detiene el mate flotante es el lugar exacto en el que se encuentra el cuerpo de la inocente víctima del Río Piura. “Río Piura veleidoso como tus chinas” escribe Miguel Correa Suárez compositor cataquense. “Río Loco” lo llama el geógrafo Gonzalo Reparaz Ruiz. El Río Piura también impresionó a Vargas Llosa. Testigo de su languidez de muerte y de las repentinas crecientes con banda de músicos y chirimías en el Puente viejo.
La geografía de Piura  es impresionante. Sus arenales, sus algarrobos y el sol calcinante son inolvidables. Rafael Otero, el célebre autor de “Mis Algarrobos” en entrevista personal me refirió que fue  echado en los otrora arenales del hoy Club Grau y en la contemplación de las copas  de los algarrobos donde  chilalos y soñitas levantan sus nidos es que surgió este vals. Mario Vargas Llosa escribe lo siguiente: “Esos arenales que rodean Piura, con sus médanos movedizos, sus manchones de algarrobos y sus hatos de cabras, y los espejismos de estanques y fuentes que se divisan en él, en las tardes, cuando la bola rojiza del sol en el horizonte tiñe las blancas y doradas arenas con una luz sangrienta, es un paisaje que siempre me emocionó, que nunca me he cansado de mirar. Contemplándolo, mi imaginación se desbocaba. Era el escenario ideal para hazañas épicas, de jinetes y de príncipes que rescataban  a las doncellas prisioneras o de valientes que se batían como leones hasta derrotar a los malvados.”

Piura tiene una incomparable riqueza natural. Petróleo, gas, fosfatos, diatomitas, calizas y salmueras en pleno desierto de Sechura. Pero también tiene cobre, oro y molibdeno. Para que tengan, sólo una idea de  su riqueza mineral se precisa que el año pasado se extrajeron en Suyo, Las Lomas y Sapillica ocho toneladas de oro. Este oro es extraído por 10 mil mineros informales y por tratarse de una actividad al margen de la ley no rinde beneficios  ni para la región ni para el país. Ni el gobierno regional, ni los municipios, ni las universidades ni los tecnológicos se benefician con el Canon minero.
Piura dispone de 244 mil hectáreas de alta calidad. La vocación agrícola de Piura  ha experimentado notables cambios del cultivo del algodón pima y el arroz hemos incorporado los cultivos de uva, mango y caña de azúcar para producir etanol. El proyecto Alto Piura permitirá incorporar 20 mil hectáreas a la actividad agrícola. Piura también ha colocado en los nichos de oportunidad del comercio justo: banano orgánico, cacao, café, panela y zumos tropicales.  En el plano pesquero  Piura representa el 48% de la producción nacional sigue liderando la pesca para el consumo humano pero esta importante actividad extractiva apunta a la acuicultura y al mejor aprovechamiento de los recursos hidrobiológicos.

Nuestra población estimada es de un millón 800 mil habitantes. De este total aproximadamente 534  mil 600  son la población escolar de Piura. 82 mil en educación inicial, 241 mil  en primaria, 151 mil en la secundaria, 43 mil en educación superior universitaria y no universitaria, 10 mil 300 en otras modalidades educativas y alrededor de 7 mil 300 en educación ocupacional no escolarizada. De modo que el desafío del futuro está en educar a los nuevos ciudadanos.
Hoy también los piuranos evocamos la epopeya de Angamos en donde se inmoló el Almirante  don Miguel Grau. Su imagen bendita está presente en la inmensidad del océano y en cada buque donde flamea el pabellón nacional. Como dice Germán Leguía y Martínez: “La América lo venera, el mundo lo admira, no hay corazón peruano que no se abra ante su nombre como un templo, y vierta ante su gloria el incienso de una gratitud y un orgullo tan legítimo como perdurable”. Grau es un modelo de integridad moral. Cuando se inmola en Angamos tiene 45 años. Una foja impecable y la promesa de una vida apacible en el hogar.

Recuerda su biógrafo el historiador José Agustín de la Puente: “Se embarca cuando tiene 9 años de edad y regresa a Lima cuando cumple los 19”.  En esta etapa de su vida Grau penetra en el mundo de lo marinero a través de una singular experiencia personal y no de los libros. Grau entre 1843 a 1853 recorrió un total de 102 mil 854 millas.
En Grau la felicidad es un admirable amor a su esposa Dolores Cabero amor y a su numerosa familia. La familia Grau y Cabero tuvo diez hijos: Enrique (18698), Miguel Gregorio (1869), Juan Manuel Pedro Blas Oscar (1871), Ricardo Florencio (1872), María Luisa (1873), Carlos Pedro (1874), Rafael Leopoldo (1876), Victoria (1877), Elena (1877) y Miguel (1879). Grau fue un hombre de profundas vivencias cristianas.

