miércoles, 30 de septiembre de 2009

UN SAFARI PARA CAZAR MARIPOSAS


Por: Miguel Godos Curay

El periodismo de cojín mullido y de comodidades es un oficio sospechoso. Algo así como el organizar un safari para cazar mariposas. Una sala de redacción a inicios del siglo XIX era tratada como un “santuario”. Todos coinciden en describirla como un rincón polvoriento en donde en una mesa yacen cuartillas desperdigadas y periódicos viejos alrededor de un tintero. Este es el campo de batalla, en donde cada un de los periodistas disfruta del sagrado derecho de ridiculizar a los poderosos y de conmover dando cuenta de los acontecimientos cotidianos. La letal artillería está compuesta por tinta, papel, plomo tipográfico y el febril ritmo de las prensas de impresión.

El siglo posterior es el del tecleo incesante de las máquinas de escribir Remington. Los editores humanistas y eruditos se dan la mano con los libreros filósofos. Entre los redactores abundan los ávidos lectores de ortografía impecable y los tipógrafos instruidos. Los periódicos son colmenas pobladas de periodistas, escritores y compositores bohemios que causan incomodidad a los políticos.

De las redacciones ruidosas, de ayer, hemos transitado al silencio de las PC conectadas en red. Hoy cualquier avisado ciudadano o ciudadana gracias a Internet puede ser editor de su propia página y diario. El internauta se ha ubicado en el primer plano de un universo que domina con maravillosa destreza sin competencia alguna. De los diarios locales nos hemos asomado a la comunicación planetaria. Y es probable que estos fastos que celebramos con presunción de unidad gremial sean los últimos ritos de una cofradía condenada a desaparecer.

Lo que la tecnología, sin embargo, no podrá derribar es la curiosidad periodística, el uso correcto del lenguaje sin recurrir a los correctores ortográficos con un clic. Esa pasión desaforada por la lectura urgente. Ese disfrute orgásmico por la palabra escrita y la fotografía que captura para la inmortalidad el momento indeseable del político, las blanduras celulíticas de una Miss Universo, el gesto incómodo ante la crítica de un debutante escritor, las miserias al desnudo de un funcionario público o la mediocridad insalvable de un académico con etiqueta de Rector. Todo ese ejercicio crítico no nace ni surge del ordenador.

Del ordenador no surgen: el amor por la vida, la dignidad, la limpieza y la salud moral. Ni esa sensación humana de ser distintos en la pluralidad y de ser plurales en la individualidad. Del ordenador no nace ese amor por la lectura y ese rapto de felicidad que provoca una buena noticia, un comentario oportuno y el disfrute entre líneas de la libertad. Esa sensación humana de no sentirnos pequeños con los poderosos ni grandes y enormes con los pequeños. De la PC no brota esa curiosidad inagotable por la verdad ni esa consolación orgullosa, muy nuestra, cuando nos patean sin piedad porque nuestras palabras escaldan las conciencias inmundas de los corruptos o cuando el dueño o la dueña del medio en el que laboramos nos lanza en pleno vuelo y sin paracaídas. Por pura porfía seguimos vivos con más osadía que un gato y bajo tierra somos muertos altivos.

Los tiempos han cambiado. Lo que no ha cambiado es el tiempo de la madurez que no sosiega nuestras audacias ni nuestra voluntad para el reclamo. Nuestra lealtad insobornable es con la consecuencia. Quien pretenda medir nuestra fortuna con los bienes terrenales descubrirá que el reino de la palabra no es de este mundo. Vivimos con esa urgencia insomne que no nos permite distinguir ese momento en que somos padres en los pasillos de un hospital, ser testigos de un gol en el estadio o estar en primera fila siendo testigos de la historia de la que dará cuenta la humanidad mañana.

Somos un gremio sin gremio, nos conocemos mejor de lo podemos imaginarlo. Los de ayer bebimos del ruido y de las noches de bohemia bien conversadas frente a tazas de café y cuando no de una cervecita inacabable. Los de hoy encandilados por el vértigo del último programa de edición en la PC o la capacidad de transmitir una noticia a velocidad de rayo. A ambos nos conmueve la belleza, el esplendor de la verdad y ese vehemente afán de vivir con la conciencia sin ataduras. ¡Feliz día arrieros que en el camino no encontramos!.

