lunes, 31 de diciembre de 2007

CRONICA DE UNA DESOLACION


Por: Miguel Godos Curay

Bajando desde el tablazo La Huaca tiene un aspecto desolador de pueblo fantasma en donde todas las tardes el viento arrastra la arena inconsolable. La arena y su monotonía cubren hoy lo que antes era verde, las comisuras de los labios de los niños, los resecos ojos de los viejos, los cuadernos de las tareas escolares, los canales de riego. Las macetas en tarros de leche en donde las señoras cultivaban con primor las chabelitas y cunas del niño. El conjuro de la arena se ha desatado como una maldición desde que empezaron los movimientos de tierras para las futuras plantaciones de caña para producir etanol.

Los algarrobos han desaparecido arrancados de cuajo por bulldozers y lo que era una alameda verde a lo largo de la carretera es hoy una berma calcinada y sin vida. Hoy pocos algarrobos se mantienen pie y han sido marcados con pintura esperando su muerte irremediable. Hasta la capilla de las “Animas descarriladas” donde oran los huaquillanos es hoy un islote solitario que ya quisieran desaparecer los raudos ingenieros de las cuatro por cuatro que gozan de protección policial las 24 horas.

La Huaca está siendo sepultada por la arena. Y nadie tiene una explicación en la boca sobre el impacto ambiental de las plantaciones de caña. Ya no quedan algarrobos y los pocos que quedan se amontonan convertidos en rajas de leña en las ladrilleras mientras las retroexcavadoras poderosas abren zanjas para colocar los tubos de acero de los sistemas de drenaje. La Huaca ya no es la Huaca sino el fantasma de un desierto en donde no quedan ni las zarzas resecas. ¿Si esto es progreso e inversión qué vendrá luego?. Al conjuro de las máquinas y sus orugas los pobladores se han ensañado con toda forma de vida embelesados por este vértigo furtivo y mal entendido de la inversión.

Hoy ya no columpian los nidos de los chilalos en los enhiestos y umbríos algarrobos porque ya no están. No hay sombra por ninguna parte y el viento depredador traslada toneladas de arena que se depositan silenciosamente sobre las tierras agrícolas y los canales de riego. Dicen que por ahora hay más jornales pero estos se encogen porque hay que pagar más para resolver las necesidades básicas. La vida se ha encarecido enormemente. Los hatos de cabras tienen que desplazarse hacia el tablazo y ya nadie elabora natillas ni quesillos como ayer.

La carretera Paita-Sullana por la que se desplazan los camiones cargados de mangos para exportación está totalmente abandonada sin bermas y sin señalización que permita enfrentar a los desaforados conductores de las camionetas que conducen apiñados a los obreros de las fábricas en Paita. Mientras entre Paita y Piura los concesionarios ofrecen, previo pago, una carretera señalizada y con servicios confortables para los usuarios. La carretera Paita-Sullana languidece sin que las autoridades hagan algo para detener su cuantiosa destrucción.

A la vera del camino la rapiña arrasa con el bosque seco. El desprecio por el medio natural no sólo es patético aquí sino en el propio balneario cercano de Colán en cuyas extensas playas hay que limpiar los desperdicios de toda clase. Botellas de plástico y cerveza arrojadas por los inescrupulosos veraneantes y la incuria de las autoridades locales. Colán está sucio con las visibles alertas costrosas de los desperdicios acumulados y el hacinamiento irresponsable que no permite contemplar el mar.

El trayecto a Sullana es desolador. Pueblos como Viviate., Nomara, Jíbito y Sojo siguen siendo tan pobres como en los tiempos del ferrocarril. La vida se encarece todos los días y no hay producción agrícola de panllevar que mitigue el hambre contenido. Aunque estas poblaciones tienen recursos en las canteras nadie se percata del beneficio. Si en Piura un metro cúbico de piedra es oro en volquete. Para los pobladores de estos pueblos la pobreza es insostenible y se va a acentuar sino se hace algo para brindar mantenimiento a esta carretera por donde sale la riqueza del valle para los mercados del mundo. Mientras tanto nadie pudo darnos en La Huaca razón del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las futuras plantaciones de caña y de cómo la escasa agua se convertirá pronto en moneda onerosa tras el festín de la repartija regional.

LAS CABALAS DEL AÑO NUEVO


Por Miguel Godos Curay

Sempronio Castillo, se llevó la sorpresa de su vida el día que decidió colocarse dos billetes verdes de cien dólares, uno en cada zapato nuevo, para según las orientaciones cabalísticas inaugurar un nuevo año de fortuna y abundante dinero. El infortunio le sobrevino con demasiada anticipación cuando a sólo una cuadra de la casa de su prometida en la urbanización Miraflores los rateros los sorprendieron y al no encontrar nada de valor en sus bolsillos, excepto, las tarjetas para el baile en el Club Grau lo dejaron sin calcetines y sin zapatos.

Grande fue la sorpresa también para don Juvencio Olivares a quien las agraciadas chibolitas que conoció en una cevichería de la Panamericana le rompieron el corazón cuando le solicitaron a boca de jarro les regale un calzoncito amarillo que el presuroso Juve adquirió en el mercado de telas del mercado. Lulú y Bibí, según le explicaron, para que la diminuta prenda amarilla surta efecto tiene que ser regalada de lo contrario no convoca la buena suerte.

Juvencio, cumplió, con las agraciadas con emoción superlativa pese a sus cincuenta abriles y se quedó sin palabras y con el bolsillo abierto cuando las buenas mozas lo invitaron a una fiesta en casa de una tía en Quinta Julia al sur de la ciudad. Antes las chibolitas lo condujeron al cuarto de su pensión en donde con algunas cervecitas heladas de lata tipo exportación iniciaron a las cuatro de la tarde una ronda de brindis por la felicidad. Juvencio recuerda que la cerveza estaba deliciosa y la promesa de mostrarle el calzoncito amarillo en el cuerpo no se cumplió pues un incontenible sueño se apoderó de él. Cuando despertó, a media noche, estaba en plena Avenida Grau y sin ningún cobre en el bolsillo. Algunos taxistas que lo observaron le dijeron que denuncie a las “peperas” en la comisaría, pero desistió pues su nombre sería registrado en el parte policial y con toda seguridad aparecería en la página policial de los diarios locales.

A doña Micaela Fuentes le ofrecieron un baño de florecimiento para empezar el 2008. Para ello le solicitaron perfumes caros y pétalos de rosas de cuatro colores. Rojas para el amor, amarillas para la buena suerte, blancas para la paz y armonía en el hogar y rosaditas para rebozar de encanto femenino, pues habiendo quedado viuda a consecuencia de un accidente y teniendo treinta añitos y muchos encantos podría rehacer con un apuesto galán su acongojada existencia. Todo iba bien hasta que la curandera huancabambina que había llevado a su casa para el baño de florecimiento en una tina recién comprada justo en el momento en que se encontraba desnuda en pleno ritual de la suerte, esperando la fortuna, se llevó su ropa y televisor de 21 pulgadas recién sacadito a crédito en Electra. Su tragedia se hizo patente cuando tuvo que decidir entre bañarse en los menjurjes o caerse de espaldas calata al notar la ausencia de su preciado artefacto.

Para Rafito Canseco las delicias del año nuevo se disolvieron cuando con Paolita, su novia, se vino desde Lima en buscama para disfrutar del año nuevo en Máncora en hotel frente a la playa con todas las comodidades y confort de acuerdo a la oferta de la Agencia de Viajes “A Máncora me voy” en la que por 200 dólares hizo reservas para tres días de placer en el hipnótico balneario norteño. Casí se queda sin aliento cuando nadie le pudo dar referencia del Hotel “Luz de Luna” que nadie recordaba. Su perturbado rostro recuperó el semblante cuando uno churres que jugueteaban en la playa le dijeron que había un hospedaje con ese nombre al otro extremo de la playa.

“Luz de Luna” era en efecto un rincón de mala muerte en donde por cinco soles y un poco de suerte los vagos y mochileros podían pasar la noche. Y a vísperas del año nuevo las localidades estaban copadas. En efecto mochilas y tablas se apiñaban en el único cuarto seguro. El viejo que administraba los ingresos sonriendo, indicó, que no había reservas. Ni cuartos exclusivos con agua y todas las comodidades. Es imposible en año nuevo encontrar un rinconcito confortable pero como toda la gente se divierte en año nuevo nadie duerme y si se trataba de descansar podría disponer de alguno de los colchones libres pero eso sí tendría que llegar temprano antes del retorno de los borrachitos de las fiestas. Y pagar por anticipado cinco soles.

domingo, 30 de diciembre de 2007

EL CALZONCITO AMARILLO DE LA ECONOMIA PERUANA


Por: Miguel Godos Curay

La economía peruana marcha bien. El notable crecimiento económico a una tasa de 8,2% se sustenta en el tren imparable de la inversión privada, que creció un 25%. Este crecimiento se sostiene en la inversión minera impulsada por la demanda mundial. En el mercado interno un factor de crecimiento es el sector construcción. No hay pueblo ni villorrio en donde la edificación reciente de una nueva fisonomía al paisaje urbano. Otro factor es la canasta agro exportadora a la que hay que añadir valor agregado.

Los números no mienten. El consumo han crecido un 10% y se anticipa un superávit fiscal del 2%. Pese a que la inflación supera las metas estimadas por el Banco Central de Reserva, a consecuencia de la elevación de los precios de los combustibles y alimentos, el repunte sigue siendo leve. De acuerdo a los indicadores de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) para el 2008 se prevé una disminución del ritmo de crecimiento de la economía mundial lo que va a impactar la economía peruana con una moderada retracción.

Sin embargo, el Perú va a continuar creciendo alrededor de un 6,5%. La vigorosa demanda es como el calzón amarillo de la economía peruana. Para el 2008 se espera que la reconstrucción del sur abra canales eficientes para la inversión pública y sean menores los reparos respecto al mejor uso de los recursos. La inversión regional tiene que reforzar las políticas de inclusión de los sectores de la población que generan actividad económica y productiva. No se puede continuar con esa incapacidad de ejecución de gasto y el manejo poco transparente de los dineros públicos mirando con indiferencia la inversión en servicios básicos y en mejora de la calidad de la educación. La inversión en mejora de los recursos humanos está por los suelos

El crecimiento de la economía peruana se sustenta en los elevados precios alcanzados por los recursos naturales (agrícolas, pesqueros y mineros) que elevan la recaudación fiscal. Aunque la producción de oro cayó el 2007 los mejores precios en los mercados mundiales benefician al país. Los ingresos del gobierno de un 19.7% se estima alcanzarán un 20.5% del PIB. Pese a la bonanza del mercado mundial de minerales nos acompaña el temor del “síndrome de Holanda” o “enfermedad holandesa” que es el impacto pernicioso en un país de la sobreabundancia de recursos naturales y el hacer depender la economía de esta bonanza perentoria, de su stock disponible y de su cotización en el mercado.

