jueves, 24 de julio de 2008

SE LLAMABA MIGUEL Y ERA DE PIURA


Por: Miguel Godos Curay
Se llamaba Miguel Grau y amaba el mar en cuyas orillas perdió el miedo corriendo olas. Tenía profunda la mirada y era bueno. Se reía a carcajada sonora como los marineros y era devoto de Santa Rosa de Lima. Aprendió a navegar antes de cumplir los ocho y lo dio todo por el Perú cuando sólo tenía 45 años. No era el viejo patilludo que nos muestran los monumentos. Era un hombre que sabía sonreír ante sus numerosos hijos. Predestinado, vino al mundo en la víspera del día patrio un 27 de julio. Su sola evocación une al Perú en una cadena de generosidad interminable. Supo en el fragor de la guerra ser valiente y con el vencido un adelantado de los Derechos Humanos. Grau no practicó nunca los excesos sangrientos de la guerra. Fue un ajedrecista inteligente en el tablero inmenso de la mar. Sus fichas blancas siempre sorprendieron a las negras de la sombra. Y en el momento supremo se batió como un león.

Su efigie en las escuelas del Perú convoca cívicos ejemplos. Los niños pobres lo contemplan con admiración. Su imagen bendita está presente en la inmensidad del océano y en cada nave donde flamea la bandera del Perú. El ennoblece a la Marina y con él la Marina de Guerra del Perú se ennoblece. ¡Grau nuestro alabado sea eternamente tu nombre!. No profanen tu memoria los jactanciosos que se aupan pretendiendo la heredad de tu gloria. Ni los saltimbanquis de los circos pervertidos del patriotismo de plazuela. Tú que inspiras a nuestros escolares con la epopeya emocionante de tus hazañas, tu que enciendes las hogueras del fervor y la esperanza enséñanos el abecedario de la consecuencia para recordárselo a nuestros gobernantes.

Tú que hiciste de tu vida la entrega y el valor en cada gesto muéstranos el Perú de tus sueños. Que tu ejemplo se expanda en las memorias de los hombres y mujeres de este Perú agradecido que en un rito de amor corona tus sienes de grandeza. Grau esencial, materia y forma de le heroica huella. Grau en acto y potencia, facultad purificadora de la vileza. Grau lógica y pensamiento, raíz cuadrada del sacrificio y fórmula matemática del deber cumplido. Grau nuestro catecismo de civismo para conjurar la anemia de valores que consume a nuestro pueblo. Grau de genética genial para olvidar los meandros caprichosos del destino sin perder la sustancia del amor que se desprende de las entrañas de la madre inmortal.

Grau es la esencia del Perú y y del Perú la esencia. ¡Grau como el mar de Valencia!. Grau verbo, acción y pensamiento. Grau verso épico esplendor de la grandeza. Grau clarín del deber que nos recuerda la obligación elemental para con la patria. ¡Grau Seminario de Piura!. Grau, pendón elevado en el mástil de los corazones que deletrean invictas las cuatro letras de tu inmarcesible gloria: Grau.

Grau en tiempo presente agitador de las conciencias. Grau universidad de todos los deberes, catedrático de amor por el Perú para todos los peruanos. Grau, fórmula de bondad para todos los humanos. Ideal de calidad para todos los empresarios. Grau mandamiento de probidad para todos los legisladores, modelo que imitar para todos los mandones del Ejecutivo. Cuando los tratados de comercio lesionan la soberanía del Perú ahí esta Grau para arrinconar a los vende patrias. Maestro del Perú si te consume el desanimo y la desesperanza ahí tienes en Grau el combustible de mayores bríos y de entrega.

Grau, es la brújula que señala el norte a todos los peruanos. Grau es también un desafío para todos los piuranos. Mirándonos en el espejo de su vida podemos construir las coordenadas de la patria chica que progresa atendiendo con prioridad a la niñez que un mejor trato espera. Grau es como la kryptonita verde que aleja de su tentación voraz a los medradores e inmorales. Grau, que teniendo sustancia humana nos enseñó con la integridad de su vida una lección inconmensurable de grandeza.

martes, 22 de julio de 2008

¡OTRA VEZ LOS SECHURANOS!


