domingo, 29 de agosto de 2010

SER Y APARECER


Por: Miguel Godos Curay

El otro día me reuní con alumnos de la Universidad Nacional de Piura que habían realizado una pasantía de un semestre en la Pontificia Universidad Católica de Lima. Inquisidor puntilloso. Les pregunté ¿qué es lo que más le había llamado la atención en la católica?. Las respuestas resultaron sorprendentes. No me voy a referir a las instalaciones del espacio físico que de por sí acusa abismales diferencias pues allá existe una cultura del aseo, del mantenimiento preventivo, del orden, del respeto a la naturaleza, la tolerancia y la exigencia en el estudio. El aspecto que voy a abordar es el referido a la actitud docente.

Según me indicaron, en principio, el trato entre docentes y alumnos es cordial, fluido e intenso. El estudiante se dirige directamente por su nombre al profesor. Basta que el alumno diga “Hugo puedes explicar nuevamente tal o cual tema”. Según refirieron los piuranos ningún docente te da pelota si te diriges a él como “Doctor, magister o profesor”. Cuando nuestros paisanos preguntaron el ¿por qué? de este trato. Les respondieron de un modo muy claro. Los profesores no valen por los timbres académicos que exhiben sino realmente por lo que saben y enseñan. Y una persona, cualquier persona, incluyo a los candidatos, no vale por la forma como aparece sino por lo que realmente es. Colocar títulos académicos antes que el nombre es tan perverso como ubicar la carreta delante de los caballos. Es más, el tener títulos honoríficos no es suficiente si los mismos no guardan correspondencia con la capacidad demostrada, la ética y la coherencia de vida. Títulos e incoherencia son como la etiqueta del producto bamba que se expende en el mercado. Parecen buenos pero no lo son.

De la anécdota podemos abordar un tema carnudo y reflexivo: Ser y aparecer. Filosóficamente ser significa: sustancia y principio. El aparecer apunta a la mostración de la realidad. Es el modo de ser del ser. Podemos inferir por ello, cuando la forma de aparecer de una persona no corresponde a lo que dice ser, se produce incoherencia. Cuando lo que dices no corresponde a lo que haces se produce una disonancia. Los discursos incoherentes y disonantes abundan por doquier. Humo se vende en todas partes. En el escenario académico, y en los escenarios público y privado.

Cuando indagué, abundando en el tema, cuáles eran las consecuencias de esta práctica. Los estudiantes me indicaron que se había generado un clima de confianza valioso que les había permitido aprender mucho más porque sus dudas habían sido absueltas y los temas poco conocidos se habían ampliado con el auxilio de un maestro que tiene rostro de amigo y se comporta como tal. Cuando un docente antepone sus cascabeles académicos construye murallas emocionales de arrogancia que mas tienen de divina pomada que disposición para la enseñanza. Poco se enseña y nada se aprende. En ningún momento se perdió el respeto. Por lo contrario el mismo creció al igual que la admiración propia del que se siente bien conducido al saber más.

Otro de los aspectos positivos fue el valor del tiempo transcurrido en la universidad en donde se crean otros espacios para el aprendizaje, en la biblioteca, en los talleres, en las actividades culturales y en el estudio. En los espacios compartidos. La biblioteca es el corazón de la universidad. En Piura son raros los estudiantes que se conducen con un horario que ordene sus vidas. No planifican sus actividades sino los días de juerga y por lo tanto, pierden mucho tiempo. Cuando no se tiene un sentido claro del tiempo este se pierde irremediablemente.

En el escenario familiar. Las madres de los sectores populosos de Piura lactan a sus hijos cuando el churre llora. De modo que el crío podría pasarse toda la noche prendido del seno materno. Una madre europea programa sus horas de lactancia con un horario de modo que el reloj biológico de la criatura se educa y adecua a las actividades de su madre en el hogar o fuera de él. En cambio el reloj biológico de nuestros niños no tiene un orden pues está sometido a los impulsos compulsivos y repentinos de un churre mamón, que más tarde como no tiene educado su reloj biológico, es impuntual y tardón. En Piura, se puede observar, pocos padres controlan los tiempos que sus hijos dedican a la televisión y al Internet. Es más, muchos padres han encontrado en la televisión y en el Internet, un par de nodrizas económicas. El movimiento natural del niño que bulle con energía es aplastado por la actitud pasiva del niño frente al televisor. O la sobre exposición a los contenidos no tan inocuos de Internet. En Piura hace mucho tiempo dejó de funcionar el reloj de la catedral y no hay reloj público que marque el inicio y el final de las actividades laborales. Es más cada dependencia pública tiene su propio horario. De tal modo que la hora particular es distinta en diez minutos más diez minutos menos que la hora oficial. El aprovechamiento del tiempo es un indicador de éxito o de fracaso, de logro o de frustración.

