Por:
Miguel Godos Curay
Colán,
en algún recodo de su historia tuvo mayor población que Paita. El agua estaba
cerca y posibilitaba la vida y el esplendor del comercio. Balsas y botes con
las velas desplegadas daban vida a la bahía esmeralda. Cachemas, toyos y rayas son
parte de una vieja crónica irrepetible y de un hato de recuerdos con sabor a
brisa y sal. El “suco” de Colán rojo y sabroso es hoy parte de una leyenda. Los
aparejos y artes de pesca son el testimonio de una vieja tradición marinera.
Pocos conocen que con Isabel Barreto de
Mendaña, nacida en Lima en 1567, hija de portugueses. Casada en 1586 con Álvaro
de Mendaña; adelantado de las Islas Salomón. Ella con muchas solteras de Colán
partieron desde Paita el 16 de junio de 1595 hacia las Islas Salomón en busca
de porvenir lo que no era usual en ese
tiempo. Le acompañaban tres de sus hermanos: Lorenzo, Luis y Diego y un
sinfín de peripecias. |
Isabel Barreto de Mendaña partió de Paita a la Polinesia en 1595 |
Al
morir su esposo el 18 de octubre de 1595
prosiguió con la expedición ocupando la gobernación de las tierras recién descubiertas. Abandonando las Islas
Salomón se dirigió a Manila. En mayo de 1596 se casó con Fernando de Castro,
Caballero de la Orden de Santiago y sobrino del gobernador de Filipinas Gómez
Pérez Dasmariñas. Posteriormente se dirigió en el navío San Jerónimo a Acapulco (México) en donde fue
“encomendera” de Guanaco y su marido fue propuesto como Gobernador de
Filipinas. En 1607 ambos solicitaron permiso para retornar a España, retornando
años después al Perú en donde Fernando de Castro fue designado gobernador de
Castrovirreyna cargo que ocupó entre 1612 al 1620. Isabel Barretó murió en esta
ciudad el 3 de septiembre de 1612 a los
45 años y después de haber dado prueba de un talante indomable. En su
testamento firmado el 15 de julio dispuso que sus restos sean sepultados en el
convento de Santa Clara en Lima, donde estaba profesa monja su hermana
Petronila Barreto de Castro. De no
haberse cumplido su disposición testamentaria sus retos reposan aún en
Castrovirreyna (Huancavelica). Isabel Barreto es considerada la primera mujer
almirante de España.
Los
mejores marineros de los que se tiene noticia eran de Colán sabían de memoria
el calendario lunar de las mareas y la dirección de los vientos para navegar.
Otras veces cultivaban sus huertas y cuatro o cinco meses al año extraían
brea en Amotape para calafatear navíos y
mantener el fuego que daba luz a los
faros. No es extraño que con tal experiencia comerciaban sal y pescado salado
en el golfo de Guayaquil. Pocos conocen que sacos con los más dulces camotes de
Colán, fueron la despensa durante el destierro y el exilio del presidente don
José de La Mar. La Mar fue depuesto por Gamarra en Piura el 7 de junio de 1829
y embarcado rumbo a Costa Rica la madrugada del 9. A Punta Arenas, Costa Rica
llegó el 23 de junio y se dirigió inmediatamente a Cartago donde fijó
residencia y murió el 11 de octubre de 1830
a los 54 años. Refieren las crónicas que los boniatos que trajo consigo su excelencia fueron la semilla de
los más sabrosos camotes que s pudo
saborear desde entonces.