Por: Miguel Godos Curay

Una cosa es participar y otra comprometerse. Participar es como concurrir a la fiesta y pasarla bien. Comprometerse es otra cosa. Los compromisos no son un simple pasarla bien sino involucrarse hasta el tuétano con causas posibles y a veces imposibles. Dicen que, en cierta ocasión, los animales decidieron organizar una fiesta. Así fue como la familia animal decidió organizar una “chicharronada”. El cerdito que puntualmente acudió a la convocatoria al ser requerida su opinión sólo atinó a decir los siguiente: Estimados compañeros respeto vuestra opinión pero yo siento en lo más profundo de mi ser que ustedes participan y yo me comprometo. Yo aporto mi carne ¿y ustedes qué?. Esa es, en efecto, la diferencia entre participar y comprometerse. Unos miran otros se encarnan.

Esta misma sensación la he vivido en carne propia recorriendo Ayabaca y Huancabamba y posteriormente Sechura. En unos rezuma la pobreza. En los otros habita la confianza en los frutos de la inversión. Unos desdeñan la riqueza perpetuando la miseria. Los otros despiertan nuevas vocaciones productivas porque no quieren quedarse cruzados de brazos cuando el tren de la inversión que arrastra los coches del progreso, el desarrollo y la oportunidad para sus hijos pasen por la puerta de su casa. ¿Qué tienen unos que no tienen los otros?.

Podemos seguir interrogándonos respecto al futuro conjeturando escenarios. Mientras el proceso de la inversión es ya una página escrita en la historia de Sechura. La sierra ayabaquina y huancabambina languidecen sin nuevas oportunidades para remontar la miseria que se refleja en la elevada migración de sus mujeres y niños. He recorrido los mercados de la sierra piurana y su producción es precaria producto de una economía de supervivencia que a duras penas puede sostener a algunas familias. Algunas libras de papa, ocas y racacha fueron lo poco que pude comprar.

Aunque los postes de los cables eléctricos atraviesan los páramos y la vida del poblador andino se transforma con las luces de fluorescente hay una resistencia cultural al cambio. Las licuadoras siguen siendo parte de la decoración de la sala y los micro ondas un símbolo misterioso del status urbano. Mejor destino han tenido los televisores a color y los resonantes equipos de música para perturbar el sueño con sanjuanitos ecuatorianos y los éxitos de Corazón Serrano. Mayor impacto en la vida diaria han tenido los celulares conducidos en bolsitas de plástico bajo los ponchos. Los blue jeans, las mochilas y los jockeys han reemplazado a los ponchos y a los sombreros de paja pacora. En Ayabaca me ofrecieron pollo a la brasa al estilo costa y en Huancabamba no encontré cuy ni para remedio.

Pese a ese desborde de modernidad la pobreza sigue haciendo estragos y aunque los trapicheros serranos hace mucho tiempo elaboran etanol. Este se destina al consumo humano y a la intoxicación. Se necesita a gritos la inversión que permita una agricultura eficiente por encima de esa diminuta producción para el autoconsumo. Hay potencialidades pero no son aprovechadas. La mayor parte de los alcaldes andinos tiene casa en Piura o en Trujillo y la mayor parte del tiempo transcurre viajando. La inversión avanza, por ejemplo, en la carretera del kilómetro 65 hasta Canchaque . Los que no avanzan son los pobladores movidos por la antiminería y el desconocimiento.

Mientras en Sechura, no menos de 600 vecinos se preparan con el apoyo de la Cámara de Comercio de Piura, el Consorcio CAEM y la empresa Vale para calificar como proveedores y convertirse en empresarios para beneficiarse del dinamismo de la inversión allá en las alturas urden estrategias para sembrar el miedo, bloquear carreteras y descalificar todo esfuerzo a favor de la explotación de sus recursos minerales. Unos esperan ser empresarios los otros esperan continuar con sus procedimientos brutales y cavernarios ir deshaciendo sueños y esperanzas a punta de látigo. Unos crecen los otros se empobrecen irremediablemente.

domingo, 20 de julio de 2008

EL CAPITAL QUE NOS FALTA


Lic. Miguel Godos Curay

Según el Informe de Desarrollo Humano/Perú 2006 “Hacia una descentralización con ciudadanía” Piura tiene un IDH (Índice de Desarrollo Humano) de 0.5714 (Ranking 15). Lambayeque con un IDH de 0.6271 ocupa el puesto 6 del Ranking. La Libertad con un IDH de 0.6046 ocupa el puesto 8 en el Ranking. Ica con un IDH de 0.6481 ocupaba el puesto 3 entre los Departamentos costeros antes del terremoto. Piura, según los indicadores tiene un desarrollo medio y siendo el segundo Departamento más poblado del país ha sido superado ostensiblemente por sus pares vecinos.

