sábado, 25 de octubre de 2008

NOSOTROS Y LOS CHILENOS


Por: Miguel Godos Curay

Hace poco un amigo empresario me contó un anecdótico encuentro entre empresarios peruanos y chilenos. Piscos van, piscos vienen. Eufórico y entusiasta un chileno dijo: “Chile es un país de m… pero que tiene conductores políticos y empresarios de oro, en cambio, el Perú es un país de oro en donde sus conductores políticos y empresarios son una m…”. Un chileno ha aprendido en la escuela que el patriotismo es limpieza, orden y respeto. Lo que no significa que no existan chilenos que deformen con su indigna conducta cívica la imagen de su país.Bribones existen en todas partes.

El otro día concurrí a un curso de pesca con palangres de tiburón pez espada dado por pescadores chilenos a sus pares sechuranos. El sistema, que no es novedoso en el sur, utiliza linternas y artes de pesca que permiten que dos hombres manejen de modo eficiente la embarcación y los aparejos. En Sechura, una embarcación de madera, “una vikinga” es un modelo de lo que en pesca no se debe hacer. Los hombres trabajan en condiciones inhumanas y sin traje adecuado realizan su labor. Muchas veces, la bodega declarada no corresponde a la realidad. No se utilizan instrumentos ni se respetan las indicaciones de la autoridad. Por cierto, unos obtienen beneficios los otros soportan el sobrecosto de la mala práctica y la escasez del recurso.

Cuando los sechuranos en conversación pidieron opinión sobre las pesquerías locales. Sucedió lo que les cuento. El instructor chileno dijo que había recorrido el mercado central de Piura en donde pudo constatar que aquí el pescado, que es el superalimento del futuro, se vende sobre baldosas sucias y se lava en aguas inmundas. Y para remate es envuelto en hojas amarillentas de diario y los compradores lo colocan al fondo del canasto. En cambio, en el mismo mercado, es fácil encontrar en vitrinas zapatos para grandes y chicos. Igual sucede con las vitrinas del jirón Tacna y Plaza del Sol que muestran más calzado. Los zapatos, sin embargo, sean baratos o caros. Están destinados a pisar el suelo no sirven para otra cosa. En cambio el pescado que alimenta recibe un infame maltrato.

Esta constatación le permitió al chileno la siguiente conclusión: “Miren hermanos el día que los peces que ustedes capturan que son la proteína que el Perú requiere para que su niños rindan mejor en la escuelas, o para que sus estudiantes sean más inteligentes y el país trabaje mejor nutrido se coloque en vitrinas: Este país que se llama Perú será mejor que Chile”. Todos se quedaron mudos y estupefactos. En efecto, nosotros podemos hablar de pollerías, heladerías, carnicerías. Las pescaderías son una ficción ignota.

Lo chilenos, aquellos que se disfrazaban de payasos de circos, que entretenían a nuestras abuelas para “espiar” que hacía el Perú. Han tenido progresos notables: no tienen como nosotros indiferencia para tolerar servicios públicos de mala calidad ni comparten nuestro regusto por la informalidad y el desorden. No se apiñan en los transportes y no hay universidad en la que la limpieza de una moderna biblioteca no sea idéntica a la de sus servicios higiénicos. Todo resplandece de limpio. Nosotros somos un país de oro pero necesitamos, con urgencia, ciudadanos que amen a su país con brillo propio.

domingo, 19 de octubre de 2008

SANTO DOMINGO: UN RINCON JUNTO AL CIELO


Por: Miguel Godos Curay

Santo Domingo
de Morropón tienen un paisaje agreste deslumbrante. Sus cerros están siempre verdes poblados de trigales, maíces y tubérculos. Para los viajeros que atraviesan los escarpados caminos desde la yunga es una gratificación la cordialidad de sus pobladores siempre amables y nunca esquivos a los visitantes. Aquí abundan los Aguilar,los Castillo, los Calle, los Córdova, los Chumacero, los Domínguez,los García, los Guerrero, los Hidalgo, los Jiménez, los López, los Peña, los Paz, los Velásquez. Entre sí todos se saludan como primos y los entronques familiares son interminables. Por los caminos perfumados por los naranjos y limoneros abundan las achupallas y los helechos. Por aquí transitan a diario chaposas las buenas mozas. Aquí el mestizaje nos dejó ojos hermosos: verdes, azules, zarcos con tonos bellísimos. Los hombres de buen aspecto trajinan aún cubiertos por ponchos y protegidos con sus espadas y puñaletas, trabajadas por herreros a calor de fragua en San Miguel. Los aperos son otro arte de botonería en fina plata de nueve décimos.

