sábado, 22 de noviembre de 2014

¿QUE UNIVERSIDAD QUEREMOS?

Por: Miguel Godos Curay

La universidad en su significación esencial es la comunidad del conocimiento. Le es consustancial el saber y la ciencia. La producción intelectual es su primera obligación. Pero también es  fundamentalmente expresión viva de la democracia en donde se procesan racionalmente las discrepancias y las disidencias. En ella el pensamiento y la idea adquieren dimensiones múltiples y dan vida a propuestas racionalmente aplicables a las demandas de la sociedad. La universidad debe por ello vincularse con las empresas que  pueden brindarle su patrocinio económico para  la realización de investigaciones. La investigación es una condición imprescindible e inagotable. Quizás el valor que añade coherencia a la razón de la universidad. El complemento directo de la autonomía universitaria es la búsqueda de la verdad y la construcción de la ciencia.

La universidad no envejece pese al paso de los años porque su sustancia es la juventud  que inocula vitalidad y rebeldía en su torrente sanguíneo. Rabia frente a la injusticia pero también propuesta para ayudar a mejorar las condiciones de la sociedad.La universidad domesticada, quieta, estacionada no es universidad. Por ello la actuación académica exige responsabilidad. Los estudiantes pueden pasar por alto todos los defectos y la apariencia de sus maestros. Pero no soportan la impuntualidad, el fiasco y el cinismo.
La universidad se nutre en la proximidad de los pasillos donde maestros y alumnos dialogan, discrepan y se nutren de lo nuevo aprendido. Un maestro que no lee, que no indaga ni investiga. No tiene nada nuevo que enseñar y ha agotado su capacidad de aprender. Un maestro que no lee es un analfabeto funcional. Un estudiante que lee es producto de maestros que leen y una comunidad  de maestros lectores es producto de una universidad vigorosamente conectada al mundo del conocimiento. Si esta desconectada lastimosamente no puede motivar en sus estudiantes esa admiración por el saber y esa pasión incontenible por la lectura. Hay estudiantes que pasan por la universidad, lamentablemente la universidad no se incorpora a sus vidas.
La universidad requiere laboratorios, bibliotecas, aulas, parcelas para la prácticas agrícolas en todos estos rincones se aprende. En el orden y la reciprocidad de los servicios a los estudiantes. La universidad flota hasta en la actitud de los que cumplen las funciones  de limpieza. Son de alguna forma expresión de un trabajo  humano de calidad. Si este trabajo es deficiente es porque los actores principales de esta experiencia humana fallan en el ejercicio de su magisterio. La universitaria es sustancia pedagógica hasta en su propia médula. Se educa  con el ejemplo y se enseña con la vida.

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