Una página que reune los artículos periodísticos de Miguel Godos Curay. Siempre con una lectura polémica, fresca y deslumbrante de la realidad.
domingo, 29 de mayo de 2011
LOS UNOS Y LOS OTROS
Por: Miguel Godos Curay
Hay piuranos que de puro fervor y devoción llenan las iglesias. Otros se refugian en las playas y les importa un bledo la oración. Unos oran, otros se divierten. Unos se arrepienten, otros pecan. Unos imploran perdón, otros, se destornillan en el vacilón. Unos creen, otros no creen. Unos huyen de Dios. Otros lo buscan con pasión. Unos, arrinconan a Dios en una esquina. Otros, buscan en un rincón un minuto con Dios. A unos les duele el corazón a los otros les duele el hígado del alcohol y la indigestión. Unos fatigados de tanto caminar descansan plácidamente extenuados. Otros, a sobresaltos, despiertan sin poder conciliar el sueño reparador. Unos son sinceros, los otros son hipócritas. Unos amasan fortuna en la tierra. Otros conquistan el cielo. Unos son humildes, los otros, arrogantes. Unos viven pendientes de sí mismos, los otros, se olvidan de sí.
Unos van al mercado. Otros van al supermercado. Unos cuentan monedas otros tienen tarjeta. Unos ahorran, otros gastan. Unos piensan, otros, no tienen qué pensar. Unos presumen del blackberry, otros, con las justas usan teléfono público. Unos comen patas de pollo otros comen pollo broaster o a la brasa. Unos van en 4 X 4. Otros en combi y en mototaxi. Unos tienen perrito faldero con veterinario. Otros, perrito callejero y ordinario. Unos llaman a su perrito “Ricky” o “Dexter”. Los otros “Síncero” o “Capulì” Unos van al Metropolitano, sin jardines, otros, a los Jardines de la Resurrección. Unos usan zapatillas de marca. Otros no tienen marca de zapatillas. Unos nacen en clínica. Los otros en el Regional, el Reátegui o en “Clas”. Unos maman hasta los dos años, lo que preserva su inmunidad natural. Los otros biberón y leche maternizada. Unos acuden a colegios públicos, otros, a colegios privados. Unos, usan uniforme único, otros, quieren informe “único” distinto y excluyente. Unos toman leche evaporada, los otros, soya embotellada.
Unos comen camote, los otros, lo dan a su perro.
Unos tienen en demasía para vivir, otros, con las justas para subsistir. Unos leen, otros, no leen. A unos les gusta la música chicha. Otros, la detestan. Unos disfrutan subiendo y bajando escaleras eléctricas en los comercios. Otros buscan ofertas y precios. Unos compran tinka para consolar su infortunio. Otros, Lotería Lotus Internacional. Unos tienen laptop última generación. Otros, pagan un sol en la cabina de barrio. Unos comen mero, otros, caballa y anchoveta. Unos salen en las páginas sociales de los diarios. Los otros en los prontuarios. Unos viajan en Lan de itinerario. Los otros en bus de ruta a diario. Unos usan maleta con rueditas. Los otros “costalito”, “alforja” o caja de Leche Gloria.
Unos van al Estadio, otros, escuchan radio. Unos compran tierras, otros, invaden tierras. Unos tienen agua, los otros, cuentagotas. Unos compran CD originales, otros, CD piratas en el mercado. Unos ahorran en dólares. Los otros, algunos soles. Unos van a las Cajas Municipales, otros a los bancos. Unos van al gimnasio otro viven en ejercicio diario. Unos creen en su buena suerte, otros, compran sábila en el mercado. Unos usan aire acondicionado, otros, se cuidan del frío y de los vientos. Unos aspiran al Servicio Militar Obligatorio. Otros no sienten obligación de servir a la patria. Unos dividen el mundo entre blancos y cholos. Otros son producto del mestizaje. Unos cuentan chistes de cholitos. Otros cuentan chistes de blanquitos.
Unos no tienen cumpleaños los otros tienen hora loca. Unos desayunan patasca, frito y café retinto. Los otros sándwich y café descafeinado. Unos saltan soga a los otros los asaltan. Unos le encuentran utilidad a todo, los otros descartan aquello que no utilizan. Unos ahuyentan a los zancudos quemando “palo santo” los otros usan vape. Unas se acicalan en peluquería, las otras van al mercado. Unas disimulan sus canas con tintorería. Las otras se aceptan como son todo el día. Unas ocultan las arrugas, las otras, no tienen nada que ocultar. Unas van a la boutique exclusiva, las otras al Mercado de Telas. Unas usan zapatos de cuero de “zapatería”. Las otras sintéticos y sin altanería. Unas presumen del oro de 18 kilates de sus alhajas, las otras prefieren baratijas coloridas. Unas se maquillan las otras se muestran al natural. Unas se perfuman con Carolina Herrera, las otras con jabón Camay.
Unos levantan pesas en gimnasio los otros sacos de papas y arroz en el Mercado Central. Unos juegan a policías y ladrones, los otros, al hombre araña y pokemones. Unos lloran cuando caen para que los levanten. A los otros, nos los levanta nadie. Unos leen diarios de Lima. Otros, diarios chicha. Unos ven televisión digital por cable a colores, otros, usan televisor en blanco y negro. Unos beben agua de botella, otros embotellan el agua. Unos se embriagan con wisky etiqueta negra, otros, ron y cañazo. Unos beben cerveza, otros, chicha de Tabanco. Unos reparten, otros, comparten. Unos se llaman James, Willy o Mick o Steve, los otros: Prudencio, Celestino, Marcelino, Telmo, Isidro, Eleodoro, Próspero o Paulino como ordena el santoral de Bristol. Unos tienen, otros, no tienen. Unos, prefieren a Humala otros a Keiko Fujimori. Unos son pobres, los otros: indigentes morales.
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