miércoles, 10 de diciembre de 2008

HISTORIA DE UN POEMA HALLADO EN AYABACA


Por: Miguel Godos Curay

Una curiosa pieza de bibliófilo, la epopeya amorosa “Telémaco en la Isla de Calipso” obra del poeta don Pedro Joseph Bermúdez de la Torre y Solier, Alguacil Mayor de la Audiencia de Lima. fue la primera conexión con Piura de Pepe Navarro. El códice entregado como presente al periodista piurano Ricardo Vegas García quien a su vez lo regaló a Luis Alberto Sánchez fue encontrado en Ayabaca. Según la opinión de Sánchez puede tratarse del original o de una buena copia de la biblioteca de Bermúdez escrita en 1728. Este fue el tópico literario que abordó José María Navarro Pascual para adentrarse en el gongorismo en su tesis de Bachiller en Humanidades en la Pontificia Universidad Católica de Lima.

Pepe Navarro, con rigor lógico y científico, hizo posibles numerosas y sesudas tesis de cuño germánico en la facultad de comunicación social de la Universidad de Piura. Aún recuerdo las puntuales correcciones a mis primeros artículos escritos con mucho entusiasmo pero sin recato sintáctico. Una de sus recomendaciones fue la de “escribe siempre con la fluidez del que habla”. “Lee y relee antes de enviar los originales”. Sus recomendaciones fueron siempre consejos de amigo. Con él aprendimos a sumergirnos en Wolfang Kayser y en las teorías literarias de René Wellek y Austin Warren. Su mayor virtud fue esa pasión por los libros y el mejor uso del tiempo de ocio de sus alumnos.

Tenía el don de la palabra comedida y oportuna. Siendo Rector y yo alumno me pidió que le acompañara en un recorrido por los grises farallones de Paita junto a Luis Enrique Tord que acababa de publicar su ensayo sobre “El Indio en los Ensayistas peruanos 1848-1948”. Fue una excursión soleada por las playas de Colán y Yacila matizada con historias y recuerdos. Después de la jornada un delicioso cebiche en el viejo barrio de pescadores de La Punta. Pepe Navarro era una conversador erudito de literatura, historia y periodismo. Uno de sus temas de profunda inquietud intelectual fue el itinerario de la visita pastoral del Obispo Martínez de Compañón (1782-1786) que le llevó a redescubrir en infolios parroquiales las cartas e instrucciones del Obispo.

Cuando se ordenó sacerdote nos llenó de cordial alegría. El padre José Navarro fue profesor, rector y vicerrector de la Universidad de Piura, nuestra casa de estudios y decano de la Facultad de Comunicación. Con el padre Javier Chesman Jiménez, el discreto estudioso de Valdelomar y el poeta José Ramón de Dolarea formaron un trío de humanistas inolvidables. Aún resuena su voz en las aulas. Su sonrisa expansiva y sincera y sus palabras incondicionales de aliento. En su oficina del Campus, al morir la tarde, el maestro prosigue absorto en la lectura y el estudio. Un hombre que amaba a Dios con su corazón y con su inteligencia no deja vacíos en la ausencia. Como decía el poeta: “Bajo el cielo de Piura se esconde el alma (de un hombre bueno escribo yo) entre algarrobos verdes y arenas blancas….”

1 comentario:

Cinco días de arte dijo...

Miguel, gracias por esa semblanza y retrato de nuestro profesor el Padre José Navarro Pascual, por tí me entero de cosas que no sabía de él, fue presidente en el jurado cuando defendí mi tesis para obtener el título, qué erudicción la tuya. Me enorgullece conocerte Miguelito.