domingo, 28 de noviembre de 2010

LA VERDADERA RIQUEZA DE LAS NACIONES


Por: Miguel Godos Curay

Cuando en 1990 el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) estableció como premisa el IDH (Índice de Desarrollo Humano) que mide la longitud de la vida, el logro educativo y el nivel de ingresos se disponía de información comprobable en la mayor parte de los países. Sin embargo, se descubrió que una de las debilidades de este método era la falacia estadística y los sesgos de la distribución. No se disponía de una medida cuantitativa de la libertad humana. Pese a las dificultades se llegó a una importante conclusión: “La verdadera riqueza de una nación está en su gente”. Esto significa que no sólo es necesario tener necesidades satisfechas. También se puede llegar a una vida saludable y humana a través de las oportunidades educativas. Como advierte Amartya Sen la educación expande la libertad humana. Muchas veces con modestos ingresos son posibles logros en salud y educación cuando se utilizan con racionalidad y sin el manoseo corrupto los recursos. Los fracasos son producto de gestiones irresponsables y mediocres en las que se oponen los intereses personales a los intereses colectivos. Hoy se ha incorporado al IDH el Índice de Desigualdad de Género (IDG) y el Índice Pobreza Multidimensional (IPM). Pueden haber mejorado los niveles de ingresos, pero la discriminación y la violencia contra la mujer persisten. Hoy existen pobres que tienen televisor a color pero carecen de los servicios básicos. Viven en hacinamiento. Las propias ciudades se conciben para los centros comerciales que empujan el consumo, para los vehículos y el asfalto. No se piensa en las personas.

El desarrollo que mejora personas requiere de un tejido institucional no de una telaraña que traba las buenas iniciativas. Los pequeños empresarios urgen de una saludable eliminación de los mecanismos restrictivos y excesivas regulaciones para estimular la competencia. Resulta inexplicable que mientras la recaudación tributaria arremete contra los pequeños negocios, se permite a las grandes empresas mineras aportes voluntarios. Otra constatación es la de entender que la prosperidad de un día para otro no es sostenible. Tampoco lo es el beneficio obtenido de formas sucias de acumulación producto de la corrupción.

Si la salud y educación mejoran, pero no hay una participación activa de los ciudadanos en la vida política, no hay desarrollo. Sino consolidamos la democracia local abriendo espacios para las mujeres, excluidos y minorías no podemos hablar de progreso. Conforme al informe del PNUD 2010 en el mundo existen mil 750 millones de pobres que viven con menos de un 1.25 dólares diarios. Eso sucede en África Subsahariana, pero también en la Piura andina y a la vuelta de la esquina. El desarrollo humano es expansión de oportunidades. Y privados de oportunidades están nuestros niños mal educados en la sierra y en la periferia urbana de Piura. Las niñas de la sierra entregadas para el trabajo doméstico en la ciudad, los niños trabajadores del mercado y las madres migrantes de las zonas urbano marginales. Los hijos de los mineros informales no vislumbran futuro. En educación no hay progresos significativos. De la retórica, el decir mucho y hacer nada. Los indicadores son aplastantes.

Sumemos a ello la desconfianza en las instituciones del gobierno y la administración de justicia. Una sensación de inseguridad colectiva nos afecta. Otra lección del informe viene de la economía. Cuando la economía de un país se sostiene sólo en la minería puede producirse lo mismo que en Congo, Zambia Zimbabwe donde la caída de los precios del cobre deprimió la economía y hasta hoy no levantan cabeza. La pobreza multidimensional afecta a más del 62% de las poblaciones. En los países desarrollados las muertes son de 16 fallecidos por mil nacidos vivos, en Piura las cifras son del orden de los 31 por mil (2005). Las cifras no han variado mucho. Entregar dinero a los pobres de la sierra sólo ha servido para incrementar el consumo de cerveza y el abandono de cultivos de trigo, cebada y papas para comprar arroz y fideos. La pobreza maquillada no es desarrollo.

Otro aspecto paradigmático en Piura es el incremento de la diabetes consecuencia de la obesidad mórbida y la mala nutrición por inapropiados hábitos alimentarios. De cada cien piuranos por lo menos 10 padecen diabetes de modo asintomático hasta que no son afectados por una secuela del mal. Antes se creía que la diabetes se disparaba ahí donde había exceso de consumo chatarra. Hoy la epidemia de diabetes frecuenta barrios marginales y hasta la sierra de Piura. La inversión tiene impactos directos e indirectos en la vida de la personas. La economía se activa porque existe una correlación positiva entre los niveles de ingresos, la educación y la salud. Sólo en Venezuela se ha producido una diminución de los ingresos pero la esperanza de vida ha aumentado 14 años en promedio.

