miércoles, 5 de diciembre de 2012




EL DEJO  PIURANO  DE CARLOS ARRIZABALAGA
Por: Miguel Godos Curay
 

Carlos Arrizabalaga Lizarraga

 Con prólogo de Marcos Martos, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Carlos Arrizabalaga Lizarraga  acaba de entregarnos la segunda edición, aumentada y corregida, de su  estudio lingüístico “El dejo piurano”. Precisa Martos que se trata del primer texto científico sobre el lenguaje que se publica en Piura, a lo largo de toda su historia. El único antecedente científico es la tesis doctoral de Martha Hildebrandt Pérez Treviño, presentada en 1949 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, titulada “El español de Piura”.

El libro tiene 196 páginas y reúne 23 artículos referidos a los siguiente temas: El dejo piurano, Estás que lees,  La clase es hasta las cuatro, Grandazazo, Luna de Paita, Jugar a los checos, Arcaísmos piuranos, Jejeres, Médano, Encalavernarse, Faite, Copé, Chifle es castellano, Churre, Gua, Piajeno, Burros campeches, Mexicanismos en Piura, Rezagos de voseo, Traducir a Vargas Llosa, Reveseo, Léxico del azúcar en Piura, Lexicografía norperuana. En los que su autor  aborda  con profundidad y amenamente  estos temas. Arrizabalaga es doctor en Filología Hispánica y profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad de Piura.

Está entre nosotros desde el año 1996. Desde entonces es humanamente visible su identidad con esta tierra que le ha dado entrañables frutos. Y alentadores argumentos para sus trabajos de investigación. Entre los que destacan: Noticias de la desaparición del voseo en la costa norte del Perú (2001),Americanismos en la Descripción geográfica del partido de Piura de José Ignacio de Lecuanda (2007),Comentarios a un pasaje de Gonzalo Fernández de Oviedo (2007),Garcilaso y la Lexicografía peruana (2009),Gramaticalización en español americano. La perífrasis concomitante norperuana (Pamplona, Eunsa, 2010)

El dejo piurano es la marca que en la lengua tienen toditos los piuranos. No hay piurano que no se exprese con superlativos. El piurano estira las palabras como si fueran de elástico. Esta manía de “formar superlativos de superlativos” llamó la atención al propio Mario Vargas Llosa. Buenmosisísimo, borrachisísimo, manganzonazo, riquisísima, picantísima, son demostración de este verbo florido. Refiere el escritor paiteño  Luis Felipe Angell de Lama  “Sofocleto” en la nota testimonial sobre su hermano Fernando, autor de la novela El Espejo,  la siguiente confesión: “… en aquellos tiempos casi no había fronteras con el Ecuador. De Tumbes se pasaba a Huaquillas sin el menor problema, el tondero se cruzaba con el pasillo, las canciones eran prácticamente las mismas y hasta el “dejo” nuestro (que hoy se me escapa frecuentemente de la boca) fue siempre parte de nuestra conversación familiar”. El dejo es como un sello o marca vocálica al pronunciar una palabra. El español en Piura presenta un “dejo” característico, que permite identificar a los hablantes piuranos en donde se encuentren

Respecto al acento piurano algunos creen encontrar una influencia andaluza, otros el habla de México. Colombia y Centroamérica. Otra hipótesis  encuentra en el acento un sustrato de las lenguas tallanes. Antes de que la radio igualara nuestra manera de hablar era claramente perceptible el acento del catacao, distinto  del sechura. Lo propio el sullanense, el ayabaquino y el huancabambino, el paiteño y el talareño. Carlos Camino Calderón, afirma que los sullaneros eran los ecuatorianos del Perú. Los talareños aprendían de oído el inglés y la elegancia de la rubia Albión les acompañaba siempre.    

Si hay una característica distintiva de los piuranos es su cortesía. Los vocativos tenían una entonación  característica. ¡Buenos dillas de Dios!, ¡Buenas noches de Dios! El comercio de callanas, tinajas y tiestos de Simbilá  se extendía gracias en grandes piaras  de piajenos que atravesaban el despoblado por Cruz de Caña para internarse por los culebreros caminos en la sierra de Morropón. Con los alfareros marchaba  la impronta del  acento característico de la yunga. Medidas antiguas  como la arroba, el cuarterón, la lata,  la libra, la vara, el jeme se empleaban en todas las operaciones de comercio recíproco. Se trocaba tubérculos de la sierra por pescado salado de la costa, botijas y tinajas eran demandadas para conservar el agua y la manteca de puerco antes de iniciarse el invierno.

En la sierra de Piura aún se preservan topónimos de origen quechua como Aypate, Jicate, Samanga, Cariamanga. Néstor Martos en La Ciudad Volante anota los siguientes topónimos de probable origen tallán: Puyuncará, Hunagalá, Narihualá, Simbilá, Tacalá, Birrilá, Congorá,  Mocará,Chapairá, Huaypirá, Tangarará, Chapairá , Pelingará. Sostiene también don Néstor que el topónimo Piura es de origen quechua y significa troje o granero. De Pirhua se deriva Piura, tras la conquista surgen los pirhuanos. Más adelante señalará que si Piura deriva de Pirhua con mayor razón se puede decir que del mismo vocablo deriva Perú.Piura, no olvidemos mantuvo intensos vínculos comerciales con Loja. Entre Ayabaca y Loja se mantienen algunos tramos de los viejos caminos incaicos. La mayor parte de ellos fueron demolidos por la incuria y esos programas sociales del gobierno que utilizan las piedras para levantar muretes para anunciar incumplidas promesas. Del viejo camino inca, Capac Ñan, da noticias el cronista Cieza de León quien refiere que este camino “allega” a las provincias de Calva y Ayavaca.

En Piura, advierte Marta Hildebrandt,se preservan arcaísmos. Ejemplo de ello son: mesmo (por mismo), agora (por ahora), Naides (por nadie, velay (por velahí) y el uso de haiga que es una forma arcaica de conjugación, es el caso también de truje (por traje). Muchas veces nos da la sensación que el tiempo se ha detenido. En el plano sintáctico  una nota distintiva del habla piurana es  la gramaticalización. Se trata de un cambio que remplaza al gerundio: “está bañándose”, “está hablando”; suele expresarse con verbos locativos destacando la concomitancia en el presente o el pasado (“estaba que se bañaba”). Estas formas verbales pueden expresar simultaneidad. La percepción del tiempo en Piura tiene sus matices. Los piuranos distinguen entre  la tarde y la tardecita. Existen matices entre la mañana y la mañanita, la noche y la nochecita.

Si hay un dicho piurano en Piura de larga data es el que hace alusión a la luna de Paita. En Piura la luna  gobierna la vida. Los movimientos del feto, para las parteras tradicionales, son consecuencia de los movimientos de la luna. Estar en la luna significa estar alelado, boquiabierto extasiado en la contemplación. Cuando el maestro advierte que los estudiantes están en la luna significa que están fuera de orbita navegando en las insondables profundidades de  su desinterés.

El origen de tan emblemática frase son los Razonamientos de mi viaje alrededor del mundo (1596-1606) del italiano Francesco Carletti, que había ponderado en Paita (solo estuvo aquí ocho días) “el más puro y despejado cielo que se pueda ver e imaginar”, y daba fe de que la luna “da mayor luz allí que en cualquier otra parte del mundo que yo haya visto, de tal manera que como proverbio común se dice en aquel país para afirmar una cosa que no deja lugar a dudas: «Es más clara que la luna de Paita».

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