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Iglesia de San Lucas de Colán. La chirimía y el tamboril acompañan la danza tradicional de el caballito en la festividad de Santiago Apóstol
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Para
el historiador José Antonio del Busto Duthurburu uno de los más valiosos
tesoros de Colán es su Iglesia edificada sobre la explanada de la huaca en la
que se veneraba el ídolo tutelar de la comunidad: el ñaupaquene. La huaca se podía observar desde mar afuera,
las terrazas y la rampa había sido labrada
con deleznables piedras amarillas porosas. Advierte del Busto que el
altar mayor: “Es barroco, tallado con prolijidad, dorado sin excesoy
policromado con gusto gracias a rojos y azules. El primer golpe de vista es
imborrable y evoca el año 1700, unos más unos menos, pero siempre por allí. El
tabernáculo se da entre los bultos de San Pedro y de San Pablo, y la hrnacina
central se abre sobre él luce trilobulada en gracioso angelamiento. Hoy está
allí la Virgen de la Merced, pero antaño debió pertenecer a la Virgen del
Rosario. A cada lado del nicho central hay uno menor y vacío, marcando la
separación gruesas y doradas columnas salomónicas”. Afirma del Busto que
“Colán, nada más que por su retablo máximo, ocupa un sitial de honor en la Historia del Arte Colonial Peruano”.
Más
adelante anotará: “Se sale, pues, de la Iglesia de Colán con sentimiento raro.
Por un lado es alegre por el hallazgo de
esculturas y retablos fuera de lo común, valiosísimos, dañados y mutilados,
pero salvables más por otro invade al saliente visitante la tristeza producida
por la incuria, la malversación en obras frívolas, la ignorancia de quienes
pueden hacer algo y no tienen ojos para ver”. En conclusión el patrimonio
cultural de Colán tiene que preservarse como un legado parte de un rico pasado
vislumbrando porvenir.
Pero
que noticias encontramos de Colán en el siglo XIX. De lo que da cuenta el
médico y naturalista francés René Lesson en febrero de 1823. La población de
Colán se encarga de la provisión de agua a Paita la que se conduce en cantaros
dispuestos en balsas y se comercia diariamente. Los aguateros se proveen por la facilidad del agua que mana de un puquio y
la proximidad al río Chira. El dinamismo de la provisión de agua sostiene la
economía diaria. Algunos comerciantes disponen de algunos negros que ocupan en
el comercio de la sal y el beneficio de pescado. La falta de agua en Tacalá y
Catacaos permite que algunos vecinos migren
y arrienden tierras para cultivo en Colán.
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Danzante de el caballito en San Lucas de Colán
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taño
el repartimiento de Colán tuvo varios encomenderos por disposición del propio
Pizarro entre ellos Andrés Durand muerto en 1549. Ese mismo año Baltasar de
Carvajal figura con el repartimiento del Valle de Colán y el pueblo de
pescadores de Yasila. En la relación de lenguas indígenas confeccionada por el
Obispo Martínez de Compañón en 1783 figuran como idiomas distintos, el Sechura,
el Colán y el Catacaos.
El
Plan mandado a registrar por el Obispo Baltazar Jaime Martínez de Compañón
contiene, 43 voces castellanas traducidas a las ocho lenguas que hablan los
indios de la costa, sierra y montaña del Obispado de Trujillo (1783). Aparecen el quechua, el sechura, el colán, la
lengua de Catacaos con sus propios términos. Lo que evidencia la existencia de
un lengua y habla propia, probablemente, extinguida con el paso del tiempo pero
que puede ser punto de partida para investigaciones lingüísticas. El sabio
trujillano Jorge Zevallos Quiñones, en 1947, reprodujo la tabla del obispo
indicando que la lengua de Sechura era muy diferente de las que se hablaba en
Catacaos y Colán. Estas lenguas, advierte el filólogo Carlos Arrizabalaga, desaparecieron
durante las guerras de la independencia y la de Sechura, probablemente en la
generación posterior, pues ya no se
hablaban a mediados del siglo XIX.