La denominación viene de lo sucedido en Holanda a mediados del siglo pasado en donde el súbito descubrimiento de yacimientos de gas natural tuvo un impacto desfavorable en la economía. Por extensión se aplica a las economías dependientes de sus recursos naturales. La explicación es sencilla: se producen grandes ingresos de divisas por el repunte de los precios en los mercados e incluso de la inversión extranjera directa. De esta manera crece la adicción por las importaciones, facilitadas por el flujo monetario, y se torna cada vez más difícil exportar por el desaliento de la actividad industrial que se desploma estrepitosamente. Finalmente los beneficios a corto plazo se convierten en grave riesgo a medio y largo plazo

En el positivo contexto del 2007, el Estado renegoció la deuda pública mediante la recompra de Bonos Brady y Bonos Global 2012 negociables hasta el 2037. En octubre pagamos aproximadamente 1.794 millones de dólares al Club de París. Se estima que la deuda pública tendrá un descenso de 32,7% a 28,4% del PIB indica CEPAL. El fortalecimiento del sol frente al dólar ha creado un clima de confianza en el ahorro en moneda nacional. Las tasas de interés en moneda nacional se han reducido y el crédito al sector privado sigue siendo un factor de crecimiento económico. La aprobación del TLC con Estados Unidos ha resultado como una cereza de torta para cerrar el año. La expansión de la demanda como se puede observar sigue siendo el atractivo y propiciatorio calzoncito amarillo de la economía peruana.

domingo, 23 de diciembre de 2007

HISTORIAS DE NAVIDAD


Por: Miguel Godos Curay

Los piuranos somos unas criaturas de una fibra humana extraordinaria y la solidaridad nos aflora por los poros en la desgracia cuando el agua nos llega al cuello en los diluvios o cuando un dolor profundo por la ausencia repentina de un ser querido nos socava el alma. Ahí somos buenos y humanos. Hemos descubierto, con los años, que quienes menos tienen son los que a Dios dan más. Lo ahorran todo pero lo entregan todo sin reparos y sin mezquindad en un compartir ilimitado. Hay también los que se comportan con Dios como si fueran colgajos coloridos de árbol, puro brillo, en el fondo cáscara decorada para el adorno y la figuración.

Renán Estrada Távara y Humberto Rodríguez Sarango, periodistas de Correo, eran a su modo, filósofos extraordinarios, pues estaban plenamente convencidos que en navidad Dios acostumbra a probar con su cuchara nuestro talante humano. Así recuerdo que compartiendo mesa chiclayana con Humberto pidió un suculento arroz con pato el que humeante y sabroso llegó a la mesa. Fue en esos precisos instantes que ingresó a la fonda un loco callejero y con los ojos brillosos se lo pidió. Humberto sonrió y se lo entregó sin miramientos y nos dijo “a este lo mandó Dios”. Pidió un segundo arroz con pato y esta vez apareció una mendiga ciega que confiada en su olfato llegó a la mesa y se lo pidió. Humberto con regocijado gesto esta vez nos dijo: “No hay duda Godos hasta a Dios le gusta el arroz con pato”. Renán tenía raptos de generosidad repentinos y profundamente humanos. Eran gestos invisibles con una verdadera legión de personajes de Piura y de Sullana.

Hay evocadores recuerdos de navidad que tenemos grabados de modo indeleble en el alma. Como aquella ocasión en que de visita al cura de Paita don Eduardo Palacios nos pidió que le acompañemos al campanario de la iglesia de San Francisco y esperando con puntualidad las doce en la noche buena empezamos repicar con todo brío para anunciar la navidad. “La gente esta triste y hay que alegrarla” repitió. Aún resuenan en mis oídos los bronces sonoros de las campanas grandes y los cantarines y de las pequeñas. En plena Noche Buena el cura Palacios impartía la comunión a los pescadores polacos que recalaban en el puerto y lo fueron a buscar a la casa parroquial.

Otra ocasión recorriendo el Asilo de Ancianos en vísperas de navidad con el inolvidable Aldo Cango. Descubrimos que muchos ancianitos desean en navidad fervorosamente la dicha del trato y el amor humano. Realmente la desolación conmueve y en esos momentos sobra la espontaneidad de quien desea una caricia, un abrazo, un beso o un apretón de manos. Fue en esos momentos inolvidables en que una ancianita de labios arrugados sacó de su boca un caramelo y sosteniéndolo en sus manos temblorosas quería colocarlo entre mis labios. Un caramelo chupado puede desatar una ola incontenible de asco y repugnancia. Pero aquella ocasión el gordo Cango encontró una genial justificación: “El ángel que cuida a la abuelita quiere darte la comunión”. Hay una comunión humana profunda en la pobreza y en la soledad compartida del caramelo de Dios.

Otra navidad de esas que dejan huella visitamos la unidad de cuidados intensivos del Hospital Regional. Ahí estaba el cuerpo de un valiente policía que resistiendo el ataque a su puesto policial en el bajo Piura había recibido un proyectil en la cabeza. Este hombre permanecía con los ojos abiertos en estado vegetativo provocado por la lesión. Nos acercamos a él interrogándonos sobre sus posibilidades de recuperación. El médico nos dijo que estaba vivo por que tenía signos vitales pero su conciencia permanecía en una especie de sueño profundo. Preguntamos por sus hijos y su familia. Tenía dos hijos ajenos a su drama. Fue en esos momentos en que observamos que de los ojos de este hombre, en apariencia inconsciente, brotaron profusamente lágrimas. Estoy convencido que nos oyó. Tenemos vivo el recuerdo de la escena con la certera convicción que la navidad es una buena oportunidad para descubrir que tenemos vocación de bondad.

domingo, 16 de diciembre de 2007

¿ME ENTIENDES NIÑO DIOS?


Por Miguel Godos Curay

Escribo esta carta con premura y con recato porque tiene como destino al niño Dios y a los niños no se les puede hablar como a los viejos que tienen tantas formas para ocultar sus verdaderas intenciones. Tendría que confesarle al niño Jesús que los niños del Perú no la están pasando bien y que por eso le pedimos con todo fervor que el próximo año no falte el agua potable en todas las escuelas y que sus maestros no desatiendan sus obligaciones escolares.

Querido Niño Dios estamos preocupados por los niños que no crecen a consecuencia de la desnutrición, por la leche aguada que no alimenta, por los niños y niñas violentados en su propio hogar, por las cabinas de Internet en donde impunemente se destroza su inocencia, por los niños que dejan de ser niños porque tienen que trabajar en los socavones de las minas, en los lavaderos de los ríos, en las calles de las ciudades recolectando basura para sostener a sus familias.¡Todo es nos duele Niño Dios!

Hay muchos niños que sufren y pocos niños alegres. Niños discriminados ahí en donde no debería existir la discriminación. Niños excluidos en las escuelas porque son obligados a pagar con humillación los yerros de sus padres. Niños que no saben lo que es el juego porque les está prohibido. Niños que tienen encarcelados sus sueños y a los que les niega el derecho a expresar sus emociones y sus deseos.

Hay niños a los que se les impide ser dignos y educados y niñas que nunca tendrán la posibilidad de aprender a leer y escribir. Hay niños abandonados y otros que son considerados una carga para sus familias y que sus padres hubiesen preferido que no vengan al mundo para no tener que sufrir. Hay niños buenos que se tornan malos porque sus padres les enseñan a despreciar y a humillar. Niños educados para la vanidad, el odio y el rencor. Niños que comparten pero los adultos mutilan su generosidad.

Hay niños en este país que comen mucho y se embotan de hamburguesas y coca cola. Pero también hay niños que concurren a la escuela con una tacita de té y solo un pan. Hay niños que eligen en los escaparates lo que quisieran vestir pero también niños que no tienen nada que elegir. Hay niños que comparten sus golosinas con sus mascotas y es verdad hay mascotas que viven mejor que muchos niños. Mascotas, bien amadas, alimentadas con productos vitaminados, con control médico y puntuales vacunas contra todos los males. En cambio hay niños que ignoran las vacunas, los médicos, mucho menos, las vitaminas. En este Perú signatario del TLC hay perros afortunados que viven en la opulencia pero hay niños desafortunados que viven en la cruda pobreza.

En el Perú hay niños que leen y escriben. Otros que no entienden ni lo que leen ni lo que escriben. Hay también niños que no leen ni escriben. Hay niños en las alturas andinas que no conocen el mar y niños de los conglomerados urbanos costeros que no conocen las alturas. Hay niños obesos que se agotan en media cancha jugando fútbol y otros que en los arenales sueñan apasionados con un gol. Hay niños que cierran sus ojos escuchando el cuento de caperucita perseguida por un lobo rapaz imaginario. Pero hay niños que se enfrentan todos los días a los lobos del acoso y la agresión sexual.
Hay niños que sólo cierran los ojos para morirse en este Perú de pisco y terremotos. Hay niños que soportan en sus cuerpos enclenques: el cáncer, el SIDA y otros males inimaginables porque son afortunados en el dolor. Hay niños con sueños enormes como el edificio del Ministerio de Educación pero duermen en las calles con los pulmones perforados por el terokal. ¡Aquí no pasó nada .! Hay niños que se sienten como pelotas desinfladas por la desilusión que provoca la inmoralidad de su cracks favoritos. Hay niños que aman este país y este país no los ama. ¿Me entiendes Niño Dios?

miércoles, 5 de diciembre de 2007

EL DOMINGO NEGRO DE CHAVEZ


Por: Miguel Godos Curay

El domingo pasado fue un domingo negro para Chávez. Este día se estrelló con el ¡No! y el rechazo abierto a sus reformas constitucionales. Sus sueños de eternidad en el poder: la reelección sin límites colisionaron con la protesta y el rechazo de un aguerrido grupo de jóvenes estudiantes de las distintas universidades del país. Los universitarios asumiendo un indiscutible rol trabajaron el no por todos los medios alternativos posibles frente a la opulenta propaganda chavista. Los jóvenes han asumido la conducción de la sociedad civil desentendiéndose de las vacas sagradas de la politiquería de turno y de la oposición ávida por capitalizar la lucha estudiantil.

Chávez, admitió su derrota y felicitó a sus adversarios. Para todos fue una reacción inesperada. Los pronósticos de Fidel fallaron. Chávez no cesa de repetir: ”Fidel… te llamo mi padre delante del mundo”. El golpe emocional es inconfesable y le quita cuerda. Aunque la derrota no le recorta poderes ni le quita parlamentarios o municipios lastima su popularidad y su amor propio. Es también una tácita desaprobación a sus reformas sociales. No se puede decir todavía que el comienzo del fin está cerca pero el temor a la represión y al socialismo autoritario ha quedado derrotado.

