sábado, 16 de febrero de 2013


EDUCACION, MAFIAS Y CONFORMISMOS
Por: Miguel Godos Curay

En Piura urge mejorar la calidad de la educación
El próximo 4 de marzo deben iniciarse sin falta pero con premura  las clases en  todos los centros educativos de la región. Esto sucede francamente en la costa. En la sierra y con un  mil pretextos se dilata el inicio de clases hasta abril dependiendo de las lluvias. Los docentes costeños recurren a jornadas de capacitación, a certificados médicos y a una serie de procedimientos para eludir su puntual asistencia. En la ciudad en donde el control surte efecto no hay inconveniente. Salvo los que provoca la ausencia de docentes contratados y en otros casos las últimas semanas del verano.
El tema educación es un tema muy sensible en Piura. Pese a la prohibición de pagos y cuotas que impidan la matrícula estos se aplican a rajatabla bajo diversas e ilegales modalidades. Una de ellas es la presunta donación que hacen los padres de familia al centro educativo. Las Asociaciones de Padres de Familia, salvo contadas excepciones, devienen en mafias organizadas por la administración de los fondos y el perro muerto. Las rendiciones de cuenta sin documentos  con valor fiscal son parte de ese deporte inmoral que es el dilapidar recursos. Un balance no es más que un ato de hojas de cuaderno ilegibles con las que se pretende justificar los gastos.

Pero la corrupción de las Apafas sintoniza con la de las autoridades del centro educativo. En Piura hay variadas y curiosas formas para esquilmar los bolsillos de los padres de familia. Hay centros educativos públicos (estatales) que funcionan como privados donde los cobros exceden la razonable capacidad de pago de los padres. Un caso patético pero al mismo tiempo alcahuetería insoportable es la de un centro educativo en la que se exige “cuota para la celebración del cumpleaños del coronel director”, “cuota para la piscina”, “cuota para el cumpleaños de la señorita”. En fin gastos onerosos por donde se les mire pero que los padres de familia silencian por temor a las represalias tras la denuncia. Ya es hora que así como se estila en los establecimientos públicos y privados debe abrirse “Libros de Reclamaciones” en todos los centros educativos de la región en donde sea posible el registro y el seguimiento de las demandas de los padres de familia.
Igual sucede con otros relajados establecimientos que se presume son modelo de disciplina, férrea y militar. En el fondo no lo son. A ello pueden sumarse las compra de uniformes con nombre propio y la adquisición de costosos textos escolares que las avisadas editoriales mantienen porque han encontrado una forma de sacarle la vuelta al estado peruano. No se piense que estos mayores costos tienen impacto en el  rendimiento escolar o en el desempeño de los alumnos. El logro educativo no existe y los centros educativos privados proveen estudiantes  para las universidades privadas  que han crecido explosivamente en Piura. Y los públicos para la única universidad pública que existe en la región.

La   educación es un punto crítico y pendiente en la agenda regional.  La última evaluación  para la contratación docente demostró el bajo nivel de los postulantes. A ello se pueden sumar el deterioro de la calidad educativa, el escaso involucramiento de los padres de familia en la calidad de los contenidos educativos que se imparten a sus hijos. Los bajos rendimientos en razonamiento matemático y comprensión lectora. La desvinculación de la educación cívica con la formación ciudadana, igualmente  la práctica de la educación física con la práctica deportiva. Los cursos de formación artística se han convertido en un relleno o en una pérdida de tiempo. Al culminar la secundaria nuevamente  a los estudiantes los asalta el desconcierto de no saber el camino a elegir. La enseñanza del inglés es una verdadera tomadura de pelo para estudiantes que se expresan inadecuadamente en su idioma nativo y que a duras penas tuvieron algunas desventuradas horas de idioma extranjero.
Muchas de estas carencias históricas se desnudan en la universidad en donde en los primeros ciclos persisten las deficiencias de una mala secundaria. Creemos que urgen estímulos para los padres de familia, los docentes y los propios estudiantes para  mejorar. No podemos esperar que de la mediocridad y la pobreza intelectual surjan estímulos por la lectura y por la ciencia. La mayor parte de los laboratorios  en los colegios secundarios de la región no se usan y son desmantelados impunemente.   De docentes poco afectos por la lectura y la adquisición de libros no podemos esperar el fomento por la lectura.

Un desfase es el uso de internet en el proceso de aprendizaje. Pocos docentes saben hacer uso adecuado de la información disponible y de contenidos para enriquecer su clase. Sucede que una conexión inalámbrica en una laptop es una inversión para un maestro que quiere mejorar su desempeño pero al no encontrar estímulos prefiere a hacer lo que hace la mayoría de los docentes. Desentenderse de la calidad. Cuando hablamos de estímulos tenemos la convicción  en libros, becas, premios, concursos para los mejores. Los proyectos educativos de gran aliento empiezan de a poco, pero requieren el concurso de padres preocupados por la formación de sus hijos, docentes motivados y creativos  y estudiantes con ganas de aprender. Sin duda, que el futuro Parque Tecnológico de Piura requiere de un soporte de cerebros inquietos que de conformistas quietos.   

