EL DEJO
PIURANO DE CARLOS ARRIZABALAGA
Por:
Miguel Godos Curay
Carlos Arrizabalaga Lizarraga |
Con prólogo de Marcos Martos, Presidente de la
Academia Peruana de la Lengua, Carlos Arrizabalaga Lizarraga acaba de entregarnos la segunda edición,
aumentada y corregida, de su estudio
lingüístico “El dejo piurano”. Precisa Martos que se trata del primer texto
científico sobre el lenguaje que se publica en Piura, a lo largo de toda su
historia. El único antecedente científico es la tesis doctoral de Martha
Hildebrandt Pérez Treviño, presentada en 1949 en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, titulada “El español de Piura”.
El libro tiene 196 páginas y reúne 23 artículos referidos
a los siguiente temas: El dejo piurano, Estás que lees, La clase es hasta las cuatro, Grandazazo,
Luna de Paita, Jugar a los checos, Arcaísmos piuranos, Jejeres, Médano,
Encalavernarse, Faite, Copé, Chifle es castellano, Churre, Gua, Piajeno, Burros
campeches, Mexicanismos en Piura, Rezagos de voseo, Traducir a Vargas Llosa,
Reveseo, Léxico del azúcar en Piura, Lexicografía norperuana. En los que su
autor aborda con profundidad y amenamente estos temas. Arrizabalaga es doctor en
Filología Hispánica y profesor del Departamento de Humanidades de la
Universidad de Piura.
Está entre nosotros desde el año 1996. Desde entonces
es humanamente visible su identidad con esta tierra que le ha dado entrañables
frutos. Y alentadores argumentos para sus trabajos de investigación. Entre los
que destacan: Noticias de la desaparición del voseo en la costa norte del Perú
(2001),Americanismos en la Descripción geográfica del partido de Piura de José
Ignacio de Lecuanda (2007),Comentarios a un pasaje de Gonzalo Fernández de
Oviedo (2007),Garcilaso y la Lexicografía peruana (2009),Gramaticalización en
español americano. La perífrasis concomitante norperuana (Pamplona, Eunsa, 2010)
El dejo piurano es la marca que en la lengua tienen
toditos los piuranos. No hay piurano que no se exprese con superlativos. El piurano
estira las palabras como si fueran de elástico. Esta manía de “formar
superlativos de superlativos” llamó la atención al propio Mario Vargas Llosa.
Buenmosisísimo, borrachisísimo, manganzonazo, riquisísima, picantísima, son
demostración de este verbo florido. Refiere el escritor paiteño Luis Felipe Angell de Lama “Sofocleto” en la nota testimonial sobre su
hermano Fernando, autor de la novela El Espejo, la siguiente confesión: “… en aquellos tiempos
casi no había fronteras con el Ecuador. De Tumbes se pasaba a Huaquillas sin el
menor problema, el tondero se cruzaba con el pasillo, las canciones eran
prácticamente las mismas y hasta el “dejo” nuestro (que hoy se me escapa
frecuentemente de la boca) fue siempre parte de nuestra conversación familiar”.
El dejo es como un sello o marca vocálica al pronunciar una palabra. El español
en Piura presenta un “dejo” característico, que permite identificar a los
hablantes piuranos en donde se encuentren
Respecto al acento piurano algunos creen encontrar una
influencia andaluza, otros el habla de México. Colombia y Centroamérica. Otra
hipótesis encuentra en el acento un sustrato
de las lenguas tallanes. Antes de que la radio igualara nuestra manera de
hablar era claramente perceptible el acento del catacao, distinto del sechura. Lo propio el sullanense, el
ayabaquino y el huancabambino, el paiteño y el talareño. Carlos Camino
Calderón, afirma que los sullaneros eran los ecuatorianos del Perú. Los
talareños aprendían de oído el inglés y la elegancia de la rubia Albión les
acompañaba siempre.