La oposición venezolana tras sus derrotas electorales consecutivas se ha revitalizado como siempreviva y hoy no tiene argumento para no organizarse. En el escenario internacional estos resultados han sido festejados, no cabe duda, por Bush, el rey de España, Alvaro Uribe y al propio Alan García, víctima propiciatoria de sus jarabes de lengua. En Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua el chavismo está conmocionado. El tono triunfalista de las casas del ALBA es probable se modere en las próximas horas. Con un Chávez desinflado sólo a los imbéciles se les ocurriría posar para la foto.

El temor que flota es una arremetida de Chávez y la profundización de la revolución lo que extremaría el rechazo de sus opositores. En el Perú los adictos a Chávez, entre los que abundan velasquistas primafásicos y emocionados socialistas sentirán en carne propia lo que hoy se vive en Caracas. La percepción de que los populismos son efímeros y que el petróleo provoca dispendios onerosos. Tal es el impacto de la derrota que uno de sus incondicionales y defensor de sus programas sociales, el Alcalde de Londres Ken Livingstone, representante del laborismo se desploma en las encuestas. Los conservadores repuntan notablemente. El rechazo a Chávez tiene inminentes consecuencias.

Hugo Chávez perdió sus dos primeras elecciones. En el Bloque A del proyecto de Reforma Constitucional el 50,7% de los electores que acudieron al referendo constitucional rechazaron, entre otras propuestas, la posibilidad de permitir que el Presidente pueda presentarse indefinidamente a la reelección. En el Bloque B, 51.05% de los votantes no avalaron la posibilidad de disminuir la edad para el ejercicio ciudadano del voto a los 16 años, restringir la libertad de expresión durante los estados de excepción y la perdida de autonomía del Banco de Reserva.
Al referendo acudieron 9 millones de venezolanos de los 16 millones esperados. La abstención fue del 44,1%. Según los observadores de cada diez venezolanos cuatro dejaron de expresar su opinión sobre las reformas. La victoria del No en el Bloque A se produjo por apenas 124.962 votos de diferencia. La cifra, se incrementa levemente en el Bloque B, sometido a consulta, que fue de 187.196 votos de rechazo a la propuesta de modificación constitucional. Se precisa que alrededor de 7 millones de ciudadanos hábiles para votar decidieron no hacerlo.

El ausentismo electoral no es un fenómeno nuevo en Venezuela pues la Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de 1999 vigente fue electa con la ausencia del 62% del electorado ( 6 millones 850 mil electores). La Carta Magna fue aprobada finalmente por apenas tres millones de electores, el 44.5% del total de electores hábiles. El proceso estuvo acompañado en todo momento por temor al fraude y las denuncias y detenciones estuvieron a la orden del día pues menudearon los intentos de votar en más de una ocasión.

Los populismos son hoy como el sarampión de las democracias contemporáneas. Se caracterizan por girar en torno a un caudillo que en nombre del pueblo y para el pueblo, pulverizan libertades públicas como la libre expresión y el sistema de partidos. Sus encandilados discursos dirigidos a los pobres acompañados de ayudas sociales y estudiados gestos altruistas capturan tontos útiles para la expansión de sus propuestas ideológicas que como los chilcets globo dejan en la boca el sabor a fresita roja del antimperialismo y el fervoroso chauvinismo.

sábado, 1 de diciembre de 2007

LOS UNOS Y LOS OTROS


Por: Miguel Godos Curay

Cuando se entrega una hoja en blanco a un niño de cualquier asentamiento humano para que dibuje lo más hermoso de Piura no resiste la tentación de representar un río aunque tenga un hilito de agua. Un sol radiante y luminoso y un árbol enhiesto y umbrío: un algarrobo. Lo mismo sucede en los adolescentes. Ellos sienten que Piura es una ciudad bella y luminosa amenazada por sus propios habitantes que arrojan basura a la vía pública y utilizan los techos de sus principales edificios para colocar sin consideración cachivaches de todo tipo y anuncios publicitarios. Piura, lo dicen los jóvenes, sería más hermosa y bella si todos plantásemos más algarrobos y menos arbustos exóticos. Si el escudo republicano de Piura se resume en un algarrobo, un piajeno y un piurano de la estirpe de los Seminario. No hay razón para que se arranquen de cuajo los algarrobos de la ciudad y se decrete el exterminio de los asnos.

En Piura colisionan como desaforadas pasiones dos fuerzas incontenibles. Una que bulle en cada ladrillo que se coloca como apuesta por la inversión, el trabajo y el cambio. Y otra corrosiva, rabiosa y pervertida como rescoldo de la envidia y el odio que roba el cemento en las obras públicas, que alienta la corrupción, el robo, el abuso, el dinero fácil, el capricho y el mal gusto. Unos progresan los otros atrasan y en la arquitectura imperfecta del fracaso se oponen a todo. Unos avanzan los otros retroceden. Unos inyectan optimismo los otros suman fracasos para no hacer nada. Unos enmiendan rumbos para ser mejores los otros maquillan sus malas prácticas para dar apariencia de bondad. Unos elogian los otros rajan. Unos ayudan a los pobres los otros roban. Unos pagan impuestos los otros los evaden.

Son dos fuerzas irreconciliables. Son como la luz y la sombra. Unos son transparentes los otros son tenebrosos. Unos son honestos los otros deshonestos. Unos aman los otros odian. Unos viven la verdad los otros se solazan en la mentira. Unos dan los otros medran. Unos leen los otros se conforman con la ignorancia. Unos piensan lo que dicen y dicen lo que piensan los otros ocultan lo que piensan y dicen lo que no sienten. Unos disfrutan la alegría lo otros se hartan con el café hediondo de su amargura.

Unos plantan árboles con la ilusión que algún día sus nietos disfruten de aire puro los otros los mean sin decoro. Unos dan la mano con indeleble asomo de cortesía los otros ocultan sus crecidas uñas negras. Unos comparten los otros reparten coimas. Unos dicen lo que son los otros aparentan lo que no son. Unos son corteses y expansivos los otros tienen la cara dura del cinismo. Unos hablan los otros callan. Unos sirven los otros con su dosis de soberbia esperan ser servidos sin la mínima consideración humana. Unos limpian los otros desperdigan la porquería de sus miserias.

En apariencia son dos polos opuestos pero son como las dos extremidades de un mismo cuerpo. Son como la diestra y la siniestra que juntas son fuertes e invencibles. Pero solas son almas en pena solitarias. Juntos son como las manos que permiten el despliegue inteligente de las genialidades creadoras.

En apariencia son irreductibles pero unidas podrían encumbrar proyectos humanos posibles y extraordinarios. Son como la mayoría y la minoría en los municipios en apariencia irreconciliables que torpemente se desgastan sin importar las necesidades de la ciudad y de sus pobladores. Son como toda institución llámese universidad, club deportivo, empresa, comunidad, barrio, iglesia o familia donde el desentendimiento anida y los objetivos se pisotean como anhelos inservibles. Sin embargo, esta historia interminable de las pasiones confrontadas se podría desterrar si como los niños retomamos esa capacidad humana de asombro para sentir que esta Piura radiante y bella merece nuestros mejores esfuerzos. ¿Entendieron?.

lunes, 26 de noviembre de 2007

ENTRE LA TEMPESTAD Y UNA LIRA



Por. Miguel Godos Curay


Soy de los que disfrutan de las trajinadas y apacibles noches piuranas en el Ovalo Grau. El otro día quedé sorprendido con la amena lectura de la novela de Haruki Murakami “Kafka en la orilla” (Kyoto 1949) que realizaba un eventual lector de zapatillas azules sentado a un extremo de la banca. No era un joven universitario ni uno de esos estudiantes ávidos de resúmenes para sacarle la vuela al plan lector. Era un viejo ávido que leía sin empacho e indiferente al mortificante claxón de los ticos.

Otra pregunta que me hice fue la siguiente: ¿Que hace Murakami en Piura? Murakami es un mago verbal que explora el universo entre los anuncios publicitarios. Murakami es un arquitecto de la palabra. Un diseñador verbal de cada uno de sus relatos. “Kafka en la orilla” reúne dos historias la de Kafka un quinceañero que huye de su casa y se refugia en una de las islas mas alejadas de la capital. Aquí conoce a Oshima, el bibliotecario, un hombre que vive en el cuerpo de una mujer. Ante la presencia de la policía que lo busca Kafka huye a las montañas. Estando como huésped de la biblioteca Kafka se enamora de la señora Saeki que en sus remotos antecedentes, tiene el de haberse hechoc rica y famosa interpretando la canción “Kafka en la orilla”.

La otra historia refiere un acontecimiento que se produce durante la segunda guerra mundial. Un grupo estudiantes que se encontraba de paseo con su maestra sufre una intempestivo desmayo colectivo. La causa probable: una bomba, un hipnotismo colectivo a o la ingesta de champiñones venenosos. Nataka, uno de los niños que demoró en despertar después del desmayo descubre que tras este pasaje ha perdido la memoria pero en cambio ha adquirido el don de hablar con los gatos. Este personaje finalmente hará el mismo recorrido que Kafka pero tras acabar con la vida de un “matagatos” pierde esa capacidad. En cambio adquiere una nueva virtud que le permite provocar lluvias de peces. El relato es alucinante y divertido.

La lectura no es un menester fácil porque requiere una práctica continuada y libros. Quien aprende a leer pero no expande esta destreza humana la pierde inevitablemente. Esta es la tragedia de los analfabetos funcionales tan abundantes en estos tiempos. Leer no es una gimnasia visual o labial sino un esfuerzo de comprensión cerebral penetrante, una experiencia humana que da vida al libro.

Vargas Vila se interrogaba: “¿Qué es un libro? un libro, es : Todo ;puede ser la Verdad, ser la Mentira, ser una Tempestad, ser una Lira, tener alma de luz, o alma de lodo, un libro, puede ser lo mismo; un pedazo del Sol o un jirón del Abismo; un libro es como un Universo; ya sea en prosa o en verso; que esté escrito, todo el Infinito en sus páginas cabe, un libro, puede parecerse a un ave; puede ser, armonioso como un jilguero, y feroz como un buitre carnicero; pájaro extraño, pájaro huraño, como el cuervo de Minerva, puede ser una ave de Ciencia y de Meditación; o como el cisne de Leda, puede ser una ave de Voluptuosidad y de Pasión; puede ser como un canario amoroso y dolorido….”