Los ponchos multicolores y las alforjas son producto del trabajo primoroso de sus mujeres que de tarde en tarde se ocupan en el bordado y en el huso torciendo la lana de oveja. No hay mujer que no sea diestra en el manejo de la caigua, el telar tradicional. En el hogar frente a las tulpas del fogón, donde cocinan, no pierden su solemnidad pues llevan puesto el sombrero hormado y blanqueado con polvo de azufre como sus antepasados. Tiestos y mates son parte de su menaje. Ahí elaboran las tortillas de maíz o de harina que acompañan con queso fresco. El sango de trigo y los caldos castizos de arvejas y ajo. Para mantenerse tibios y abrigados usan los ponchos cuyas listas coloridas recuerdan la identidad comunal.

Pese a que la energía eléctrica recorre los ayer poblados alejados e inhóspitos. No se pierde el buen gusto por los pasillos y sanjuanes ecuatorianos. Las cumananas y coplas se repiten sentenciosamente para aderezar la conversa. Aquí la radio cumple una función providente de comunicación y acercamiento cultural. Tal es el cariño por los transistores que al pequeño receptor se le bautiza y se le echa agua “para que alegre el día, para que de buenas noticias y para que dure”. Es el compañerito de las ausencias y una herramienta de la alegría. La televisión a colores que muestra mundos lejanos no lo ha logrado reemplazar.

En Santo Domingo todavía se entonan cumananas y yaravíes. Braulio Calle, un santeño inolvidable, interpreta en su guitarra para que aprecie viejas y conmovedoras tonadas de “La Flor del Café”. Un yaraví que agita el corazón y los sentimientos. Con un abuelo memorable como don Teófilo Calle reeditamos la jarana a golpe del arpa. A la voz de: "De los arrepentidos….yo soy el uno… yo soy el uno/ cuando este pecho canta…no hay otro ninguno.. no hay otro ninguno". La segunda voz repite entre sonoras palmas: “Veinticinco limones carga una rama… carga una rama y amanecen cincuenta cada mañana …cada mañana.. En la punta de aquel cerro…mataron al gallo blanco….. al gallo blanco/ Dicen que lo mataron.. por que se comió la semilla del culantro. Remata don Teófilo. El majador es Saturnino “Guacaca”. Cantador famoso y versador por naturaleza. Un fantasma jocoso que recorre los caminos de la sierra. El alma de Santo Domingo está en su alegría. En la bravura de sus cholos que según la historia provocaron la huída de los chilenos en la famosa quebrada de la guerra en Pambarumbe.

Desde fines de septiembre Santo Domingo de Guzmán, el santo patrono, recorre las campiñas. Anualmente reparte bendiciones en cada uno de los pueblos que visita. Aquí junto a la veneración se cumple la fiesta. Habrá velación, comida y bebida, baile toda la madrugada. La efigie es vestida de gala con su poncho nuevo, su alforjita en donde le colocarán las primicias de las cosechas. En su honor se celebrarán pelas de gallos y de toros en las invernas. Los ruegos son para que no falte la lluvia que asegura las cosechas y protección para las familias. Santo Domingo es milagroso. Los viejos rezadores recuerdan en latín el lema del santo “Aut de Deo, aut por Deo” que quiere decir: “Todo por Dios y todo para Dios”.