Otros aspectos, que contrastaron los estudiantes piuranos, fueron los vinculados al aprendizaje de idiomas. Nosotros andamos todavía distanciados del inglés, el francés, el portugués y el chino mandarín. La bibliografía fresca está en inglés y la espera de la traducción de tal o cual texto demora entre uno a dos años. Un estudiante y un profesor que dominan el inglés están mejor ubicados que otro que ignora que el conocimiento avanza tranco largo y en la lengua de Shakespeare.

He dejado para el final uno de los temas que creo necesitamos incorporar con urgencia a nuestra agenda y que en la PUC es un tema cardinal. Es el referido al respeto a la propiedad intelectual. Copiar una fórmula matemática, pasarse de largo por comodidad una referencia bibliográfica, copiar una monografía, apropiarse de un trabajo ajeno. Es un delito. Un delito que se lleva a un tribunal de honor que descalifica al estudiante y al profesor. En la universidad pública se ha convertido en un deporte nacional el “pegotear”, el “copiar” el “etiquetar” trabajos ajenos como propios “bajados” de la web. El robo de la propiedad intelectual está a la orden del día y no nos hemos dado cuenta que esa pasmosa tolerancia de la piratería intelectual a nuestros estudiantes es el detonante de la corrupción que socava la actividad pública y privada. Un estudiante que roba trabajos ajenos es bastante probable que por esa falta de escrúpulos morales se convierta más tarde en un asaltante de presupuestos públicos. A quien roba ideas ¿quién le impide, más tarde, que pulverice presupuestos o asalte bancos.?
Aula de la PUCP

jueves, 26 de agosto de 2010

EL VUELO DEL ANGEL


Por: Miguel Godos Curay
Ayer recibimos la noticia de la muerte del padre Javier Cheesman Jiménez uno de los memorables profesores de la UDEP. Fue uno de los docentes pioneros con los que se inició esta iniciativa muy querida de San Josemaría Escrivá de Balaguer. Cabello blanco una mirada apacible como el mar. Don Javier era dueño de una parsimonia conmovedora. Austeridad de vida y dedicación al estudio y al ministerio sacerdotal. Los evocamos junto a José Ramón de Dolarea, el poeta de la UDEP, Ramón Mugica, Miguel Samper, César Pacheco Vélez, José María Navarro, Tere Truel, Luz González entre otros pioneros. En aquel entonces el campus de la UDEP era un audaz y diminuto pabellón en medio de los arenales inhóspitos. Hoy es un apacible bosque de algarrobos frondosos que oxigenan Piura.

El Padre Cheesman nos enseñó de las páginas de la “Gramática Española” de Manuel Seco conocimientos valiosos de morfología y sintaxis. La gramática entendida y aplicada y a fuer de su amable exigencia aprendimos ortografía. Personalmente no sólo nos abrió los ojos al uso correcto del castellano. Yo debutante de poeta recibí inolvidables consejos. Había llegado a la universidad con una vieja afición de escribir como médico enredado y enrevesado. El resultado de un diálogo entre maestro y alumno provocó en mí un cambio radical. Aún conservo con gratitud la dedicatoria en su librito “Valdelomar en Piura” de la Colección Algarrobo.

El 1972 uno de sus alumnos, no recuerdo el nombre, le dedicó un poema con el siguiente vocativo “Para J.E. Cheesman. Ángel con alas de Cristal”. Realmente por su calidad humana lo fue. La docencia y su ministerio sacerdotal fueron su vida. Los periodistas egresados de la UDEP lo recuerdan con profunda gratitud. Aprobar Lengua I y Lengua II con el padre Cheesman era una verdadera proeza intelectual que abría caminos al buen hablar y el buen escribir. Esta anécdota confirmó más tarde su espíritu humanístico sin estridencias. Sin duda fue el investigador peruano que mejor abordó la poética de Valdelomar. Luis Alberto Sánchez, respetuoso de su afán de permanecer en el anonimato fue fiel a su personal decisión y consignó en la antología de poemas inéditos del Conde de Lemos el aporte de “J.C”. Discípulas del padre Cheesman fueron Nelly Trelles y María Isabel Tumi quienes han definido vocación por la lingüística y los estudios léxicos. Alguna vez me comentó César La Torre que lo había encontrado en Arequipa y evocábamos lo bien que nos procuró en el manejo del castellano. También fue un estímulo para investigadoras como Rosa Zeta y la hoy congresista Fabiola Morales.

El P. Cheesman falleció ayer en Lima, próximo a cumplir los 80 años el próximo 12 de septiembre. Perteneció a una generación de estudiosos peruanos muy fecunda en producción intelectual. Muy joven lo recuerdo discípulo de Porras y en vieja foto aparece con Vicente Rodríguez Casado y el piurano Miguel Maticorena Estrada en Sevilla. Esos años de surgimiento de la Universidad de Piura fueron de muchas fatigas y esfuerzos caminábamos entre los arenales calenturientos para concurrir a la UDEP y eso nos hermanaba. Los alumnos estudiosos pugnaban por llegar muy temprano atravesando las dunas para conseguir un libro en la biblioteca muy de mañana. Esta fue una etapa heroica de entrañables emociones y anécdotas. El padre Cheesman fue un hombre de Dios de un extraordinario talante humano. Esa semilla que ayudó a plantar en el desierto es hoy un frondoso algarrobo que cobija con serenidad a las inteligencias. A él nuestra evocación sincera y nuestra profunda gratitud. No creo equivocarme al afirmar que ha partido un ángel y como las criaturas que se empecinan en mantener intactas la fragilidad del vuelo de las golondrinas. Lo ha hecho sin que nos demos cuenta. Como diría el poeta Dolarea: “Bajo el cielo de Piura se esconde el alma - el alma de Javier Cheesman añado yo- entre algarrobos verdes y arenas blancas
(FOTO:Rector Ricardo Rey Pólis,Miguel Godos y doctor Javier Cheesman)