Un niño no disfruta de la lectura si sus padres y sus maestros no le enseñan con el ejemplo de su deleite personal e interior. Un libro puede parecerte pesado y largo porque tu amor por la lectura es corto. Un libro es una grata compañía y el que lo tiene nunca se siente sólo. Un libro es la decorosa artillería con la que se hace indestructible la inteligencia de un maestro. Un libro puede transformar la vida de un hombre e incendiar su pasión por lo infinito. Como dice el poeta: “… es el pendón de la Victoria sobre el muro de la indiferencia derruido; el pendón vencedor de la Envida y del Olvido…”. El libro es como el oxígeno vital para el cerebro un elixir para despertar a las neuronas perezosas en los dos hemisferios. El intuitivo y el de la representación mental en donde se hacen inolvidables los recuerdos. Que Murakami sea leído en Piura es una experiencia tan deliciosa como contemplar la muda belleza del cielo de Piura, al caer la tarde, en el Ovalo Grau.

PANCHO MARAMBIO SE VINO A PIURA


Por: Miguel Godos Curay

“Las obras Infames de Pancho Marambio” es el título de la última novela de Alfredo Bryce. En ella refiere las desventuras del abogado Bienvenido Salvador Buenaventura, quien huyendo de la maldición de ver a sus hermanos consumidos por el alcoholismo decidió marcharse al viejo continente. Pancho se instaló en Barcelona en donde tenía muy buenos clientes con importantes inversiones en el Perú y divertidos amigos entre los que se contaba la alhajita de Pancho Marambio. Un adicto al tinte para ocultar las canas y los años. Una verdadera enciclopedia humana de lo que no se debe hacer ni parecer.

Comprado el departamento para su catalana estancia Bienvenido cometió el error, por aquello, “de que preferible es malo conocido que bueno por conocer”, en contratar al “arquitecto” Marambio y adelantarle dinero para las obras de restauración del piso recién comprado las que resultaron una catástrofe y estafa perfecta. Los títulos profesionales de Marambio en arquitectura eran tan falsos como su negra cabellera. Bienvenido a consecuencia de la patética infamia bebió alcohol hasta acabar en una clínica de desintoxicación deplorando la insensata decisión de abandonar su ordenada y calculada vida limeña.

Entre la infamia perpetrada por Marambio y la estafa consumada de muchos contratistas, constructoras y funcionarios de los gobiernos regionales y municipios hay la misma distancia. Bastaría sólo recorrer las diversas obras públicas ejecutadas en la ciudad para encontrar insalvables deficiencias y sobre valoraciones, diseños vergonzosos como la escalera de la pinacoteca municipal y otros amarres producto del cohecho propio y esa concesión recíproca de yo te doy y tú me dejas robar. La telaraña del nepotismo político y perversamente amistoso, el desvío de fondos y materiales de construcción de obras públicas a los feudos familiares es realmente incontrolable. ¡Somos tan ciegos que no alcanzamos a ver los elefantes africanos del desbalance patrimonial de nuestros visibles funcionarios públicos!.

De esta corruptela mafiosa no escapan ni las propias asociaciones de padres de familia, en donde las directivas enquistadas hacen y deshacen con documentos adulterados y robos descarados de los fondos que aportan los padres de familia. Por eso las directivas de las Apafas se asustan cuando tienen que rendir cuentas y temen a la fiscalización como al agua caliente las cucarachas. No hay institución pública o privada, en donde se maneja dinero fresco, en la que no sean visibles la repartija y los uñas largas. El inflar gastos es el ritmo de moda en todas las dependencias públicas. No hay municipio en el que no se hurte combustible, papel y lapiceras y hasta goma de borrar. No hay bien público el que por dignidad permanezca indemne a este afán de rapiña descomunal y desproporcionado. No hay tarro de leche de los programas sociales que no vaya a parar al mercado. No hay cebiche de cumpleaños para el jefecito que no toque los dineros del Estado y eso está muy mal.

Lo mismo sucede hasta con las instituciones deportivas en donde los malhechores del bien, con rostro de dirigentes altruistas que cuidan sus bolsillos, acaban solicitando a los municipios dinero para hacer carne sus promesas electoreras. ¿Por qué no con la suya sin malversar lo que a muchos pobres hace falta?. Esa banalidad grosera que añade más agua que leche a los niños pobres en la navidad. Ese afán de notoriedad que aparece todos los diciembres para tranquilizar la conciencia y justificar los pecados de todo el año no tiene cuando acabar.

Estos males socavan familias, instituciones, municipios, ministerios y en una cascada interminable tocan las decisiones del propio Estado. El único remedio efectivo, como el vermífugo para los gusanos, es la vigilancia ciudadana. La ciudadanía activa de quienes con capacidad de indignación no se callan cuando estos latrocinios, grandes o pequeños, se producen. Se trata de una ética sustentada por la dignidad y el decoro. Ese respeto a sí mismo que a menudo se pierde pero que tanta falta nos hace.

martes, 20 de noviembre de 2007

LA ARTESANIA EN PIURA



Por: Miguel Godos Curay

El término arte procede del latín “ars”. Etimológicamente se consideró arte a la pericia, destreza y habilidad en la producción de algo. De arte viene artesanía como de filosofar filosofía. Otra significación posible, mucho más antigua, viene del griego “areté”: la virtud como una forma de pensar con las manos o ”aptitud general para hacer una cosa”. El sentido ético de esta palabra es un tanto posterior. Toda actividad artesanal requiere del ingrediente del trabajo humano.
Nuestros artesanos históricamente hicieron de su oficio un modo de subsistencia y generalmente se localizaban en algún sector visible de la ciudad. Según anota Flores Galindo los artesanos, gracias a su actividad, obtenían lo suficiente para su sustento y se distribuyeron en variados oficios como el de los zapateros, alfareros, herreros o barberos. Un de sus formas de asociación fue el gremio. La artesanía es un ingrediente de la economía en entre los siglos XVIII, XIX hasta nuestros días.
Respecto a Piura refiere López Albújar que las comunidades de los oficios se ubicaban al norte y al sur de la ciudad con especializaciones específicas: “Así, mientras el mangache fabricaba adobes y ladrillos, tejía riendas y empajaba techos, curtía pieles, repujaba cueros y laboraba jabones. El gallinacero fabricaba peines y calzado, tejía cobijones y alforjas, manipulaba la plata y el oro y forjaba el hierro y tallaba la madera, este hacía la música y aquél baliaba. Cuando el uno era castillista, monterista o pradista, el otro alardeaba de vivanquista, pradista o pierolista”.

Allá por 1886 Piura estaba poblada de pequeños negocios en donde se comerciaban los productos artesanales : “….. tiendecitas muy visitadas y donde se encontraba de todo. Desde los pequeños muñequitos maromeros que hacían los presos de la cárcel,hasta las yerbas más raras, secas, con tierra, a las que se atribuía poderes maravillosos para curar enfermedades y que las vendían las negras Albirena. Ollas, cántaros, mates, lapas, que traían de Simbilá, Alforjas con listones de colores ,tejidas por las nativas, a mano, ponchos de algodón, blancos, sombreros de paja, faroles de vidrio con sus fierros pintados de color negro para colocar las lámparas de querosene; mercería en general en una que otra tienda, con agujas de todos los tamaños, hasta aquellas que servían para coser lonas, que les llamaban agujas de arriero o capoteras. Dulces, los más variados y sabrosos, bizcochos y toda clase de panes y panecillos y el famoso choclate elaborado en Piura o el café canchaqueño tostado o en grano simplemente que le llamaban caracolillo”

Los oficios se heredaban en los núcleos familiares. Con el pasar del tiempo se crearon escuelas en las ciudades más populosas. Catacaos fue una de ellas. Aquí crecieron los oficios gracias al método Lancasteriano de educación aplicado por los diligentes pedagogos ecuatorianos Don Mariano Díaz y Ciro Tito Andrade. Los oficios o saberes se prodigaban en los talleres por maestros artesanos, cuyo principal objetivo era la producción de útiles que facilitaban el trabajo diario: carpintero, alfarero, santero, joyero, herrero, curtidor, talabartero, tejedor, albañil, panadero etc.

El producto artesanal tiene la virtud de haber sido elaborado a mano (manufactura). Por eso, extraordinaria actividad artesanal fue el tejido de sombreros cuyo destino comercial era Panamá, Centroamérica y Las Antillas. A consecuencia del comercio de sombreros en el istmo fue que de modo injusto durante mucho tiempo se llamó a los sombreros catacaos como “Panama hat”, sombreros de Panamá. Eran los principales exportadores Calixto Romero, Medardo Calle y Mendoza Hermanos. En 1904 el Perú exportó 7 mil 634 docenas de sombreros por un valor total de 22 mil 904 Libras peruanas. En 1905 la exportación llegó a 63 mil 633 Libras Peruanas. Según refiere Leguía y Martínez: “Hombres y mujeres, niños y ancianos, cuando no están ocupados en la agricultura, todos tejen sombreros por todas partes”
Otras actividades artesanales significativas son la cerámica y la textilería tradicional. Sostienen los alfares de Simbilá que fue el chilalo, el ollero, que enviado por Dios enseñó a los hombres a construir sus moradas de adobe y la confección de finos objetos de alfarería vinculados a la actividad doméstica y religiosa. No se puede hablar de la cerámica de Chulucanas sin hablar de la cerámica Simbilá que languidece a consecuencia de los arrebatos de la modernidad. Igual sucede con la textilería. Hoy es bastante difícil encontrar ponchos de lana de oveja o de auquénidos porque han sido remplazados por las fibras sintéticas. Igual sucede con el algodón de colores que ha desaparecido de nuestros campos por las dinámicas del comercio exportador.

Sin embargo, en Yacila, Sechura y en el Bajo Piura se mantiene el primor de los bordados y arpillerías. Alforjas y fajas coloridas que aún se emplean entre las familias pescadoras y campesinas. Igual sucede con las lagenarias. Los mates tan abundantes en las ferias serranas en donde son aún preferidos a los plásticos. Nuestra artesanía es aún objeto de prejuicios. Muchos artesanos sienten temor a las tentaciones perversas del cambio que se presenta como innovación. Consecuencia de esta innovación es la invasión de los modelos Cartier en las joyerías de Catacaos en donde cada vez menos se encuentran las dormilonas envidiables joyas de la heredad morisca. Igual nos pasa con las estilizaciones de la cerámica en donde cada vez hay menos opulencia en los pechos y las caderas para dar paso a escenas obscenas y lascivas que no son parte del mundo imaginario de nuestros alfareros.