Grau fue valeroso.  El valeroso se  presenta sin temor ante una muerte honrosa y ante peligros que cada instante pueden caer sobre él. El valeroso sabe que hay que darse del todo, entregarse del todo: es preciso que el sacrificio sea holocausto.  Aristóteles distingue cinco tipos de valor: El valor cívico es propio de los héroes y de los soldados que obedecen a sus jefes. Este es uno de los atributos de Grau. Otro es el valor de la experiencia que nace del conocimiento y de la vida. La vida de Grau fue un gran conocimiento del mar.
Otro es el valor de la cólera, que según el estagirita no es otra cosa que capacidad de indignación ante la injusticia y el menoscabo. En donde, en apariencia,  resulta fácil y cómodo  dejar pasar las cosas.  También hay un valor de la confianza en la que se sostiene la intrepidez y la sangre fría ante los peligros. Grau dio numerosas demostraciones de audacia y con justicia simbolizó al Perú a bordo del Huáscar. Finalmente esta el valor de la ignorancia que desaparece delante del verdadero  peligro y se convierte en arrojo. La vida  de Grau resume el valor cívico, el valor de la justicia, el valor de la experiencia y el valor de la confianza.

Grau simboliza a Piura. Y en su vida fue un paradigma cívico. De él podemos extraer muchas lecciones. Yo me pregunto cuáles hubiesen sido las decisiones de Grau al frente de la Alcaldía de Piura o también del Gobierno regional. Políticamente Grau fue civilista y en su trayectoria parlamentaria, como Diputado por Paita, mostró una preocupación por los caminos que aproximan a los pueblos, los puertos, la defensa nacional y  la educación. Ahí donde nace una escuela surge la conciencia ciudadana. Grau vislumbró las pretensiones hegemónicas de Chile en el Pacífico y dio cuenta del expansionismo de Diego Portales.
Creo que  los  valores de Grau nos nutren  y fortalecen. Por ello creo que  Grau en tiempo presente es un gran agitador de las conciencias. A él le preocupaba el bien común que es la felicidad de todos. Por eso quienes conducen los destinos de Piura y la región no pueden detenerse  ante la energía paralizante del desaliento y el desanimo. Quienes trabajan por el bien común tienen la certeza que dejarán huellas profundas.

Hace algunos días el doctor Manuel Cerdoya, consultor del Proyecto Parque Tecnológico del Gobierno Regional señalaba que este es un proyecto similar a otros proyectos ya realizados como el Parque Tecnológico de Guipúzcoa, en San Sebastián, España  y la Ciudad de del Conocimiento en Panamá que actualmente funcionan con gran éxito. Este  es una iniciativa de gran aliento e impulso al desarrollo y a la ciencia. No se detenga señor presidente regional en hacerlo. Inspírese en Grau y entenderá usted que los sueños compartidos son realidades  posibles. Por eso inspirados en Piura y en el más grande de sus hijos el Almirante Grau acariciemos la esperanza en una Piura y un Perú mejor. Como dice el poeta: El que mira hacia atrás ve lo que anhela. El que corta la flor la inmortaliza. Yo corto aquí mi discurso porque en nuestro pasado anida la grandeza en una Piura mejor.

sábado, 6 de octubre de 2012

Piura celebra 480 años de fundación hispánica

¿QUE CELEBRAMOS PIURANOS?
Por: Miguel Godos Curay

Los 480 años de Piura son motivo de orgullo. San Miguel es la más antigua del Perú y tiene el privilegio de haber sido fundada por Pizarro. No se piense  que la fundación aconteció sin percances. No fue así. Pizarro antes de debutar  como fundador de ciudades  en nombre de la corona. Lo hizo también  como severo escarmentador de indios alzados y levantiscos. Envió a la hoguera  al valeroso cacique de Amoxtape y a otros trece señores del Chira. Pocos conocen que con Pizarro viajaba el sarampión y otros males que diezmaron a la población aborigen sin necesidad de hacer uso de la pólvora y el acero. Las epidemias resultaron más eficaces que el arcabuz.

De Piura se ha dicho mucho. Por ejemplo, que tenía sólo dos estaciones. El verano y la estación del ferrocarril. Hoy con el cambio climático hablamos del invierno y el infierno. El frío y el calor. Los impactos del cambio climático se sentirán en sus balnearios en el filo costero en donde las olas arremeten con fuerza contra todo lo construido. El avance es incontenible. El reforzar cimientos es plata botada. Otra de las vulnerabilidades de Piura es su sistema de evacuación de aguas pluviales.Aquí el agua erosiona y busca su cauce natural.

