domingo, 29 de diciembre de 2013



¿Y LA AGENDA CULTURAL DE PIURA?

Por: Miguel Godos Curay

¿Y el Centro Cultural Mario Vargas Llosa de Piura? Una promesa incumplida del gobierno regional
Este año que se escurre como agua entre los dedos resultó un globo desinflado en el territorio olvidado de la cultura y el deporte. La escasa actividad realizada fue más entusiasmo que iniciativa institucional. El Centro Cultural Vargas Llosa, en el local que ocupó la Dirección de Educación, es más ruido que nueces, El escritor tendrá que seguir esperando se haga realidad la promesa incumplida. Ese entusiasmo comedido para el discurso y la finta.

La Orquesta Sinfónica Municipal, sigue padeciendo con angustia la falta de recursos que le dan vida. La poca música que se expande no llega a los grandes públicos. Es un asunto transitorio y efímero. No hay en realidad un honesto rescate del repertorio musical piurano. Nos hemos detenido en un repetido, presumido programa de interpretación siempre lo mismo. El cultivo de la música no es eso. Es mucho más. Es siembra con riego por goteo, más cultivo y menos vanidad. Cuando los logros saltan a la vista son producto del esfuerzo promotor de largo aliento.

Sin duda, que la cultura, el arte, la promoción de la ciencia y la educación son el último renglón de la agenda. Nos mostramos exultantes porque llegaron a Piura los patrulleros inteligentes. Desconocemos si vienen con su ración de gasolina para estar operativos. Y si es que con reiteración se nos dirá: ¡No tenemos combustible! La represión del delito siempre tiene sus límites. Nunca se piensa que al delito se le estaciona  y se le combate atenuando las frustraciones de los poblados marginales.
Piura, es el centro de la ciudad para las gestiones del municipio y el gobierno regional. No aspiramos a que cada municipio tenga una orquesta de cámara o una sinfónica. Nos contentamos con una banda de músicos que lleve alegría a los sectores populares. No queremos canchitas sintéticas olorosas a jebe. Sino campos deportivos en los que chicos y grandes puedan realizar actividad deportiva comunitaria.

Cerrar las vías los domingos. No es lo mismo que promover días sin transporte contaminante en el que la población camina masivamente para reencontrarse con su ciudad y el paisaje. En la estación veraniega bien debe promoverse la natación y los deportes acuáticos. Lo que hacemos de ordinario es contar los ahogaditos en los balnearios y la represa Los Ejidos. En realidad la ciudad necesita más áreas verdes cuidadas por los vecinos. Los algarrobos oxigenan la ciudad y dan vitalidad al paisaje ahí en donde nos agrede el cemento.

Hay una Piura ritual y plazuelera  de izamientos del pabellón nacional. Pero hay otra arrinconada que hay que atraer a los parques y plazas para la sana recreación. Hay una Piura gastronómica, plena de sabores para toda la familia. Pero también hay otra Piura inexistente marginal y olvidada en la periferia. Para ellos no existe el Ministerio de Cultura. Para muchos es una placa con una oficina y no una oficina con placa. Los ambientes que concurren las familias son los molls, iniciativa privada. El espacio público está abandonado a su suerte, a la indiferencia burocrática. Al poco valor que se confiere a la comunidad y a la cultura. Ahí está la Biblioteca Municipal, institución promotora de cultura. Pero necesita mayores recursos para expandir sus actividades para todos los sectores de la población.
El deporte es una herramienta efectiva para el aprovechamiento del tiempo libre de los jóvenes. Esto significa que la promoción del deporte, fútbol, baloncesto, vóley arrastran a los jóvenes y a los vecinos. No hay nada que impida la promoción del tenis en los sectores urbanos marginales. Sucede que hay que romper la cabeza a los responsables de las decisiones políticas. El ciclismo es otro deporte que requiere el impulso de los gobiernos locales. Para ello se requiere asignación de recursos y decisiones. Mucho más fácil para muchos regidores es calentar la silla y contagiar la indiferencia.
No hay razón para que durante dos meses los locales escolares permanezcan cerrados. Cuando bien se podría emprender campañas promocionales del deporte. No hay nada que impida que aprovechemos mejor el tiempo libre. Si se puede hacer algo por los niños y jóvenes en vacaciones no hay tiempo que perder. La ciudad y sus habitantes estarán siempre bien agradecidos. ¡Palabra!

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