domingo, 22 de agosto de 2010

LO BUENO,LO MALO Y LO FEO





Por: Miguel Godos Curay
De todo hay en la viña del señor. Esta semana que pasó se realizaron el a Universidad de Piura las jornadas internacionales de lexicografía de la Academia Peruana de la Lengua en las que se rindió homenaje al insigne humanista piurano Carlos Robles Rázuri. Robles compiló en fichas lexicográficas el habla de los piuranos que publicó en las páginas de El Tiempo.Los piuranismos de Robles Rázuri urgen una edición como un acto elemental de gratitud para quien hizo de su vida un impecable ejercicio de la docencia en el Colegio San Miguel. Abrió las puertas del Archivo departamental de Piura a los investigadores. Y escribió con estilo azoriniano sobre variados tópicos locales. Vargas Llosa, lo recuerda como el "ciego" Robles un estimulador de buenas lecturas. Y un conversador ameno. Aún lo recuerdo en la tertulia piurana de la Casa Grau junto a Isabel Ramos y en sus cotidianos paseos por la Plaza de Armas. Robles administraba con sutileza una fina ironía, provocadora y causa de exultantes carcajadas. Con Néstor Martos, Carlos Chávez Sánchez, Robles Rázuri, Estrada Morales y Jorge Moscol Urbina se completa un ciclo de piuranistas extraordinarios. Gracias a Robles pude entrevistar en varias ocasiones a María Rotsworowski sobre las señoras Capullanas en el Archivo Departamental de Piura. Gracias a Jemu realicé varios recorridos piuranos memorables siguiendo a Vargas Llosa. En las jornadas investigadores y académicos expusieron sus estudios. Marco Martos, el piurano, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua convocó a muchos otros entrañables piuranos que concurrieron a la cita. Carlos Arizabalaga, con una pasión admirable por el tópico nuestro resumió con gratitud los méritos del maestro. Lo piurano se reconcentró en la UDEP.

En simultáneo, en el auditorio del Colegio López Albújar se realizaron la I jornadas Itinerantes de Patrimonio Natural y Cultural del Perú con la participación de docentes y promotores culturales. Se habló de la necesaria distinción que existe entre las creaciones humanas (culturales) y las propias de la naturaleza. La diferencia entre un ceramio obtenido en un contexto cultural por un arqueólogo y el daño que perpetra un huaquero que con codicia busca objetos de valor. Otro es el fósil patrimonio natural. Mezclar huacos con fósiles es algo así como preparar cebiche sin pescado o venir a Piura y no probar claro de Catacaos. Como si fuera poco hubo jueves cultural en el Club Grau con selecto público. Todos los jueves el salón Grau se convierte en un aula abierta con temas exquisitos no exentos de polémica.

El lunes, después del Congreso Eucarístico, amanecimos livianos, absueltos de muchos pecados. Nuevamente asumimos la cortesía tan nuestra del "buenos días de Dios". Quienes decían que los piuranos se olvidaron de Dios se quedaron turulatos frente a esta extraordinaria expresión de fervor. El Estadio Miguel Grau que en contadas ocasiones deportivas convoca multitudes se llenó a bote. Rebozó de fieles con el corazón en carne viva. Con tanta energía espiritual no hay razón para que Piura padezca de incapacidad para ordenar la ciudad, combatir la violencia y limpiar cada uno de sus rincones para convertirla en una casa limpia y decente. La vitamina de la fe está en cada una de los creyentes. Si Dios está con nosotros quien está en contra de nosotros. Ayer sábado fueron los evangélicos lo que también concurrieron al Estadio biblia en mano. Lo que demuestra que los piuranos creen en Dios. Los que siguen pasmados y alelados son los políticos.¿Qué nos falta?