Los gobernadores de cada pueblo a pie o a caballo conducen al santito abrigado hasta la cordillera. En caravana de fieles, devotos y devotas inicia su largo peregrinaje recorriendo pueblos y campiñas. Cohetes, cuyo eco repiten los cerros, anuncian que el santo patrón va en camino y todos dejan sus tareas para ir a recibirle. En los trapiches se muele caña para tener listo el guarapo, el jugo de la caña fermentado que embriaga y alegra. Otros colectan el guarapo para destilarlo en los alambiques en donde del primer hervor de la caña se obtiene la pócima un wisky de caña del que gota agota se obtienen contadas botellitas. De la segunda destilación surgen la primera y el cañazo. Los productos posteriores son alcoholes de baja ley como la cachaza, el vinillo y el resaque que se utilizan para enjuagatorio de guergueros.

Una afición sangrienta son las peleas de gallos. Ajisecos, cenizos y emplumados de sangre noble se enfrentan con filudas estacas hasta enterrar el pico. Durante meses los hermosos ejemplares son entrenados y sometidos a un régimen de atletas hasta que están listos para toparse sin miedo con contrincantes venidos de los cuatro puntos cardinales. Así es la tradición, así es la leyenda de gallos valientes símbolos de casta y de nobleza. El pueblo participa en las cotejas y tapadas. A la luz de lamparines la noche les llega entre apuestas y vivas a los héroes victoriosos. Este rito mezcla de furia animal y pasión humana nunca se acaba. Los gallos dominicanos tienen fama por toda la comarca y más allá de las fronteras.

Cuando no son las cotejas de gallos los dominicanos concurren a las peleas de toros. Estas requieren ejemplares macizos y fuertes dispuestos a competir entre bufidos y el acoso de los aficionados que billete en mano lanzan sus apuestas. Las peleas de toros son parte de los festejos patronales. Año a año concentran curiosos y aficionados que concurren a las invernas de san Agustín o el Jazmín para espectar las peleas. Dueños con sus ejemplares concurren al juez para pactar la contienda luego vienen las apuestas. Los toros, hasta ese momento, ignoran con quien van a medir fuerzas. Los ejemplares se colocan frente a frente y con sus cabezas se topan en golpes secos. El resto es una prueba de fuerza que arranca la hierba del campo y que provoca la estampida de los observadores porque algunos toros huyen perseguidos sin importarles el público y arrastrando todo lo que encuentran a su paso. Un espectáculo dentro de otro espectáculo. Los aficionados beben aguardiente y fuman guaña, una mezcla de tabaco con hojas de higo. Otros dicen que es marihuana a la que en estas alturas se le cambia de nombre y permite observar con lucidez la pelea. El pueblo se divierte en estas batallas de temeridad y de sangre.

El santo patrón, ingresa al pueblo cada 3 de noviembre a las tres de la tarde. Lo reciben repiques de campanas, cohetes y cortejos de gobernadores. Devotos que prometen cada año ofrendar al santo ollas descomunales de conserva. Una mermelada preparada con achira, yuca y fríjol y chancaca dulce que distribuyen copiosamente con pan ácimo. El gobernador y la gobernadora se distinguen por su sombrero adornado con cintas multicolores el que cuidan con denuedo los “negros” que con foete en mano disuaden a quien pretenda arrebatarles el sombrero y colocarlo al santo con lo cual tendrían que pagar un rescate. El ingreso del santo es apoteósico. Es una ocasión para el jolgorio y el baile que dura toda la noche. Cada 4 de noviembre el día central de la festividad los dominicanos se unen sea para venerar al santo o para recordar ese apego incondicional al terruño y a la familia. Entonces se deleitan con el cebiche de carne, tamales, tortillas con queso, el sango tradicional y los chicharrones.

