EDUCACION,
MAFIAS Y CONFORMISMOS
Por: Miguel
Godos CurayEn Piura urge mejorar la calidad de la educación |
El próximo 4 de marzo deben
iniciarse sin falta pero con premura las
clases en todos los centros educativos
de la región. Esto sucede francamente en la costa. En la sierra y con un mil pretextos se dilata el inicio de clases
hasta abril dependiendo de las lluvias. Los docentes costeños recurren a
jornadas de capacitación, a certificados médicos y a una serie de
procedimientos para eludir su puntual asistencia. En la ciudad en donde el
control surte efecto no hay inconveniente. Salvo los que provoca la ausencia de
docentes contratados y en otros casos las últimas semanas del verano.
El tema educación es un tema muy
sensible en Piura. Pese a la prohibición de pagos y cuotas que impidan la
matrícula estos se aplican a rajatabla bajo diversas e ilegales modalidades.
Una de ellas es la presunta donación que hacen los padres de familia al centro
educativo. Las Asociaciones de Padres de Familia, salvo contadas excepciones,
devienen en mafias organizadas por la administración de los fondos y el perro muerto.
Las rendiciones de cuenta sin documentos
con valor fiscal son parte de ese deporte inmoral que es el dilapidar
recursos. Un balance no es más que un ato de hojas de cuaderno ilegibles con
las que se pretende justificar los gastos.
Pero la corrupción de las Apafas
sintoniza con la de las autoridades del centro educativo. En Piura hay variadas
y curiosas formas para esquilmar los bolsillos de los padres de familia. Hay
centros educativos públicos (estatales) que funcionan como privados donde los
cobros exceden la razonable capacidad de pago de los padres. Un caso patético
pero al mismo tiempo alcahuetería insoportable es la de un centro educativo en
la que se exige “cuota para la celebración del cumpleaños del coronel director”,
“cuota para la piscina”, “cuota para el cumpleaños de la señorita”. En fin
gastos onerosos por donde se les mire pero que los padres de familia silencian
por temor a las represalias tras la denuncia. Ya es hora que así como se estila
en los establecimientos públicos y privados debe abrirse “Libros de
Reclamaciones” en todos los centros educativos de la región en donde sea
posible el registro y el seguimiento de las demandas de los padres de familia.
Igual sucede con otros relajados
establecimientos que se presume son modelo de disciplina, férrea y militar. En
el fondo no lo son. A ello pueden sumarse las compra de uniformes con nombre
propio y la adquisición de costosos textos escolares que las avisadas
editoriales mantienen porque han encontrado una forma de sacarle la vuelta al
estado peruano. No se piense que estos mayores costos tienen impacto en el rendimiento escolar o en el desempeño de los
alumnos. El logro educativo no existe y los centros educativos privados proveen
estudiantes para las universidades
privadas que han crecido explosivamente
en Piura. Y los públicos para la única universidad pública que existe en la región.
La educación
es un punto crítico y pendiente en la agenda regional. La última evaluación para la contratación docente demostró el bajo
nivel de los postulantes. A ello se pueden sumar el deterioro de la calidad
educativa, el escaso involucramiento de los padres de familia en la calidad de
los contenidos educativos que se imparten a sus hijos. Los bajos rendimientos
en razonamiento matemático y comprensión lectora. La desvinculación de la
educación cívica con la formación ciudadana, igualmente la práctica de la educación física con la
práctica deportiva. Los cursos de formación artística se han convertido en un
relleno o en una pérdida de tiempo. Al culminar la secundaria nuevamente a los estudiantes los asalta el desconcierto
de no saber el camino a elegir. La enseñanza del inglés es una verdadera
tomadura de pelo para estudiantes que se expresan inadecuadamente en su idioma
nativo y que a duras penas tuvieron algunas desventuradas horas de idioma
extranjero.
Muchas de estas carencias
históricas se desnudan en la universidad en donde en los primeros ciclos
persisten las deficiencias de una mala secundaria. Creemos que urgen estímulos
para los padres de familia, los docentes y los propios estudiantes para mejorar. No podemos esperar que de la mediocridad
y la pobreza intelectual surjan estímulos por la lectura y por la ciencia. La
mayor parte de los laboratorios en los colegios
secundarios de la región no se usan y son desmantelados impunemente. De
docentes poco afectos por la lectura y la adquisición de libros no podemos
esperar el fomento por la lectura.
Un desfase es el uso de internet
en el proceso de aprendizaje. Pocos docentes saben hacer uso adecuado de la
información disponible y de contenidos para enriquecer su clase. Sucede que una
conexión inalámbrica en una laptop es una inversión para un maestro que quiere
mejorar su desempeño pero al no encontrar estímulos prefiere a hacer lo que
hace la mayoría de los docentes. Desentenderse de la calidad. Cuando hablamos
de estímulos tenemos la convicción en
libros, becas, premios, concursos para los mejores. Los proyectos educativos de
gran aliento empiezan de a poco, pero requieren el concurso de padres
preocupados por la formación de sus hijos, docentes motivados y creativos y estudiantes con ganas de aprender. Sin
duda, que el futuro Parque Tecnológico de Piura requiere de un soporte de
cerebros inquietos que de conformistas quietos.
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