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿QUE NECESITA LA “CALIFORNIA” DEL PERU?


Por: Miguel Godos Curay
Nuestras universidades tienen que ponerse las pilas. No pueden continuar con esa producción en serie de abogadillos expertos en pleitear e ignorantes en legislación y derecho comercial internacional. En docentes que creen en la presunta eficacia de esos programas para calentar la silla y perder el tiempo de espaldas a la realidad. En ese pánico emocional a las matemáticas, al uso correcto del lenguaje y al dominio del inglés. Lo propio sucede con los comunicadores sociales que tienen un campo abierto en el abrir puentes para la solución de conflictos. Hoy el ejercicio del periodismo es sólo una posibilidad en tiempos en que Internet pulveriza a los lectores de diarios para abrir espacios de comunicación alternativa en el ciberespacio.

Piura, necesita con urgencia agrónomos y entomólogos. No jardineros que temen ir al campo y estar en contacto con la tierra. Necesita ingenieros y técnicos que dominen las técnicas del riego por goteo. Ingenieros acuícolas para tiempos de cosecha de pescado y moluscos. No necesita depredadores en momentos en los que escasean los recursos hidrobiológicos. Necesita ingenieros mineros expertos en las nuevas tecnologías que atenúan los impactos indeseables de la minería. Respetuosos de la cultura de los pueblos capaces de obtener en el diálogo la licencia social para sacar adelante un proyecto con beneficios para todos.

Necesita de gerentes capaces de tomar decisiones, éticos y responsables. No necesita de mandoncillos sin esa capacidad humana de relacionarse con personas que necesitan ser dirigidas a objetivos claros y definidos a la conquista del bienestar y el progreso humano. Necesita ciencia y convicción. Necesita que la experiencia profesional tenga espacios en la universidad. La universidad realmente se mide por sus logros humanos. Ayer, con la inauguración de la Planta de producción de etanol del proyecto Caña Brava, Piura ingresó a la era de producción de los biocombustibles. Y es lamentable, que hasta el momento, nuestras universidades no hayan enseñado siquiera a producir alcohol en alambiques rústicos a sus estudiantes.

Hay como un divorcio entre lo que la universidad enseña y lo que la sociedad necesita. Igual sucede con la ingeniería empecinada en el cemento y el asfalto en tiempos en los que se habla de cosechas de agua y en donde, por los elevados precios de las carreteras de asfalto, se anuncia el retorno de los ferrocarriles. Como lo dijo ayer el presidente Alan García nuevamente están vigentes los sueños de los presidentes Balta y Castilla y el tren que viniendo de Cajamarca, pasando por Chota, Lambayeque y Olmos hasta Bayóvar se hará realidad. El Cluster minero en Bayóvar es un futuro posible en una región destinada a convertirse por su prosperidad y desarrollo en la “California” del Perú.

Esta “California” en proceso de gestación necesita de profesionales competentes, capaces y dignos. No necesita de estos sinvergüenzas amnistiados que esperan jubilarse después de un largo período de mamadera como dirigentes corruptos en las aulas de la universidad. Tampoco necesita de esos docentes que hacen huelga en la universidad pública para dar sus mayores energías en la universidad privada.

Esa “California” que se avecina necesita decencia y transparencia para hacer las cosas bien. No necesita negociadores turbios, bestias pardas incapaces de entender el futuro más allá de la punta de su nariz. Tampoco necesita candidatos advenedizos que creen que las inversiones son ríos turbulentos para ganancia de apañadores. Piura necesita con urgencia educadores, médicos, arquitectos, ingenieros, hombres y mujeres en los que se pueda confiar el futuro de una región con un nuevo estilo de entender y hacer la política. Con convicciones propias.