En Paita y Talara aún se mantiene como actividad para matar el tiempo de los viejos pescadores el tallado de los colmillos del Lobo de Mar. Antes con el marfil de los cachalotes se elaboraban toda una serie de objetos primorosos de una inconfundible belleza extraordinaria. Prácticamente extinta es la actividad de los talbarteros expertos en ornar sillas para caballos y mulas con fina botonería de plata. Igual sucede con las hamacas de Locuto. Las cucharas de palo que poco a poco van desapareciendo. Ya nadie trenza cabullas ni en las fraguas tiempla aceros para las puñaletas y espadas. Nuestra artesanía clama a gritos el apoyo de las autoridades y de los responsables de la decisión política. De ahí la importancia de todos los esfuerzos de rescate y de visible apoyo.
Nosotros tenemos que luchar como los algarrobos contra la aridez de la indiferencia. Bien decía Joan Miró, el universal pintor catalán, que los artesanos como los algarrobos tienen raíces fuertes. Miró decía a viva voz: “El algarrobo es mi ejemplo, mi modelo, lo que ha me ha sostenido. Siempre viajo con una algarroba en un sobre. Es un rito para mí. Los algarrobos conservan siempre las hojas. Lo verde tiene un enorme poder. Yo le soy fiel al algarrobo”. Esta formidable fidelidad es sin duda una adhesión universal a la cultura y el arte. A la profunda belleza de este pensar con las manos.
Piura, 16 de Noviembre del 2007.

LA ESTUPIDEZ Y LAS MARIPOSAS TRAICIONERAS


Por: Miguel Godos Curay

John Locke, escribió en 1689 su estudio: “Ensayo sobre el entendimiento humano”. En este polémico enfoque sostenía que estudiar el entendimiento humano es entretenido y útil. Lo complicado se asoma cuando uno descubre que pensar sobre el pensar es un menester harto difícil y complicado. Observarse a uno mismo es una práctica que requiere una sinceridad desgarradora. Pocos realmente, por ejemplo, tratamos de penetrar en las causas de la estupidez que a veces aflora en las tonterías que pronunciamos o en aquellos actos humanos de los que somos protagonistas principales o testigos de excepción.

La estupidez abunda en la forma torpe como se pierde tiempo en muchos municipios postergando las decisiones del progreso y el mejoramiento ciudadano pero sin menoscabo del cobro puntual de la dieta. Nadie renuncia a la dieta ni a la teta. También se enquista ahí en donde los asesores se comportan como las mariposas traicioneras de Maná: “Vuelan y se posan van de boca en boca / fácil y ligeras de quienes las provocan”. Con esa vocación pública de ratones felices en la ratonera realmente hay una explicación clara de por qué, según la sinceridad peruana y piurana “estamos hasta las huevas”. Poblados de promesas incumplidas, hartos hasta la saciedad de latrocinios, nepotismos, negligencias, abusos y cuentistas.

¿Y la estupidez de dónde viene? La vida nos enseña que uno de los acontecimientos más sublimes es el momento en que una criatura insignificante, gracias a su inteligencia, se convierte en un niño capaz de expresarse con propiedad y corrección gramatical. La actitud estúpida se opone a la actitud inteligente. En 1645, Lord Herbert Cherbury, postulaba que al momento de nacer había en nuestra mente elementales nociones morales de tal manera que es posible que a temprana edad nos demos perfecta cuenta de las consecuencias de nuestras acciones. El estúpido tiene atrofiada esta capacidad de distinción.

Por eso es fácil explicar la lógica pervertida del malvado que se regocija en el hacer el mal al otro. No sucede lo mismo con el estúpido que teniendo talante inteligente actúa con irracionalidad supina. Si en efecto, el inteligente sabe que es inteligente, el malo sabe que es malo, el candido reconoce los contornos de su candidez sin remordimientos. En cambio el estúpido no sabe que es estúpido. Hay quienes también confunden la estupidez con la candidez y son radicalmente diferentes. La primera es venial la segunda pecado capital.

El estúpido ignorante es sumamente peligroso porque, con aparente buena fe, actúa con pasmosa naturalidad por los linderos de la inmoralidad. Los estúpidos abundan en las sociedades decadentes y se apoltronan en las burocracias corruptas favorecidos por su lealtad de puta al partido y al cohecho propio. El colmo resulta que se asocien y crezcan porque a consecuencia de la coima y el robo forman una comunidad de favorecidos con opulencia visible. Una mezcla peligrosa y explosiva es la de los estúpidos y malvados los que en el manejo de la cosa pública se convierten en gatos despenseros favorecidos por la impunidad de los que callan y otorgan.

La incuria y la pobreza de una sociedad pueden encontrar una formidable explicación de sociólogos y economistas. Pocas veces acudimos a los esquemas mentales y actitudes aprendidas durante la niñez. A la falta de ejemplos dignos de ser imitados en nuestra sociedad construimos paradigmas inalcanzables y no es así. Vivimos valorando la hipocresía antes que la ternura humana autentica. Vivimos deformando la autoestima con una incapacidad enorme para decir “sí” o “no” cuando las circunstancias lo exijan. No valoramos el ser creativos porque la improductividad y la estupidez son esas legañas que nos impiden ser felices. Somos como ciegos ante el espejo. Unos ven pero no hablan, otros hablan pero no ven. ¿Les parece poco?










domingo, 11 de noviembre de 2007

¿QUE SOBRA Y QUE FALTA EN NUESTRAS ESCUELAS?


Por Miguel Godos Curay

Esta semana que pasó recorrí escuelas en la sierra y en la costa. En Santo Domingo de Morropón visite los colegios Agropecuario “Mauro Giraldo Romero” y el San Juan. En donde un sentido de competencia acompaña las mejoras del desempeño educativo. No sólo se trata de acondicionar museos y añadirle arrumacos distintivos a los uniformes para construir diferencias. Equipar la banda de músicos o fomentar reñidas competencias deportivas o lucimientos en desfiles escolares. Sino también de mejorar la calidad formativa en las aulas contra el hacinamiento que es nota característica de la escuela urbana. En la serranía las aulas son cómodas y confortables como para una educación esmerada en óptimas condiciones en las que los maestros pueden desplegar sus mejores energías.

También recorrí las escuelas de Sechura en donde sobra el sentido de identidad cultural y pertenencia. Aquí los estudiantes no necesitan de profesores de danza porque todo lo aprenden de la cultura viva y tradiciones de sus pueblos. Cada comparsa pícara tiene el ingrediente de ligazón con lo local y propio por encima de los artificios y la imitación descarada de lo que propone impunemente la televisión. Se trata de escuelas con raíz en el pasado y con una luminosa visión del presente.

Finalmente recalé en el colegio San Miguel, Alma Mater de Piura, en donde concurrí a los talleres de periodismo escolar. San Miguel requiere de una decidida apuesta del gobierno regional, el municipio y el empresariado. Requiere con urgencia la gratitud de quienes se formaron en sus aulas. Por supuesto existe en su plana docente madera para las grandes iniciativas pero hace falta esa garra que sobra en los colegios de la sierra y ese identidad de la escuelas sechuranas.

Mientras en algunas escuelas privadas la imitación de lo que no nos es propio es una forma pervertida de aproximación a la modernidad. En estas escuelas sin proponérselo han encontrado sentido de búsqueda y encuentro. Personalmente estoy convencido de la improductividad humana de los desfiles y la imitación desconcertante de la disciplina militar autoritaria y vertical que debería dar paso a un trato humano digno y decoroso. Aplaudimos esos esfuerzos voluntariosos por el cultivo de las matemáticas y las ciencias, el aprecio por el idioma y el análisis crítico de la historia y el cultivo del deporte que alienta la competencia y el mejoramiento humano.

Indudablemente que los artífices de cualquier proyecto educativo sostenible y valioso son los docentes. No son esas fórmulas abundantes en esos recetarios de contenidos que nunca se aplican ni se cumplen. Ni esos programas que colocan cortapisas a la expansión del conocimiento. No podemos aspirar a calidad en la educación de espaldas a la realidad. La calidad es una respuesta de la conciencia que se apodera del entorno en un esfuerzo de comprensión humano intenso. Un maestro que no despierta curiosidad por el aprendizaje activo está condenado al fracaso como generador de experiencias humanas nuevas en sus alumnos. Un maestro que no valora la crítica como un impulso de mejora y la ejercita de modo constructivo no progresa y por el contrario retarda el impulso creativo inherente al acto educativo.

La tragedia de nuestra educación son los memorismos poco inteligentes y la falta de creatividad para simplificar la enseñanza de los procesos complicados. Realmente en nuestra escuela se administra el miedo y el temor. Muchas veces son los propios maestros que se resisten a desaprender y entender que el conocimiento está en permanente cambio y ese mudar de piel nos es atributo propio. Como dice el aforismo: es mejor no saber que saber la verdad a medias.

jueves, 1 de noviembre de 2007

SANTO DOMINGO: UN RECADO EN EL CIELO


Por: Miguel Godos Curay
Santo Domingo es un distrito de Morropón en donde un impresionante verdor cubre las cordilleras. En otros tiempos, por su clima benigno, era recomendado para los pacientes tuberculosos. La adhesión al socialismo aquí es de vieja data. La primera Cooperativa Socialista del Perú se creó en Simmiris. Si algo caracteriza a sus pobladores es su cordialidad sonora y campesina: Los buenos días de Dios, buenas tardes de Dios, buenas noches de Dios…! Son una fórmula educada que recuerda, a propios y extraños, que la cortesía es el lenguaje del corazón.

En otros tiempos, estos cerros eran recorridos por montoneros y bandoleros que a caballo incursionaban en las haciendas. En los días festivos el golpe de arpa convocaba copleros, majadores y bailadores que en insomnes noches reeditaban memorables tonderos y jaranas. Se bebía aguardiente. Tras la juerga: la pelea: puñaleta y espada en mano. Otras empedernidas aficiones son los gallos, ajisecos y cenizos de casta y las peleas de toros en las invernas. Entonces sea en los pastizales de San Agustín o el Jazmín toros bravos y propietarios se enfrentaban probando temerariamente sus fuerzas mientras los espectadores huían despavoridos en la furiosa persecución de las cornamentas.

Los cultivos principales son el maíz, trigo, papa, arveja, café, caña, yuca, ajos y algunos frutales como la naranja, la lima fragante, el chicope, las granadillas y los tumbos. Los higuerones y nogales crecen fornidos pero sólo se aplica la corteza de estos últimos para teñir la lana de oveja con la que urden la trama de sus ponchos. Orquídeas y variedad de flores crecen de modo silvestre. La cocina es castiza y pasa por los caldos de ajos y arvejas, el sango y chicharrones conservados en botijas en el crudo invierno. No faltan los tamales, el mote y las yucas con queso. Con achira, camote y zambumba se prepara la conserva que se reparte por pura devoción a Santo Domingo. Las mestizas de largas trenzas guardan en sus ojos ensueños y encantos.