Si hay una característica distintiva de los piuranos
es su cortesía. Los vocativos tenían una entonación característica. ¡Buenos dillas de Dios!,
¡Buenas noches de Dios! El comercio de callanas, tinajas y tiestos de
Simbilá se extendía gracias en grandes
piaras de piajenos que atravesaban el
despoblado por Cruz de Caña para internarse por los culebreros caminos en la
sierra de Morropón. Con los alfareros marchaba
la impronta del acento
característico de la yunga. Medidas antiguas
como la arroba, el cuarterón, la lata, la libra, la vara, el jeme se empleaban en
todas las operaciones de comercio recíproco. Se trocaba tubérculos de la sierra
por pescado salado de la costa, botijas y tinajas eran demandadas para
conservar el agua y la manteca de puerco antes de iniciarse el invierno.
En la sierra de Piura aún se preservan topónimos de
origen quechua como Aypate, Jicate, Samanga, Cariamanga. Néstor Martos en La
Ciudad Volante anota los siguientes topónimos de probable origen tallán:
Puyuncará, Hunagalá, Narihualá, Simbilá, Tacalá, Birrilá, Congorá, Mocará,Chapairá, Huaypirá, Tangarará,
Chapairá , Pelingará. Sostiene también don Néstor que el topónimo Piura es de
origen quechua y significa troje o granero. De Pirhua se deriva Piura, tras la
conquista surgen los pirhuanos. Más adelante señalará que si Piura deriva de
Pirhua con mayor razón se puede decir que del mismo vocablo deriva Perú.Piura,
no olvidemos mantuvo intensos vínculos comerciales con Loja. Entre Ayabaca y Loja
se mantienen algunos tramos de los viejos caminos incaicos. La mayor parte de
ellos fueron demolidos por la incuria y esos programas sociales del gobierno
que utilizan las piedras para levantar muretes para anunciar incumplidas
promesas. Del viejo camino inca, Capac Ñan, da noticias el cronista Cieza de
León quien refiere que este camino “allega” a las provincias de Calva y
Ayavaca.
En Piura, advierte Marta Hildebrandt,se preservan
arcaísmos. Ejemplo de ello son: mesmo (por mismo), agora (por ahora), Naides
(por nadie, velay (por velahí) y el uso de haiga que es una forma arcaica de
conjugación, es el caso también de truje (por traje). Muchas veces nos da la sensación
que el tiempo se ha detenido. En el plano sintáctico una nota distintiva del habla piurana es la gramaticalización. Se trata de un cambio
que remplaza al gerundio: “está bañándose”, “está hablando”; suele expresarse
con verbos locativos destacando la concomitancia en el presente o el pasado
(“estaba que se bañaba”). Estas formas verbales pueden expresar simultaneidad.
La percepción del tiempo en Piura tiene sus matices. Los piuranos distinguen
entre la tarde y la tardecita. Existen
matices entre la mañana y la mañanita, la noche y la nochecita.
Si hay un dicho piurano en Piura de larga data es el
que hace alusión a la luna de Paita. En Piura la luna gobierna la vida. Los movimientos del feto,
para las parteras tradicionales, son consecuencia de los movimientos de la
luna. Estar en la luna significa estar alelado, boquiabierto extasiado en la
contemplación. Cuando el maestro advierte que los estudiantes están en la luna
significa que están fuera de orbita navegando en las insondables profundidades
de su desinterés.
El origen de tan emblemática frase son los
Razonamientos de mi viaje alrededor del mundo (1596-1606) del italiano
Francesco Carletti, que había ponderado en Paita (solo estuvo aquí ocho días)
“el más puro y despejado cielo que se pueda ver e imaginar”, y daba fe de que
la luna “da mayor luz allí que en cualquier otra parte del mundo que yo haya
visto, de tal manera que como proverbio común se dice en aquel país para
afirmar una cosa que no deja lugar a dudas: «Es más clara que la luna de
Paita».
No hay comentarios:
Publicar un comentario