Una página que reune los artículos periodísticos de Miguel Godos Curay. Siempre con una lectura polémica, fresca y deslumbrante de la realidad.
domingo, 30 de diciembre de 2007
EL CALZONCITO AMARILLO DE LA ECONOMIA PERUANA
Por: Miguel Godos Curay
La economía peruana marcha bien. El notable crecimiento económico a una tasa de 8,2% se sustenta en el tren imparable de la inversión privada, que creció un 25%. Este crecimiento se sostiene en la inversión minera impulsada por la demanda mundial. En el mercado interno un factor de crecimiento es el sector construcción. No hay pueblo ni villorrio en donde la edificación reciente de una nueva fisonomía al paisaje urbano. Otro factor es la canasta agro exportadora a la que hay que añadir valor agregado.
Los números no mienten. El consumo han crecido un 10% y se anticipa un superávit fiscal del 2%. Pese a que la inflación supera las metas estimadas por el Banco Central de Reserva, a consecuencia de la elevación de los precios de los combustibles y alimentos, el repunte sigue siendo leve. De acuerdo a los indicadores de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) para el 2008 se prevé una disminución del ritmo de crecimiento de la economía mundial lo que va a impactar la economía peruana con una moderada retracción.
Sin embargo, el Perú va a continuar creciendo alrededor de un 6,5%. La vigorosa demanda es como el calzón amarillo de la economía peruana. Para el 2008 se espera que la reconstrucción del sur abra canales eficientes para la inversión pública y sean menores los reparos respecto al mejor uso de los recursos. La inversión regional tiene que reforzar las políticas de inclusión de los sectores de la población que generan actividad económica y productiva. No se puede continuar con esa incapacidad de ejecución de gasto y el manejo poco transparente de los dineros públicos mirando con indiferencia la inversión en servicios básicos y en mejora de la calidad de la educación. La inversión en mejora de los recursos humanos está por los suelos
El crecimiento de la economía peruana se sustenta en los elevados precios alcanzados por los recursos naturales (agrícolas, pesqueros y mineros) que elevan la recaudación fiscal. Aunque la producción de oro cayó el 2007 los mejores precios en los mercados mundiales benefician al país. Los ingresos del gobierno de un 19.7% se estima alcanzarán un 20.5% del PIB. Pese a la bonanza del mercado mundial de minerales nos acompaña el temor del “síndrome de Holanda” o “enfermedad holandesa” que es el impacto pernicioso en un país de la sobreabundancia de recursos naturales y el hacer depender la economía de esta bonanza perentoria, de su stock disponible y de su cotización en el mercado.
La denominación viene de lo sucedido en Holanda a mediados del siglo pasado en donde el súbito descubrimiento de yacimientos de gas natural tuvo un impacto desfavorable en la economía. Por extensión se aplica a las economías dependientes de sus recursos naturales. La explicación es sencilla: se producen grandes ingresos de divisas por el repunte de los precios en los mercados e incluso de la inversión extranjera directa. De esta manera crece la adicción por las importaciones, facilitadas por el flujo monetario, y se torna cada vez más difícil exportar por el desaliento de la actividad industrial que se desploma estrepitosamente. Finalmente los beneficios a corto plazo se convierten en grave riesgo a medio y largo plazo
En el positivo contexto del 2007, el Estado renegoció la deuda pública mediante la recompra de Bonos Brady y Bonos Global 2012 negociables hasta el 2037. En octubre pagamos aproximadamente 1.794 millones de dólares al Club de París. Se estima que la deuda pública tendrá un descenso de 32,7% a 28,4% del PIB indica CEPAL. El fortalecimiento del sol frente al dólar ha creado un clima de confianza en el ahorro en moneda nacional. Las tasas de interés en moneda nacional se han reducido y el crédito al sector privado sigue siendo un factor de crecimiento económico. La aprobación del TLC con Estados Unidos ha resultado como una cereza de torta para cerrar el año. La expansión de la demanda como se puede observar sigue siendo el atractivo y propiciatorio calzoncito amarillo de la economía peruana.
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