sábado, 6 de octubre de 2012

Piura celebra 480 años de fundación hispánica

¿QUE CELEBRAMOS PIURANOS?
Por: Miguel Godos Curay

Los 480 años de Piura son motivo de orgullo. San Miguel es la más antigua del Perú y tiene el privilegio de haber sido fundada por Pizarro. No se piense  que la fundación aconteció sin percances. No fue así. Pizarro antes de debutar  como fundador de ciudades  en nombre de la corona. Lo hizo también  como severo escarmentador de indios alzados y levantiscos. Envió a la hoguera  al valeroso cacique de Amoxtape y a otros trece señores del Chira. Pocos conocen que con Pizarro viajaba el sarampión y otros males que diezmaron a la población aborigen sin necesidad de hacer uso de la pólvora y el acero. Las epidemias resultaron más eficaces que el arcabuz.

De Piura se ha dicho mucho. Por ejemplo, que tenía sólo dos estaciones. El verano y la estación del ferrocarril. Hoy con el cambio climático hablamos del invierno y el infierno. El frío y el calor. Los impactos del cambio climático se sentirán en sus balnearios en el filo costero en donde las olas arremeten con fuerza contra todo lo construido. El avance es incontenible. El reforzar cimientos es plata botada. Otra de las vulnerabilidades de Piura es su sistema de evacuación de aguas pluviales.Aquí el agua erosiona y busca su cauce natural.

Piura tiene nuevas vocaciones productivas. Uva, mago, caña de azúcar son nuevos productos que arrinconan al arroz y al algodón. El banano orgánico, el cacao, el café, la panela y los zumos tropicales son productos que Piura coloca en los nichos de oportunidad del comercio justo. Sin embargo, tiene que aprender a usar mejor el agua, a preservar sus acuíferos y a proteger las forestas. Si con los diluvios de 1983 Piura reforestó 250 mil hectáreas. Hoy la depredación  destruye lo que la naturaleza preservó. Una amenaza para las fuentes de agua es también la minería informal que envenena torrentes y destruye todas las formas de vida a su paso.

Económicamente Piura no está mal pero podría ir mejor si no se improvisara tanto en las políticas públicas. Aquí las soluciones transitorias se convierten en eternas. Así podríamos pasarnos toda la vida limpiando drenes sin soluciones duraderas a viejos problemas. Un viejo sueño de los piuranos fue el ferrocarril de Paita al Marañón. A este proyecto visionario José Santos Chocano dedicó unos sentidos versos. Hoy Piura a través de la carretera interoceánica se conecta  con  Yurimaguas. Mejor dicho el viejo sueño de unir las cuencas del Pacífico con el Atlántico ya se hizo realidad. Sin embargo, a los piuranos se nos ocurrió que esta autopista es una buena ocasión para vender raspadilla. No hemos vislumbrado el corredor comercial que Brasil necesita para embarcar su producción de soja con destino a Asia en Paita. Quienes mejor usan la interoceánica, hasta hoy, son los narcotraficantes. Las interdicciones de la DEA en Paita  son más que una alerta de los flujos y reflujos de la acumulación sucia.

Advertía el escritor Miguel Gutiérrez, respecto a la composición de Piura antes de la reforma agraria de Velasco, que lo predominante eran las alianzas matrimoniales de los hacendados con los migrantes extranjeros: ingleses, alemanes, italianos y españoles. Los cascabeles sonaban ahí en donde se sellaba una alianza matrimonial. Indios, con legitimidad, se sentían los catacaos y los sechuras. Reacios a abandonar sus costumbres y tradiciones religiosas. Las indias, recuerda Gutiérrez usaban zarcillos de oro. Cuando no quintos de oro en cada lóbulo.

En Piura se bebía chicha en tales volúmenes que los impuestos a las botijas y barriles permitían dar mantenimiento a los puentes. Catacaos, se convirtió en un emporio económico dedicado al tejido de finísimos sombreros de paja toquilla. La materia prima venía del Ecuador. Indios e indias insomnes durante las noches de luna tejían los sombreros más finos. Las cocinerías de Catacaos siempre fueron  el complemento en esa combinación de chicha y piqueo. Las chicherías expandieron la democracia pueblerina y para alejar a los blancos urdieron mitos como el de que la mejor chicha se cuela en calzón de vieja y la bebida tiene mejor sabor cuando se masca el afrecho. Don Manuel Quiroz, un fotógrafo ecuatoriano registró con curiosidad memorable todo el proceso de elaboración del espumante  néctar.

Los piuranos  son un punto aparte por el esplendor de su inteligencia. El primer peruano incorporado a la naciente Academia Española de la Lengua fue piurano. Don Diego de Villegas y Quevedo (Piura,1694-Cuzco, 1754) fue un humanista erudito.  Piurano fue también Luis Antonio Eguiguren (Piura, 1887-Lima,1967) su adhesión a la justicia y al derecho. Y su devoción por la Universidad de San Marcos no tiene parangón. Podría anotar a Godofredo García Baca (Chulucanas,1933-San Lorenzo, 2001) un luchador social victimado alevosamente cuando enarbolaba la defensa de la tierra. Piurana es Carlota Ramos de Santolaya  (Piura,1910-Piura,1994) Un mujer íntegra, poetisa, fina y sensitiva cuyas conquistas en el parlamento merecen la gratitud cívica de los piuranos.  Piurano también  Alejandro Sánchez Arteaga (Castilla,1937-Lima1951) el niño héroe. Un estudiante de coraje  que rescató en un siniestro a una criatura entre las llamas a precio de su propia vida. O Felipe Cossío del Pomar (Morropón,1888-Lima,1981). Un pintor que después de recorrer el mundo  “quiso que su tumba estuviera ahí donde se meció su cuna”.

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