domingo, 7 de octubre de 2007

CRISIS Y VOCACION PRODUCTIVA


Por: Miguel Godos Curay

Las crisis son procesos sociales que afectan circunstancialmente y otras veces de modo complejo la vida de la sociedad. Las consecuencias inmediatas de las crisis son formas de comportamiento, actitudes individuales y colectivas, la propia construcción de imágenes sobre el futuro y la noción de progreso. Algunas veces entrañan aspectos positivos y en otras son signo de atraso o decadencia. En estos casos, tarde o temprano, revierten y se convierten en bisagra de un cambio de vida en la sociedad. En tanto los actores sociales se configuran y reconfiguran en relaciones de más o menos poder.

Entonces en la sociedad emergen fuerzas poderosas que se oponen al cambio al que sienten como fuerza perturbadora. Esta es una sensación transitoria producto del temor y el desconocimiento. Poco a poco, esta apariencia de fortaleza, se torna en debilidad y en angustia. Para que en el Perú se acepte el impacto en la salud humana del consumo de agua hervida el esfuerzo del Estado tardó años. Algunos, objetaron el sabor del agua hervida. “Esta agua sabe a olla “repetían. Otros: “hervir el agua cuesta”. No faltaron los que con mil y una aparentes razones argumentaron: “el agua hervida es sólo para enfermos”. No faltaron los que debatieron sobre la polaridad entre el agua fría y la caliente. En Piura se cree, por ejemplo, que la palta es “fría” y el mango” caliente”. Lo propio ocurrió con la práctica saludable del lavado de manos con jabón. Una epidemia de cólera extendida en toda la costa peruana resultó una tragedia aleccionadora.

En la economía sucede lo mismo. No es fácil decidir culturalmente el cambio de una vocación productiva. Los temores se apropian de los campesinos pobres y de aquellos que han encontrado un soporte económico en formas sucias de acumulación como el narcotráfico y la depredación de los recursos naturales. Esta es su fuente de ingresos y se resisten a la formalidad. Si a ello se suma la ausencia histórica del Estado y las necesidades elementales insatisfechas. Están dadas las condiciones para la resistencia al cambio. Esta situación se favorece eventualmente por el propio sistema de creencias religiosas. El fervor piurano es una mezcla de amor a Dios, lujuria y una discreta fascinación por el diablo y la brujería. El infierno piurano es una concurrida parrillada.

Alternativamente algunos pobladores con sus propios medios y limitados recursos exploran la posibilidad, por ejemplo, de la actividad minera artesanal e informal la que crece incontroladamente y se convierte en eventual proveedora de recursos. Si la gran minería formal no brinda signos de confianza (redistribución de beneficios, empleo efectivo y calidad de vida) que las poblaciones esperan desde tiempos inmemoriales será enfrentada como una amenaza. La formalidad provoca temores en las variadas formas de informalidad y marginalidad ante la ley. El propio Estado tiene que replantearse frente a una flagrante debilidad ante las organizaciones locales que ante la ausencia del Estado ocupan su rol. Por eso los ronderos acaban sometiendo con chicote a las propias autoridades locales.

La única posibilidad de cambio está en el remontar la pobreza. Quienes se nutren en la pobreza saben que perpetuarla genera una relación de poder. En realidad quienes descubren caminos para salir de la pobreza no quieren pasaje de retorno. Cuando el narcotráfico inyectó la economía rural andina generó una incontenible migración del campo a la ciudad y se convirtió en plusvalía urbana. Se convirtió en herramienta financiera y en catalizador de la urbanización en los asentamientos humanos. Las evidencias son innegables. En una Piura en donde era marcada la decadencia de los ex-hacendados, el narcotráfico, se convirtió en un elemento dinámico para la estabilidad económica de los gamonales pobres. Mientras en la costa las cooperativas agrarias demolían la economía agraria local. El narcotráfico sostuvo una economía adicta al dinero fácil, a la ostentación provocadora y a una insolente vida fofa y sin preocupaciones.

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