En Santo Domingo están los pueblos de San Miguel, Ñoma, Quinchayo, Chungayo , Chacayo,Chancha, Tiñarumbe y Simmiris. Pueblos con historias memorables. En la Comunidad de Simmiris Luciano Castillo fundó la primera cooperativa socialista del Perú. El 28 de enero de 1883 fueron los comuneros de Santo Domingo y de Chalaco que hartos de los abusos de los hacendados tomaron por asalto la apacible ciudad de San Miguel de Piura y se inmolaron en ese doloroso capítulo de la historia que refiere los acontecimientos del “Casa Quemada”. Los montoneros que llevaban una bandera roja y lanzaban arengas y vivas a la comunidad habían tomado la licorería de Federico Ramos y celebrando su incursión armada se pusieron a beber sin reparar que las fuerzas de Prefecto Fernando Seminario Echeandía rociarían la casa con kerosene y la prenderían fuego. Muchos fueron quemados vivos, los que lograron escapar fueron ultimados sin piedad. Del centenar de montoneros que marcharon a Piura no retornó ninguno. Los restos calcinados fueron enterrados en secreto durante varias noches en las que el Prefecto recomendó a los vecinos de San Miguel de Piura se refugiaran todos en sus casas por que los montoneros de Santo Domingo y Chalaco podrían en cualquier momento retornar.

¡ALTO PIURA POR JUSTICIA Y POR DERECHO!


Por: Miguel Godos Curay

En el salón de actos de la Municipalidad se han colocado, como un desafío a la memoria, las efigies de los alcaldes de Piura. Algunos están vivos y otros muertos. De los que Piura recuerda por su coraje podría enumerar a don Antonio Leigh, a Orlando Balarezo a Lucho Paredes salvajemente asesinado y a José Aguilar. Podría compararlos por su origen. Podría cotejar sus historias personales sin desmerecerlos. Estaban ahí en el imaginario presentes para concurrir a la instalación del Frente de Defensa del Proyecto Hidroenergético del Alto Piura. Algunos precisaron que se trata del frente de defensa del agua y cómo todos tenemos necesidades innumerables. Todos recordaron que la sed nos mata a todos y que nuestro problema principal son las rebosantes alcantarillas.

Concurrieron como era de esperarse las autoridades en ejercicio, los congresistas Jose Carlos Carrasco Távara y Marisol Espinoza, como testigo de excepción Guido Raffo Varona. Estuvieron ausentes las universidades. El reto lo puso en la mesa el Obispo de Chulucanas Monseñor Daniel Turley Murphy quien aceptó este desafío histórico de hacer realidad un proyecto tan manoseado por los estadistas de turno, tan ganancioso para los ejecutores de estudios, tantas veces utilizado como bandera electorera. Pero al mismo tan construido con lágrimas y esperanzas. Proyecto tan soñado por los pobres que viven para el presente y no esperan sino el pan de cada día. Proyecto que consume las últimas fuerzas a Guido Raffo y que nos recuerda que esas hoy tierras polvorientas son las más ubérrimas y apetecidas del Perú. Tierras que piden a gritos las aguas frescas del Huancabamba.

Ahí esta el desafío. En este frente cívico están todos. Los que creen en la inversión y los que encuentran en el griterío, la protesta y el bloqueo de carreteras la diversión. Los que se rompen el alma haciendo producir la tierra y los que en la ebriedad de la demagogia piensan que es la hora de hacerse visibles y pueden ser candidatos. Quienes concurrimos a estos actos, advierto, sabemos de antemano realmente quienes se la juegan al lado del pueblo y quienes sólo aparecen para la foto de los diarios.

Que conste que Monseñor Daniel Turley, quien podría desentenderse de estos combates terrenales por la naturaleza de su dignidad asume por los altopiuranos lo que muchos no quieren hacer. El es un hombre de Dios al que le sobra la fe lo que a nosotros nos falta. Por eso no le tiembla la voz, ni aparece en la planilla de los que siempre andan en busca de lana para esquilar. Tampoco tiene tierras que regar sino un rebaño de ovejas – no de carneros- a quienes conducir por los caminos de la dignidad, la justicia y la honestidad. Es una tarea apremiante, pesada y fatigosa. ¿ No les parece un acto de desprendimiento descomunal que un hombre que ha venido desde lejos ponga su espalda como Cristo al cargar la cruz por los que más ama ?. ¿No es una vía crucis que nos duele en el corazón este Alto Piura que queremos por unanimidad que se haga realidad?