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El Obispo de Trujillo Baltazar Jaime Martínez de Compañón |
Parte
de este repertorio hemos transcrito 21 para ilustración de los oyentes:
Lengua
castellana
(1783)
|
Lengua
Quichua
|
Lengua
de Sechura en la Provincia de Piura
|
Lengua de Colán en la Provincia de Piura
|
Lengua
de Catacaos en la Provincia de Piura
|
Dios
|
Dios
|
Dioos
|
Tios
|
Thios
|
Hombre
|
Ccari
|
Succla
|
Yatadlam
|
Aszat
|
Mujer
|
Huammi
|
Cuctum
|
Pirn
|
Pichin
|
Alma
|
Alma
|
Almachi
|
Alma
|
Alma
|
Cuerpo
|
Veu
|
Cuerpocchi
|
Cuerpo
|
Cuerpo
|
Corazón
|
Sanco
|
Chusiupunma
|
Nessinim
|
Niesenichin
|
Carne
|
Aicha
|
Colt
|
Carne
|
Ccolt
|
Hueso
|
Tullu
|
Buño
|
Dladlapiram
|
Lalapechen
|
Padre
|
Yaya
|
Tachi
|
Mam
|
Patixi
|
Madre
|
Mama
|
Niña
|
Nun
|
Nichin
|
Hijo
|
Churi
|
Nosni
|
Hicum
|
Ycuchim
|
Hija
|
Vuanna
|
Nosni
|
Hicum
|
Ycuchim
capuc
|
Hermano
|
Vauqui
|
Sicanni
|
Puam
|
Puachim
|
Hermana
|
Pana
|
Bapueni
|
Purum
|
Puruchim
|
Comer
|
Micui
|
Unuc
|
Agua
|
Aguachim
|
Beber
|
Vpiai
|
Tutuc
|
Cum
|
Conecue
|
Reír
|
Acci
|
Busuc
|
Chanar
|
Chanac
|
Llorar
|
Huaccai
|
Nic
|
Nar
|
Naracnacquirutin
|
Morir
|
Huanui
|
Lactuc
|
Dlacati
|
Lacatu
|
Gozo
|
Cusicui
|
Otmuc
|
Chagasin
|
Gozo
|
Dolor
|
Nanacui
|
Punuc
|
Masin
|
Masin
|
En
1718 el cacicazgo de Colán comprendía varios ayllus –sostiene la historiadora
doña María Rostworowski- Colán, Camacho, Malacas, Nizama y Vitonera eran las
parcialidades. Leguía y Martínez (1914) distingue entre Colán la antigua
cercana al mar, La Capilla, o el nuevo Colán o San Lucas creado tras la
destrucción del pueblo viejo, a consecuencia de dos incendios que lo arrasaron.
El traslado del pueblo de pescadores a un asentamiento cerca de las chacras y
sementeras guarda relación con el cambio de actividad económica.
Un
episodio histórico es el acontecido el 10 de agosto de 1615, día de San Lorenzo
en el que la apacible vida de Colán, fue amenazada por la presencia del
corsario holandés Joris van Spilbergen quien después de asolar Huarmey se
dirigió con el mismo propósito a Paita y Colán. Para entonces el Corregidor Juan de Andrade Colmenero, con gente de Piura y de
Loja preparó la defensa del puerto. Como los piratas no encontraron nada de importancia
incendiaron el pueblo de Colán. Pero no se movieron de Paita. Sin contar con el
coraje de la valerosa encomendera de Colán, doña Paula Piraldo de Andrade
Herrera y Colmenero, que defendió con coraje el puerto rechazando al corsario.
Don Luis Antonio de
Oviedo y Herrera Conde de la Granja le dedica épicos versos en el canto LXXXIX
de su Poema a Santa Rosa de Lima:
“Sigo al Pyrata a
Payta, que me llama
desde Colán su ilustre
Encomendera
Doña Paula Piraldo,
cuya Fama
Al puerto preservó de
arder Hoguera,
en la ocasión: y sus
elogios clama
con tal ponderación
pluma extranjera.
que el Perú defraudara
de esta gloria,
Si a la mía no honrara
su Memoria.”
