sábado, 9 de enero de 2010

CANDIDOS Y CANDIDATOS


Por: Miguel Godos Curay

Esta semana que pasó nos sorprendieron los candidatos. Los ojos están puestos en los municipios y en el gobierno regional. Ser regidor, ser alcalde, ser consejero o presidente regional son cargos apetecibles por quienes ambicionan la holgura temporal. Para muchos, pertrechados de ambiciones, llegó el momento de probar lanzas en esta contienda política. Otros creen que su nombre bien vale una lata de pintura. En realidad una elección no se gana pintarrajeando paredes y haciendo añicos el ya maltratado ornato de la ciudad. Ni sorbiendo recursos públicos. Una elección es un proceso político que requiere hilar fino con las aspiraciones y frustraciones colectivas.

Por eso no funcionan las metamorfosis repentinas. Esa vana pretensión de ser lo que no se es. Vender candidatos por lo que creen que valen y comprarlos por lo que valen realmente es y será siempre un buen negocio como la compra y venta de pavos en navidad y año nuevo. El político no tiene amigos sino lisonjas adquiridas a buen precio. Candidato sin plata es huérfano de admiración como el mariconcito feo.

Si quieres ser candidato mira con detenimiento tu pasado. La gente escarba como la gallina en tus antecedentes políticos y familiares. Todos tenemos un pasado deseable que nos gusta recordar pero también, en muchos casos, un pasado indeseable que ocultamos con siete velos para que nadie penetre en la oculta intimidad. Pero cuando pretendemos ser personajes públicos todo se orea y ventila al aire libre. Desde las malas notas en el colegio, los históricos perros muertos, los antecedentes policiales, la parienta descocada, el primito gay, la oveja negra de la familia, el hijito de cura. Todo absolutamente todo queda sometido a la curiosidad pública.

No inicies una campaña sin antes clarificar tus propuestas. Si tu mensaje no te persuade a ti mismo pierdes el tiempo. Los candidatos como las vacas gordas atraen a las garrapatas y a las sanguijuelas que les chupan la sangre de sus recursos y los dilapidan sin piedad. Tu séquito de confianza es el que en menos deberías confiar. Los capituleros y lameculos son como las pulgas del perro en desgracia saltan de crin en crin sin el menor pudor porque tienen que sobrevivir y no hay pero que valga.

Tu imagen no es un concepto visual es capacidad cerebral. Un candidato o candidata con la cabecita hueca no es más que un tonto o tonta de capirote que no tienen en que gastar los recursos que le sobran. En una campaña se gasta. Pero la campaña también desgasta. En política la mejor forma de decir es hacer. Haciendo se consigue mucho. Aunque lo que te propongas parezca irrealizable. Una iniciativa inteligente despierta la adhesión ciudadana. Un candidato que es totalmente anónimo en su barrio no espera que la ciudadanía lo aplauda.

No interpretes a tu antojo las normas electorales. El JNE tiene los mecanismos legales para ahogar tus ambiciones como a pichón. Hoy la vigilancia ciudadana es una herramienta efectiva para derribar a los farsantes y descubrir que sus propuestas son irrealizables. La radio sigue siendo el medio más barato pero al mismo tiempo el que desnuda las incapacidades del político intonso. Con la radio te anuncias pero no es ninguna garantía de que ganes. Las ONGs con radio en política siempre pierden. La propaganda política es como el agua para la planta. Con poco agua la planta se seca. Con agua en exceso se pudre. El exceso de propaganda convierte al candidato en un pelele. Poca propaganda en un tacaño irremediable. Con la propaganda el justo medio es recomendable. Como la vela al santo: ni tan lejos que no lo alumbre ni tan cerca que lo queme.

En política no hagas a otro lo que no te gustaría hagan contigo. No utilices los procedimientos sucios de la propaganda. Finalmente te los aplicarán sin contemplación y quedarás mal parado. Aprende a ser cordial y respetuoso. Si te quieres comer a la gallina nunca le muestres el cuchillo dicen algunos politiqueros siete suelas. Una gota de miel atrae más moscas que un cilindro de hiel. La gente busca a los candidatos que vislumbran futuro y desdeña a los que destilan amargura y sólo viven haciendo picadillo a sus contrincantes. Una buena propuesta es creativa. Un sueño posible, no un pajazo imposible.

Rodéate de personas inteligentes, honestas y capaces. Son los ciudadanos más escasos. En una campaña política sobran los oportunistas, los sangrones, los mentirosos, los adulones, los conchudos y los inescrupulosos. Los honestos son como una aguja en el pajar. Son leales y no exigen a sus amigos lo que sus amigos no les podrían dar.
Gráfico: Burrito electorero en Querétaro ( México).

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