Se habrán dado cuenta de estos detalles los retóricos inflamados, los vocingleros de todos los partidos. Los que hablan y los que callan. Los que sufren y los que sueñan. Los que gobiernan y los que en el extravío de sus coloridas frases ofrecen la energía de los brujos de las Huaringas. Los que buscaban protagonismo se fueron con el rabo entre las piernas.

Ahí estuvo el Presidente Regional Trelles Lara tan altopiurano como el mango y el limón. También el Alcalde Eddie Farías. Estuvieron también los dirigentes agrarios y los que piensan que este proyecto es impostergable. Monseñor Turley, claro y esclarecido, nos dijo la verdad: “No podemos seguir viendo como los lambayecanos se unen por Olmos cuando aquí nos dividimos”. Parece que en la escuela nunca no enseñaron bien la tabla de sumar sino la de dividir en todo aquello que pueda ser asomo de progreso y mejora de la calidad de vida.

domingo, 12 de octubre de 2008

LOS MILAGROS DEL CAUTIVO DE AYABACA


Por: Miguel Godos Curay

Con palabras no se puede explicar el fervor popular al Señor Cautivo de Ayabaca. Hay que tener suficientes ojos y suficientes oídos para mirar y oír lo que acontece cada octubre en el que los caminos hacia Ayabaca se llenan de trajinantes de diversos rincones del Perú. Todos quieren venerar al Señor y pedirle lo imposible. Lo posible lo resuelven los humanos. Lo imposible es el territorio providente de Dios. El inventario de imposibles es un abecedario de males incurables – especialidad del Cautivito- como el cáncer, el Sida, la parálisis del cuerpo, la infertilidad del vientre estéril, la pérdida irreparable de la memoria, la pobreza, el miedo invencible a la muerte, el olvido de los hijos, el juicio perdido, el jefe zamarro y hasta los alcaldes que no aciertan una a favor de sus pueblos todo ello hay que “encomendarlo al Señor”.

Con sus pedidos en los labios y los ojos cubiertos de lágrimas acuden al Cristo llagado en cuyo santuario se congrega un mar humano de fieles venidos de la costa y de la sierra. Una legión de penitentes y sufridores, son ex reclusos, convertidos en mansos corderos. Otros son los peregrinos con su promesa a cuestas. Ellos pagan con su sacrificio un milagro concedido. También concurren narcos y paseros, mujeres de mala vida, policías, jueces y fiscales temerosos de una serruchada de piso. Agricultores que como todos los años ruegan que el “cordonazo” de las lluvias les garantice un año pródigo de cosechas. Y también periodistas que cubren con piedad su inaudita curiosidad.

También concurren los comerciantes de toda laya, chunchos del mismo Amazonas con boa en cuello, bocadilleros, vivanderas con sus cecinas y chifles recorre ferias porque el Señor les da de comer a todos. Devotos del Cautivo vienen de Ecuador y de Colombia y se confunden en esta feligresía que copa a bote la plaza de Ayabaca cada 13 de octubre. Para los ayabaquinos el Señor es ocasión del reencuentro. Mineros y antimineros se arremolinan fervorosos a sus pies para redimir pecados y sacar fuerzas para mantener la controversia. Ahí están Ayabaca y su pobreza y el Señor con su santuario cubierto de luciérnagas y de ruegos.

Otros con lágrimas en los ojos repiten, a cada rato, que el Señor no tiene límites para su amor. Uno de sus adoradores nos relata como en el quirófano sintió las manos del Cautivo sobre su remendado corazón y está vivo para contarlo. El hijo drogadicto hoy bebe agua y le cogió asco a la pasta, confiesa una madre de sienes plateadas. El desocupado, dice, encontró trabajo. La meretriz colgó las voluptuosas tangas de labor y ahora pertenece a un grupo de oración. El parapléjico logró mover sus manos. El pescador se libró de los naufragios invocando de rodillas al Cautivito. El policía obtuvo el ascenso esperado justo en octubre. Mi hijo ingresó a la universidad, repite una madre agradecida.