Lo malo de la semana, siento vergüenza ajena, fue la denuncia sobre un tema manido, inocultable y repugnante. La descarada corrupción y señalamiento a un docente de la Universidad Nacional de Piura. La fórmula es vieja y repetitiva. El corrupto crea dificultades para finalmente vender facilidades, por supuesto, a buen precio. Un examen complicado con soluciones cuarenta lucas por cabeza. El hecho en apariencia cotidiano e inofensivo no lo es. Se repite en otros escenarios de la administración pública y en todos los casos. Hay un redomado corruptor y corrompidos cómplices que pagan, callan y otorgan. Los dos en este caso son corruptos. El que recibe pero también el que da. Es lo mismo que sucede con el funcionario que inventa nudos y atascos para después cobrar por la desanudada. Lo propio sucede con el policía que detiene, advierte la infracción y en el trance te la resuelve por una bagatela. Es corrupto también el que ingresa a una colocación laboral por la puerta falsa o el que allana el camino con prebendas. El que utiliza certificados falsos para acreditar una suficiencia inexistente. El alumno que copia utilizando el celular. Es corrupto el que "sopla" en un examen pero también el "soplado". O el que reduce en fotocopiadora la página de un libro o un apunte para copiar en un examen. La corrupción es un tema serio y carnudo que debemos desterrar. No sólo en la universidad sino en la sociedad misma. Creo con convicción que en la Universidad Nacional de Piura no todos son malos de la película. Tengo en la UNP la responsabilidad de preservar la buena imagen. Confieso con sinceridad que cuesta el tener que reprobar estos hechos censurables. Algo así como tener en las manos un recado de inmundicia que hay que colocar en su lugar. Un antídoto para estos males es la creación de la Defensoría Universitaria. Una instancia neutral que acoja estos reclamos y otros que deben ventilarse con puntualidad por el bien de la academia. Sin perjuicio de la sanción de las comisiones éticas y las acciones penales a las que hubiera lugar. Por este capítulo vergonzoso perdón. Como dicen los piuranos los pañales sucios se lavan en casa. Y si es necesario con lejía moral.

Lo feo de esta película es lo acontecido en Sechura en donde una empresa petrolera que quiere ganarse la confianza de los sechuranos tuvo la infeliz y desafortunada idea de regalarles una caja de libros viejos, apolillados y con hongos. Yo amo a los libros y si los quiero donar a quien quiero servir los entrego con cariño pensando que sirven a una necesidad. Como era de esperarse los munícipes de Sechura, como reacción natural devolvieron el "donativo". Resulta irracional entender que una empresa pretenda sembrar confianza con esta actitud inexcusable. Es muy probable que en la empresa de marras tengan como responsable de sus políticas de responsabilidad a un imbécil que cree que en la cabeza de los cholitos de Sechura cualquiera es peluquero. No es así. El altruismo debe ser respetuoso de la dignidad de las personas. Muchas empresas confunden estos aspectos. Y andan como los ladinos encomenderos de la conquista regalando espejitos y baratijas para engañar a los tontos.

La responsabilidad social requiere capacidad de colocarse en los zapatos del otro. Los beneficios tienen que ser tangibles y con fruto. Piura, bulle hoy de inversiones en centros comerciales. Esperemos que la millonaria inversión tenga como correspondencia la mejora de los entornos en donde el impacto es directo y brutal. Tiene que haber una cuota de retribución a Piura mejorando su contorno e inaugurando buenas relaciones con sus vecinos. ¿Cuál será el beneficio que tendrá la UNP con un enorme centro comercial en su frontis?. ¿Qué gana y que pierde el centro de Piura convertido en un mercado gigantesco?.¿Contamos con las adecuadas provisiones de servicios?.

En fin. Estas empresas de inversionistas chilenos tienen políticas muy claras de responsabilidad social de las que en Piura no tienen porque desentenderse. No se trata de romper manos solamente para cumplir con sus plazos. Sino de mostrar y practicar de modo transparente un buen trato a la ciudad. Las cartas de lo bueno, lo malo y lo feo están puestas en la mesa. No es el nombre de un viejo western sino una dura batalla, de la que no están exentos los ciudadanos y los políticos para hacer de Piura el mejor lugar para vivir.

domingo, 15 de agosto de 2010

LA MILAGROSA SEÑORA DE PAITA


Por: Miguel Godos Curay
El frío se siente a bordo de la “Merceditas” a medida que el bote se aleja de la playa el mar se torna ondulado. El patrón conduce el timón en plena madrugada, la intrépida nave bambolea en las risueñas aguas del Pacífico. Gaviotas, piqueros y cormoranes asoman en vuelos raudas sobre las aguas.El aroma de mar se torna penetrante. Desde el océano Paita parece un concierto de luciérnagas. Los pescadores en plena noche oran a la Virgen de las Mercedes “La mamita nos preserva de todo mal”, “la Virgencita atiende a nuestras familias”, “la mamita Meche, la virgencita milagrosita”. Mis abuelas y mis tías, que nunca pensaron mudarse de Paita, pidieron en vida ser amortajadas con el escapulario mercedario. Todos ellas, poco antes de partir, refirieron que habían soñado con la procesión interminable de la Mechita, “como un reina la Virgen iba en medio de cientos y miles de cirios encendidos y se escuchaba el Salve Regina Mater Misericodiae…”. Por eso su muerte fue dulce como el corazón de María. Stella Maris, Estrella de los Mares, Estrella de la Evangelización. fue el piropo encendido de amor que al besarle las manos pronunció Juan Pablo II. “La Mechita,”la chinita” está en la punta de la lengua y en los labios de los pescadores y pescadoras, estibadores, jóvenes y viejos, robustas cebicheras y trotamundos cuenta historias destetados con agua de mar.