No podemos esperar ni resignarnos a que sigan viniendo de otros lugares profesionales competentes para hacer lo que no sabemos. Necesitamos que la oferta formativa de las universidades no sea más de lo mismo y que acabemos de una vez por todas con el ritualismo pellejudo de los títulos profesionales sin mayor rendimiento. Si la universidad no mira la realidad, la irrealidad, desnuda el fracaso de la universidad.
*Foto Andina: Inauguracion de Planta de produción de etanol del Proyecto Caña Brava

martes, 22 de septiembre de 2009

EL PATITO FEO DE LA UNP


Por: Miguel Godos Curay

La escuela de Comunicación Social es el patito feo de la Universidad Nacional de Piura. Nuestra escuela tiene diez años de existencia pero vive despojada de aulas nuevas e impecables. Nuestro territorio es un diminuto cuchitril, recién pintado, con el número 42, quijotesca ínsula Barataria en la Facultad de Ciencias Sociales y Educación. Nuestras aulas construidas con fondos del FEDADOI (Fondo Especial de Administración del Dinero Obtenido Ilícitamente en Perjuicio del Estado) en el Jirón Callao -repartidas caprichosamente- están ocupadas por otras dependencias ajenas a nosotros. Vivimos en casa prestada teniéndola. Son diez años de privaciones indignas.

Sin embargo, pese a las dificultades hemos ingresado por el esfuerzo de nuestros alumnos y la confianza de sus padres, a las redacciones de los diarios, radioemisoras regionales, empresas de prestigio y medios capitalinos. Un buen número de egresados y egresadas, formados en la carencia material hoy nos demuestran que los esfuerzos no fueron vanos. Son profesionales competentes para orgullo nuestro.

Nuestro deseo es ser Facultad. Contamos con el número de docentes nombrados necesarios pero ahí estamos. Sin embargo, observamos como a las inmediaciones de nuestro cucurucho crece la universidad. Un edificio esplendido a nuestro lado usado algunas horas para el bullicioso ensayo de los tunos y los danzarines nos causa envidia. Al otro extremo el ritmo febril de las construcciones no se detiene. Con nosotros la universidad -en trato material- se empequeñece. Los frutos propios cosechados nos engrandecen.

Últimamente hemos quedado en la situación de pedir prestado en la calle lo que a duras penas conseguimos en la UNP. En este escenario los Pizangos interiores nos brotan con rabia frente a tanta lenidad. De la actual gestión no esperamos nada. De la gestión que se avecina: justicia y reparación inmediata. Nuestra fortaleza mayor es el periodismo, el trabajar sobre la realidad descarnada, el hacer mucho con nada pero no somos magos y deseamos vivamente que la universidad se acuerde de nosotros.

Hemos reclutado valiosa experiencia humana en nuestros profesores que no se dedican a urdir fábulas en las aulas o a manipular campañas electoreras y se entregan a manos llenas a sus alumnos. Lo que no queremos es que estas agallas y decoro para hacer siempre bien las cosas acabe en frustración. Sabemos lo qué hacemos y qué queremos. Necesitamos que la UNP no nos de un trato impropio de hijos de vecino.

Ahora estamos embarcados en el proceso de auto evaluación como paso previo a la acreditación de la Facultad de Ciencias Sociales y Educación. La verdad es que somos tan distintos. Nosotros pensamos todo el día contemplando la germinación de esta semilla. Los objetivos que perseguimos son muy claros. A nosotros nos acredita lo que hacemos y mostramos. Nuestros productos están en las páginas de los diarios, en la programación de las radios y en los noticieros cotidianos. En los buenos desempeños en las empresas y aunque nos lo propusiéramos no podríamos ocultarlos.

Nosotros llamamos la atención de la comunidad regional y nacional, informando y creando opinión. Somos críticos por naturaleza y necesidad. No les extrañe por eso que nuestro reclamo se sienta de ahora en adelante todos los días, mañana y tarde, como el bombo en fiesta hasta que esa vigorosa demanda acabe con esa inclemente sordera.

En condiciones adversas nuestro trabajo es extenuante a no ser por ese místico fervor del buen comunicador. De nuestras carencias hemos hablado en todos los idiomas. Si sobrevivimos es por nuestros alumnos tan apasionados como sus maestros. Creemos que las autoridades de la UNP deben atender nuestros clamores y reparar ese olvido injustificado que nos ha convertido en el pato feo de la UNP. Totalmente desatendidos en nuestras elementales necesidades.