Todo eso hace el Señor y mucho más. El ex recluso se despoja de su túnica morada para mostrarme el tatuaje del Señor que lo protegió durante todo el tiempo que estuvo preso. Otros piden fortuna. Otros recobrar la salud. Otras un buen matrimonio y no faltan los que ofrecen a sus hijos para el servicio del Señor. Durante la noche una serpiente de camiones y buses marcha por ese camino culebrero en la cordillera que conduce a Ayabaca. El frío de la noche hiela los huesos pero aquí estamos.
Velas, estampitas, imágenes de yeso y palo santo que han sido frotadas en el manto del Señor son valiosas reliquias. Tantas miradas puestas sobre este rostro adolorido y esas manos tumefactas. Tantas invocaciones en la noche de los brujos curanderos al Rey Cautivo. Las canciones del ciego Pablito Maldonado son el recado obligado que llena los corazones de los más puros sentimientos. En este asomarse al mismo cielo que es en octubre el fervoroso pueblo de Ayabaca.

¿QUE OCULTA LA CRISIS?


Por: Miguel Godos Curay

Los dos últimos terremotos. El financiero y el de la corrupción aprista tienen como causa, nunca mencionada, la inmoralidad y el desprecio por la ética. Estos latrocinios disfrazados de yerros humanos pasaron inadvertidos para los auditores y genios de las finanzas. Los sistemas de previsión de riesgos, relajados por lobbys, hicieron picadillo la confianza en el sistema. El resultado es una crisis inmanejable provocada por la gran corrupción globalizada allá y localizada acá en mafias vinculadas al gobierno.

La corrupción en el Perú es de vieja data. Permitió que muchos se enriquecieran en plena guerra con Chile. Pradito, en 1879, nunca apareció con los pertrechos que fue a adquirir a Europa. Nadie rastreó las opulentas fortunas de los generales que acompañaron a Velasco. La amnesia nacional hizo recuerdos de las constructoras rapaces de los amigotes de Belaúnde. Fujimori, en cautiverio, es como pájaro en mano. Los ladrones reciclados, por cientos, siguen volando. Son como ladillas invisibles que provocan escozores en las ingles de Toledo y García. Sucede que Alan García, tiene una contumaz facilidad para rodearse de ratas y pericotes. No es el flautista de Hamelin pero los atrae como piedra de imán.

La crisis del capitalismo nos toca todos y en los próximos días debe frenar en seco las remesas familiares de los Estados Unidos a América Latina que el 2004 llegaron a los 45 mil millones de dólares una cifra mayor a todos los préstamos del FMI, el Banco Mundial y a las inversiones realizadas a la fecha. Sin este aporte la región va a palidecer. Quienes piensan, inadvertidamente, que la crisis no les toca respiren hondo. Un Dato: los fondos colocados en las AFP han sido liquidados por la turbulencia financiera. El despojo criminal ya fue perpetrado. Es probable que dorando la píldora por correo electrónico con todos los eufemismos consoladores le digan: ¡Aquí no pasa nada! Cuando el mensaje preciso debería ser: ¡Aquí no quedó nada!

El sarampión de la economía mundial ha demandado fuertes inyecciones de liquidez, en Europa, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. En Alemania, se han necesitado 50 mil millones de dólares en garantías crediticias para fortalecer el Hypo Real Estate Bank International. En Inglaterra 50 mil millones de libras para mantener a flote la corporación financiera Bradford & Bingly. En Italia la negociación de valores de Unicredit fue suspendida. En Islandia el gobierno adquirió una gran participación del Banco Glintnir. El pedido de aprobación del rescate financiero al Congreso norteamericano era un documento de cinco a seis folios. El de otorgamiento del rescate tiene más de 600 y candados por todas partes.

La crisis mundial suma factores como el excesivo riesgo asumido por los bancos de inversión , un manejo financiero con superlativo énfasis en la audacia y astucia, la inteligencia de los pillos, antes que en la ética y virtudes tan antiguas pero tan vigentes como la verdad, la transparencia, la mesura, la parsimonia y la sinceridad. El crédito fácil provoca la sensación ilusoria de felicidad del dinero que no es dinero producto de tarjetas de crédito que generan deudas impagables que rompen los bolsillos de los más pobres. Junto a todo eso el artificio publicitario y la adicción al gasto inane. La crisis mundial es una analogía de lo que sucede con un servidor público que recurre a un préstamo bancario que refinancia y cubre con otro préstamo de una caja municipal u otra financiera en una cadena inacabable que asfixia y que socava finalmente sus posibilidades de pago.