Aquí el tiempo transcurre lentamente y las bocinas de los camiones sólo se escuchan en la madrugada y al mediodía en el que llegan los viajeros de la yunga. Después todo es tranquilidad en este pueblo que hoy tiene energía eléctrica y hasta Internet. Santo Domingo tiene su propio himno cuyos versos recuerdan la proeza del progreso emprendido por sus hijos. Muchos de sus personajes son leyenda viva que la memoria recuerda. Los López, Ramírez, Córdova, Castro, Castillo, Carnero, Calle, Berrú, Domínguez, Chumacero, García, Hidalgo, Choquehuanca, Jiménez son viejos troncos familiares llenos de valerosa tradición pues sus antepasados conformaron la famosa montonera de los chalacos que el 28 de Enero de 1883 tomaron Piura como protesta por la extensión abusiva de los linderos de las haciendas.

De Santo Domingo es Sinesio López, sociólogo y estudioso profundo de la realidad nacional. Sinesio, al frente de la Biblioteca Nacional, inició, como exigencia de respeto elemental a los derechos culturales de los pueblos, las gestiones para la restitución del valioso patrimonio bibliográfico del Perú arrebatado como botín de guerra durante el saqueo de Lima por la soldadesca chilena. También está vinculado a esta tierra el escritor Cronwell Jara Jiménez quien muestra tópicos locales en sus narraciones.

Una de las viejas costumbres, que Jara refiere, es la de la marcha de los poblanos a la cordillera para capturar con mucho arte un cóndor, señor de las alturas, y bajarlo al pueblo para la curiosidad pública en la festividad patronal que el día de hoy se conmemora. Entonces coronaban el penacho del ave con cintas de colores y ataban a sus patas algunos mensajes escritos dirigidos a las alturas. El cóndor cautivo, después de los tres días de fiesta, era liberado con gran jolgorio para que conduzca su inolvidable recado al cielo.

miércoles, 24 de octubre de 2007

DOCENCIA CON DECENCIA


Por Miguel Godos Curay

Ser docente universitario en el Perú requiere una sobredosis de decencia porque con tan poca paga diariamente hay que practicar el equilibrio en la cuerda floja. Finalmente acabamos haciendo de todo con un asombroso brío que solo procura ese afán por compartir experiencias nuevas y conocimientos con tan variada especie de alumnos. Estudiosos y aprovechados aunque la pobreza nos les permita acceder a bibliografía fresca, menos aplicados pero pragmáticos porque lo aprendido, según su sentido de las cosas, no tiene aplicación. Otros son los divorciados del estudio. Parecen pero no son estudiantes. Son turistas inoportunos a los que sus padres envían a la U cuando el colegio se les agotó como inmediato recurso para sacarlos de la casa. Están ahí cuando deberían estar en el más allá de los inconsolables estúpidos.

Como las necesidades son urgentes y nuestros emprendimientos inagotables acabamos con deudas en los bancos, en las cajas y en todo monte de piedad en donde haya dinero fresco. Nuestra vida empieza con una gigantesca ilusión por conquistar el mundo. Como las escobas nuevas, plenas de motivación, nos apropiamos de esa misión trascendente de impartir conocimiento. Aunque un traje elegantemente modesto y una corbata nueva son suficientes para cautivar un auditorio en nosotros surte efecto la energía emocional de un alumno agradecido a una boleta de pagos con innumerables descuentos.

Leemos lo que podemos y cuando concurrimos a una librería nos encontramos con esa sensación infantil que provoca, el desear y no tener, el juguete nuevo. Con secreta desolación, nos resignamos con los libros viejos y usados que encontramos en lo suelos y con todo ese caudal misericordioso de la entretela armamos nuestra biblioteca. Lo mejor de la vida se nos va en las aulas pero nadie se percata de nuestros sacrificios. Y cuando menos pensamos, el estar de pie hasta las últimas consecuencias, nos provoca tormentos circulatorios. En la universidad somos como los libros abiertos: maestros que enseñan.

Como en la escala de la perfección académica el conocimiento se renueva a velocidad inimaginable estamos obligados a los estudios postgraduales y doctorales para mantener la efímera de vigencia o finalmente tentar un cargo en la estructura burocrática. Porque el tiempo implacable nos enseña que somos perecibles se nos da por investigar y escribir para mantener a flote el buen nombre y echar unas gotas de agua en el inmenso mar del conocimiento. De privaciones y necesidades apremiantes construimos el mundo. Finalmente acabamos en las interminables colas de la seguridad social, la promesa de un ascenso o consumidos por la resignación de no poder hacer realidad nuestros sueños o un viaje inesperado al extranjero.

Somos como una lámpara que en su juventud alumbra con vivo fuego hasta que poco a poco se agota el combustible y la luz se extingue ante el inevitable tiempo. Nos duele mucho en el corazón que los políticos en sus discursos digan que la educación es lo primero mientras los presupuestos asignados se quedan en el rasero. Así andamos alimentados algunos días por las promesas de un Estado al que poco le importan los maestros. En otras ocasiones engañados a perpetuidad por quienes ignoran nuestros indecibles esfuerzos.

Aquí estamos, convocados por la injusticia para reclamar lo que por derecho nos corresponde. Dicen que somos la inteligencia del Perú pero nos dan trato de infamia. Dicen que somos el futuro pero nos sumergen en el pasado y nos ignoran en el presente. ¿Cómo vivir contentos si incumplen impunemente con lo que la Constitución manda? . Somos la canción del pobre: ¿Hasta cuándo viviremos como la piedra rodada?

COMUNICAR COMUNICANDO


Por: Miguel Godos Curay

Las clases magistrales de los postulantes a plazas de nombramiento de la Universidad Nacional de Piura nos han servido como pretexto para evaluar los progresos en ese pantanoso territorio de las ciencias sociales que es la comunicación. En la redacción periodística, por ejemplo, hay una clamorosa necesidad del cultivo de los géneros. Crónicas, entrevistas y reportajes muestran un buen estilo periodístico. En tiempos de Internet y síncopes vienen bien esas historias escritas con vuelo literario.

Contra lo que pudieran pensar los académicos. La comunicación es volátil e inasible como el deslumbrante lenguaje de las alas de las mariposas. El tiempo mismo que en la cogitación agustiniana es de naturaleza incombustible. Así en el preciso instante en el que decimos: ¡presente! Este instante se convirtió en pasado irremediable. Hoy la comunicación social no se puede reducir a un oficio de escribanos. Ni a una sonrisa que como los floreros ocultan los temblores interiores de las instituciones. No es tan cierto que la comunicación urge de una envolvente estrategia para los ingenuos internos y externos.

Hoy las corporaciones exitosas practican la sinceridad en la información que brindan y no crean falsas expectativas. La experiencia enseña que quien tiene menudas victorias privadas conquista grandes éxitos públicos. Mejor dicho quien sabe conducir esa pequeña empresa llamada familia tiene mejores posibilidades de conducir con logros y responsabilidad esa familia grande que es la empresa. La sociedad requiere líderes, responsables y leales consigo mismo. No quiere pulpos corruptos que festinen decisiones de argolla poco éticas que finalmente utilizan la comunicación como cosmética de torta.

Sin duda, uno de los campos profesionales donde más se han operado cambios tecnológicos es la comunicación. Sin embargo, los aspectos éticos fundamentales permanecen inalterables. La verdad cumple una insobornable función liberadora. No es cierto tampoco que las personas tengan embotado el gusto y acepten fácilmente productos de mala calidad y sin un sentido de innovación constante. Es el caso de la radio en donde el uso de formatos tradicionales abre paso a esa emocionante sensación de la cresta de la ola al momento de transmitir una noticia.

El radioteatro cumple una seductora función educativa. Es como el abuelo cuenta cuentos. Distintos son los formatos con guión previo y visto bueno de la censura que han sido devorados por el diálogo directo. Los periodistas que dictan noticias con solemnidad han sido arrasados por los que comunican con sinceridad y promueven el diálogo social. La irreverencia en este caso es como el humor: la verdad que entra por el postigo y ocupa un lugar en las salas de redacción. La libertad es el viento que hace flamear todas las banderas y una pulsión apasionada hacia la ética y la nobleza.

Para el periodista el lenguaje es como una herramienta lógica cuya eficacia rinde frutos cuando se aprende a decir mucho con poco. El propio don Camilo José de Cela (1916-2002) señalaba a noveles redactores que el participio y el gerundio, contra la presunta infalibilidad de la gramática no son lo mismo y repetía: “No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”.

Los comunicadores somos humanos y no estamos exentos de yerros y patinadas. Ahora mismo mis alumnos me piden a boca de jarro que aclare las inexactitudes de una nota en un diario local que añade hedores de albañal a la Universidad Nacional de Piura justamente cuando se han puesto en funcionamiento los nuevos y decentes servicios higiénicos. Tengo la certeza que a ellos no los podrán engañar y habrá que aleccionar con ese sabio consejo que dice: No es bueno gastar pólvora en gallinazos.

jueves, 11 de octubre de 2007

TAITA CAUTIVO DE AYABACA





Por Miguel Godos Curay

En 1983 Dionisio Alberca era un joven seminarista en el Yumbe ( Santo Domingo) su cuerpo se le paralizó a consecuencia del virus Guillan Barré que provoca tras la infección la parálisis del cuerpo a consecuencia de anticuerpos que arrasan con la mielina que recubre los nervios. La rehabilitación es costosa y requiere un largo tratamiento. La cura de este mal es un milagro del Cautivo. Dionisio es hoy un diligente cura. No hay piurano que no recurra al Cautivito lindo. Es la representación de Cristo popular más extendida en Piura. Su imagen cuelga en los espejos retrovisores de los taxis, en los tatuajes de los delincuentes y en las ramadas de los pobres. En las picanterías y en las capillas de todos los caminos. El escultor de todos los cautivos que recorren los caminos es don Félix Aquino, tradición, que mantienen hoy sus hijos.

La imagen es impresionante y presenta a un Cristo flagelado y dolorido, coronado de espinas y cubierto de costras. Es un Cristo de mirada fulminante que penetra las profundidades del alma. Dicen que cuando el fotógrafo Arturo Davies le hizo una placa de cuerpo entero tuvo que hacerlo de rodillas. Esa foto en blanco y negro, fue copiada miles de veces y sirvió para extender la devoción allá por los sesentas. Hoy las reproducciones a color invaden los mercados y son parte de la iconografía tradicional.