Es una chinita de rostro inolvidable. Su mirada se siente sobre los ojos. Hay días en que se alegra otros entristece. Ante ella muchas veces se arrodilló para despedirse en sus trajinadas travesías el pequeño Miguel Grau. Lo mismo hicieron los hermanos Cárcamo del barrio de pescadores de la Punta. Noel y Lastra, los Chanavá, los Chumo, los Herrera, los Castillo los Laynes y muchos otros marineros que recorrieron los siete mares. La propia Manuelita Sáenz perteneció a su cofradía y junto con las paiteñas cumplió con el ritual del vestido de la Virgencita. Tiene los ojos almendrados y según a refieren los curiosos en sus pies siempre se encuentra arena fresca de mar. Doña Manola Sáenz le regaló el Niño Dios que le acompañaba a sus pies en todas las procesiones de antaño.

La Mechita tiene un tajo en la garganta a consecuencia de un sablazo que le propinó salvajemente el corsario inglés George Anson un 24 de noviembre de 1741. El Corsario incursionó en plena madrugada a bordo de sus bajeles. Anson dirigía el ataque desde “El Centurión”. Después del asalto el puerto quedó destruido. En tres días terribles, de dolor y llanto, todo quedó reducido a escombros por el fuego. Los papeles del Cabildo. Los ranchos de quincha. Algunas embarcaciones que estaban surtas en la bahía fueron echadas a pique. Sólo quedaron en pie las dos iglesias protegidas por la compasión de los indios. Lo que no impidió que también fueran saqueadas. En una de ellas se mantuvo a 80 vecinos principales prisioneros. La famosa prosperidad de los porteños se hizo polvo y ceniza En aquel entonces recalaban en Paita todos los navíos con valioso cargamento procedente de Portobelo (Panamá). La mercadería fina iba por tierra hasta Lima, la gruesa, por mar, rumbo al Callao. Paita era un hormiguero humano y a pesar de su aspecto destartalado disfrutaba de prosperidad comercial. Ahí se proveían de agua y brea de Amotape los carcomidos barquichuelos.

En aquella noche nefanda la venerada imagen fue conducida a bordo como trofeo de guerra. En ese mismo instante una espesa bruma se apoderó de Paita y el mar tranquilo como una tacita de té de pronto se tornó agitado. Las olas bramaban como caballos salvajes. Los tripulantes temerosos rogaron a Anson que devolviera al mar la imagen, temerosos de un divino castigo. El que en efecto se produjo. Refieren los cronistas que la bandera de Anson se mantuvo intacta en los mástiles. Pero su flota, con el recuerdo del crimen perpetrado en Paita, retornó a Londres arrasada por el hambre y el escorbuto. Su esplendido botín no alcanzaba en cuarenta carretas para sacarlo del puerto. Dicen que en la corte causaban codicia y risa sus trofeos: oro de sagrarios, plata de altares y ornamentos, todo objeto de curiosidad y valor había sido embarcado. Desde pelucas empolvadas hasta calzones bordados habían sido arrebatados para contento de su majestad. El botín llegó pero a los tripulantes no les quedó la consolación del disfrute sino el morir. Estaba naciendo el Imperio Británico. Como apunta Galeano: “El capitalismo adolescente, embestidor y glotón, transfigura lo que toca”.

Días después, indios paiteños y colanes dedicados a la pesca la encontraron en la playa y la condujeron hasta su templo en procesión. Junto a ella se encontró una concha gigantesca de la especie de los taclobos con abundante comida. Sus dos valvas enormes surten hoy de agua bendita a los feligreses y son un patente milagro del fervor religioso de Paita. Refieren las crónicas que el sabio la Condamine, el que midió el Ecuador, en 1735, pagaba su peso en plata pura y los porteños rechazaron esta oferta. Otros quisieron exhibirlas como rareza en la Exposición Universal de París de 1889 pero a nadie le pareció buena la idea. Ahí están para la admiración de todos, en especial de los incrédulos y sin duda son un vivo testimonio de un milagro que se repite cada 24 de septiembre.

UNA ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL CAUTIVO DE AYABACA


Por: Miguel Godos Curay

Bajó desde las alturas, recorriendo caminos escarpados entre higuerones y arrayanes. Dicen que tan luego salió el Cautivito de Ayabaca la tierra tembló. El camino fue a tranco largo. Algunos afirman que se silueta se divisa por esos caminos que como culebras se entrecruzan en los cerros. “Cautivito lindo no nos desampares” oran los peregrinos. Otros se acompañan escuchando los sentidos yaravíes y tonadas del ciego Pablito Maldonado. En cada pueblo, viejos y jóvenes, lo esperaron para verlo pasar y pedirle bendiciones. Muy temprano llegó a Piura y las vianderas del mercado lo primero que atinaron a decir a los parroquianos en el cafecito de la mañana. “El Cautivito ya está en Piura”. ¿Y cómo lo sabes?. No sentiste el temblor de ayer.”