Personaje
renombrado de Colán fue don Luis Yuncherre, un próspero comerciante de Colán
que tenía hatos de cabras, comerciaba sal con Guayaquil por lo que pagaba
fletes de balseros. Don Luis comerciaba de igual a igual con españoles. También
vendía y compraba toyo seco y botijas de vino. Era tal su prosperidad económica
que había adquirido siete casas en Paita las que tenía en arriendo. Al morir
legó en su testamento 200 pesos al convento de La Merced de Paita y 600 pesos
para la fábrica de la iglesia de Colán por haber sido mayordomo de las
cofradías de Nuestra Señora de la Veracruz, Ánimas del Purgatorio y el
Santísimo Sacramento. Según la costumbre tenía varias mujeres, tres de ellas
fuera de Colán. Y durante las festividades vestía con elegancia a la usanza
española. Sobre este personaje María Rostworowski publicó valiosos documentos que obran en el
Archivo Departamental de Piura.
MOROS
Y CRISTIANOS UNA ANTIGUA CELEBRACIÓN MEDIEVAL
Otro
aspecto relevante en la vida de Colán es la de ser en el Perú uno de los contados escenarios de la tradicional representación de
Moros y Cristianos. Se trata de una antigua danza ritual del siglo XVI que sólo
se conserva en Huamantanga, localidad a 3,300 metros de altura a 113 kilómetros
al noreste de Lima; en la Comunidad de Anduy (Canta, Lima), en Pampacocha
(Canta, Lima),en Cañete, en Virú
(Trujillo) y en Colán.
La
danza data del siglo XVI en España y se celebra actualmente en las serranías
andaluzas y algunos pueblos de Aragón. Atravesando el Atlántico Moros y
Cristianos aún se celebra en Puebla
(México), Guatemala, Paraguay, Cabo Verde en Brasil y
Perú. La estudiosa Milena Cáceres Valderrama acopió y recogió valiosos
testimonios de los movimientos y parlamentos de la danza. La historia original
se remonta a la conquista del reino moro de Granada por los Reyes Católicos.
Estos acontecimientos sirvieron de inspiración al joven Lope de Vega, que a
fines del siglo XVI sentó las bases de la comedia española teatralizando el
enfrentamiento de la cristiana Castilla y Granada el último reducto de la
España árabe. Dando cuenta del doloroso exilio y apremios de Boabdil el último soberano moro.
Estas
representaciones teatrales en los atrios de las iglesias eran el complemento de
las predicaciones de los curas doctrineros abordando la conversión de los
moros, en las poblaciones originarias de
América. Cáceres Valderrama, identifica
en la danza: I) Momentos iniciales –objetivo, presagio y arenga- II) Centrales
–la arenga, el reto y la guerra- y III) al final –victoria o derrota, enojo del
rey-apoteosis del vencedor-bautizo de los moros sometidos- culminando con un
festejo general. El caballo durante la
representación nos recuerda que se trata de una fiesta caballeresca. En
la victoria resplandece la devoción a la Virgen y el triunfo de María qque no
desoye a la cristiandad. Es probable, como señala el antropólogo mexicano
Arturo Warman, que la representación de moros y cristianos haya dado origen a
Moctezuma o danza de la conquista que se representaba durante la colonia en el
atrio de la Iglesia de Amotape.
Los
romances son poemas épico-líricos breves que se cantan acompañados de algún
instrumento (chirimía o tamboril), en el marco de danzas corales, reuniones
recreativas o de trabajo comunitario. La forma métrica del Romancero Castellano
es una tirada de versos de dieciséis sílabas con asonancia monorrima, es decir,
la misma versificación que los cantares de gesta medievales. Los romances más
viejos datan, por lo general, del siglo XV; a lo más, alguno se remonta al
siglo XIV. Los temas conservados desde el siglo VIII hasta el siglo XII
incluyen al rey Rodrigo, a Carlomagno y sus Doce Pares, al Cid Campeador, al
rey Alfonso VII y al rey Luis VII de Francia.