Por eso urge preservar la salud financiera del país. La Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha advertido a los bancos, financieras y cajas municipales la necesidad de medidas conservadoras como las provisiones cíclicas, la gestión Integral de riesgo, y la adopción del Nuevo Acuerdo de Basilea II que garanticen que cualquier efecto indeseable sea amortiguado por el sistema. Hoy mismo los deudores minoristas tienen que ser observados detenidamente frente a los riesgos del excesivo endeudamiento. Definitivamente una tarjeta de crédito en manos de un consumidor sin capacidad de pago tiene efectos devastadores en la economía. En Piura se precisa que existen alrededor de 55 mil tarjetas de crédito de uso frecuente a las que acompaña como un fantasma ese riesgo posible de gastar lo que no se tiene a la hora que no se debe.

sábado, 11 de octubre de 2008

LA MUERTE DEL PERIODISTA HEREJE


Por Miguel Godos Curay

Hugo Garavito Amézaga (1948-2008) murió en plena conmemoración de Angamos. Como Grau, sucumbió luchando. La vida se le fue en el hospital Rebagliati en un combate sin tregua contra una insuficiencia renal producto de un coma diabético y una severa pulmonía. El ex secretario de Ideología de Perú Posible. “Estaba desahuciado, era un final que se esperaba pronto.” dijo apenado Marcial Ayaipoma, ex congresista y dirigente de Perú Posible.

Garavito, realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de los Sagrados Corazones Recoleta e ingresó a la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica. Posteriormente viajó a España para continuar estudios en la Universidad de Navarra( España) en donde ingresó al Instituto de Periodismo. Se graduó en 1969, obteniendo la calificación de sobresaliente, para una tesis sobre Historia Política del Perú.

Luego fue profesor de política internacional de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Piura. Garavito, agudo y polémico, murió a los 60, la misma edad que tenía al partir sin retorno Mariano Amézaga, precursor del radicalismo anticlerical en el Perú a quien estudió profundamente. Garavito, intelectualmente controvertido, incursionó en política con una agrupación política de su creación llamada "Movimiento Humanista Peruano" de donde extrajo las ideas esenciales de Perú Posible. Por su inteligencia se aproximó a los líderes políticos de la última década.

Lo encontramos en 1972 en la Universidad de Piura. Diez años después,en 1982,nos sorprendió en la Dirección de Correo de Lima exponiendo sus audaces ideas liberales, con una peinado “african look” a lo Santana ante Mario Castro Arenas.Posteriormente reapareció en el entorno próximo a Alan García durante su primer mandato y últimamente como asesor de la campaña electoral de Alejandro Toledo. Era todo un personaje. Un Quijote langaruto con bigotes a la mexicana. Un lector incansable e insobornable. Un disidente empedernido e inconsolable. Y un personaje para las despistadas humoradas de la televisión. En sus venidas a Piura recurría a Segundo Infante para interminables tazas de café y conversaciones sobre política.

Garavito mantenía una solapada identidad con Marino Amézaga un liberal anticlerical hasta el tuétano,aantepasado suyo, cabeza de una ilustre familia de inconformes entre los que se contaba él como heredero próximo. Riva Agüero denominó con frase afortunada a Mariano Amézaga “santo hereje”. Como anota Basadre: “Amézaga dio a sus ideas el respaldo de la austeridad y de la pureza moral de su vida. Y como también atacó los manejos con la hacienda pública que él consideró censurables y los errores y pecados que creyó encontrar en altos personajes, resulta a su manera, un precursor genuino de González Prada.