Es loable que nuestros profesores -que desconocen los beneficios de las becas con nombre propio- por ese respeto elemental a los alumnos se mantengan actualizados con su bolsillo y esfuerzo. Si fueran de la otra tribu se contentarían con soplar la pluma y vender sebo de culebra. No es así. Como en el cuento de Andersen somos un pato feo en el que se oculta el esplendor de un hermoso cisne. Un cisne valeroso que ha aprendido aquella lección que dice que en un diálogo de sordos lo alternativa honesta es la de arrebatar al poder el poder de la palabra. ¿Y quién y con qué autoridad moral nos lo va impedir?

sábado, 19 de septiembre de 2009

POLITA EN EL CORAZON DE LOS PIURANOS


Por: Miguel Godos Curay

La Pola es parte de la tradición de Piura. Piura guarda una vieja devoción por la patriota colombiana Policarpa Salavarrieta (1795-1817). Pola nació en Guaduas (Bogotá). Siendo de clase media desde niña deslumbró por su habilidad para la lectura y escritura. Las pinturas de la época la muestran de natural belleza y el cabello ensortijado, con vivaces ojos negros y labios encarnados. Los biógrafos de Polita refieren que la valerosa jovencita animada por las corrientes separatistas que dieron lugar al grito libertario del 20 de julio de 1810, decidió viajar a Santafé de Bogotá. Ahí se empleó como costurera pues era diestra con la aguja y el bordado. Fue colaboradora de los patriotas y también se desempeñó como maestra. En 1816, conoció a Alejo Sabaraín, de quien se enamoró y con quien vivió un intenso romance. Los enamorados se dedicaron a la conspiración patriótica en la capital.

Provista de pasaportes falsos, ella y su hermano llegaron a Santafé, considerada un núcleo realista. Como empleada del servicio doméstico de la casa de Andrea Ricaurte Lozano, centro de la sedición, desplegó una amplia labor de espionaje a favor de la causa republicana. La historia y la leyenda refieren que llegó a organizar destacamentos militares para apoyar a Francisco de Paula Santander y a Simón Bolívar. Sus milicias se disolvieron por la traición de Facundo Tovar. Razón por la que fue perseguida y descubierta. Fue fusilada en compañía de su amado Alejo Sabaraín, un 14 de noviembre de 1817, por orden del español Pablo Morillo.

Con relación a su nombre, existen varias hipótesis. Su padre la llamó Polonia y con ese mismo nombre la registra el presbítero Salvador Contreras al formalizar el testamento, el 13 de diciembre de 1802. Sin embargo, su hermano Bibiano, el más cercano a la heroína la llamaba Policarpa; también la llamaba así Andrea Ricaurte, en cuya compañía se hallaba en el momento de ser conducida a prisión.

Policarpa la llamó también Ambrosio Almeyda, quien conspiró a su lado. En su falso pasaporte, expedido en 1817, consignó su nombre como el de Gregoria Apolinaria. Quienes conspiraron a su lado la llamaban Pola o Polita que es el nombre con el que la llaman todos los piuranos. En cuanto al lugar de nacimiento, algunos afirman que nació en Guaduas y otros en Bogotá. Sus biógrafos coinciden en afirmar que nació en 1795. Polita tenía sólo 22 años cuando marchó al patíbulo.

Su padre, Joaquín Salavarrieta, era un hombre de regular fortuna, próspero en la agricultura y el comercio. Su madre, Mariana Ríos, registra un inventario de ropas abundantes, alhajas y menaje doméstico. La casa de la familia: Salavarrieta Ríos en Guaduas, se conserva aún, convertida en un concurrido museo. Los Salavarrieta Ríos se trasladaron a vivir a Bogotá en 1789 estableciéndose en el barrio de Santa Bárbara. En 1802 se extendió una epidemia de viruela en Bogotá, a causa de la cual murieron el padre, la madre y dos hermanos. Después de esta tragedia, la familia Salavarrieta Ríos se disolvió. Catarina, la hermana mayor, resolvió trasladarse de nuevo a Guaduas con sus dos hermanos menores: Policarpa y Bibiano.

Según las crónicas el arresto de Alejo Sabaraín fue decisivo para la captura de la Pola, pues fue sorprendido con el correo para los patriotas que Pola le había entregado. El Consejo de Guerra la condenó a muerte, el 10 de noviembre de 1817, junto con Sabaraín y otros patriotas más. La hora y fecha determinada para el fusilamiento fueron las nueve de la mañana del 14 de noviembre de 1817. La Pola marchó con dos sacerdotes al lado. Colocada en el banquillo, se le ordenó ponerse de espaldas porque así deberían morir los traidores; ella solicitó le permitieran postrarse de rodillas. Así murió. Su cuerpo fue reclamado por sus hermanos sacerdotes y lo guardaron en la iglesia de San Agustín.