Los saltos de oportunidad en las familias pobres y de escasos ingresos están en la educación. Un padre vendedor ambulante puede empujar, con mucho esfuerzo, a su hijo a la universidad. En este esfuerzo se empeña toda la familia y a consecuencia del sacrificio de otros integrantes del clan. Mientras un estudiante carenciado se esfuerza se raja existen otros con mejores oportunidades educativas que tontean y pierden el tiempo. No es que la calidad sea privativa de los centros privados, las miserias y la precariedad formativa se muestran descarnadamente en la universidad en donde la incompetencia se acumula a niveles insostenibles. En un sector tan sensible como la educación tienen nula presencia los padres de familia y casi nunca se escucha a los estudiantes quienes con sinceridad son los primeros evaluadores de sus maestros. En China, Malasia y Tailandia las escuelas están ocupadas con actividades y programación todo el año. En tal dramático escenario nuestras escuelas están cerradas a las actividades académicas y docentes, tres meses durante las vacaciones. Después nos quejamos de los pocos logros.

Uno de los conceptos que urge explorar a partir el pensamiento de Amartya Sen es el concepto de seguridad basado en el apoyo y la solidaridad en donde la acción directa de los actores sociales prima sobre el crecimiento. El Estado debe mantener un poder compensatorio para limitar el abuso de poder de los grupos capitalistas y poderosos. Si esto no sucede se producen conflictos que provocan perturbaciones y desaceleraciones económicas que afectan a poblaciones dueñas de sus recursos naturales. Ha demostrado el informe que muchas veces se produce crecimiento económico sin desarrollo humano. Un fenómeno interesante es el proceso de urbanización que transforma los arrabales y tugurios en viviendas dignas. Otra es la especulación rentista que acapara tierras y las revende a precios exorbitantes. En Piura el paradigma es elocuente. Un piurano recién casado en una urbanización en ciernes paga 70 dólares metro cuadrado. Una empresa dedicada a la producción de etanol pagó 10 dólares menos, sesenta dólares, por una hectárea (10 mil metros cuadrados).Estas asimetrías económicas son del todo insoportables porque irritan la justicia e indignan a los ciudadanos.

En el mundo hay variadas experiencias. En Alemania, la educación, es responsabilidad del gobierno estatal, en Francia es el gobierno nacional, los gobiernos locales se ocupan de esta responsabilidad en los Estados Unidos. En el Perú la responsabilidad corresponde tanto, al Ministerio de Educación, los gobiernos regionales y locales. A pesar de todo, los resultados son poco alentadores. Los municipios no invierten en los colegios de la periferia desatendidos y abandonados. El gobierno regional no se apropia aún del valor de la educación de calidad y el Ministerio de Educación sigue siendo una politizada rémora.

En Costa Rica los niños acompañan a sus padres al acto de sufragio. Incluso participan en una elección nominal que educa cívicamente al niño y los prepara para las responsabilidades cívicas del futuro. Nosotros prohibimos con las fuerzas del orden la presencia de los niños y seguimos siendo autoritarios. Los derechos civiles son fundamentales para el desarrollo. Aún existen poblaciones vulnerables. Etimológicamente la raíz latina de vulnerable significa “herida”. Y tienen una herida quienes no gozan de sus derechos. Un tema crucial es el empleo, el desempleo y el sub empleo. Cuando no hay protección las empresas se tornan abusivas y hostiles. No pagan lo justo y despiden a sus trabajadores para eludir obligaciones sociales. La falta de trabajo afecta a las familias y en especial a los niños que dejan de acudir a la escuela.

En el Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2010 Perú ocupa el ranking 63 con un IDH de 0,723 y está incluido entre los países con desarrollo alto. Chile están en el ranking 45 (0,783), Argentina en el 46 (0,775), Brasil está en el ranking 73 (0,699); China está entre los países de desarrollo medio en el ranking 89 (0,663), Ecuador en el 77 (0,695) y Bolivia en el ranking 95 (0,643). Con Desarrollo Humano muy alto está en primer lugar Noruega (0,938), Estados Unidos en el lugar 4 (0,9002), Japón en el 11 (0,884), Canadá en el 8 (0,888) y Alemania en el 10 (0,885) y el Reino Unido en el 26 (0,849). Sin duda estamos mejorando en el contexto mundial. Pero podríamos estar mejor sin corrupción y con una activa vigilancia ciudadana que acaba con las brechas de exclusión en salud, educación e inversión pública.

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