martes, 28 de enero de 2020

UN PECESITO EN EL CONGRESO



Por. Miguel Godos Curay
Ezequiel Ataucusi

La Misión Israelita del  Nuevo Pacto Universal fundada por Ezequiel Ataucusi Gamonal ,(Cotahuasi,10.04.1918-21.06.2000) en Chanchamayo en 1968. Cuyo brazo político el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP) participó en las tres últimas contiendas electorales con su símbolo “el pescadito” lanzaron a su singular profeta Ezequiel como candidato a la Presidencia de la República.  Ezequiel, una especie de Mesías Inca, vestía a la manera de un profeta bíblico y sus seguidores ofrendaban  corderos en  una especie de Israel andino hermético. En donde las otrora tribus bíblicas se convirtieron en ayllus benditos. Hombres y mujeres ataviados con túnicas irrumpieron en los escenarios de la sierra y selva central y en sectores populosos de Lima.

Según el Antropólogo Juan Ossio en treinta años el movimiento israelita contaba con 200 mil prosélitos. Actualmente la  congregación israelita se extiende y expande en los Estados Unidos, México,  Ecuador, Colombia, Bolivia y Europa. Ezequiel Ataucusi Gamonal es un genuino mito construido desde sus sueños infantiles con la imagen de una estrella y el descubrimiento del camino gracias a un anciano iluminado que le abrió los ojos a los textos bíblicos que aprendió de memoria.

Refiere, el considerado por sus prosélitos profeta andino,  sobrevivió al ataque de un pez gigante mientras atravesaba un río amazónico por la acción providente. La salvación en este percance selló su compromiso eterno y se dedicó sin tregua a la misión. Durante su vida se desempeñó como zapatero, carpintero y calambuqero, experto en perforar socavones mineros.

A su muerte fue colocado en urna de vidrio ataviado como rey en cuyas sienes resplandecía una corona recamada con piedras preciosas. Todas las tribus elegidas esperaban su resurrección al tercer día lo que no sucedió. El consejo de sucesores indicaron  que se trataba de una "resurrección espiritual" porque Ezequiel ya estaba en el cielo. Una de sus profecías guarda mucha relación con el crecimiento explosivo del Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP).

Su moral de inspiración bíblica es drástica e inflexible. Los varones barbados ocultan bajo los gorros su larga cabellera. Y las mujeres visten atuendos arrancados de viejas tradiciones bíblicas. Velo, largas faldas y sobrio calzado. No usan cosméticos. Son responsables de la vida doméstica y la educación de los hijos en el hogar. Su volátil combustible es la oración y el cumplimiento de los mandatos bíblicos a rajatabla.

Su acentuada identidad los caracteriza en donde se encuentren. Aunque usan,  en justa medida las herramientas de la modernidad no se sienten subyugados por el celular y las redes sociales. Su formación no admite el aborto que consideran un crimen nefando, las uniones de personas del mismo sexo y hasta la homosexualidad. La tribu se distingue por estar conformada por varones y hembras. Su vida es una entrega a Dios y al trabajo, ayunan y descansan los sábados.  Gracias a la perseverancia y el trabajo han hecho posibles milagros en el desierto en la producción agrícola, defensa del ambiente y control de la criminalidad.

En sectores sitiados por el la drogadicción y el delito, conocen  quienes  infringen la ley, que no se enfrentan a un miembro más del grupo sino a toda una inmensa tribu. Con su ejemplar vida se han ganado el respeto y consideración. En sus alforjas y mochilas está presente siempre la biblia, la síntesis de la moral andina. El Ama Llulla (no seas ocioso) Ama Sua (no seas ladrón) y el Ama Quella (no seas mentiroso) están en la punta de la lengua. Mientras el Perú oficial trata con desdén al  quechua y al aymara. Ellos los dominan a la perfección.

