¡AY MAMITA
QUE NOS PASA A LOS PIURANOS!
Por: Miguel
Godos CurayWebear significa en Piuira navegar en la Webb-Hueviar es fingir y engañar |
En Sullana un magistrado se inhibe porque el defensor del procesado es
su profesor en la maestría. Últimamente los funcionarios públicos recurren a
prestigiados abogados que les cobran en
contante y sonante por librarlos del incomodo trance judicial. Así los defensores
de causas imposibles resultan afortunados. Como se dice en Piura “los abogados
estudian derecho para torcer las leyes”. Lo propio sucede con los arquitectos
que advierten el hacinamiento de la ciudad. En realidad son los alfiles de la
burbuja inmobiliaria. Otros son parte del equipo de ablandadores lanzados a los municipios por los
gestores de proyectos inmobiliarios. La voracidad por la tierra en Piura se ha
desencadenado salvajemente y no hay quien la detenga.
En Piura suceden acontecimientos realmente insólitos. El vicepresidente
regional Maximiliano Ruiz Rosales acaba
de declarar lo siguiente: “Si Javier Atkins no me encarga nada me rascare la barriga”. Lo que significa que
el vicepresidente se la pasara, en el tiempo que le queda en el gobierno
regional, en un interminable escozor y rascadera. Otros opinan
especulativamente que el vicepresidente padece una especie de “rasca-rasca”
política que afecta las partes más sensibles de su cuerpo producto de los
desentendimientos políticos.
Como bien dicen los piuranos
cuando se encuentran: ¿Hola primo como estás? No es que tengan un vínculo
familiar o espiritual. Sino que a sí mismo se sienten integrantes de una
familia mayor. Esa familia es una cadena interminable de cortesía y de amabilidad.
“Primito como pasa el tiempo y como cambian las cosas. Antes nos encontrábamos en
los chicheríos. Hoy sólo nos vemos en los hospitales. Así pasa el tiempo.” Y continúan
hablando haciendo uso de la ironía y el
humor hasta destornillarse de risa. “Ay
primito antes había que cuidar a las churres
para que no se caigan de la cama y hoy que cuidarlas que no se suban a
la cama de cualquier hijo de la guayaba”.
La conversación prosigue. “¿Y como está de la salud primito? Primito mejorando, mejorando por la voluntad
de Dios porque con estos médicos no estamos libres del paro”.
La conversación se prolonga sobre temas variados. La economía del país,
la política y el obituario de la semana. La actitud ante la muerte del piurano
es de aceptación gozosa porque significa
el encuentro con Dios. La muerte llegará en su momento y sin apuro. Los piuranos conversan en los pasillos del hospital, en el mercado,
en la Plaza de Armas, en las colas de los bancos. Escucharlos conversar es un
deleite por la gran cantidad de ocurrencias que deslizan o por la forma pícara
con la que administran el doble sentido de hechos y acontecimientos. Así
podrían afirmar que Piura tiene dos estaciones: “El invierno y el infierno”. O
que la Directora de El Tiempo se ha dedicado al “webeo”. Todo el día para “webeando”.
Mejor dicho intercambiando información en la web. El webeo es el deporte de los jóvenes
pertrechados de Iphone y de equipos de telefonía caros. Webear es distinto que
huevear. El huevear piurano es el
engaño, el simular que se trabaja fingiendo acción y detenimiento. Sensu stricto
no se hace nada.
Sobre los políticos menudean los juicios. El indulto a Fujimori por
causa de carcinoma de lengua que no es una afección terminal. Unos opinan que
el entorno familiar de Fujimori quiere ablandar al gobierno a vísperas de
navidad. El indulto es una concesión privativa del Jefe de Estado, una prerrogativa
de las antiguas monarquías. La amnistía es el olvido legal de las penas. El
indulto no es de ningún modo amnistía. Los delitos perpetrados por Fujimori no
han prescrito y son historia reciente. Uno de los puntos de controversia es el
siguiente: si en prisión Fujimori tiene todo es mejor que siga en prisión que
debilitando el sistema democrático con un indulto discutible desde el punto de
vista jurídico. Con Fujimori libre pierde la democracia algo así como dejar los
candados abiertos para los terroristas, los corruptos y los narcotraficantes. Y que el próximo
indultado sea Vladimiro Montesinos por dolor de muela.
Piura tiene sus propios encantos y atractivos. Los desencantos son
producto de la improvisación y el mal gusto. Lo ocurrido en la avenida
Bolognesi es realmente una demostración
inequívoca de lo que no se debe hacer en una ciudad. A ello se suma la
irracionalidad de quienes creen que la motosierra y el hacha son las
herramientas del progreso y la civilización. No lo son. El respeto a la
naturaleza es un valor elemental. Es el respeto a la vida misma. Las losetas
quebradizas que no resisten la radiación solar son mera decoración para el
momento y nada más. Las huachaferías y arrumacos arquitectónicos no son sino
expresión de una grosera falta de respeto a la ciudad y sus habitantes. ¿Nos
creen tontos?
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