El desarrollo tiene múltiples dimensiones: económica, social, cultural, ambiental, físico-territorial, político institucional…etc. Cuando hablamos de mejorar la vida de las personas nos referimos al desarrollo humano. Si lo extendemos a todas las personas hablamos de desarrollo social. Y si preservamos nuestra riqueza natural pensando en los que vendrán mañana nos referimos al desarrollo sostenible.

Piura, tiene un stock de capitales. Un capital natural: recursos naturales renovables y no renovables envidiables. Otro capital es el sinergético: entendido como la capacidad social de promover acciones en conjunto dirigidas a fines colectivos y democráticamente aceptados con el propósito de obtener un resultado mayor que la suma de las partes. En este extremo andamos flojos porque nuestros actores sociales, en el Consejo regional y el Municipio, no están a la altura de las grandes decisiones que Piura necesita. Nos perdemos en un deambular errático sobre asuntos domésticos y el cobro indigno de una dieta porque no hay logros ni resultados.

El capital cognitivo es la dotación de conocimiento científico y técnico disponible en una comunidad. Piura, por ejemplo, tiene una larga experiencia en el manejo del algodón sin embargo no hemos sabido capitalizar este conocimiento y convertirlo en herramienta para el desarrollo. Otro es el capital simbólico que según Bordieu es el poder de hacer cosas con la palabra. Es también la capacidad de construir una imagen territorial. En este extremo la construcción simbólica más decantada está en artistas como Liz Pérez León que representa en verdes el territorio del limonero y Pauta Salas, que se detiene en el microscópico plankton que sedimentado junto a las algas en millones de años se convirtió en la riqueza de Bayóvar.

Nuestro capital cultural es inigualable: tradiciones, mitos, leyendas, creencias y nuestro propio lenguaje son un bagaje digno del estudio profundo .El piurano es profundamente religioso pero su fervor raya en la superstición y el fetichismo. Basta con mirar lo escritorios de los burócratas regionales y municipales para descubrir sobre los escritorios las estampitas protectoras y coloridas del Cautivito de Ayabaca, San Judas Tadeo y el Señor de la Misericordia. La Biblia en Piura es un elemento decorativo de la sala. No es aún la palabra viva de Dios que habla.

Siendo ricos en recursos no tenemos los círculos virtuosos de la cooperación y la competencia que den vuelco a la economía. El colmo resulta nuestra Zona Industrial poblada de solapados prostíbulos. Nos falta aún capital institucional pues somos lentos a la hora de las decisiones. El piurano tiene fracturado su capital psicosocial. Sus emociones transitan por la envidia al que progresa y la maledicencia rajona. El colmo resulta, por ejemplo que los armadores pesqueros que protestan son los dueños de las camionetas 4x4 más opulentas que existe en Piura.

Si algo tenemos que hacer es cimentar la cultura de la confianza y el trabajo. Fomentar de la participación ciudadana. Nos falta también la práctica democrática y la confianza en nuestras instituciones. Y para ello hay que desterrar el nepotismo que convierte a la cosa pública en un botín con nombre propio. Un caso patético es el del sector educación. En el 2007 la Defensoría del Pueblo registró en Piura 952 quejas, 886 pedidos de investigación y 66 de mediación. Lo que demuestra que las cosas no están tan bien. Y que debemos brindar una atención preferente al capital humano que se forma en nuestras escuelas. (Lamina, Truxillo del Perú del Obispo Marínez de Compañón)

sábado, 12 de julio de 2008

EL PARO QUE NECESITAMOS


Por: Miguel Godos Curay

El otro día con motivo del paro no nos quedó otra alternativa que la de caminar a lo largo de la Avenida Grau hasta el centro de la ciudad. Realmente Piura tiene otro rostro sin combis ruidosas y sin mototaxis que crispan los nervios. Aunque nuestra principal arteria luce obras inconclusas en diversos tramos y los anuncios publicitarios invaden sus áreas verdes nuestra ciudad tiene sus encantos y merece un trato mejor.

