sábado, 21 de marzo de 2009

CRISIS Y PROYECCIONES EN PIURA


Por: Miguel Godos Curay

Pese a la crisis mundial el comportamiento de los peruanos sigue siendo dispensador. Basta recorrer los centros comerciales para darnos cuenta de la expansión del consumo. Esto es una apariencia. Un espejismo tras el rostro feliz de los compradores compulsivos que en caravana acuden con sus tarjetas de crédito. Tras el irracional consumismo las deudas se aúpan impagables. La salud económica de las familias depende del no gastar lo que no tienen. Tarjeta en mano las deudas, quitan el sueño, se multiplican imparables.

El crédito resulta cada día más caro. El deterioro de una familia con deudas es explosivo y se convierte en una adicción por dinero a cualquier precio. Es la misma actitud del chalanero que vive tapando los huecos de su bote que hace agua por todas partes. Mientras cubre los huecos enormes le faltan dedos para tapar los pequeños que aparecen por todas partes. Educar el consumo de las familias y el mejor uso del dinero es una necesidad. Acudir al mercado informado sobre los precios es una obligación. El secreto de la economía es aplicar mejor lo poco que se tiene adquiriendo productos de calidad y al precio. En realidad algunos precios suben por ascensor y los ingresos mensuales por escalera. Hoy es mejor un almuerzo frugal ajustado a la realidad que un opulento festín que nos deja sin pan y sin respiro para mayo.

Entre las familias de los sectores medios abundan los gastos suntuarios propios de la instalación social más que los de las objetivas necesidades. A muchos importa más pagar la cuota del club a la posibilidad de un ahorro necesario. El pago de un taxi a la práctica saludable de utilizar la bicicleta o caminar. Piura, ocupa el segundo lugar a nivel nacional en obesidad mórbida, producto de aquella grasa acumulada que predispone a la diabetes, al infarto y a otras afecciones mortales. Hábitos sociales como el comer y beber, en exceso y fuera de casa perforan cualquier economía. Las malas prácticas económicas resultan incontenibles. En Piura se consume más cerveza donde se gana menos.

La inflación, según los informes, se dispara por el consumo desmesurado de carnes rojas, derivados de la harina de trigo, aceite de soya y combustibles. Pese a ello nuestros patrones de consumo y malos hábitos alimentarios permanecen inalterables. El Reporte de la Inflación del BCR, marzo 2009, explica con realismo la incertidumbre de la economía mundial. Según el informe el Estado tendrá menores ingresos porque la crisis afecta a las empresas mineras. En este escenario hay menor inversión directa extranjera. Muchos proyectos de inversión se han postergado. Nuestra cuenta corriente seguiría siendo financiada por estos capitales privados de largo plazo.

Hay que advertir que un descontrol de la inflación producto del deterioro de la economía mundial; las menores presiones inflacionarias por menor gasto interno; las restricciones en la oferta de energía eléctrica. Nos obligarán a apretarnos el cinturón. Se impone en el momento un uso racional y eficiente de la energía. Y un manejo escrupuloso de los gastos familiares. De lo contrario le economía del hogar se convierte en un bote que hace agua y corre el riesgo de zozobrar. El crédito fácil es como el canto de las sirenas. Disfrútalo hoy. Aprieta los dientes para pagar mañana.

Este año la tendencia es la siguiente: el crecimiento de la demanda interna superaría el dinamismo de las exportaciones como factor de crecimiento del PBI. Sin embargo, el ritmo de crecimiento sería menor al del año pasado básicamente por un menor incremento de la inversión privada (8 por ciento) y del consumo privado (5,5 por ciento), aunque estaría compensado ligeramente por un alto dinamismo de la inversión pública (51,1 por ciento).

Piura, no obstante el deterioro del contexto internacional, es escenario de grandes inversiones. Una inversión como la de la empresa brasileña Vale que durante el 2009 invertirá US$ 279 millones en el proyecto de fosfatos de Bayóvar, que incluye la construcción de una planta concentradora con capacidad de producción anual de 3,9 millones de toneladas, para iniciar operación en 2010. A ello se suma un centro comercial Malls con una inversión del orden los 30 millones de dólares. Pese a la crisis en Piura el empleo urbano sigue mostrando un crecimiento mayor a la tasa de aumento de la Población Económicamente Activa (PEA). (Piura 15,7%, Sullana -32,9%, Talara – 0,6%, Paita 0,7%. )

En agricultura se vislumbra una recuperación de algunos cultivos como el de la yuca y el plátano que fueron afectados durante 2008 por las lluvias. No obstante, habrá un menor crecimiento de la producción orientada al mercado externo y la agroindustria, así como un desgaste en el ciclo productivo del café, el mango que se sentirá en Piura. En el sector pesca no se han registrado alteraciones climáticas significativas. La aplicación de las cuotas de pesca de anchoveta, y la menor extracción de calamar gigante para congelado tendrán impactos moderados. Se espera una recuperación del jurel. La recuperación del sector depende de la mayor extracción para conservas y congelado. Quemar anchoveta para producir harina seguirá siendo el infortunio del hambre infantil en el Perú y una escasa posibilidad de tener mejores precios.

En minería, la producción minera artesanal informal crece como un cáncer que destruye suelos y fuentes de agua y no hay quién con suficiente autoridad la detenga. Contradictoriamente la minería formal se ve impedida por los siete cerrojos de organizaciones declaradas anti-mineras y de grupos religiosos defensores de los “bienes de la creación”. Mientras persiste la batalla contra la minería formal, la informalidad devora tierras agrícolas en Suyo, Las Lomas y Tambogrande. Las procesadoras de mineras se instalan clandestinamente en Sullana y usan en su actividad agua de le red pública que es cara y escasa. Tras el oro los sicarios y la coca acaban con lo que queda de la tranquilidad de Piura.

El inicio del Proyecto Alto Piura, en agosto, un proyecto cuantioso de aproximadamente 350 millones de dólares. Tiene sus bemoles pues habrá que explicarles a todos los agricultores que moviliza que tienen ya encima un mercado especulativo de tierras y que el agua con la que tanto sueñan tendrá un costo inimaginable. El ciclo de las inversiones sin retorno es una ficción tan ilusa como el cuento del lagarto de oro que tomaba sol en la playa del río antes de irse de paseo a Chulucanas.

*En tiempos de crisis hay que ajustarse los cinturones.

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