Su ética de inspiración bíblica es en esencia formalista. Prevalecen en ella los mandamientos. La irrupción en el escenario político nacional no sólo es el cumplimiento de una de las profecías de Ezequiel, cuyo nombre en hebreo significa: "Fortalecido por Dios" o "Aquel que Dios es su fortaleza".  El FREPAP tiene ya aseguradas 6 curules en el Congreso. El simbólico pez, no es una alegoría reciente,  en griego, se denomina "Icthus" y está representado por dos arcos que se intersecan formando el perfil de un pez. También simboliza la verdad profunda sumergida en las aguas que se oculta para ser atrapada y salir a la luz. Pedro, para los cristianos, es el pescador y Jesús el camino a la verdad. Duc in Altum dijo el Señor. “Remar mar adentro” en donde arrecia la tormenta pero donde la pesca rinde preciados frutos. De modo, que no se trata de una caballa salpresa en su punto. Ni un cabrillón fornido para el pasadito por agua caliente. Ni  una cachema proletaria o un mero afortunado para la buena mesa. Chalhua,  es la palabra pez en quechua. En antigua lengua de Sechura, según el glosario del Obispo Martínez Compañon,  "jum". En las lenguas de Colán y Catacaos "llas". Este pecesito cuando nade en las turbulentas aguas del Congreso va a hacer historia. Está entrenado para no  dejarse atrapar.

sábado, 4 de enero de 2020

UNA MAESTRA INOLVIDABLE


Por: Miguel Godos Curay

Estherfilia Godos Atoche inolvidable maestra  paiteña 
Ayer a las 9.00 de la noche  partió la maestra Estherfilia Godos Atoche. Con ella se fue una tradición de enseñanza con silabarios Mantilla repetidos interminablemente pero que educaban el oído para la correcta pronunciación. Transmitió la aritmética con un agudo sentido de la economía que incluía pizarra y tiza. Las tablas de sumar, restar, multiplicar y dividir. La lectura pausada y la caligrafía de letra impecable. Muchos porteños fueron sus alumnos. A todos ellos recordaba con puntualidad hasta que emergieron por el paso del tiempo los achaques y borrones de la memoria. De ella heredé los canutos para plumillas de tinta.

Católica hasta el tuétano, empezaba el día con la obligada oración e invocando a todos los ángeles para su tarea cotidiana. Ella me enseñó a leer y escribir. Los rudimentos de la aritmética. El contar por decenas y docenas con granos de maíz o pepas de tamarindo fue su invento personal. El sistema decimal lo hacía comprender a discretos alumnos mayores con reales y pesetas. Tenía alumnos adultos alfabetizados hasta el ritual pedagógico de escribir su nombre y borronear una firma para obtener la libreta electoral. En mi enorme firma está viva su huella y en el trazo de la “m” mayúscula y la “g” del apellido.

Otra de sus pasiones envidiables era su superlativo amor por loros, pericos, negritos soñas y gatos a los que ponían nombres de personas y con los que hablaba a viva voz  en las estaciones inagotables de su soledad. Su escuela quedaba en el jirón Mélendez un parvulario de los viejos tiempos en los que era una utopía el jardín de la infancia. Su sutil -método  pedagógico- incluía el aprender a ver la hora en la torre de la Iglesia de San Francisco. Y en el leer textos de noticias de La Industria un matutino que compró puntualmente hasta su desaparición.  Un diario según su opinión sobrio, austero cuya revolución gráfica empezó con las ilustradas ediciones gráficas en offset. Fue  ella quien me habló de Elmer Núñez,  su director.

Hermana de mi padre. Con ella se acaba un ciclo de los Godos Atoche de Paita. Nunca dejó de concurrir a la misa dominical y últimamente comenzaba y recomenzaba el rezo del rosario. En los últimos años, su existencia,  se fue complicando por la fragilidad de sus huesos. Se fracturó el fémur y contra todos los pronósticos le soldó y volvió a caminar. Su vida se convirtió entonces en un dictado de clases interminable. Hasta el momento de su partida.

Tenía el calendario en su cabeza y su lealtad con el almanaque Bristol no se extinguió por nada. Conocía al dedillo los ciclos lunares. Y en su silabario habitaban palabras como Kalmuko, oriundo de Kalmukia un pueblo mongol en la estepa siberiana. Este libro en el que aprendieron a leer nuestros abuelos tenía caracteres romanos, cursivas, letra gótica cuya lectura tiene una extraordinaria utilidad  al momento de familiarizarte  con la letra impresa.