La actual estatua de la Libertad de estilo clásico esculpida en mármol fue colocada gracias a una suscripción de piuranos notables encabezados por Miguel Grau en 1875. Antes existía una estatua de madera de “La Pola” por lo que los piuranos continuaron llamándola con ese nombre. López Albújar en su poema “Anoche estuve en Piura” la dedica estos versos: “Y en el centro como una diosa griega, La Pola,/ de pie, simbolizando hasta la eternidad/ a la que los libertos de Bolívar/ llaman, cuando la necesitan, Libertad”. El fusilamiento de Policarpa Salavarrieta, fue un crimen político que conmocionó a todo Bogotá y enardeció a la resistencia. El recuerdo de Pola alimentó la devoción popular. A su muerte inspiró a poetas y escritores que inmortalizaron su historia de valentía y coraje. Su recuerdo acompaña las noches piuranas en las que un fantasma dulce y apasionado recorre leve el corazón mismo de la ciudad.

El fusilamiento de Policarpa Salavarrieta, fue un crimen político que conmocionó a toda la población y enardeció a la resistencia. El recuerdo de Pola alimentó la devoción popular. A su muerte inspiró a poetas y escritores que inmortalizaron su historia de valentía y coraje. Su recuerdo acompaña las noches piuranas en las que un fantasma dulce y apasionado recorre leve el corazón mismo de la ciudad.

viernes, 18 de septiembre de 2009

47 AÑOS CON PIURA, POR PIURA Y PARA PIURA


Por: Miguel Godos Curay

Cuando apareció Correo hace 47 años tenía 6 años e iba a la escuela de barrio de mi abuela. Piura, acababa de conquistar la Ley 13531 que creó la Universidad Nacional de Piura. Piura no se había expandido tanto como hoy y sus asentamientos humanos representativos eran el Barrio Las Latas hoy Buenos Aires y Pachitea. Hoy Piura ha crecido por los cuatro costados. Pero sigue siendo como la definió Sofocleto en la primera edición de Correo. El único lugar del Perú en “donde el sol nunca se devalúa, porque hay sol todo el año. La chicha nunca se evapora porque los piuranos somos siempre cordiales, amistosos y dicharacheros y en donde la mujeres nunca se olvidan.

Eso es Piura. Un territorio esplendido de 35 mil 892 kilómetros cuadrados que equivalen al 3.0 % del territorio nacional. Piura es más grande que Israel que tiene 20 mil 770 Km2 y Bélgica que tiene 30 mil 510 Km2. El territorio de Piura equivale a la séptima parte del Ecuador y a la vigésima parte del territorio de Chile. Somos un gigante económico en el norte y no nos hemos dado cuenta por esa costumbre tan piurana de andar mirando el suelo con la consoladora esperanza de encontrarnos una peseta.

Piura tiene riqueza agrícola, pesquera y minera. El algodón pima piurano de fibra extra larga es un recuerdo de mejores tiempos en el que los piuranos favorecidos por la guerras de Secesión en los Estados Unidos (1861-1865) y la guerra del Yom-Kippur entre Israel y Egipto lograron mejores colocaciones de oro blanco en los mercados mundiales. Hoy Piura es una potencia frutícola. La heliofanía, la mayor cantidad de sol, favorece el cultivo de frutales como el mango, banano orgánico, maracuyá, cacao, café orgánico y de uvas con vocación pisquera con mejores pronósticos que las parras del sur.

Sumemos a ella los cañaverales que han transformado en vergeles los hasta ayer terrales para la producción de etanol Sólo en Caña Brava hay 150 millones de dólares invertidos. A los que se suma la inversión del orden de los 174 millones de dólares de Maple. La inversión agrícola en Piura está en movimiento y al despilfarro de agua de los arroceros se contrapone una agricultura moderna que utiliza el riego por goteo con una economía de recurso hídrico y mejores rendimientos.