La
Fiesta de Moros y Cristianos o La Danza de Moros y Cristianos o La Invención de
Moros y Cristianos o La Relación de Moros y Cristianos, apelativos con el que
se les conoce, aparecen en la Alta Edad Media, hacia el siglo XII. Las danzas de palos o juegos de cañas son
bailes rústicos que se ejecutaban con unos palos en la mano simulando espadas,
con las cuales unos y otros hacen un ruido concertado al compás del
instrumento. Las danzas de espadas y palos, así como los juegos de cañas,
aparecen relacionados con las comparsas de la danza de moros y cristianos.
Según el medievalista don Ramón Menéndez Pidal: “El
trasmisor es, a la vez, repetidor y autor, porque al recitar el romance lo
siente suyo y, lejos de tomarlo en forma pasiva, lo incorpora a su propia
imaginación y lo reproduce añadiendo un matiz propio. Por eso Menéndez Pidal
denomina Autor-Legión al creador de la «Poesía Tradicional».” Mejor dicho los
versos de los parlamentos se rehacen en cada repetición.
La
Danza de Moros y Cristianos se festeja en el pueblo de San Lucas de Colán, de
la provincia de Paita, en el departamento de Piura, los días 24, 25, 26 y 27 de
octubre de cada año en honor de la Virgen de las Mercedes. El tercer día por la
tarde tiene lugar la representación, según el documentado testimonio de Rogger
Ravines.
En
la obra aparecen los siguientes personajes:
Moros
|
Cristianos
|
Barba
Roja, Rey Moro
(Primer
Capitán de Nizama
|
Bernardo
del Carpio,Emperador Cristiano
Primer
Capitán de Colán
|
Mustafá
Rey Moro
(Primer
Capitán de Camacho)
|
Segismundo,
Emperador Cristiano
(Primer
Capitán de Huaura
|
Solimán,
Embajador
(Segundo
Capitán de Nizama)
|
Segismundo
II, Embajador
(Segundo
Capitán de Colán)
|
Sortibrán,
Embajador
(Segundo
Capitán de Camacho)
|
Regner,
Embajador
(Segundo
Capitán de Huaura)
|
Arzobispo
|
Cuarenta
a sesenta personajes secundarios o «compañeros» conforman la tropa de los
cuatro capitanes. Refiere el autor el argumento de la obra: La batalla se
inicia cuando Barba Roja envía a Solimán a la tienda de Bernardo del Carpio. Entonces
los capitanes moros y cristianos se encaminan hacia el centro de la plaza
iniciándose pequeños diálogos entre Bernardo del Carpio y Barba Roja,
Segismundo y Mustafá. Se produce un choque cuerpo a cuerpo entre los cuatro
capitanes, quedando derrotados los moros. La lucha se generaliza entre las
cuatro caballerías. Derrotados, los moros se rinden. Barba Roja y Mustafá piden
ser bautizados, siguiéndoles su tropa. En el Bautizo, Bernardo del Carpio,
padrino de Barba Roja, le impone el nombre de José Mercedes, mientras que
Mustafá, ahijado de Segismundo, recibe el de Manuel del Sacramento. [...]
Al
finalizar el bautizo se cumple la procesión de Florida (Procesión del
bautismo). Moros y Cristianos a pie giran por una vez alrededor de la plaza,
después de lo cual montan sus caballos y vuelven a tomar su emplazamiento
inicial en las mismas esquinas. Finaliza la representación cuando moros y
cristianos galopan alrededor de la plaza arrojando los «parabienes», contenidos
en los pequeños líos que portan en el brazo izquierdo. Como se observa, algunos
personajes (Solimán, Bernardo y Arzobispo) son similares a los de El Cerco de
Roma por el Rey Desiderio de Luis Vélez
de Guevara. Asimismo, vemos representadas en la pieza cuatro localidades con
sus ejércitos: Nizama, Colán, Camacho y Huaura.