Nunca fue mezquina con el pan francés de don Almerjo Rosado que compartía con plátanos de seda.  El fogón de la casa de mi abuela mantenía el  sutil aroma del pescado frito  en manteca. El hablar de las chispeantes brasas. El avivar el fuego en pequeñas brasitas con soplidos. Otro tiempo con lamparines de kerosene. De lectura menuda de los diarios con una cortesía envidiable. De ollas alineadas como para una desfile.
La memoriosa maestra tiene ahora el descanso merecido pues se sobrepuso al olvido y al silencio. Su envidiable caligrafía es como un sortilegio que deja huella en la inagotable línea del tiempo. En cierta ocasión visitando Yacila extasiada por el mar se acercó hasta el extremo final del muelle. Los pescadores advirtieron una ola enorme que desboradaba el muelle. Unos gritaron “salgan del muelle”. Y otros “saquen a la viejita”. La ola pasó refresco con un baño a los visitantes. Ya en la playa la maestra preocupada preguntaba. ¿Rescataron a la viejita? Desentendiéndose que ella misma era la preocupación principal   en el esplendor de sus 90 y tantos años.

Se fue un 3 de enero conmemoración del Santísimo nombre de Jesús y de santa Genoveva. Hoy debe partir a Paita. Nuevamente se reunirá con la familia. Esta maestra irrepetible se va con esa proverbial austeridad de la que repetía siempre “lo mejor de tu vida es lo que das a los otros”. Nosotros somos aves de paso. Una plumita frágil en las manos de Dios.

miércoles, 1 de enero de 2020

CAPRICHOS TIENE LA SED

Piura debe preservar sus fuentes de agua frente a la
arremetida de la minería .
Por: Miguel Godos Curay

Los piuranos de hoy le temen al agua como los gatos. Ayer las lluvias eran anticipo de la bendición de los temporales, de la siembra generosa y natural de algarrobos en el desierto. De ello se encargaban los asnos y los hatos de cabras que asomaban por todos los rincones. En la Piura de antaño a los lecheros que proveían a la familia se les conocía como “pura leche”. Atendiendo a la pureza y calidad del producto. A los de leche “bautizada” como “leche aguada”.  El mismo apelativo tenían los recién casados que no acertaban con la preñez esperada por toda la familia. El extremo mayor era llamara “pistolita de agua” al que sus disparos personales no surtían efecto.

En el inventario de aguas fragantes no faltaba la lavanda de Yardley comerciada por los contrabandistas de Paita.  En Morropón “agua de lavanda” se llama al lavado de los genitales utilizado como ingrediente esencial de la magia amorosa. El menjurje no falla. Las brujas lo recomiendan con chicha aguada o con refresco. Surte rápido efecto. En algunos lugares se llama “agüita de cualquier cosa…”a la que cumple el mismo propósito pero su origen es diferente.  Lavativa era esa práctica de las abuelas para acabar  con el  empacho y el estreñimiento infantil. Se elaboraba con manzanilla, agua tibia, glicerina y jabón.  Para la tortura se empleaba  una bombilla parecida a la del peluquero. Los futbolistas se purgaban antes de un encuentro con refresco de tamarindo espeso y sen.

Al bebedor compulsivo se le llama “aguachento”. A las paltas blandas y remaduras aguachentas. Y el agua que se emplea en la Santa Misa “agua de cáliz” y se utiliza en los rituales para  restituir la salud. En el mismo instante  de la muerte de un deudo se colocaba inmediatamente  cerca del lecho y durante nueve días un vaso con agua para la invisible sed del alma. El agua se evapora con una velocidad increíble según el estado del alma.
En Piura el agua hervida es conocida como “agua de olla” se siente el hervor. El agua de río es color de la chicha por su nivel de turbidez. Aguatero en  Tambogrande, Chulucanas y Morropón es el dispensador de agua fresca para las tinajas y para anticipo de su proximidad suena la campanilla. El agua se expende por latas al igual que los granos de trigo en la sierra. Aguatero es el utilero dotado de sus botellas prodigiosas acompaña al equipo de fútbol. En los tradicionales prostíbulos es el proveedor de agua para “la higiene” de las niñas.