Una verdadera bendición es el desierto de Sechura donde marcha a paso firme y seguro el Proyecto Bayóvar a cargo de la empresa brasileña Vale que el próximo año debe iniciar la producción de concentrados de roca fosfórica. La inversión estimada es de los 470 millones de dólares de los cuales se espera invertir este año 308 millones que han inyectado una nueva dinámica de progreso a Sechura. A ello se suman los remanentes de explotaciones de calizas y diatomitas concesionadas a Cementos Pacasmayo S.A y a Juan Pablo Quay en donde se anuncian nuevos prospectos de fosfatos. Pero todo no queda aquí también se avecinan buenas y alentadoras noticias en la exploración de hidrocarburos y hallazgo de gas en la costa litoral tal como lo ha adelantado el presidente regional César Trelles Lara.

Si a ellos sumamos el Tren Norandino, financiado por solventes empresas mineras, el que comunicará a Cajamarca con Bayóvar, la Autopista del Sol que unirá en menor tiempo Sullana con Trujillo buenos vientos soplan en el norte. Estas inversiones suman más de mil 500 millones de dólares y activarán empleo en el norte. Se estima que deben crearse 500 mil puestos de trabajo. Que equivalen al número total de estudiantes de primaria, secundaria y superior no universitaria de Piura

Podríamos seguir enumerando la concesión del puerto de Paita en favorables condiciones para los paiteños y la región. La formalización de la minería en Las Lomas y Suyo en donde el año pasado se extrajeron dos toneladas de oro suficientes para llenar media docena de cuartos de rescate de Atahualpa. Igual sucede con la pesca y la maricultura. El lanzamiento de la anchoveta como “sardina del Perú” desalentará la quema del recurso para producir harina de pescado. También dentro de pocos días debe anunciarse la luz verde sanitaria a los marisqueros de Sechura que podrán ingresar sus productos a los mercados de exportación de los Estados Unidos y Europa. La región económicamente está en movimiento.

Si a ello se suma la decisión política de viabilizar la modernización de la ciudad en ruinas. Inmovilizada urbanísticamente por los dispositivos del INC y por el criterio poco coherente de mantener como monumentos de la incuria lo que con complaciente desdén no se conservó en su oportunidad y momento. Piura puede despegar. Aquí como hizo en San Miguel de Allende Felipe Cossío del Pomar hay que envejecer lo nuevo y dar lozanía juvenil a lo añejo que vale la pena conservar. Piura tiene que modernizarse y la inversión puntualmente debe hacer lo que sabe y lo que tiene que hacer. Convertir a Piura en un escenario amable para la inversión y el empleo. Es más fácil combatir al delito creando oportunidades de empleo digno y decente que reprimiendo salvajemente.

Correo cumple hoy 47 años. Y es nuestro deseo que tenga una vida larga para que siga mostrando que el futuro que se avecina no es sombrío. Lo que sucede es que somos como los perros legañosos que teniendo turbia la mirada son capaces de ladrar y morder a quienes traen a la ciudad y a la región el progreso. Para eso es bueno el despercudido colirio que nos permite ver sin amargura que aquí hay una región que se mueve y crece y que de puros caídos del guabo no la alcanzamos a ver. Por supuesto que este colirio aplicado en gotas permitiría que nos demos cuenta que Chiclayo, Trujillo e Ica avanzan a tranco largo. Y que ya es hora que los piuranos sean actores y protagonistas de las más grandes decisiones. Y que como decía aquella canción que se entonaba en 1983 para levantar el ánimo: “No dejes que otros hagan / lo que tu sabes hacer./ No te dejes que otros hagan/ lo que tu puedes hacer” ¡Salud por este diario que nos ha enseñado a llamar a las cosas por su nombre!.

sábado, 12 de septiembre de 2009

DOS LECCIONES BAJO LA SOMBRA DEL ALGARROBO


Por: Miguel Godos Curay
Sigo pensando que la UDEP es un milagro en el desierto. Un milagro de esfuerzo humano que ha convertido los arenales en bosques frondosos de algarrobos. Recuerdo como eran las calenturientas e hipnóticas dunas por las que diariamente emprendíamos con energía y a veces con fatiga el trajín de caminar hacia la universidad. En la UDEP los estudios son cosa seria. Confieso que en la primera visita, junto a mis padres, me fascinó la biblioteca que atesora libros desprendidos con cariño de hogares piuranos y de benefactores cuyo legado constituye una valiosa contribución para la universidad. Ahí leí con desaforada pasión.

