sábado, 17 de marzo de 2007

EDUCANDO PINGUIINOS

Por: Miguel Godos

Las manifestaciones estudiantiles del año pasado en Chile provocaron que la Presidenta Michelle Bachelet convocara inmediatamente a un consejo asesor para analizar el problema y formular propuestas las que en efecto fueron suscritas por 81 académicos, especialistas, líderes sociales, estudiantes y empresarios. Las conclusiones del informe de 252 páginas son contundentes. Una de ellas señala que la educación es imprescindible porque permite que el futuro de los niños y jóvenes no dependa de la situación económica de su familia. Mejor dicho la educación no tiene porque perpetuar la pobreza.

Otra de las consideraciones, subraya, lo siguiente: Una población bien educada es un elemento clave para el crecimiento económico, bienestar social y el funcionamiento de la democracia. El desafío hoy es tener una educación gratuita pero de calidad. Con relación a las tareas del Estado se precisa deben ser las siguientes: 1) Financiamiento que haga posible la educación universal y gratuita.2) Necesarias exigencias en el acceso al sistema educativo, 3) Evaluación periódica para acreditar calidad y definir criterios para apoyar, intervenir o excluir del sistema a los establecimientos educativos que no cumplan con los estándares exigidos. La educación tanto pública como privada merecen el trato preferente del Estado. Un principio fundamental es la subsidiariedad con los sectores más vulnerables y menos favorecidos.

Siendo la educación una tarea ineludible deben eliminarse los establecimientos que la conviertan en negocio lucrativo sin importar los resultados. La administración educativa no tiene sentido sin exigencias académicas de rendimiento y calidad, rendimiento de cuentas y sanciones efectivas a los incumplimientos. Todos los centros educativos deben acreditar la calidad de sus docentes: la capacidad se premia y la negligencia eliminarse por los daños que provoca a la sociedad. Todo proveedor de servicios educativos que haya sido sancionado no puede continuar en el sistema. La educación no funciona sin Igualdad de oportunidades por lo que hay que acabar con la exclusión en el sistema de niños y jóvenes por razones económicas.

La tarea docente debe tener como ejes las siguientes competencias: 1) Desarrollo personal (cognitivo, moral, emocional y creativo), 2) Desarrollo social y participación democrática y 3) Desarrollo económico: aprendizaje y competencias para el trabajo. Los municipios por estar próximos a la población pueden contribuir a mejorar la calidad de la educación en sus jurisdicciones. El currículo debe ser confrontado con la realidad apuntando al desarrollo local, regional y nacional del país y sus habitantes. Una educación desconectada de la realidad es una estafa injustificada.

Una razón de éxito es la motivación a los estudiantes a seguir aprendiendo en un mundo caracterizado por la abundancia de información y velocidad de cambio del conocimiento. La carrera magisterial no tiene porque ser el monte de piedad de los ineptos sino un ejercicio profesional capaz de atraer a estudiantes talentosos y profesores competentes. El maestro debe desarrollarse en su profesión evitándose el pluriempleo que deteriora la calidad y perjudica a los estudiantes. La densidad de alumnos por aula debe ser de 35 por clase pues con un número mayor de estudiantes el aprendizaje es estéril y el aula ingobernable.

La educación debe permitir el conectarnos con el proceso del mundo global y la interdependencia. Los políticos deben entender que la educación crea y fortalece el capital humano y permite la disposición de los ciudadanos a dejarse persuadir por las buenas razones antes que por los aullidos de la manada. El objetivo de la escuela es el que los niños y jóvenes aprendan a conocer, aprendan a hacer y aprendan a convivir juntos. La educación de mala calidad reproduce la indigencia y multiplica la incapacidad humana. Fundamental es por eso el rol del maestro que debe centrar su relación con los estudiantes en la pedagogía del debate civilizado y la resolución de conflictos en la escuela. ¿Cuánto camino nos falta por andar? Aquí hacemos todo lo contrario.

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