Piura tiene nuevas vocaciones productivas. Uva, mago, caña de azúcar son nuevos productos que arrinconan al arroz y al algodón. El banano orgánico, el cacao, el café, la panela y los zumos tropicales son productos que Piura coloca en los nichos de oportunidad del comercio justo. Sin embargo, tiene que aprender a usar mejor el agua, a preservar sus acuíferos y a proteger las forestas. Si con los diluvios de 1983 Piura reforestó 250 mil hectáreas. Hoy la depredación  destruye lo que la naturaleza preservó. Una amenaza para las fuentes de agua es también la minería informal que envenena torrentes y destruye todas las formas de vida a su paso.

Económicamente Piura no está mal pero podría ir mejor si no se improvisara tanto en las políticas públicas. Aquí las soluciones transitorias se convierten en eternas. Así podríamos pasarnos toda la vida limpiando drenes sin soluciones duraderas a viejos problemas. Un viejo sueño de los piuranos fue el ferrocarril de Paita al Marañón. A este proyecto visionario José Santos Chocano dedicó unos sentidos versos. Hoy Piura a través de la carretera interoceánica se conecta  con  Yurimaguas. Mejor dicho el viejo sueño de unir las cuencas del Pacífico con el Atlántico ya se hizo realidad. Sin embargo, a los piuranos se nos ocurrió que esta autopista es una buena ocasión para vender raspadilla. No hemos vislumbrado el corredor comercial que Brasil necesita para embarcar su producción de soja con destino a Asia en Paita. Quienes mejor usan la interoceánica, hasta hoy, son los narcotraficantes. Las interdicciones de la DEA en Paita  son más que una alerta de los flujos y reflujos de la acumulación sucia.

Advertía el escritor Miguel Gutiérrez, respecto a la composición de Piura antes de la reforma agraria de Velasco, que lo predominante eran las alianzas matrimoniales de los hacendados con los migrantes extranjeros: ingleses, alemanes, italianos y españoles. Los cascabeles sonaban ahí en donde se sellaba una alianza matrimonial. Indios, con legitimidad, se sentían los catacaos y los sechuras. Reacios a abandonar sus costumbres y tradiciones religiosas. Las indias, recuerda Gutiérrez usaban zarcillos de oro. Cuando no quintos de oro en cada lóbulo.

En Piura se bebía chicha en tales volúmenes que los impuestos a las botijas y barriles permitían dar mantenimiento a los puentes. Catacaos, se convirtió en un emporio económico dedicado al tejido de finísimos sombreros de paja toquilla. La materia prima venía del Ecuador. Indios e indias insomnes durante las noches de luna tejían los sombreros más finos. Las cocinerías de Catacaos siempre fueron  el complemento en esa combinación de chicha y piqueo. Las chicherías expandieron la democracia pueblerina y para alejar a los blancos urdieron mitos como el de que la mejor chicha se cuela en calzón de vieja y la bebida tiene mejor sabor cuando se masca el afrecho. Don Manuel Quiroz, un fotógrafo ecuatoriano registró con curiosidad memorable todo el proceso de elaboración del espumante  néctar.

Los piuranos  son un punto aparte por el esplendor de su inteligencia. El primer peruano incorporado a la naciente Academia Española de la Lengua fue piurano. Don Diego de Villegas y Quevedo (Piura,1694-Cuzco, 1754) fue un humanista erudito.  Piurano fue también Luis Antonio Eguiguren (Piura, 1887-Lima,1967) su adhesión a la justicia y al derecho. Y su devoción por la Universidad de San Marcos no tiene parangón. Podría anotar a Godofredo García Baca (Chulucanas,1933-San Lorenzo, 2001) un luchador social victimado alevosamente cuando enarbolaba la defensa de la tierra. Piurana es Carlota Ramos de Santolaya  (Piura,1910-Piura,1994) Un mujer íntegra, poetisa, fina y sensitiva cuyas conquistas en el parlamento merecen la gratitud cívica de los piuranos.  Piurano también  Alejandro Sánchez Arteaga (Castilla,1937-Lima1951) el niño héroe. Un estudiante de coraje  que rescató en un siniestro a una criatura entre las llamas a precio de su propia vida. O Felipe Cossío del Pomar (Morropón,1888-Lima,1981). Un pintor que después de recorrer el mundo  “quiso que su tumba estuviera ahí donde se meció su cuna”.

lunes, 1 de octubre de 2012


PIURA Y LOS PIURANOS
Por: Miguel Godos Curay

Percepción ciudadana con sentido de humor
Parece que los piuranos no nos hemos dado cuenta que el territorio que habitamos es una abundante despensa  de variada riqueza. Piura tiene 35 mil 892.49 kilómetros cuadrados, el 3.0 % del territorio nacional.  Piura es rica. Tiene hidrocarburos (petróleo y gas), fosfatos, cobre, molibdeno y oro. Tiene todo el reino mineral bajo su corteza esperando convertirse en inversiones y beneficios para la región en algún momento.  También tiene una agricultura diversificada como para no morirse de hambre. Tiene agua pero debe administrarla sin desperdicio. Nuestra pesquería es la más variada del país. En Piura se come bien y en abundancia lo que otros sólo miran. La riqueza de Piura es más que expectante.

