130 AÑOS DE LA TOMA DE PIURA POR LOS
CHALACOS
Por: Miguel Godos Curay
Barricada de la Comuna de París |
La
Comuna de París es un extraño acontecimiento histórico. Duró solamente 73 días
pero sus impactos en la política fueron inmensos. La Comuna marca el tránsito
de liquidación sangrienta del Segundo Imperio y el advenimiento de la III
República. La instrucción judicial y la represión de sus líderes fue drástica y
brutal debido a la sospecha de que había
sido conducida por la Asociación Internacional de Trabajadores. Según Sartori
fue la primera tentativa de organización de un gobierno proletario. Su fracaso
marcó el desplome de la utopía marxista.
Las
montoneras fueron en Piura un episodio de violencia política de las comunidades campesinas contra el
gamonalismo local y regional. Una crisis de confianza en las instituciones y
líderes de la república acompañó este proceso que también tuvo un desenlace
sangriento. Hildebrando Castro Pozo señala lo siguiente. “Ya hace algunos años,
‘1883’ cuando ciertos hacendados extendieron el dominio de sus fundos hacia
tierras de comunidades, en lo que fueron apoyados por las autoridades políticas
y judiciales del Departamento; los comuneros de Frías y Santo Domingo,
capitaneados por los de la Comunidad de Chalaco, se sublevaron protestando de
lo que ellos llamaron, “ parcialidad injusta a favor de los blancos”. Avanzaron
en son de guerra hasta la Capital del Departamento, que tomaron sin
resistencia; y cuando las autoridades quisieron rescatarla, hubo que hacerlo a
sangre y fuego, y tomando las calles palmo a palmo. En la acción no se dejó
perdonar ningún serrano comunero; pues sintiéndose acorralados por el número ,
se vieron los sobrevivientes en la dura necesidad de defenderse dentro de una
casa, y allí prefirieron morir, entre las llamas del incendio que ordenó
practicar la autoridad atacante, antes que rendirse e implorar la clemencia del
vencedor”
Vicente
Rázuri, cronista memorioso en sus “Estampas Piuranas refiere “En el año 1882 ,
cuando el ejército chileno ocupaba la República, Seminario, secundando en Piura
la protesta del General Lizardo Montero, se levantó en armas contra el
invasor ocupando Piura como Prefecto y
Comandante General. Fue entonces que ocurrió una de las tragedias más dolorosas
de la Historia de Piura…” Los hechos nos
remiten a lo ocurrido 28 de Enero de
1883.
Benjamín
Urbina un testigo de los acontecimientos señaló “¡Algunos propietarios de
fundos en las haciendas limítrofes a la
sierra de Piura, pretendieron extender sus latifundios hacia las comarcas de
Santo Domingo y Chalaco, llevando sus pretensiones de dominio hasta la Quebrada de Huachari. “Los Chalacos, cuyo
extenso territorio pertenecía entonces a la provincia de Ayabaca, y que tenían
bajo su dominio un campo muy poblado, constituían una Gran Comunidad; tenían
pequeñas propiedades que heredaban de sus mayores y sentíanse, desde luego,
amos y señores de este vasto territorio que ocupaban y donde pacentaban sus
ganados entonces muy numerosos.
“Uno
de los perjudicados, era Vicente García hombre díscolo valiente y prestigioso
entre la gente del campo. Los comuneros en más de una ocasión, encabezados por
García, bajaron hasta la hacienda de Morropón, buscando la manera de procurarse
un arreglo con los hacendados, no pudiendo conseguir nada a pesar de la
intervención amistosa de don Juan Seminario León, que actuaba como
representante de los reclamantes. Este señor aconsejó a los comuneros marchar
sobre Piura y hacer un reclamo a las autoridades superiores. Fue así cómo, organizados
en número de 100, y armados con fusiles de toda clase, marcharon con Seminario
y León y Vicente García a la cabeza, en busca de un arreglo, que deberían
conseguir ya fuera por la justicia que les abonaba ; o imponerlo por la fuerza
si era necesario”.
“Serían
las 5 de la madrugada del día 28 de enero, 1883, cuando fue despertada la
población por un largo tropel que había entrado por La Tina y que tomando por
la calle Arequipa (Antes Playón) con
bullicios de rebelión y a las voces de “Viva la comunidad, vivan los chalacos (
aunque hay quien asegura, que también decían viva la comuna) se dirigían hasta
la altura de la calle El Callao, yéndose unos a la Plaza de Armas, y otros a la
Prefectura. Estos últimos, al pasar por el establecimiento del señor Federico
Ramos situado en la esquina del Callao y Libertad, hicieron un “alto” y
rompiendo las puertas penetraron al interior, entregándose desenfrenadamente “más
que al saqueo, a la bebida de espléndidos licores” que allí habían. Los de la
Plaza participaron también del botín, en gran escala, y, cuando el licor había
surtido sus efectos, a las 7 de la mañana, las tropas del Coronel don Fernando
Seminario, Prefecto del Departamento, invadían
la ciudad por diferentes sectores, cumpliendo así el plan secreto ideado por el
Coronel Seminario que consistía tomar a los invasores en una ratonera”.
La
licorería de Ramos fue rociada con kerosene y los chalacos que allí celebraban
la toma de la ciudad fueron quemados vivos tras una dura resistencia. Durante
semanas por orden del Prefecto fueron fusilados en el patio de la municipalidad
los comuneros sobrevivientes de Chalaco.
Los muertos según el Historiador Miguel
Maticorena Estrada llegaron a los 150 y unos pocos soldados del gobierno. La
persecución a los comunistas de Chalaco y Santo Domingo duró algunos años. Una
historia de pólvora, bravura y amor a la tierra.
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