¿Cómo
es que la danza de Moros y Cristianos reivindique a Barbarroja un pirata? Jeireddin
Barbarroja fue uno de los más importantes corsarios musulmanes del siglo XVI.
Fue responsable de una flota pirata que asoló el Mar Mediterráneo durante toda
su vida. Junto con sus hermanos atacó los puertos más ricos del Mediterráneo
siguiendo órdenes del Sultán Turco Souleiman o del Rey Francés Francisco I.
Este corsario musulmán nació en
Lesbos en 1475 y murió en
1518 combatiendo contra los españoles que trataban de reconquistar la ciudad de
Tremecén, Argelia. Hoy se
puede visitar su tumba en el cementerio de Besiktas de la capital turca.
Bernardo
del Carpio fue un héroe legendario de
la edad media española. Hijo del matrimonio de Ximena, infanta y hermana del
rey Alfonso II de Asturias, y del Conde de Saldaña, Sancho Díaz. Según la
Crónica General de España nació en el 794. Bernardo, es criado en la Corte bajo la protección de su
tío el rey Alfonso II sin saber la suerte de sus padres: su padre prisionero en
el Castillo de Luna en León y la madre encerrada en un convento. Dedicado a
guerrear recupera el castillo del Carpio cerca a Salamanca el que devuelve al
Rey Alfonso a cambio de la libertad de sus padres. Se historia que intervino
con valentía y arrojo en la Segunda Batalla de Roncesvalles en el año 808 y junto
con los pastores vascos derrotaron a
Roldán y a los Doce Pares de Francia.
BAÑOS
DE ARENA PARA LOS PECADORES
La
proximidad de Colán a La Bocana del Chira donde abundaba la zarzaparrilla lo
convirtió en un balneario popular en donde los afectados por el mal gálico, mal
venéreo se sumergían en los lodos curativos y posteriormente tomaban baños de
arena caliente para sanarse. Por este motivo advierte Federico Blume Corbacho: “Los
que se van a Piura, por lo general lo ocultan o lo disimulan, alegando negocios
de algodón o de cueros de chivo. Los baños son allá de arena y nada tienen de
aristocráticos ni de agradables. Un regreso de Piura no se luce ni se publica;
es un secreto de familia”.
Federico
Blume Corbacho (19.04.1863) fue hijo de Federico Blume y Othon, el ingeniero
constructor del ferrocarril Paita-Piura. En 1879 editó en Paita el periodiquito
“La Jaiba” en el que satirizaba las costumbres porteñas. A los 16, este año,
fue testigo de la inmersión en la bahía de Paita del submarino fabricado por su
padre. El primero de Sudamérica. Blume Othon lo ofreció al Gobierno de Prado,
quien envió a Paita al Transporte “La Limeña” para llevar el aparato al Callao.
La idea era fabricar un submarino más grande dotado de torpedos de potencia
para perforar el casco de las naves chilenas. El proyecto se abandonó tras la caída de Arica y la derrota
del ejército del sur. Tenaz en sus proyectos, Blume puso en operación el
submarino fabricado en Paita el que finalmente fue hundido frente al muelle de
fleteros en el Callao. De aquí lo sacaron los chilenos. Parte del casco de este
primer sumergible se conserva en Museo Naval de Talcahuano.
El
viento danza cada tarde. El sol de Colán reverbera como una mandarina en el
horizonte. La luna es de Paita pero el sol es de Colán. Los candiles de los
botes están apagados. La Macaria moja sus pies en la orillas de La esmeralda.
Las cuatrimotos remueven la arena. Se curan “picaduras” de rayas dice un
cartel. Pero ni el ají, ni el limón conjuran la desolada tristeza del corazón.