En torno a la devoción del señor se ha generado una fraternidad de los peregrinos caminantes que durante todo el año recorren plazas y pueblos, cantando y alabando al Señor. Las limosnas que obtienen sirven para extender el culto o para auxilios mutuos en caso de necesidad. No hay barrio populoso en Piura que no tenga su hermandad de devotos. Hay quienes piensan que son una asociación de atletas movidos por la religiosidad pues concurren caminando a venerar a la Madre de las Mercedes en Paita en septiembre y en octubre inundan todos los caminos a Ayabaca. Para las autoridades eclesiásticas el peregrinaje es un desborde de religiosidad popular. El punto de quiebre de este fenómeno socio-religioso está en el cómo hacer que las promesas al Señor caminen con el propio cambio de vida personal. Una vivencia religiosa nutrida con la lectura y práctica del evangelio.

Por honrar la promesa los feligreses caminan anualmente a Ayabaca. No se recortan el cabello. Caminan de rodillas durante la procesión. Bautizan a sus hijos con su nombre. Le entregan la vida al Señor. La devoción al Cautivo tiene sus propios meandros de fervor. Las súbitas conversiones se producen en torno a cantos al señor que utilizan tonadas “chicha” como “El arbolito” o las cumbias populares con letras producto de la inspiración popular. Famosos son los sanjuanes y pasillos del ciego Pablito Maldonado, un juglar divino cuyos discos en homenaje al señor se han reproducido miles de veces.

El color favorito de los peregrinos es el morado. Con tela de este color se elaboran las capas, las poleras, las vinchas de de los peregrinos y todo objeto religioso de carácter votivo. Toda esta multitud de devotos se concentra en Ayabaca cada 12 y 13 de octubre. La plaza de Ayabaca se convierte en un enorme mar de fieles y cirios que esperan al mediodía la presencia del Cristo Cautivo para acompañar la procesión. Uno de los acontecimientos que más recuerdan sus fieles es el momento en que un párroco avezado en acto público recortó la cabellera del Señor. Ese día el pueblo se indignó y tuvo que desagraviar al patrono. Según dicen, el extirpador de idolatrías, más tarde se convirtió en un sincero admirador del señor porque el Cautivo, aunque usted no lo crea, le roba a cualquiera el corazón.

miércoles, 10 de octubre de 2007

EL MILAGROSO CAUTIVO



Por Miguel Godos Curay


Doña Jacoba (74) es una asidua concurrente al Hospital Reátegui en donde cumple con los rigurosos controles médicos propios de su edad, para ello, semana a semana, viene desde Castilla, donde vive, se baja en el mercado y hace a pie el trayecto hacia el nosocomio. Según refiere fue en esas circunstancias, que en plena madrugada, fue asaltada por dos sujetos que le arrebataron su cartera y lo poco que tenía. En el súbito momento de violencia sólo atinó a sacar la imagen de su milagroso Cautivo y gritar con toda fuerza a sus agresores: ¡ Detente Satánas…! “Aunque usted no lo crea, los rateros se quedaron como paralizados yo cogí mi cartera y seguí al hospital rapidito. Los forajidos se perdieron el oscuridad”. “En mi cartera estaba todo completo y hasta mis aros de matrimonio en su imperdible”. El cautivito es milagrosito.

El señor es “respetoso” y cambia la existencia de quienes le entregan su vida con devoción. El Cautivito entonces te da señales en todo momento de su protección. Por ejemplo, te saca adelante en tus negocios y dificultades, tu chacra, en la pesca, cuida a tus hijitos, te devuelve la salud. Su imagen es la estampa favorita en los internos del Penal de Río Seco. Por eso nosotros cumplimos con la promesa y caminamos para venerarlo en Ayabaca. Recorremos desde Paita, Sullana, Huancabamba, Chiclayo, Chimbote, San Martín, Otuzco, Lima y hasta de Ecuador, Colombia y Bolivia. Últimamente vienen peregrinos hasta de Tijuana (México). El Cautivito es grande y poderoso.

Para ser peregrino se necesita de una gran fe en el señor. No importa el dinero sino la buena voluntad. Muchos peregrinos indecisos se animan al contemplar que hasta rengos y paralíticos llegan hasta Ayabaca y de rodillas. Hay un momento en el que no sientes ni fatiga, ni agotamiento ni dolor. Los peregrinos que formamos la hermandad nos damos la mano. Nos auxiliamos. Vea usted algunos son ex presidiarios pero hoy son mansas ovejas del Cautivo y te dan la mano. Son semanas y meses de caminata a pleno sol o en la noche. Podrá creer que una noche sin agua y con una sed insoportable el Cautivo nos envió una lluvia. Otra ocasión uno de los hermanos no podía operarse porque le faltaban dos unidades de sangre. Nadie sabe como pero aparecieron los donantes y sin pedir dinero.

La especialidad del Señor son los desahuciados. Aquellos que chotean de neoplásicas, ahí donde se acaba la ciencia el señor coloca su manos y devuelve la salud a sus hijos. Hasta pacientes con Sida que no podía ni mover las piernas hoy concurren a Ayabaca porque han encontrado alivio para sus males y perdón para su vida de pecado y desenfreno. Ayabaca se convierte en octubre en un inmenso santuario. El templo queda pequeñito por lo que todos los peregrinos copan la plaza. Son un inmenso mar humano que se congrega para adorar al Cautivito.

“Caminé tres meses para llegar desde Lima hasta aquí, pero la gente buena conmigo y me ayudó en todo el camino”. La mirada está puesta en el Señor y se despide caminando hacia atrás. Repitiendo con lágrimas en los ojos: “Adiós Cautivito, lindo, adiós”. Entre Piura y Ayabaca hay trescientos kilómetros, desde la costa internándose desde la Yunga, la tierra caliente, hasta el piedemonte andino marchan los fieles con su fervor a cuestas. No les arredra el frío. Muchos han muerto arroyados en las carreteras. Nadie contiene este río humano de fervor popular.

“Cautivito lindo…dame tu bendición…..Cautivito lindo….te entrego mi corazón” repiten los peregrinos con sus tambores y guitarras. No sienten el frío del amanecer. Colas de fieles como serpientes inacabables aguardan para la adoración en el templo. Ayabaca, no soporta a esta multitud que nos recuerda a los romeros de Compostela y el vivo fervor del medioevo en pleno siglo XXI. El señor es un símbolo vivo de los pobres y excluidos. Es una esperanza tejida como la media necesaria para andar el camino de la justicia.

EL SEÑOR DE LAS ALTURAS


Por Miguel Godos Curay

El Señor Cautivo de Ayabaca tiene un parecido extraordinario al Jesús de Nazaret que existe en el santuario barroco de Santa Prisca en Taxco (México). El Nazareno de Prisca es una estatua de tamaño natural vestida con terciopelo carmesí. Al resplandor de las velas se perciben los refulgentes brocados y los hilos dorados de los bordados. Ante la imagen llegan los indígenas con sus ofrendas, prenden sus velas y se hincan con unción. Como ante el Cristo negro de Esquipulas (Guatemala) los devotos nunca le dan la espalda al señor.

Entre las devociones a Cristo llagado hay una secular identidad en Ayabaca (Perú), México y Guatemala. Tras la conquista, señala Nathan Wachtel, los antiguos dioses mueren en todas partes para dar paso al nacimiento del Dios cristiano. Pero este Dios cristiano comparte el sufrimiento bajo la forma de Cristo lacerado, doloroso y cautivo como el indio conquistado y oprimido bajo el peso del tributo y la esclavitud. El indio sufre. Cristo sufre.

El Cautivo según los viejos ayabaquinos es hechura de ángeles. Otros dicen que fue hecho por escultores de la Escuela Quiteña. Una hipótesis poco probable pues se trata de una imagen elaborada con maguey y tela encolada, técnica que dominan a la perfección los santeros cuzqueños que restituyen la cabeza y brazos de los santos derribados por las hondas benditas en su marcha diligente al Cuzco para la fiesta de Corpus. La imagen tiene un curioso artificio que permite que un espejo colocado en el paladar refleje la luz sobre los ojos de vidrio provocando la fulminante mirada que sonroja a los devotos.

La cabellera que luce el señor es una ofrenda de las vírgenes de las comunidades vecinas que cuidan desde niñas su cabellera para entregarla al Cautivito como un acto de amor. Lo bucles azabaches son pigmentados con corteza de nogal con técnicas precolombinas. Colocada la cabellera luenga vienen la corona y las potencias de oro y pedrería. Las manos tumefactas impresionan pues muestran las venas como ríos incontenibles. En cada uno de los dedos se colocan “chavines”, anillos de oro, esclavinas que los fieles agradecidos la entregan como testimonio de gratitud.

El Cautivo reposa en una hornacina que permite que los fieles puedan admirarlo y que el Cautivo pueda contemplar a los miles de adoradores y adoradoras que de rodillas llegan a su altar. El rostro moreno es producto de velaciones inmemoriales hace siglos. Antes los fieles colocaban sobre su manto milagros (ex votos) que testimonian el confiado entusiasmo místico. Hoy permanece en el santuario protegido por los ayabaquinos que con unción portan el sudario y anualmente lo visten para la adoración.

Dicen las leyendas que durante la guerra con Chile se le vio cabalgar sobre la cima del cerro campanario dando ánimo a la resistencia. Otros confiesan que su silueta se divisa por los caminos. Su devoción es realmente impresionante. Según refieren ante su efigie bendita se inclinó reverente Juan Pablo II. Al Cautivito lo adoran todos. Los camioneros, los comerciantes, los pescadores y los colonos de San Lorenzo que todos años esperan los provea de agua. Si llueve dicen “es el cordonazo del Cautivo”. Otros con discreción repiten que al señor recurren también los narcos. Incluso refieren, a media voz, que alguna vez los traficantes ocultaron bajo una cruz hueca ocho kilos de cocaína. Pero el señor se molestó y la droga quedó desperdigada por los caminos y los blasfemos capturados por la policía. Usted puede pedirle a él por la salud, por sus hijos, por sus negocios, por sus necesidades apremiantes. Últimamente, los ruegos al Cautivo tienen un curiosa demanda votiva: ¿Agricultura o minería Señor?.

domingo, 7 de octubre de 2007

CRISIS Y VOCACION PRODUCTIVA


Por: Miguel Godos Curay

Las crisis son procesos sociales que afectan circunstancialmente y otras veces de modo complejo la vida de la sociedad. Las consecuencias inmediatas de las crisis son formas de comportamiento, actitudes individuales y colectivas, la propia construcción de imágenes sobre el futuro y la noción de progreso. Algunas veces entrañan aspectos positivos y en otras son signo de atraso o decadencia. En estos casos, tarde o temprano, revierten y se convierten en bisagra de un cambio de vida en la sociedad. En tanto los actores sociales se configuran y reconfiguran en relaciones de más o menos poder.