Hugo Garavito estudioso de Mariano Amezaga. Lo hizo visible. Recordó la seria denuncia del “santo hereje” contra García Calderón que quería la paz para el Perú después de la infausta guerra del pacífico "para proteger las fortunas privadas y mantener el orden social existente". Como periodista y perspicaz crítico fue redactor de el Dominical de El Comercio, también estuvo durante el gobierno aprista en el Instituto Nacional de Comunicación Social, en Radio y Televisión Peruana. Actualmente se desempeñaba como regidor del Concejo de Lima. Antes de incursionar en la política peruana estuvo de asesor en México, donde vivió aproximadamente una década. Con él, una rara avis, se cierra el último capítulo del periodismo bohemio entre cigarrillos y tazas humeantes de retinto café.

lunes, 6 de octubre de 2008

LAS VACAS SAGRADAS Y EL HILO DENTAL


Por: Miguel Godos Curay

El programa vaso de leche engorda a los proveedores. Aquellos que con la venta de enriquecidos lácteos manipulados en precarias condiciones higiénicas atiborran los almacenes municipales. Los bien nutridos son los alcaldes y funcionarios acostumbrados al “rompe manos” de estos sinvergüenzas con nombre propio que engatusan a las madres para que acaben eligiendo las hojuelas de quién sabe qué añadido para prolongar el hambre y la desnutrición infantil.

El programa vaso de leche tiene un propósito altruista: atender los requerimientos de los niños mal papeados. Si embargo, desde su creación ha nutrido en demasía a redes de mafiosos que se regocijan de que en el Perú haya más niños muertos de hambre. A ello sumemos los comités de administración elegidos por el gobernante de turno para pagar, con dinero del estado, el favor político electoral. Eso de la solidaridad humana, arroz con leche, es puro cuento.

Hoy el Vaso de leche es un bolsillo roto por el que se hacen polvo los recursos del Estado. Más barato resultaría entregar a cada comité de madres un hato de cabras para que ellas mismas ordeñen y repartan. Que conste que la leche de cabra, en su composición natural es la que más se aproxima a la leche materna. Es una leche altamente nutritiva y tolerada especialmente por los niños pues es hipoalergenica. No es como la leche en polvo “importada” que provoca en los chiquitines pobres diarrea y esa flatulencia insoportable con la que se aromatiza la miseria.

Gracias al vaso de leche crecieron las chupeterías y engordaron algunos inescrupulosos productores de natillas. Los bragueteros insoportables de los barrios pobres encontraron una razón para multiplicar la prole sin poner para el diario y la leche. Sobreviven una legión innumerable de tuberculosos y adultos que utilizando a la niñez obtienen diariamente una porción de aguada leche para el desayuno. Dicen también los vecinos que algunas coordinadoras, engordan más, porque se tiran la leche.

El colmo son los gerentes y coordinadores municipales que recorren los asentamientos humanos pesando churres y midiéndolos, centímetro en mano, para ver cuánto han crecido. La verdad es que siempre miden lo mismo y no crecerán porque no probaron, muchos días en la semana, leche y el estado terminó pagando la hojalata del tarro. ¿Cómo no van a estar desnutridos si con la ración de cuatro pequeños desayuna toda una numerosa familia? ¿Cómo no van a estar desnutridos si los padrones están “inflados” de falsos beneficiarios?

Ese negocio del vaso de leche ha servido para capitalizar a precio de hambre los negocios frescos de alcaldes delincuentes y regidores ávidos de teta. Por supuesto hay excepciones honestas. La única solución es la leche fresca: de cabra o de vaca. Pero siempre habrá que tener cuidado con las vacas sagradas de los municipios. Por eso no nos vengan a pintar numeritos, ni a mostrarnos tortitas estadísticas y a decirnos que los niños del Perú derrotaron el hambre y la pobreza.

Hay tantos cuentos no incluidos en el “Plan lector” que deberíamos empezar por aquel que repiten los alcaldes, que a la letra dice: “ Tengo una vaca lechera…no es una vaca cualquiera y la leche entregada es realmente tan aguada que por lo menos nueve de cada diez niños de sectores marginales tiene los dientes perforados por las caries. Muchos ignoran la escobilla de aseo y la menta de la kolynos pese a la recomendación entusiasta de la señorita que recuerda a cada rato: ¡Niñas usen el hilo dental!.