miércoles, 4 de junio de 2008

MI AMIGO MIRAGE


Por: Miguel Godos Curay

“Mirage”que en francés significa "milagro" es el nombre de un perro chusco, que en sus doce o quince años de vida padece de la visión defectuosa. Lo que no impide que sea el can más querido de la UNP. De él se cuentan gestas innumerables. Se ha enfrentado a culebras y a los cuatreros que se asoman por los Ejidos. Su mérito mayor es el haber visto crecer la universidad. Con el tiempo se ha convertido en un can sabio y longevo. Si los canes que habitan el Campus Universitario tuvieran un Consejo Canino, es muy probable que lo hubieran elegido rector. Un cargo muy apetecible. Pero como no ambiciona cargos afortunados prefiere ser el primero entre sus iguales. “Primus inter pares…” dirían con su autoridad los latinos.

Ahí entre los muros aprendió el oficio de guardián acompañando a los guachimanes. A cambio de un hueso y un poco de cariño se convirtió en perro de provecho y bien. Por necesidad se hizo amigo de la picanteras con quienes colaboraba en el aseo de las ramadas y a las que muchas veces acompañó en la soledad del desierto. Cuando la universidad se pobló, amistó, con los estudiantes. Su vida se transformó cuando funcionó el comedor universitario. Había huesos de sobra y no fue mezquino con otros canes que la pobreza no podía sostener en los caseríos contiguos. Los admitió sin miramientos y sin convocar exámenes de admisión a cambio de lealtad y un recorrido cotidiano, durante las noches, por el Campus.

Y fue testigo de los enfrentamientos estudiantiles. Sus momentos de mayor sufrimiento fueron el asesinato de los apristas Lucho Paredes Maceda y Ricardo Ramos Plata. Algunas noches insomnes sintió en su soledad interior el fantasma de los recuerdos. Sus viejos romances caninos. Los arteros ataques de los amigos de lo ajeno a quienes mordió con voracidad. Un perro que tiene muchos amigos siente la gratitud de las colas que se mueven. La alegría de un ladrido que se escucha a los lejos. El dolor insoportable de un perro amigo embestido por un auto. . Muchas veces se curó lamiendo sus heridas

Últimamente “Mirage”, un verdadero milagro canino, llevaba la camiseta puesta para conjurar el frío. Y se arrinconaba junto a la garita. Sus pasos no tenían ya el vigor de los mejores tiempos. A duras penas caminaba al comedor universitario. Otras ocasiones amigos le traían algún hueso para saciar su hambre. Últimamente no sólo eran los ojos los que le fallaban sino también los dientes que se desprenden por la edad dejando raigones. A esta edad sólo se vive de los recuerdos y las satisfacciones.

A “ Mirage”, que tiene conciencia de perro, también le afecta lo bueno o lo malo que se dice de la UNP. Los comentarios maledicientes le incomodan y siente en carne propia vergüenza ajena.”Mirage” sueña con una universidad grande, querida y respetada. Es el sueño que con ladridos diariamente explica con pasión y entusiasmo a la jauría que le rodea. Se lo ha repetido hasta sus propios vástagos, muchos de los cuáles, por ser buenos, han partido fuera del Campus. Buena es la aventura pero lo mejor es estudiar elevar el espíritu, educarse y formarse, para bien de la sociedad.

“Mirage” es testigo de las ilusiones juveniles, de los amores de estudiante, pero también de los odios viscerales, de las luchas, de las pasiones y vicisitudes de los docentes y administrativos. Muchas veces como los canes, se repite a sí mismo, la universidad tiene que curarse con su propia medicina. Personalmente sentimos que los sabios canes tienen razón. Y nos parece insoportable que una bestia pida disculpas en el Congreso por haber matado sin remordimiento de conciencia a un perro indefenso.

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