Los paros desangran nuestra economía y si tienen alguna utilidad práctica, es la de ayudarnos a descubrir nuestra perdida tranquilidad. Por eso deberíamos pedir a la CGTP nos programe un calendario de merecido silencio, de higiene auditiva y de caminatas saludables para esos cuerpos regordetes vencidos por la celulitis y la obesidad. Grandes y chicos podrían transitar con su bicicleta sin ese riesgo desembozado de las bestias motorizadas. Los devotos podrían incluir en su trote al santo de su devoción. Los rabiosos un cartel silencioso de protesta. Niños y adultos, libros en mano, podrían apoderarse de los parques gratificados por esa ausencia de ruido por lo menos una vez al mes.

Estos días sin contaminación podrían ser también convocatorias a un aseo público gigantesco pues la ciudad esta sitiada por los desperdicios, el desmonte y la ocupación indebida de la vía pública. El Municipio podría encargar al Secom reclutar pandilleros para limpiar sardineles y plantar árboles. Una preocupación que nos acompañó por todo el recorrido fue la siguiente: ¿Por qué una ciudad tan hermosa se ha tornado fea e inmunda? ¿Cuál ese el origen de nuestra irreverencia al ornato y esa práctica tan inhumana de abandonar basura por todos los rincones?.

Tenemos un descarado afecto por el moho y la suciedad que se traslada a las propias conciencias de quienes nos gobiernan. Justificar lo injustificable. El actuar poco transparente de quienes conducen la cosa pública. Al que se suma la indiferencia ciudadana que deja que todo pase sin posibilidad de reacción. Son un mal terrible. Como diría san Bernardino de Siena (1380-1444) nos hemos llenado de “mulos” que dan coces morales y no nos hemos dado cuenta.

Muchas veces hemos creído lo que decía Pascal: “Quien sube sobre los hombros de otro ve más lejos aunque se más pequeño”. No hay razón, por eso, para que los herederos del Almirante Grau un símbolo de grandeza humana, y cívica insuperable se sientan tan despojados de energía moral. Hemos convertido a Grau en el nombre de una avenida, un club social y un estadio. Y nuestra gratitud en una ofrenda floral para el aparente ritual patriótico. El ejemplo esencial lo hemos colocado como la carreta delante de los caballos. Lo peor es que no nos hemos dada cuenta.

Hemos perdido esa pasión piurana que enseñó a nuestros abuelos no sólo a desear lo mejor para esta tierra tan ubérrima sino esa pasión por amarla y conocerla recorriendo su geografía. Necesitamos levantar a Piura por encima de sus fracasos y de los escombros de la inmoralidad de quienes se mueven por los resortes de su interés propio y no por el bien de todos. Necesitamos recalentar en ese sol tan nuestro y tan piurano -que arde como el fuego- las grandes ideas de progreso y desarrollo pero también los grandes ejemplos.

Hemos dejado atrás nuestra actitud de abejas laboriosas de una colmena de prosperidad y trabajo para convertirnos en moscas volubles de letrina. A lo bueno hemos opuesto con frialdad lo malo. A la inteligencia la insensatez. A la decencia la indecencia, Y nos hemos engañado pensando que vamos bien cuando realmente de lo mal que estamos nos superan con creces nuestros vecinos Chiclayo y Trujillo. Necesitamos por eso un “paro” definitivo para los caprichos. Para esa cortedad de horizontes y de metas. En realidad no necesitamos metas demasiado distantes que de tanto mirarlas resulten inalcanzables sino recuperar esa ilusión por una Piura digna en donde los niños puedan sonreír.

sábado, 5 de julio de 2008

¡APRENDA DE BOLIVAR SEÑOR MINISTRO!


Por: Miguel Godos Curay

Si el Libertador Bolívar viviera hubiese puesto de vuelta y media a las vacas sagradas académicas de nuestras universidades. Su pensamiento es como agua caliente para las cucarachas cerebrales que pueblan las frondosas burocracias de los ministerios de educación de nuestro continente. Para Bolívar el fin de la educación no consiste en formar profesionales insensibles a las demandas de su país, ni guerreros pervertidos ambiciosos del poder, ni estadistas proclives a la rapiña gananciosa del erario, sino “formar el espíritu y el corazón de juventud”.Con una visión muy actual recomendó que “la educación de los niños debe ser siempre adecuada a su edad. Inclinaciones, genio y temperamento”.De ningún modo se puede imponer propuestas pedagógicas que no surjan de la propia realidad.