El Cautivo tiene una multitudinaria legión de fieles. En popularidad todos los candidatos juntos son polvo de sus sandalias. Lo adoran a rabiar los pobres, los reclusos de Río Seco, los perseguidos por la justicia. Las madres sufridas, los enfermos a los que desahució la ciencia. Es la última esperanza de los sin esperanza que imploran a sus pies. Sus milagros son patentes. El paciente al que la habían dado unos meses de vida lleva más de diez años peregrinando a Ayabaca. La madre de vientre seco que no podía parir. Lleva en sus brazos a Cautivo, ese hijo tantos años, esperado, el que finalmente trajo el Señor y por eso lleva su nombre. Ahí están los drogadictos que cambiaron de vida por amor al Cautivo y por ello tatuaron su imagen en el pecho cerca del corazón. Ahí está la mujer de vida alegre que decidió reconstruir su hogar y fue perdonada.

Nosotros logramos entrevistarlo al filo de la madrugada. El señor accedió gustoso. Pero nos pidió que fuésemos al grano. “No vayan pensar que estoy de candidato”. Aquí la entrevista.


¿Cómo te sientes Señor en esta ayer cálida pero hoy fría Piura?
Es el clima. Piura tendrá siempre el calor de su fervor y su fe. Piura es y será hoy, mañana y siempre un pueblo cristiano. Lo que sucede es que cuando se alcanza la prosperidad material muchos se olvidan de Dios. Otros sólo me buscan cuando sienten que se les cerraron todas las puertas y mi padre Dios es la última solución. Otros se avergüenzan de su fe y no tienen la valentía de proclamarla. Los piuranos son buenos pero pueden ser mejores. Deben ser mejores.

¿Qué piensas de los candidatos Señor?

Yo no veo propuestas sino los corazones. Y he podido leer en ellos que no hay una adhesión solidaria a los pobres, a las madres y a los ancianos. Los más necesitados no están en la mente ni el corazón de los candidatos. Todos son un costal desbocado de ambiciones. Y ustedes no quieren darse cuenta. El que quiere entender que entienda.

¿Entonces por quién votamos Señor?
Por sus frutos los conocéis. Recuerdas a la higuera que no daba frutos. Muchos de los candidatos son como ella. Es lamentable que en lugar de elegir por el candidato mejor tengamos que elegir por el mal menor. Eso no está bien.

¿Cómo ves a Piura Señor?.

Crece pero no cambia. Los mismos huecos. Las mismas caras. Los mismos problemas: las mismas imprevisiones. Los piuranos tienen todas la condiciones para se buenos pero se obstinan en ser malos y en eso tienen que cambiar. No pueden despreciar las condiciones que tienen para vivir con decoro y dignidad. Muchos no tienen riqueza y se esfuerzan por obtenerla. Los piuranos la tienen y no la aprovechan como debe ser.

¿Cómo podemos cambiar esta situación Señor?
Convoquen inteligencias y experiencias. Capacidades y honestidades. Elijan entre los mejores. ¿Es acaso difícil este esfuerzo?. Únanse. Organícense. Las fuerzas del bien serán siempre superiores a las del mal. El mal crece ahí en donde los buenos se tornan pusilánimes e indiferentes. Los malos prosperan ahí en donde los buenos son consumidos por la desidia y la pereza. Hay que emprender con honestidad ahí donde hay deshonestidad y corrupción. No pueden cruzarse de brazos. No esperan que otros hagan los que ustedes deben hacer.

¿A que se debe esto Señor?
Es el precio de la libertad. Ustedes son los que eligen y después con eufemismos justifican sus yerros. El proyecto de mi Padre es que todos sean buenos, que vivan solidariamente. Mi Padre les ofrece el amor que une a las familias y ustedes eligen caminos que las desunen. Nos hemos olvidado de los hijos, de los niños y los ancianos y de los que sufren. No nos comunicamos. Pueden acudir a mi casa y no lo hacen. Yo abro las puertas de mi corazón y ustedes se empecinan en darme la espalda.

¿Señor qué debemos hacer?
La fórmula es sencilla. Que nos amemos todos como mi Padre os amó. Ahí están los mandamientos. Ahí está mi palabra. Hay que cambiar no sólo de boca sino en el interior de nuestro corazón.

¿Qué es lo que más te apena Señor?
Las vidas arrancadas del vientre de su madre. Estas criaturas cuyos cuerpecitos son arrojados a los basurales muestran un criminal desprecio por la vida. Yo me pregunto ¿ y qué pasa con los piuranos? . Me invocan en todos los momentos pero no siguen mis mandamientos.

¿Estas contento en Piura?

Si miles de mis hijos me están esperando.

¿Qué consejo darías a los candidatos?

No ofrezcan lo que no van a cumplir. Quien incumple lo que promete al infierno se mete.

¿Y a los jóvenes?

Perseveren en su fe y en el amor limpio que les permite que puedan mirarse a los ojos sin temor ni vergüenza.

¿Y a los maestros?

