martes, 4 de marzo de 2008

FORMULA PARA UN ESCUELA DE EXITO


Por: Miguel Godos Curay

Finlandia, es actualmente el país con mayor logro educativo en el mundo. No se puede hablar de este éxito sin mencionar que en Finlandia las diferencias sociales son menores que en cualquier otro país de Europa. Mientras aquí el aprendizaje de las matemáticas es placentero y grato lo que determina un bajo nivel de ansiedad. En otros países, como en el Perú, las operaciones con números despiertan temor y pánico en los estudiantes.

En Finlandia las reformas educativas apuntan a una escuela con alumnos felices con elevada autoestima. Existe en la sociedad un gran respeto por el aprendizaje y en quienes se esfuerzan por adquirir conocimiento. Es política del Estado, que refuerzan los municipios, el hacer de las escuelas ambientes acogedores que los alumnos preservan con cariño. En los estudiantes no existe la menor intención de manchar o destruir los bienes de la escuela.

Una escuela tiene en promedio de 300 a 400 alumnos un liceo entre 500 a 600.Un aula tiene un máximo de 25 alumnos. Un nivel óptimo para el aprendizaje. Para un maestro finlandés un alumno es una flor que se abre. Los alumnos son autodisciplinados y el hurto no existe entre los estudiantes. Prácticas formales, como la formación y el saludo a la bandera, han sido reemplazadas por actitudes de mejor disposición para el aprendizaje.

Un niño finlandés inicia a los siete años el aprendizaje de la lectura. La motivación para ello comprende el acceso a los libros, música y deporte. Las mañanas se emplean en aprender y las tardes se dedican al juego. Los alumnos con dificultades son tratados por grupos de apoyo y especialistas en condiciones normales. Un consejero estudiantil, que orienta a los padres, atiende un promedio de 200 alumnos cuya relación con la escuela es de entera confianza. Finlandia destina hoy el 7% de su PBI a educación. El Perú el 3 %.

Una clase diaria se cumple en un clima de cooperación y de libertad que permite que los alumnos elijan lo que quieren aprender. El principio se sostiene en la convicción aristotélica de que quien sabe elegir lo que quiere aprender está mejor dotado para elegir quien debe gobernar. Se considera un error educativo el imponer contenidos y programas. Nadie teme a las evaluaciones pues se consideran una necesidad para medir logros.

Los maestros valoran el sentido de su profesión. Ser maestro es motivo de orgullo y prestigio. Los docentes finlandeses sostienen que eligieron esta profesión por su amor al conocimiento y a los niños. Todo candidato a docente es sometido a una estricta selección. Una forma de examinar a los docentes es la participación en debates públicos sobre la educación en donde los padres de familia formulan sus inquietudes.

El ejercicio docente requiere estudios de maestría como condición básica para enseñar. La remuneración promedio de un docente es de dos mil Euros (8 mil soles).Se trata de profesores satisfechos con su trabajo. Despojados de amargura y frustración que mantienen contacto con la universidad lo que garantiza una formación de alto nivel. La evaluación docente es una obligación legal.
La educación en tanto servicio público preserva su calidad. Junto a los valores morales y religiosos se practica la tolerancia, la honestidad, la lealtad y la confianza. Son ejes transversales de la educación: El hacer de los estudiantes personas con identidad cultural propia y con un clara visión de su dimensión internacional, capaces de utilizar los medios de comunicación. La escuela permite el ejercicio de la ciudadanía participativa y la inserción de las personas en el mundo de la empresa, con responsabilidad frente al entorno, respetando el bienestar y el desarrollo sostenible. La seguridad vial, el uso de las tecnologías en provecho de las mejores condiciones de vida es una necesidad individual. Los resultados confirman el éxito.

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