Brittany Maynard en su póstuma visita a Machu Pichu |
Por.
Miguel Godos Curay
Las últimas palabras de Brittany Maynard
(29) son conmovedoras y estremecedoras. Esta valiente jovencita decidió el
pasado sábado poner fin a su vida por decisión voluntaria y legal. Su determinación
se produjo tras el anuncio de una muerte lenta consecuencia del cáncer terminal
al cerebro que la consumía. Maynard murió este 1 de noviembre “como quería, en paz, en su dormitorio, en
brazos de su seres queridos”. Divulgada la noticia en las redes suman metros los comentarios a nivel mundial.
Algunos con el deseo compasivo de un buen viaje otros polemizando desde su personal
posición religiosa sobre el tema.
La discusión es en sí una confrontación
ética sobre el sentido de la muerte. Según el filósofo cristiano Luis Aranguren (1909-1996)
hay cinco tipos de muerte. 1) La muerte eludida, 2) la apropiada, 3) la
absurda, 4) la negada, y 5) la buscada. La muerte desde el punto de vista
existencial es un elemento constitutivo de la vida. Resulta también innegable
decir: diariamente estamos muriendo. Por eso la muerte es pre-ocupación. Nos
preocupa la muerte frente a nuestra aparente indiferencia. Todos contemplamos
el futuro sin el ingrediente doloroso del morir.
Por eso a los muertos se les cubre el
rostro y se les retira para la parte trasera de las clínicas y hospitales. Hoy
se ha extendido la costumbre de la cosmética funeraria para mostrar la faz que
tenía en vida el extinto. La vida es provisional, la muerte es definitiva.
Cualquier proyecto de felicidad personal se evapora en la nada con la muerte. Epicuro no se cansaba
de repetir que él y la muerte eran incompatibles. Mientras yo viva, la muerte
no está en mí y cuando la muerte venga ya no estaré. En esencia, no morimos
para nosotros sino para los otros. La muerte es el final del proceso
fisiológico natural que acontece al hombre. La muerte cristiana reposa su
esperanza en la resurrección. El dolor que consume al enfermo participa de la redención de Cristo en la cruz. La
muerte es un proceso de tránsito que culmina ante Dios principio y fin de todas
las cosas.
Para Sartre es la aniquilación de las posibilidades humanas de ser. El que muere "se ha ido" lo que sobreviene es el proceso de corrupción del cadáver. Cadáver es en buena cuenta despojo. Alimento para los gusanos. Advierte Aranguren, como dice San Pablo: Ninguno muere para sí mismo, morimos para el Señor. Porque morimos ante Dios y para Dios la muerte tiene sentido. Según Aranguren el hombre y la mujer son agentes de sus actos categoría que corresponde también a los animales, en segundo lugar son autores de los mismos pues podrían optar libremente por unos y omitir otros. Finalmente es actor de su vida y por extensión de su muerte. La vida humana en una primera instancia apropiación moral de nuestros actos. Con la muerte este proceso se acaba. Todo lo que teníamos deja de pertenecernos.
La última carta de Maynard es una
declaración personal de consolación. “Adiós a todos mis queridos amigos y
familiares a los que quiero. Hoy es el día que he elegido para morir con
dignidad, afrontando mi enfermedad terminal, este terrible cáncer en el cerebro
que me ha quitado tanto… pero me habría quitado mucho más”, dice el mensaje.
“El mundo es un lugar hermoso, viajar ha sido mi mejor maestro, mis amigos más
cercanos y mi familia han sido muy generosos. Incluso tengo un círculo de apoyo
alrededor de mi cama mientras escribo… Adiós mundo”.
Maynard poco antes de morir impulso una campaña por la muerte digna y suicidio
asistido en Estados Unidos. Residente en Oakland, California, se mudó a
Portland, en el estado contiguo de Oregón, para poder suicidarse con asistencia
médica, ya que ese es uno de los cinco estados del país que permite esta práctica. Maynard se mudó allí
con su familia para poder recibir legalmente, por su propia voluntad, una
prescripción médica de drogas que acabaran con su vida. La ley de la muerte digna de Oregón rige desde 1997. Desde su puesta en vigencia hasta
la fecha son mil 200 personas las que han recibido asistencia para quitarse la
vida y más de 750 los que han optado por
esta forma discreta de suicidio. El objetivo de hacer pública la decisión de
Maynard es la extensión de esta medida en todo el país.
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