Que valoren su esfuerzo que enseñan a conciencia y con ciencia. No improvisen porque no se puede improvisar el futuro. Amen a sus alumnos actuando responsablemente. La educación mejora no empeora. Muchos de los problemas de hoy son producto del desprecio que existe por la escuela, por los maestros y por la negligencia de los padres de familia que se desentienden de la formación de sus hijos.

¿Y a los periodistas?

Que nunca olviden que la verdad libera y la mentira esclaviza. Cuiden el lenguaje que usan en especial la ortografía y respetan la dignidad humana en lo que informan. Ubíquense siempre en el lugar de los que informan. Sean respetuosos de la dignidad humana.

¿Y a las ONGs?
Que no amarren la chiva. Que hagan el bien sin mirar a quién.

¿Y a las empresas mineras?

Que compartan y repartan los frutos de la explotación de la riqueza entre los más pobres. Que preserven el ambiente y que no inculpen tontamente a mis sacerdotes por defender los bienes que mi Padre les ha dado. La caridad para un rico muchas veces es como sacarle un balde de agua al mar, así dicen en Sechura.

Hay que invertir en educación en la salud en los niños, en los jóvenes y en las familias pobres que esperan una oportunidad para mejorar. No manipulen. No engañen. No distribuyan pescado enseñen a pescar con convicción y dignidad. Multipliquen las ocasiones de hacer el bien no hay nada que les impida hacerlo.

¿Y a los pandilleros y delincuentes?
Por amor a mi Padre tienen que cambiar. Yo dí mi vida por ellos. No pueden continuar como lobos rapaces. No pueden seguir moviéndose por los resortes del mal. Vuelvo a decirles que deben amarse unos a otros. Si tienen amor entre ustedes las cosas van a cambiar.

¿Y a tus sacerdotes Señor?
Que entienden que son otros Cristos en el mundo, el mismo Cristo. No hay que dejarlos solos en su ministerio, como todo buen pastor necesitan estar cerca de sus ovejas. Hay que orar mucho por ellos. Hay que orar por las vocaciones sacerdotales. Hay que orar para que los padres de familia respeten las vocaciones de sus hijos. Y no teman entregármelos para consagrarlos al servicio del pueblo de Dios.

Todo quedó en silencio. Pidiéndole su bendición me despedí del Señor. Son las cuatro de la mañana. Me he despertado súbitamente. He encendido la lámpara de mis lecturas cotidianas. Sobre la pared reposa la imagen bordada con flequillos del Cautivo que recogí hace tiempo en Ayabaca. En el extremo inferior de la reliquia se lee la frase: “Guíame en la Ruta”. Es el mismo rostro del personaje que entrevisté en sueños. La cabellera ensortijada, coronada con potencias doradas. Los ojos tumefactos, el rostro llagado, hilillos de sangre recorren su frente. Los brazos atados con un grueso cordón. La túnica morada le cubre el cuerpo. Los ojos del señor y su profunda mirada me conmovieron. Debe acaso dolerle mucho el corazón.

domingo, 8 de agosto de 2010

INVERSION Y EDUCACION


Por: Miguel Godos Curay

La inversión que goza de licencia social es un catalizador de beneficios en sus áreas de influencia e impacto directo y una buena aliada para mejorar la calidad de vida de las personas. Sin embargo, hay que advertir que estos cambios no operan milagrosamente y de un día para otro. Requieren del componente de la buena voluntad e iniciativa para aprovechar las oportunidades que la inversión pone en bandeja. Sucede lo mismo con el padre que provee comodidades para que su hijo acceda a la universidad y se realice humanamente. Pero el hijo, sin un combustible motivacional, se dedica a holgar esperando que la fortuna y un “golpe de suerte” hagan lo que él con sus garras es incapaz de hacer. No hay progreso. Como dicen los sechuranos “la suerte es el consuelo de los cojudos”.

Sechura, es hoy un mar de oportunidades para la inversión. Vale que ha invertido 566 millones de dólares y va a seguir invirtiendo es como la cereza de la torta. Es un signo de confianza en donde “inversionistas” depredadores sin visión de futuro aparecen y desparecen como la garrapata cuando ya no tiene más sangre que chupar. Tal como lo ha señalado Roger Agnelli el director mundial de Vale, la apuesta por Sechura, debe generar nuevos beneficios en servicios conexos, en provisiones para una empresa que quiere comprar a proveedores locales pero que probablemente no estén preparados hoy pero tienen un vecino que es una garantía para una mañana a la vuelta de la esquina.

La inversión que mejora a las comunidades no es la que se mueve por el esquema Tayloriano de considerar a las personas engranaje de la producción y nada más. Sin importar el entorno y contorno social. Dedicadas a una acumulación salvaje de beneficios. A estas empresas se les clasifica como “desalmadas”. No tienen alma. Otras son las empresas con alma que crecen e invitan a crecer a las personas. Mantienen una relación amable con ellas y se ganan su confianza. Invierten en la educación que es una prodigiosa palanca de oportunidades y mejora de la calidad de vida. Preservan la identidad cultural y procuran una relación sostenible a lo largo de la vida de un proyecto.

