miércoles, 21 de agosto de 2013



ENTRE EL OPTIMISMO Y LA CAUTELA

Por: Miguel Godos Curay
Se desacelera la economía peruana

El presidente Humala comunica mal y cuando se le señalan sus personales desentendimientos se los imputa  a  sus eventuales opositores. Tras anunciar que la crisis llegó al Perú, lo que se anticipó hace meses, hoy para enderezar el entuerto sostiene que la economía peruana es sólida. La verdad oronda y lironda es la desaceleración de la economía china  y la caída de precios de  los metales. El superávit comercial de Perú sería de apenas 309 millones de dólares en el presente año, y de 571 millones  de dólares en el 2014, afirmó el banco Scotiabank. Durante el primer semestre del 2013, del 12% de la caída en el valor de las exportaciones, 4% corresponde a los menores volúmenes exportados (harina de pescado, café y oro). Sólo el 4%  corresponde  a la caída  de precios de los minerales.

Esto significa reducción del canon minero y menos entusiasmo en los anuncios presidenciales. Los tiempos de crisis no son buenos para las promesas delirantes sino de un cauteloso optimismo respecto a la marcha de la economía. Aunque la tendencia de la inversión no se va a detener conviene estar preparado frente a las vulnerabilidades. El entorno internacional de menor liquidez y extremo cuidado frente a los riesgos.

Este escenario obliga a un ahorro y a  una estricta disciplina en el gasto. Los gobiernos regionales y los municipios ya han empezado a sentir en carne propia y a regañadientes el recorte de sus ingresos. Lo que no se condice con el manoseo político pre electoral de los presupuestos. Otro lastre no superado es la corrupción, los sueldos por encima del promedio de algunos funcionarios que se presume calificados y los pocos resultados a la vista en inversión pública. Sumemos a ello el descrédito y el desgaste político.

Se estima que América Latina, sin incluir a Brasil, tendrá un crecimiento estimado del 4%. Según el FMI el mundo en desarrollo   tendrá un crecimiento del 4.5%.  El gobierno estimaba con insistencia que íbamos a crecer un 6.5 % lo que no va a suceder teniendo en cuenta el contexto de la economía  internacional. Si lo que quiso decir el presidente Humala es que las estimaciones no se iban a cumplir. Sus declaraciones lejos de anunciar una desaceleración de la economía peruana anunciaron un terremoto en la economía peruana. 

Humala el pasado julio en entrevista con el presidente del Banco Mundial Yong Kim dijo:  “Sabiendo que hoy día tenemos una crisis económica a nivel mundial, el Perú toma sus previsiones, y es cada día más cuidadoso con las inversiones y proyectos que hace, a fin de no crear sobresaltos en la población y generar más confianza, que es lo que necesita el pueblo peruano y las inversiones”. Sin embargo en sus declaraciones recientes primaron los hilos invisibles de la insensatez lo que le acarreó duras críticas de sus opositores.

Las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Perú al 13 de agosto  se situaron en 67,955 millones de dólares, cifra mayor en 3,963 millones a las registradas en el mismo periodo del año 2012 lo que blinda la economía. Las reservas según el BCR representan más del 33% del PBI peruano. Monto que cubre 19 meses de importaciones y es el equivalente a seis veces lo adeudado a corto plazo. El riesgo país  se redujo de 179 a 177 puntos básicos (EMBIG Perú). El riesgo país mide el grado de peligro para las inversiones extranjeras en el país.

El corifeo Humala y el Premier  Luis Castilla no han planteado con claridad qué  hacer para enfrentar los efectos de la crisis en especial con nuestro superávit comercial. La crisis a la larga nos toca a todos. Adrián Armas, gerente de Estudios Económicos del BCR ha señalado que aunque se nos haga la boca agua no podemos esperar “tasas de crecimiento espectaculares”. En el caso de la Región Piura esperemos que la tan anunciada remodelación de la Refinería de Talara  no siga siendo, como parece, la mecida del año.
 

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