La formación que nos brindó nos transformó de cuerpo entero. Adquirimos disciplina intelectual en esa tarea cotidiana de estudiar. Pero también bebimos conocimiento a borbotones. Hay días y tardes inolvidables con las lecciones de los profesores César Pacheco Vélez, José Ramón de Dolarea, Javier Cheesman – según Luis Alberto Sánchez erudito estudioso de Valdelomar- , Don Vicente Rodríguez Casado sin cuyo rigor histórico no hubiese sido posible comprender el desplome del comunismo. A ello podemos sumar la esclarecida visión del Perú de José Agustín de la Puente y Candamo y el recuerdo de muchos ausentes y presentes jóvenes profesores.

Tengo inapreciables recuerdos del doctor José María Navarro, del ingeniero Ramón Mujíca Martínez, de Tere Truel, Carmela Aspíllaga, Marisa Aguirre, Yolanda Ho y de muchos profesores visitantes como Enrique Chirinos Soto, José Pareja Paz Soldán, Luis Enrique Tord, César Gutiérrez Muñoz entre muchos otros. Me reservo estas líneas para la doctora Luz Gonzáles Umeres no sólo por ese claro abordaje de la filosofía inicial de los primeros días juveniles sino por la profundidad de entender el sentido que la comunicación social tiene en un mundo global interconectado pero escasamente comunicado. El entender que no es posible el desarrollo humano sino está vigente la ética y que las actuales crisis son consecuencia del abandono del humanismo que hace perder de vista el sentido y el valor de la persona humana.

Confronto las reflexiones de la doctora González Umeres con la vertidas por Miguel Ferré a los administradores de empresas que comentamos la tarde piurana del reencuentro con Carlos Ginocchio. Vivimos en un mundo en donde se ha impuesto la primacía de evaluar las gestiones por resultados y falacias estadísticas. Mejor dicho importan más los logros relativos y poco importan los medios para llegar a ellos así sean poco éticos y fraudulentos. Esta tendencia pervertida es un arma perfecta para los fraudes financieros, la desconfianza, el abuso y el desmoronamiento de una empresa cada día más inhumana en donde poco importan las personas y en donde la responsabilidad social -en apariencia- cubre con piel de cordero las malas prácticas empresariales.

Personalmente creo que el sentido de las crisis actuales se enrumba en estas dos direcciones. El entender que el desarrollo no puede mirar solamente paradigmas tecnológicos sin penetrar en el extraordinario valor del humano. No existe un desarrollo económico que se llame como tal si aplasta el sentido que las personas tienen en la sociedad. No se puede hablar de éxitos en gestiones empresariales e inversiones si estas en estricto sentido de justicia no contribuyen a mejorar no sólo cuantitativamente sino cualitativamente la vida de las personas. No puede haber empresas excelentes que maquillen sus resultados para los fraudes tributarios. No existen empresas “buenas” conducidas por empresarios, sin escrúpulos, moralmente descalificados.

Otra de las animadas reflexiones de la tarde del reencuentro entre algarrobos verdes con los viejos amigos que peregrinaron hasta Piura para estar presentes fue el irrepetible tópico de la deliciosa comida piurana. Piura tiene platos deliciosos producto de ingredientes naturales y frescos a los que se suma la sazón de una experta cocinera y sus técnicas culinarias. El resultado es sabor inigualable. Lo propio acontece con nosotros. Somos ingredientes humanos que con una elaboración paciente, a fuego lento, con el condimento oportuno de la mano diestra y sabia podemos convertirnos humanamente en profesionales útiles a la sociedad. Leales al espíritu cristiano que convierte al trigo en harina y en pan que alimenta. Podemos nutrir a está sociedad de valores, de dignidad, de decoro, de respeto y tolerancia. El entender que el Perú necesita para alcanzar su desarrollo no sólo de indicadores estadísticos de su logros económicos sino sobretodo una sensible preocupación por la educación, la salud y las mejores condiciones en la vida de la personas.
*Mario Vargas Llosa y Luis LLosa con el Dr. Víctor Morales. Año 1987