En las rancias familias piuranas no faltaba el aguamanil para el obligado lavado de manos, antes y después,  de las comidas. El agua  filtrada  en  la piedra de estilar caía , gota a gota, en los cántaros obesos. Era agua fresca y helada, pura y deliciosa. Agua salobre brotaba  de los pozos perforados cuando el acuífero empezaba a agotarse. El agua de malvas es parte del recetario  familiar de las abuelas. Una tisana medicinal antinflamatoria con propiedades cicatrizantes. Por extensión alude a las soluciones que no son solución.
Agua de pasas es el producto del remojado de las uvas secas negras utilizada para desinflamar los orzuelos. Agua bendita de la Pascua Florida el terror del demonio. Los abuelas bendecían cada rincón de la casa y en especial del vestíbulo para que  don sata no atraviese el umbral. El piurano bebía agua de botella con el calificativo de mineral embotellada por Cassinelli. Y competían por su calidad el agua de Catacaos en donde se encontraban las embotelladoras de gaseosas, la del Chira en Sullana y la del Arenal de Paita. Agua negra es el agua servida de los albañales y alcantarillas. Un decir de nuestras viejas era el “agua que no haz de beber mejor déjala correr”.

Agua es vida  pero en Piura las poblaciones aledañas al río Piura las poblaciones tiemblan por los desproporcionados desbordes que arrasan con todo. Ayer nuestros abuelos se santiguaban cada vez que llovía porque el agua en el desierto extenso es una bendición. Es el preludio de los sembríos temporales, las verduras, los frijoles y las sandías silvestres. En el desierto de Sechura los burros cimarrones que habitan libres en el despoblado acuden a las silvestres yucas de monte naturales reservas de agua. Agua de acequia corría por el canal Miguel Checa. Agua robada es la obtenida en conexión clandestina y no pagada. Ladrones de agua hay grandes y chicos, ricos y pobres. Roban agua los que colocan sus motobombas sin pago de ningún derecho en el canal Daniel Escobar.

Aguadito es el caldo con arroz y frejoles preparado con el esqueleto del pavo navideño. Su sabor es divino y la repetición obligada. Acompañado siempre del limón y ají limo. Achicar el agua es el primer oficio de los futuros pescadores que con lata en mano devuelven al mar  el agua marina que ingresa por los intersticios de la embarcación. Hacer agua es el ingreso desproporcionado de agua a la embarcación. Pero si el termino se refiere a un individuo equivale a la frase “juega por el otro equipo”  Así se llama a la sospechosa virilidad. La frase de remate es “se le quema el arroz”.

Aguacero es la lluvia repentina e inesperada. El agua que consume Piura viene de los páramos andinos amenazados por la minería. El peor veneno para nuestra agricultura es el relave minero. Ahí en donde hay minería informal es patente la amenaza para todas las formas de vida. No se trata de una prohibición para sacarle la vuelta sino del futuro de nuestra agricultura. Todo se contamina y se destruye. Oro para los bolsillos muerte para las poblaciones. Defender el agua es defender la vida. Ayer dar de beber al sediento era obligación bíblica. Hoy una botella con una ración de 625 mililitros cuesta  sol y medio.

Aguafiestas es el que por sus malos aires y conducta personal acaba con la cordialidad de una reunión o celebración. Aguas de vieja se llama en el Ecuador y en el norte del Perú a los tradicionales emolientes de canela, manzanilla, lanche, boldo con fines digestivos. Aguarrás se llama al solvente de trementina utilizado para ablandar barnices y pinturas. Agua tibia es la que no está ni fría ni caliente. Ni fu ni fa. El tibio no sabe lo que quiere y aún no ha decidido.

Stress hídrico es la consecuencia inmediata producto de la escasez de agua para las poblaciones. El 22 de marzo  se conmemora el Día Mundial del Agua, fecha establecida por la Organización de Naciones Unidas (ONU). El Perú es uno de los países con mayor estrés hídrico en la región. La escasez es preocupante en Lima, Ica  y Arequipa pero también en Piura donde las empresas agroexportadoras utilizan en su provecho la costosa agua de los proyectos de irrigación.  El canon de agua es una obligación y compensación  justa para la preservación y el uso responsable del recurso.

Preocupante resulta que prosiga de modo incontrolable la deforestación y que  los vecinos continúen convirtiendo  sus espacios verdes en sepulcrales losas  de cemento. Tampoco se usan en Piura las aguas grises, producto del uso doméstico en las duchas y lavado, para las áreas verdes  todo se arroja por los sumideros irremediablemente. Aún en el cotidiano paisaje urbano contemplamos a vecinos y vecinas en mano regando con manguera jardines imaginarios pues riegan la tierra para que el polvo no se levante. El problema lo pueden resolver los árboles tan ausentes en nuestro paisaje. “Pero yo he visto beber / hasta en los charcos del suelo. / Caprichos tiene la sed”. Escribe el poeta  Antonio Machado.