Con penetración aborda temas psicológicos poco profundizados en los en apariencia innovadores programas de formación docente. Dice Bolívar: “ La memoria demasiado pronta siempre es una facultad brillante; pero redunda en detrimento de la comprensión; así es que el niño que demuestra demasiada facilidad para retener su lecciones de memoria, deberá enseñársele aquellas cosas que lo obliguen a meditar, como resolver problemas y poner ecuaciones; viceversa, a los lentos de retentiva, deberá enseñárseles a aprender de memoria y a recitar composiciones escogidas de los grandes poetas; tanto la memoria como el cálculo, están sujetos a fortalecerse por el ejercicio. La memoria debe ejercitarse por cuanto sea posible; pero jamás fatigarla hasta debilitarla”.

Con su intuición genial entendió que los futuros ciudadanos necesitan manejar, sin dificultad, el lenguaje y las matemáticas: imprescindibles códigos de la modernidad. Quien no domina el lenguaje para poder comunicarse, interactuar y exigir lo que por derecho le corresponde y el razonamiento matemático no accede a la innovación y el desarrollo humano. Decía el maestro Simón Rodríguez, que educó a Bolívar, necesitamos maestros para formar conciencias y no monigotes a los que todo el mundo engaña y compra.

Para el Libertador las matemáticas “nos enseñan el análisis en todo, pasando de lo conocido a lo desconocido, y por ese medio aprendamos a pensar y a raciocinar con lógica.” En todo momento “debe tenerse presente la capacidad del alumno para el cálculo”. “Generalmente, todos pueden aprender la geometría y comprenderla; pero no sucede lo mismo con el álgebra y el cálculo integral y diferencial” reflexiona.

Bolívar causaría espanto en los enemigos gratuitos de la ortografía y la expresión correcta. Al respecto dice: “Siendo la palabra vehículo de instrucción, es de los cuidados primeros del Director que la dicción sea pura, clara y correcta, es decir que no se admita barbarismo, ni solecismo; que se dé el valor a los acentos y se llaman las cosas por su propios nombres sin alterarlos”. Llamar a las cosas por su nombre, sin eufemismos, nos hace tanta falta en el periodismo y en la propia política en donde estamos acostumbrados a dorar la píldora

Con relación a la enseñanza de la historia señala “…debe principiarse por la contemporánea, para ir remontando por grados a los tiempos oscuros de la fábula.” Sin embargo, advertía Bolívar, que de nada sirve un caudal de conocimientos sin una vida honesta y sin una moral a toda prueba. De nada sirve la ciencia a un hombre sin principios. Bolívar esta convencido que “el rigor y el azote, son estímulo para las bestias”. Por eso propone premios y castigos morales propios de “racionales tiernos”. Nada escapa al genio. Recomienda incluso el baile. “El baile, que es la poesía del movimiento y que da gracia y soltura a la persona, es a la vez que es ejercicio higiénico en climas templados…”Respecto el juego indica que “es tan necesario a los niños, como el alimento”. Uno de sus pasatiempos favoritos es el ajedrez al que considera un desahogo útil y honesto. El ideario de Bolívar es una agenda pendiente para el señor Ministro de Educación y una viva inspiración para nuestros tan vilipendiados maestros.

miércoles, 2 de julio de 2008

LA FELICIDAD EN EL CORAZON


Por: Miguel Godos Curay

Este 2 de Julio será un día memorable para Íngrid Betancourt Pulecio. Este día, gracias a Dios, se acabó con su inhumano cautiverio. Nacida un 25 de Diciembre de 1961 hija del ex Ministro de Educación Gabriel Betancourt y de la ex reina de belleza Yolanda Pulecio. Su imagen ha dado centenares de vueltas al mundo y se ha convertido en un símbolo doloroso del atropello a los derechos humanos fundamentales. Su liberación, sana y salva, no sólo era un clamor de los gobiernos y demócratas del mundo. Sino una espada de Damocles sobre la política interna y exterior de Colombia.