sábado, 9 de febrero de 2013


¿MINISTROS PIRATAS Y DOCTORES COPIONES?
Por: Miguel Godos Curay

¿Bryce plagiaerio?
El plagio es un deporte en la universidad peruana. Un estudio minucioso de la producción intelectual de muchos académicos nos dejaría estupefactos frente a la más descarada piratería intelectual. Separatas, módulos, tesis, proyectos de investigación y monografías no son producto del esfuerzo y la elaboración personal sino del plagio, del hurto intelectual. Del robo descarado producto de una mala práctica  académica e intelectual a la que con seriedad no se le pone límite, objeción y se le sanciona.
Lo sucedido con la ministra de Educación alemana Annette  Schavan es más que una sanción moral a los plagios encontrados en su tesis doctoral. El título  le fue retirado por la Universidad de Düsseldorf. La universidad reexaminó la tesis tras una denuncia anónima publicada en un blog  y finalmente confirmó que la estudiante se apropió “de forma sistemática  y premeditada” de contenidos y reflexiones ajenas, vulnerando las reglas del trabajo científico. Hace dos años, por la misma causa, tuvo que dimitir el ministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg después de perder su título de doctor. La tesis de Guttenberg era un fraude de principio a fin. No solo se había copiado extensos párrafos de artículos periodísticos. Sino de reflexiones   de tesis ajenas. A la Canciller Angela Merkel no le tembló la voz para anunciar la dimisión  de la ministra copiona.

Internet se ha convertido en un ilimitado proveedor de información. La práctica común entre los estudiantes universitarios es el corta  y pega. El resultado final es una investigación incoherente sin pies ni cabeza que no soporta el rigor y la seriedad de un serio estudio científico. Lo mismo sucede con la lectura crítica y los análisis de contenido donde falta el aporte personal y sobra el plagio. En todos los casos el pirata redomado omite la fuente y estampa sin recato su firma. El plagio menudea entre los alumnos mediocres que lo consideran un acto natural, sin embargo, también sucede con malos profesores y algunos con rango doctoral. Por eso, no nos extrañe el plagio de proyectos en las instituciones públicas y privadas. Muchos proyectos en gobiernos regionales, municipios y Ongs, no son otra cosa, que producto copia y pega. El dinero del Estado y de instituciones financieras se dilapida sin que se penalice a los autores  de descomunales apropiaciones intelectuales.
En la Pontificia Universidad Católica  la lucha contra la apropiación intelectual  y la piratería se ha convertido en una filosofía de trabajo. La estrategia busca que los estudiantes valoren y reconozcan el derecho de propiedad intelectual y se conviertan en aliados contra las variadas formas de plagio. Cualquier trabajo de investigación o tesis  debe presentarse en formato digital de tal manera que pueda ser sometido a un análisis que permita comparar las similitudes entre documentos. Uno de estos sistemas es el Document Fingerprinting, el cual es un algoritmo que permite extraer un conjunto de valores numéricos del documento  que representan a varias porciones del mismo. El conjunto de estos valores recibe el nombre de fignerprint, la huella digital,  del documento. Mediante la comparación de las distintas fingerprints de distintos documentos es posible detectar las secciones comunes obteniéndose evidencias del plagio.

El acceso a las tesis en las bibliotecas universitarias es también otro procedimiento de cautela de la propiedad intelectual. Los plagios son detectados, muchas veces, por perspicaces jóvenes estudiantes que anotan en sus comentarios, tras la paciente lectura, esta falta de seriedad intelectual que adorna a muchos académicos que presumen de sus títulos  tratándose de inmorales y avezados copiones. Ladrones intelectuales es el término preciso. Otro procedimiento es la auditoría académica en la que un simple testeo permite desnudar a tantos y tontos que recurren al crematístico negocio de adquirir una tesis en el mercado, pirateada, maquillada y tantas veces negociada.
Los territorios del plagio son variados. Podría tratarse del despacho de un congresal, un estudio de abogados en donde la computadora se ha convertido en un almacén de posibilidades de obtener dinero, la redacción de un periódico o una institución académica de dudoso prestigio. Lo propio acontece en el mundo de la literatura y la creación. El propio Alfredo Bryce Echenique fue censurado por la apropiación intelectual de artículos periodísticos en los que estampó su firma. El premio que le fue conferido por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le tuvo que ser entregado en Lima porque el rechazo a la piratería intelectual fue unánime. El plagio, el robo intelectual es una epidemia que hay que combatir  sobre todo en donde se aplica aquella frase que dice “dime de que presumes”  y “te diré lo que te falta”