A todo ello podemos sumar un clima agradable, la proximidad al mar y una cocina variada, exquisita y envidiable.  Por este territorio se le hace la boca agua a muchos. A promisores inversionistas pero también a voraces especuladores. Muchos piuranos  no se han dado cuenta de los atributos  de su región. Y en la escuela pocas veces con seriedad se enseña lo que tenemos. Fácilmente podríamos sumarnos a este emporio. Pero los piuranos créanlo o no tienen virtudes y defectos. Virtud de algunos es el trabajo. La ociosidad, esa falta de emprendimiento es un defecto detestable.

Algunos piuranos desean con furia y vehemencia lo que otros tienen. Por ello viven de la desconfianza y del guiso de lengua. Otros siembran. Hay quienes quieren cosechar sin trabajar. Hay quienes se nutren de la vida institucional consagrados al ejercicio de la función pública. Deberían ser los artífices de las grandes decisiones. Pero viven sumergidos en un mar de indecisiones. Esta es nuestra comedia y tragedia a la vez. Otros piensan que nuestros viejos problemas: la inseguridad ciudadana, el desorden del transporte, el caos del mercado y el desaseo urbano  se resolverán de un día para otro. No es así. Este rito mentiroso sangra presupuestos, aprueba cohechos y  convierte en un botín cualquier obra pública. Al final del ejercicio fiscal con una baraja de floridos argumentos se trata de explicar lo que no se hizo  o se dejó de hacer.

Tampoco faltan los ingenuos, calienta sillas y recoge bolas.  En realidad Piura no necesita más de lo mismo.Piura no puede improvisar su futuro y contentarse con poco. Piura no puede ser un premio consuelo ni un huevo del viento de una gallinita desafortunada. Un territorio es un sueño construido afirma  Luhmann.  El conocimiento es una construcción del mundo en el mundo. Es  un acto de creación por la observación y la distinción. La observación como método es el reconocimiento, el reflejo de una estructura subyacente de la comunicación. Es por tanto creadora de la sociedad. Sucede que el conocimiento de muchos piuranos se quedó extasiado en la aldea, en la avenida Grau el puente viejo y la picantería.  Y ahí se quedaron estacionados.

Piura es mucho más. Algunos la llaman la California del Perú. Piura, vive una patente ausencia de liderazgos. Con malos ejemplos que sirven de ejemplo. Con goleadas y derrotas al extremo de vivir en una cuerda floja sin altura. Con una cocina memorable pero un afán sin memoria de vivir. Con invisibles iniciativas como las de Juan Hernández que pueden romper el alma a cualquiera. EL hogar para niños con Sida del jirón Lancones en Santa Rosa  es un esfuerzo con garra que requiere apoyo. Criaturas que no pidieron venir al mundo  pero que están aquí entre nosotros y que hay que atender. Y Juan  que habla poco hace mucho.

Piura una ciudad tan grande que utiliza la grandeza de Grau para medir su estatura moral no puede ser esquiva  a estas acciones nobles. Programas en favor de los niños pobres como Manitos trabajando o Cannat. Juan hace mucho mientras otros deshacen presupuestos sin pudor y vergüenza. El presupuesto de Juan es diminuto porque es de sobrevivencia. Si Juan sobrevive es porque Dios de vez en cuando estudia economía y hace ver color azul cielo las cifras que están en rojo. Tocar la puerta y empujar el codo a empresarios sin alma es una pérdida de tiempo. Tampoco es bueno convocar a los que hacen poco pero lo anuncian tanto.

Esa paradoja de ser ricos y vivir como pobres irrita el sentido común. Es una actitud similar a la de la zorra que contempla las  uvas  y se consuela con sólo verlas. Piura tiene sol en abundancia, también tiene luna que nadie contempla. En las ciudades de los rascacielos no es posible contemplar ese sol que se sumerge como una ardiente naranja en el mar. O esa luna alunada que en Piura luce lúbricamente extraordinaria. Por andar mirando el suelo los piuranos nos perdemos el esplendor de ese espectáculo gratis y maravilloso. Vivimos como cojudos cuando deberíamos asumir con  garra y energía los desafíos de los nuevos tiempos.  Tenemos un cielo estrellado pero nos faltan hombres y mujeres con sueños. Somos piuranos pero nos sentimos como extranjeros y extraños en nuestro territorio. Algo así como tener una biblioteca y no saber leer. O esa infelicidad mayor que es el renunciar a ser buenos.