sábado, 5 de septiembre de 2009

COMO PERROS, PERICOTES Y GATOS



Por: Miguel Godos Curay

Las vísperas de las elecciones rectorales cambian el rostro de nuestros dirigentes estudiantiles. Los grupos en contienda asumen actitudes de revejidos políticos capituleros y venden su conciencia y las entre suelas de su alma al mejor postor. Es el rito del poder por capturar votos. Es la indecente práctica que históricamente se repite en las asambleas universitarias. Si el voto fuese universal no tendrían lugar las mafias compra votos. Hoy las malas prácticas tienen nombre propio. Quien pierde en este circo nauseabundo de intereses es la universidad. Al debate y mérito intelectual se impone con saña el negociado mafioso.

Quienes promueven el negociado son los grupos que esperan capturar la conducción de la universidad. Sin escrúpulos cuentan los votos que les faltan y rompen manos sin ningún prejuicio. Por eso no resulta extraño que de una misma agrupación, surjan en apariencia, grupos antagónicos. En realidad no lo son comen del mismo plato como el perro, el pericote, la paloma y el gato de Fray Martín de Porres. En política se juega a la escopeta de dos cañones. Al sí y al no al mismo tiempo.

De pronto hasta esos académicos candorosos y compungidos se mueven por los resortes del interés propio en busca de una colocación con la que sobrevivivir en la nueva gestión. Todo está movido. Los sindicatos digitados desde arriba, los abogadines que buscan blindar a la autoridad saliente de toda imputación, los incondicionales de hoy que sienten que se acaba la veleidad de la confianza y como las pulgas del perro en infortunio buscan a donde migrar y conservar sus privilegios. ¿Con Pipo o con Purizaca?

Por supuesto que menudean los convites para sumar fuerzas a los posibles candidatos que acompañarán a la nueva autoridad. Todos se tornan incondicionales de uno y de otro bando. Los avispados juegan a dos cachetes y en secreto se juntan y rejuntan para ubicarse al momento del resultado final. Las imprentas que quieren olear y sacramentar sus servicios durante la gestión que viene ofrecen el oro y el moro. Los volantes, los afiches, los panfletos para deshonrar. Todo lo entregan con ánimo de pescar a río revuelto.

Personalmente seguimos pensando que la universidad está por encima de sus miserias interiores y de la estupidez tan inhumana que por estos días nos asalta, perturba y transforma en una merienda de caníbales. Y es que como institución la universidad pública sigue siendo la morada de los maestros y los alumnos. De los magíster, etimológicamente “el que hace más” y de los doctores los “maestros distinguidos por el éxito singular de sus investigaciones y desinteresados aportes a la ciencia”.

En la universidad se crea y recrea en el conocimiento y el saber. Una universidad, en sentido estricto, no puede reducirse a sus edificaciones materiales sino a sus perdurables construcciones intelectuales mediante la investigación, el estudio, la tolerancia y el respeto. Lo propio de la universidad son las buenas prácticas democráticas. Donde la verdad buscada se proyecta y defiende, en contraste de libres opiniones, por la razón hablada. El casino de los mafiosos y truhanes, el negociado de los pillos no es ni será nunca modelo ni propuesta de universidad.

Cuando la sinrazón se impone se conculcan los estatutos y derechos. La ley se acomoda como el preservativo de jebe. La tiranía del interés propio se impone y los merecimientos intelectuales son aplastados por la indecencia y el abuso. No pueden tener otro origen los fracasos de la universidad. Cuando se desprecia la tradición fundacional se enturbia la legitimidad. Cuando se convierte a los estudiantes en cómplices del contubernio y se les disfraza con el antifaz de los delincuentes se les reduce a la miserable condición de convidados de la inmoralidad. Tengo la plena certeza de lo que digo y de lo que pienso. Creo que en la Universidad Nacional de Piura, por dignidad y decoro, existen docentes con la suficiente salud moral para cimentar el cambio y que son insobornables servidores de la verdad. Son la reserva moral de la UNP. ¿Y qué es la UNP?. Abran los ojos y los oídos estudiantes y profesores. ¡La más elevada conquista de todos los piuranos.! No el bofe de disfrute de cuatro miserables y podridos gatos. Con el perdón de los felinos, por supuesto.