jueves, 7 de febrero de 2013


130 AÑOS DE LA TOMA DE PIURA POR LOS CHALACOS
Por: Miguel Godos Curay

Barricada de la Comuna de París
La Comuna de París es un extraño acontecimiento histórico. Duró solamente 73 días pero sus impactos en la política fueron inmensos. La Comuna marca el tránsito de liquidación sangrienta del Segundo Imperio y el advenimiento de la III República. La instrucción judicial y la represión de sus líderes fue drástica y brutal debido a la sospecha  de que había sido conducida por la Asociación Internacional de Trabajadores. Según Sartori fue la primera tentativa de organización de un gobierno proletario. Su fracaso marcó el desplome de la utopía marxista.
Las montoneras fueron en Piura un episodio de violencia política  de las comunidades campesinas contra el gamonalismo local y regional. Una crisis de confianza en las instituciones y líderes de la república acompañó este proceso que también tuvo un desenlace sangriento. Hildebrando Castro Pozo señala lo siguiente. “Ya hace algunos años, ‘1883’ cuando ciertos hacendados extendieron el dominio de sus fundos hacia tierras de comunidades, en lo que fueron apoyados por las autoridades políticas y judiciales del Departamento; los comuneros de Frías y Santo Domingo, capitaneados por los de la Comunidad de Chalaco, se sublevaron protestando de lo que ellos llamaron, “ parcialidad injusta a favor de los blancos”. Avanzaron en son de guerra hasta la Capital del Departamento, que tomaron sin resistencia; y cuando las autoridades quisieron rescatarla, hubo que hacerlo a sangre y fuego, y tomando las calles palmo a palmo. En la acción no se dejó perdonar ningún serrano comunero; pues sintiéndose acorralados por el número , se vieron los sobrevivientes en la dura necesidad de defenderse dentro de una casa, y allí prefirieron morir, entre las llamas del incendio que ordenó practicar la autoridad atacante, antes que rendirse e implorar la clemencia del vencedor” 

Vicente Rázuri, cronista memorioso en sus “Estampas Piuranas refiere “En el año 1882 , cuando el ejército chileno ocupaba la República, Seminario, secundando en Piura la protesta del General Lizardo Montero, se levantó en armas contra el invasor  ocupando Piura como Prefecto y Comandante General. Fue entonces que ocurrió una de las tragedias más dolorosas de la Historia de Piura…”  Los hechos nos remiten  a lo ocurrido 28 de Enero de 1883.
Benjamín Urbina un testigo de los acontecimientos señaló “¡Algunos propietarios de fundos  en las haciendas limítrofes a la sierra de Piura, pretendieron extender sus latifundios hacia las comarcas de Santo Domingo y Chalaco, llevando sus pretensiones de dominio hasta la  Quebrada de Huachari. “Los Chalacos, cuyo extenso territorio pertenecía entonces a la provincia de Ayabaca, y que tenían bajo su dominio un campo muy poblado, constituían una Gran Comunidad; tenían pequeñas propiedades que heredaban de sus mayores y sentíanse, desde luego, amos y señores de este vasto territorio que ocupaban y donde pacentaban sus ganados entonces muy numerosos.

“Uno de los perjudicados, era Vicente García hombre díscolo valiente y prestigioso entre la gente del campo. Los comuneros en más de una ocasión, encabezados por García, bajaron hasta la hacienda de Morropón, buscando la manera de procurarse un arreglo con los hacendados, no pudiendo conseguir nada a pesar de la intervención amistosa de don Juan Seminario León, que actuaba como representante de los reclamantes. Este señor aconsejó a los comuneros marchar sobre Piura y hacer un reclamo a las autoridades superiores. Fue así cómo, organizados en número de 100, y armados con fusiles de toda clase, marcharon con Seminario y León y Vicente García a la cabeza, en busca de un arreglo, que deberían conseguir ya fuera por la justicia que les abonaba ; o imponerlo por la fuerza si era necesario”.
“Serían las 5 de la madrugada del día 28 de enero, 1883, cuando fue despertada la población por un largo tropel que había entrado por La Tina y que tomando por la calle Arequipa (Antes Playón)  con bullicios de rebelión y a las voces de “Viva la comunidad, vivan los chalacos ( aunque hay quien asegura, que también decían viva la comuna) se dirigían hasta la altura de la calle El Callao, yéndose unos a la Plaza de Armas, y otros a la Prefectura. Estos últimos, al pasar por el establecimiento del señor Federico Ramos situado en la esquina del Callao y Libertad, hicieron un “alto” y rompiendo las puertas penetraron al interior, entregándose desenfrenadamente “más que al saqueo, a la bebida de espléndidos licores” que allí habían. Los de la Plaza participaron también del botín, en gran escala, y, cuando el licor había surtido sus efectos, a las 7 de la mañana, las tropas del Coronel don Fernando Seminario, Prefecto del Departamento,  invadían la ciudad por diferentes sectores, cumpliendo así el plan secreto ideado por el Coronel Seminario que consistía tomar a los invasores en una ratonera”.

La licorería de Ramos fue rociada con kerosene y los chalacos que allí celebraban la toma de la ciudad fueron quemados vivos tras una dura resistencia. Durante semanas por orden del Prefecto fueron fusilados en el patio de la municipalidad los  comuneros sobrevivientes de Chalaco. Los  muertos según el Historiador Miguel Maticorena Estrada llegaron a los 150 y unos pocos soldados del gobierno. La persecución a los comunistas de Chalaco y Santo Domingo duró algunos años. Una historia de pólvora, bravura y amor a la tierra.