Integrante de la Cámara de Representes, Senadora y candidata presidencial fue secuestrada por las FARC, en plena campaña presidencial del 2002. Si bien su liberación es un logro para el Presidente Uribe es también una piedra en el zapato por su irrebatible posición contra la corrupción política que estremece a una Colombia socavada por la violencia, el terrorismo y el narcotráfico. Íngrid se caracteriza por su lenguaje directo e irreverente pisando siempre los callos de los podridos caciques políticos de su país.

Los colombianos recuerdan con sorna la ocasión en la que repartió condones por las calles de Bogotá argumentando que "la corrupción es el sida de la política en Colombia” y Viagra para "parar a los corruptos". En otra ocasión al inicio de su campaña presidencial besó tres veces la estatua de Bolívar en la Plaza de Bogotá y le dijo: ¡Libertador nos haces tanta falta!. Reunida con los guerrilleros de las FARC les dijo a boca de jarro que el secuestro era un procedimiento salvaje e inhumano. Acudiendo al pueblo de San Vicente de Caguán , en donde los verdes habían obtenido las primeras ubicaciones fue secuestrada un 23 de febrero del 2002 en un oscuro incidente en donde le cupo responsabilidad al gobierno. Hoy está libre y seguro nadie la podrá callar.

Ingrid es hoy un símbolo moral de Colombia y la democracia en el mundo. Por eso el pasado mayo, fue elegida en Sao Paulo, Presidenta de Honor de los partidos ecologistas “verdes” del planeta. Esta historia negra, de su secuestro, perpetrado por las FARC quedará escrito en la historia mundial de la indignidad y de la infamia. De su vida se conoce que se casó en 1981 con el diplomático francés Fabrice Delloye y se separó en 1990, de este unión son sus hijos Melanie y Lorenzo cuyas entrecortadas voces hemos escuchado a lo largo de estos años dirigiéndose a su madre en cautiverio. Ingrid toda su vida ha vivido en carne propia las desavenencias de la política. Su madre fue colaboradora del candidato liberal y presidencial asesinado Carlos Galán. Durante el gobierno de Gaviria fue asesora en los Ministerios de Hacienda y Comercio Exterior.

En 1994 se lanza a la Cámara de Representantes en fórmula con Claudia Blum que aspiraba al Senado, Betancourt obtuvo 15 mil 800 votos que le permitieron salir elegida, allí empezó su batalla contra la corrupción. En Colombia es recordada porque se unió a los parlamentarios María Paulina Espinosa, Guillermo Martínez Guerra y Carlos Alonso Lucio, formando un bloque conocido como “Los cuatro mosqueteros” que realizaron serias denuncias sobre el poder en la sombra de los narcos y el oficialismo.

Betancourt fue colaboradora del liberal Ernesto Samper, al que acabó denunciándolo públicamente tras el escándalo del famoso “proceso 8.000”, que revelaba el desvío de dineros de las mafias del Cartel de Cali para la financiación de la campaña electoral que llevó a Samper a la presidencia. Durante esta época dura pero valiente junto con Guillermo Martínez Guerra realizó una huelga de hambre en el Congreso de la República para protestar por la conformación de una Comisión de Acusaciones de la Cámara sumisa que finalmente absolvió y limpió a Samper. Desde entonces se convirtió en blanco móvil de los narcos que pusieron precio a su cabeza y a su familia. Por este motivo sus hijos partieron a Francia al lado de su padre.

En marzo de 1997, en plena convención liberal gritó a todo pulmón: "En el Partido Liberal hay intereses mafiosos" y continuó denunció la convivencia entre el “partido Liberal y los delincuentes de Colombia”. Su fortaleza moral se galvanizó. Tras su aparente debilidad física se esconde una mujer de coraje extraordinario. Huyendo del Partido Liberal, en 1998, fundó el Partido Verde Oxígeno, afín a los partidos verdes de Alemania, Francia y España pero su principal bandera fue la lucha contra la corrupción en Colombia. Este año llegó al Senado con la más alta votación de 150 mil votos. Luego apoyaría a Andrés Pastrana que prometió de palabra su apoyo a la lucha por la limpieza moral del país. En realidad fue una descarada traición. Consecuencia de sus decepciones políticas e indignación es su libro: “La Rage au coeur” ( La Rabia en el corazón). Un best seller en Francia y una papa caliente en Colombia. En donde política, narcotráfico y corrupción son una mezcla poderosamente explosiva.