Hace mucho tiempo observamos a una viandera sechurana que parte de su ganancia -con admirable racionalidad- la distribuía del siguiente modo. Cinco soles para el comprado de mañana y otros cinco soles para el Cautivito. Cuando le preguntamos si con eso pensaba celebrar la fiesta del Señor en Octubre. La buena señora me respondió que esa porción de su esfuerzo, puesto en las manos de Dios, era el ahorro para que su hijo que acababa la secundaria vaya a la universidad. Nosotros nos preguntamos: ¿Esta no es acaso una lección de esperanza humana?

Otra ocasión en la Plaza de Armas de Sechura el gremio de Construcción Civil, con la presencia de dirigentes nacionales, denunciaba que la transnacional de la explotación de fosfatos “vacunaba” a sus trabajadores para que trabajen diariamente más de doce a catorce horas por encima de las ocho horas de trabajo legales. Por lo que inferimos de la denuncia se trataba de una vacuna “importada” de Brasil que hacía que la gente trabaje más de la cuenta. En un país de ociosos, nuestra primera conclusión fue. Esta vacuna es la solución para que trabajen mejor los funcionarios del gobierno, los parlamentarios, los municipios, los docentes y los estudiantes y profesores de la propia universidad. De ahora en adelante quien tenga un ocioso en casa “vacuna del Brasil” y santo remedio. Pedí al dirigente limeño comisionado para formular la denuncia ante la OIT que me diera detalles de este portento, merecedor de un Nobel. No tuvo agallas para respondernos.

Sin duda, que la historia de este sueño posible llamado Bayóvar tiene muchos hitos memorables. El admirable entusiasmo de George Nicol que descubrió los depósitos de fosfatos. El hallazgo apasionó a Joaquín Schwalb López Aldana que durante catorce años se internó en el desierto Joaquín fue el visionario de un desierto de riqueza. Se enamoró perdidamente de el y fue presa de sus encantos. Ya fallecido, el 2 de junio de 1996, las cenizas del zahorí, fueron entregadas al alcalde Justo Eche Morales quien en acto ritual con una comitiva de sechuranos acudieron al desierto y ahí en donde hoy emerge el progreso las esparcieron. El polvo de sus huesos se confundió con la tierra que amó irresistiblemente.

No podemos dejar de mencionar al ingeniero Jorge Vera Tudela que alentó en todo momento la convocatoria a la inversión, a Juan Ricardo Palma por vislumbrar ese sueño posible al que cantó Chocano de unir el Pacífico y el Atlántico, a Jorge Merino Tafur de Proinversión, a Justo Eche Morales, que se diluyó con dignidad porque a otros les corresponde continuar y hacer grande el proyecto, a José Luis Barranzuela de la UDEP que aclaró en todo momento los ruidos de la desinformación. Y a muchos otros como Edwin Vegas, Antonio Mabres y a Monseñor Oscar Cantuarias decisivos en el otorgamiento de la licencia social. Y entre los ausentes a Teotonio Fonseca, el primer representante de Vale en Piura que partió con el deseo vehemente de ver caminar Bayóvar y a muchos otros cuya vida y cuya memoria engrandecen y humanizan los esfuerzos del progreso.

Es un acto de justicia no olvidar a los comuneros que otorgaron la licencia social por encima de sus desentendimientos. Del negocio casi informal del comercio de la sal al manejo de los beneficios de la inversión, hay una enorme distancia. La Comunidad de Sechura no puede seguir siendo un bocadillo apetecible de quienes sólo se mueven por los hilos de su interés personal sino por el bien de todos los comuneros. La vigilancia activa y la transparencia le son necesarias.

Cuando la inversión camina es bueno allanar la trocha del esfuerzo humano para que los beneficios se encarnen. Hace algunas horas el Párroco Jorge Dedios Morán, lanzó una iniciativa de las itinerantes bibliotecas parroquiales. Es probable que se conviertan en las alforjas de la cultura que recorriendo con la bendición de Dios, cada hogar, coloquen los beneficios de la cultura través de un módulo bibliográfico en manos de muchas familias. La iniciativa merece el apoyo de quienes no sólo por altruismo sino por responsabilidad social quieran ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. No se trata de regalar caballas para saciar el hambre y que hacen a las personas pedigüeñas sino enseñar a pescar oportunidades realización humana para toda la vida. En Sechura no sólo está Vale, sino también otras empresas mineras como American Potash (salmueras), Cementos Pacasmayo (calizas) y Juan Pedro Quay (diatomitas), las petroleras Olympic y Savia y las propias empresas pesqueras que no deben perder de vista que una buena relación construye climas favorables propicios para la inversión y para el bienestar de la población. La preservación ambiental en todos los casos es necesaria. Los negocios mafiosos, la corrupción de funcionarios, la compra de conciencias, el tráfico de influencias, las mordidas de los vivos finalmente desnudan a las empresas desalmadas. Aquellas que no valoran que el recurso más valioso que existe es la persona humana. Lo demás será siempre lo de menos.