sábado, 10 de octubre de 2009

¿NOBEL A LAS BUENAS INTENCIONES?


Por: Miguel Godos Curay

Últimamente el Premio Nóbel anda de capa caída por el desprestigio y desventura en las designaciones de la Academia. El prematuro Nóbel a Barack Obama no sólo demuestra que los miembros del jurado se hacen los suecos sino que el racismo les brota por los poros. Poco favor le debe a Obama la paz en el mundo. Sus esfuerzos políticos son hasta hoy una simple declaratoria de intenciones. Logros efectivos y visibles no hay por ninguna parte. Como señalan los observadores lo que Obama necesita no es un Nóbel sino paz para ordenar sus propósitos políticos inciertos hasta hoy.

La ironía mayor es el que Nóbel le cae a Obama a vísperas de enviar un contingente de soldados americanos a una guerra que no empezó. Obama, no ha conquistado la paz en Afganistán, ni en Oriente Medio pues ni siquiera ha trazado una ruta para futuras negociaciones. Como en la concepción del amor de Lacan. Le han dado el premio a quien no lo merece ni tiene méritos suficientes.

Algunos sostienen que el premio es un reconocimiento a un nuevo rumbo político tras los errores de Bush. La academia ha reconocido al multilateralismo como una vía política lastimosamente, por el momento, sin mayores logros. Tampoco Obama tiene aciertos políticos pues es un mar de declaraciones que se diluyen como las burbujas infladas en plena campaña electoral. Al paso que vamos es probable que el próximo Nóbel sea para Fidel Castro no sólo por su posición firme ante el imperialismo sino por mantenerse en sus cuatro pese a los cambios en el escenario mundial.

Las reacciones de la prensa norteamericana no han dejado de ser de estupefacción pues el presidente no ha concluido siquiera su primer año de gestión. Otros acusaron la abierta politización del premio pues entre los 172 candidatos propuestos había personajes mejores calificados. El premio pone los ojos del mundo sobre lo que haga en el futuro el primer presidente negro de los Estados Unidos. Si en el futuro los Nóbel premiarán las buenas intenciones hay mucho pan que rebanar y verdaderas sobredosis de jarabe de lengua demagógica.

No nos extrañe pues la demora en el otorgamiento del Nóbel de la Literatura a Mario Vargas Llosa. Últimamente la Academia anda con las pitas flojas y sus elecciones no son estimables aciertos. Mario Vargas Llosa, ha sido relegado por motivos políticos pues la academia ve mejor con el ojo izquierdo. Escritores como Antonio Tabucchi, Thomas Pynchon, Milan Kundera son verdaderos clásicos de la postergación y el sueco olvido. Lo que contradictoriamente obra a favor de su prestigio universal. De autores premiados con el Nóbel de la Literatura como: Sully Prudhomme, Władysław Reymont, Halldór Laxness o Ivo Andrić nadie en su sano juicio se acuerda pues vegetan en el perpetuo olvido de los lectores.

Este año postularon al Nobel de la Paz 172 candidatos y 33 organizaciones ecologistas y de defensa de los Derechos Humanos. El premio va acompañado de una bolsa de 1,4 millones de dólares. De Obama la academia reconoce sus “esfuerzos por reforzar la diplomacia internacional, la cooperación entre los pueblos, y su visión de un mundo sin armas nucleares”. El premio fue otorgado anteriormente a los presidentes Woodrow Wilson (1919), Theodore Roosevelt (1906), y James Carter en el año 2002. Obama es una sorpresa mayúscula.

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