Entonces en la sociedad emergen fuerzas poderosas que se oponen al cambio al que sienten como fuerza perturbadora. Esta es una sensación transitoria producto del temor y el desconocimiento. Poco a poco, esta apariencia de fortaleza, se torna en debilidad y en angustia. Para que en el Perú se acepte el impacto en la salud humana del consumo de agua hervida el esfuerzo del Estado tardó años. Algunos, objetaron el sabor del agua hervida. “Esta agua sabe a olla “repetían. Otros: “hervir el agua cuesta”. No faltaron los que con mil y una aparentes razones argumentaron: “el agua hervida es sólo para enfermos”. No faltaron los que debatieron sobre la polaridad entre el agua fría y la caliente. En Piura se cree, por ejemplo, que la palta es “fría” y el mango” caliente”. Lo propio ocurrió con la práctica saludable del lavado de manos con jabón. Una epidemia de cólera extendida en toda la costa peruana resultó una tragedia aleccionadora.

En la economía sucede lo mismo. No es fácil decidir culturalmente el cambio de una vocación productiva. Los temores se apropian de los campesinos pobres y de aquellos que han encontrado un soporte económico en formas sucias de acumulación como el narcotráfico y la depredación de los recursos naturales. Esta es su fuente de ingresos y se resisten a la formalidad. Si a ello se suma la ausencia histórica del Estado y las necesidades elementales insatisfechas. Están dadas las condiciones para la resistencia al cambio. Esta situación se favorece eventualmente por el propio sistema de creencias religiosas. El fervor piurano es una mezcla de amor a Dios, lujuria y una discreta fascinación por el diablo y la brujería. El infierno piurano es una concurrida parrillada.

Alternativamente algunos pobladores con sus propios medios y limitados recursos exploran la posibilidad, por ejemplo, de la actividad minera artesanal e informal la que crece incontroladamente y se convierte en eventual proveedora de recursos. Si la gran minería formal no brinda signos de confianza (redistribución de beneficios, empleo efectivo y calidad de vida) que las poblaciones esperan desde tiempos inmemoriales será enfrentada como una amenaza. La formalidad provoca temores en las variadas formas de informalidad y marginalidad ante la ley. El propio Estado tiene que replantearse frente a una flagrante debilidad ante las organizaciones locales que ante la ausencia del Estado ocupan su rol. Por eso los ronderos acaban sometiendo con chicote a las propias autoridades locales.

La única posibilidad de cambio está en el remontar la pobreza. Quienes se nutren en la pobreza saben que perpetuarla genera una relación de poder. En realidad quienes descubren caminos para salir de la pobreza no quieren pasaje de retorno. Cuando el narcotráfico inyectó la economía rural andina generó una incontenible migración del campo a la ciudad y se convirtió en plusvalía urbana. Se convirtió en herramienta financiera y en catalizador de la urbanización en los asentamientos humanos. Las evidencias son innegables. En una Piura en donde era marcada la decadencia de los ex-hacendados, el narcotráfico, se convirtió en un elemento dinámico para la estabilidad económica de los gamonales pobres. Mientras en la costa las cooperativas agrarias demolían la economía agraria local. El narcotráfico sostuvo una economía adicta al dinero fácil, a la ostentación provocadora y a una insolente vida fofa y sin preocupaciones.

APOLOGIA DE LOS FEOS


Por Miguel Godos Curay

Umberto Eco, el famoso semiólogo, escritor y ensayista italiano, acaba de presentar en la Feria del Libro de Frankfurt (Alemania) su libro “Historia de la Fealdad”. Una controvertida reflexión sobre un tema pocas veces tratado con profundidad. La belleza no se explica sin su antípoda la fealdad. Como sostiene Eco en la vida: “Las sombras contribuyen a que la luz resplandezca mejor”. No en vano la historia del patito feo de Andersen de nuestra infancia anidó en nosotros la leve esperanza que todos tenemos una porción inocultable de belleza física o espiritual.

Uno de los temas que aborda Eco es la atracción fatal que muchas mujeres feas ejercen sobre algunos varones apuestos. Citando la “Anatomía de la Melancolía” de Robert Burton sostiene que tras la aparente fealdad física se oculta la belleza sutil de una mujer cultivada experta en acariciar el ego de su consorte. Diariamente el mundo gasta un dineral para ocultar el desencanto de un cuerpo despojado de atractivos. Un mal de moda es la dismorofobia, que no es otra cosa que el sentimiento subjetivo de fealdad que afecta a la personas al extremo que creen que su apariencia es causa de su fracaso existencial. Por eso se deprimen y sufren inconsolablemente. Otros recurren a las torturas de la cirugía y la cosmética. Sin embargo como dice la frase: “Aunque la mona se vista de seda mona se queda”.

Eco, en su “Historia de la Fealdad” convoca a innumerables autores, citas, textos históricos, poesías, novelas y ensayos para explicar que la fealdad y la belleza corresponden a un momento histórico y a los cánones estéticos dominantes en cada época. De las divinas celulíticas de Rubens, por ejemplo, hemos arribado a modelos despojadas de carne como Twiggy. "Para entender los gustos de una era no es justo escuchar sólo a los filósofos, es necesario entender qué significa fealdad para la gente común" cuyas extendidas ideas y creencias forman parte de las corrientes del pensamiento, reconoce Eco.

Si en la pintura lo feo se relaciona con el desgarramiento y el dolor, en el lenguaje escrito, sobran los sinónimos para referirse a la fealdad: horrendo, desagradable, monstruoso, odioso, espantoso, fétido, sucio, repelente, vil, deforme, repugnante, antiestético, asqueroso, inmoral. La historia de la fealdad es decididamente un tema apasionante porque compromete toda la actividad humana.

Etimológicamente el concepto de belleza está asociado a lo acabado y perfecto. Al orden y la armonía (sintonía perfecta). A lo bueno. En nuestra lengua, el castellano, la palabra “bello” deriva del latín “bellus” que es diminutivo de “bonus” (lo bueno). Lo bueno en grado sumo es lo excelente. Lo que se eleva por encima del promedio y se distingue de lo gracioso. La hermosura como sinónimo de belleza viene de “formosus”. Lo bien formado. Lo que guarda armonía, proporción, medida y simetría. La palabra “feo”, proviene del latín “foedus” (lo fétido e impuro).También se sobrentiende: lo repugnante, desagradable.

En la Edad Media se concibe a la belleza como “splendor formae” el esplendor de la forma. La belleza se asocia a la claridad, a la luz. Al orden y la proporción. La oscuridad y tiniebla se asocian a lo feo, a la privación y a la imperfección. Eco recoge, al respecto, una anécdota atribuida a Leonardo da Vinci.:"Preguntado el pintor por qué siendo el creador de figuras tan bellas, tenía unos hijos tan feos y poco agraciados, éste respondió sencillamente que las pinturas las hacía de día y a los hijos de noche". Para Heráclito en el siglo VI antes de Cristo no existe correspondencia entre lo sensible y lo inteligible. El orden del mundo es consecuencia del azar. La belleza esencial está siempre oculta a los ojos y requiere un esfuerzo de descubrimiento. La fealdad física hiere los sentidos. La fealdad de las malas acciones es una infalible ruta a la infelicidad humana.

martes, 2 de octubre de 2007

¿QUE ES UN PERIODISTA?


Por: Miguel Godos Curay

Hay quienes creen que el tener una grabadora en mano o una cámara manipulada como juguete nuevo son condiciones suficientes para subsistir de este oficio humano que es el periodismo. No es así. Nunca fue así. Los buenos periodistas tienen la precisión y la elegancia de un reloj suizo. Los otros son como esos relojitos bamba que se les descarga la pila cuando uno mas los necesita. Es cierto que el periodista necesita de una formación humanística que lo haga sensible al resplandor de la verdad y de la belleza. Pero también es cierto que la mayor parte de quienes ejercitan el oficio no ha leído ni siquiera el Quijote y están convencidos que para disfrutar de sus éxitos informativos no necesitan leer. Ni invertir en leer para alimentar su inteligencia.

El periodista verdadero es una curiosidad inmensa tan inquietante como la indagación filosófica. No es un chismoso reblandecido. El chisme es la materia prima de las mentiras y las intrigas de callejón. El periodista se aproxima a la verdad que muestra. El que maquilla la verdad para dar una interpretación torcida de las cosas es como el peluquero marica que oculta la edad y estira como pellejo de culebra la piel de una furtiva y revieja clienta. El periodista se sumerge en el mundo con la certeza de un universo complicado con la confianza de que la noticia que escribe es una gotita en el océano inmenso de los acontecimientos.

Una definición sencilla de lo que es el periodista es la siguiente: El periodista es lo que no es. En efecto el periodista no es dueño de la verdad. No es un poder para facilitar trámites o engullir honras ajenas. No es un licenciado en exageración. No es un flagelo en el uso de la lengua. No es una traga bocados al que todos saludan con disfraz de respeto. No es una afilada y puntiaguda chaveta. No es un sabihondo que no se equivoca. No es un moralista que con pretensión de hallazgo mira las patas cojas de la sociedad. No es un bohemio asistido en sus debilidades espirituosas por quienes temen a sus diatribas. Un periodista no es la medida del bien público sino el centímetro de la realidad. No es un pecho para colgar una medalla. Ni una fotografía para un carnet. No es una denuncia en carne viva para resolver los problemas de la sociedad. El periodista no es juez, ni fiscal ni cura como repetían esos plumíferos de calzones flojos.

El periodista es una persona humana. Un servicio social que nadie agradece, es una emoción en el corazón que se produce en el instante de un acontecimiento. No es una vocación de soltería por amor a la noticia. Ni un afán de multiplicación. El periodista es una satisfacción solitaria con los pies puestos en la tierra. Es una crónica que levanta el ánimo o una historia humana que conmueve. Es una palabra. Es un pensamiento. Es un sentimiento transitorio como el zumbido de la abeja. Pero también un reclamo en el hogar porque la mayor parte de tu vida se la comió la calle. Un periodista es una pasión irremediable por la palabra escrita. Es un placer perfecto que se nutre en la incomodidad de un viaje propio de la aventura humana. Es una foto vieja sostenida en el rincón por un alfiler con vocación de soledad.

Un periodista puede ser una piedra en el zapato de los dictadores. Pero no un infla globos a sueldo. Un periodista siente en carne propia su oficio. Aunque gane poco vive lleno de satisfacciones de las que nunca disfrutan sus patronos. Gozan de una popularidad envidiable. Y tienen una enorme capacidad de reírse de sí mismos. Cuando están bajo la tumba tienen un enorme sentido del humor como para decir que siendo diabéticos pueden ser un buen postre para los gusanos.