PIURA,
CERCA AL MEDIO MILENIO
Por:
Miguel Godos CurayFrontispicio de la Iglesia de San Martín de Tours de Sechura |
Comuneros de Ayabaca,celebran referendo anti-minero. |
Poeta Juan Luis Velásquez Guerrero, amigo de Vallejo y Trotski |
A
la fundación de San Miguel, acudió la nata y crema de la hueste perulera. El
maestre de Campo Rodigo Núñez, el Alferez real Alonso Romero, el Capitán de
Caballos Juan Mogrovejo de Quiñones, el Teniente de Jinetes Pedro Cataño, el
jinete Juan de Rojas, el infante Melchor Verdugo, el ballestero Martín de
Florencia, el artillero Pedro de Candia, el trompeta Pedro de Alconchel, el
escribano Jerónimo de Aliaga, el herrero Juan de Salinas entre muchos otros sin
pretensiones nobiliarias como el esclavo negro Alonso Prieto. Todos pasaron por
aquí. En 1534 Diego de Almagro, temeroso de una reacción de la indiada y por la
insalubridad del lugar dispuso el traslado a Monte de los Padres, en el alto
Piura, en donde se inició la accidentada colonización e inauditos mestizajes.
Almagro llevaba a la grupa por donde fuera a Margarita una hermosa criada negra
que le servía y amaba apasionadamente. Margarita era también el deseado bocado
de toda la mesnada.
La
vida no fue fácil en Monte de los Padres. Cerca al pueblo estaba la
torrentosa Quebrada de las Damas. Había
lajas y piedras para levantar los cimientos de las primeras edificaciones. El
trazo era el de un pueblo con vecinos principales, iglesia y cabildo. Con
ímpetu se inició la tarea colonizadora. Hubo cultivos de trigo y sementeras. De
la tierra brotaron los nuevos frutos traídos
por los españoles. Trigo, cañaverales y limones para el escorbuto. La
paz de la primogénita aldea, refiere, León Pinelo en sus Noticias de América
Meridional se deshizo cuando una plaga de roedores acabó con la paciente acción colonizadora. La
cristiana feligresía como último recurso recurrió al cura del lugar el Licenciado don Pedro Bravo de Verdasco
quien, con autorización eclesiástica, excomulgó a las alimañas. El resultado
fue las desaforadas criaturas se arrojaron
a la Quebrada de las Damas y no retornaron jamás.
El maestro Víctor Delfín junto a escultura que simboliza el amor a la piurana. |
Miguel Grau, el piurano y peruano del milenio. |
Sin
embargo, entre 1560 y 1570 los vecinos se trasladaron a San Francisco de la
Buena Esperanza de Paita. Una epidemia de mal de ojos se extendió en toda la
población y muchos de los vecinos quedaron ciegos. Es en este momento en que
surge la devoción a Santa Lucía. En Paita la vida no fue fácil el agua se
conducía en balsas desde Colán. A los pesares y fatigas se sumó ahora el acoso
de piratas y filibusteros que incendiaron en varias ocasiones el puerto. Tales
eran las penurias que los vecinos solicitaron al Virrey don Fernando Torres de
Portugal autorizara el traslado a sitio de El Chilcal que hoy ocupa. El nuevo
asiento se registró el 15 de agosto de 1588 bajo la protección de nuestra señora de la Asunción y de San
Miguel Arcangel.
Paita en la crónica de Huamán Poma de Ayala. |
El
vigor de la economía de Piura no sólo se siente en los nuevos molls que
sostienen una cadena interminable de nuevos consumos. Sino en la potencialidad
de universidades privadas que han recalado en Piura con la seguridad de la existencia de una población con mayores
ingresos que desean invertir en educación. La Universidad Nacional de Piura, la
única universidad pública que existe, tiene una población de 27 mil estudiantes
y cuenta con filiales en todas las provincias. Las universidades privadas apuntan
a captar a esa significativa cantidad de
alumnos que no ingresan a la universidad
pública. Comparativamente mejor dotada que las privadas y con mayor oferta
formativa. Sumemos a ello los centros de formación tecnológica en mecánica de
producción, construcción, soldadura e informática que son demandados en esa
cresta de ola de la economía piurana.
Pese
a los impulsos de progreso Piura enfrenta una crisis de gobernabilidad por la
inadecuada elección de sus autoridades reacias a admitir que los 35 mil 982
kilómetros de la extensión territorial de Piura son superiores a los
territorios de Israel, Bélgica, Korea y que como tal Piura con nuevas
inversiones no sólo podría en el futuro llamarse “la California del Perú” sino
llegar al pleno empleo y a la mejora de las condiciones de vida de sus
pobladores. Al caos urbano y a la especulación con la tierra hay que colocar al frente el orden, la planificación
creativa y entender que el desafío más grande que
tiene Piura es el cambio climático, la preservación de sus recursos y el mejor
uso del espacio.
El
regionalismo piurano es como el hipo circunstancial y efímero. Si los piuranos
con el Frente Cívico en 1983 demandaron el Canon Petrolero que sostiene a la
región, a las municipalidades y a la universidad. No cumplió su propósito
fundamental que fue la reconstrucción de la ciudad y la región tras la
desolación del fenómeno del Niño. Todavía la región padece por la precariedad
de sus servicios públicos. En salud, Piura no dispone de un hospital de alta
complejidad y los piuranos padecen en carne propia lo que otras regiones
disfrutan. Del Frente Cívico, que defendió el Canon y se enfrentó a Fujimori no
queda ni el aire. Una élite complaciente que defiende sus propios intereses y
no los de las mayorías, se enfila en pos del gobierno regional y de los
municipios. La batalla política definitivamente no será una confrontación de
propuestas con miras al medio milenio que cumplirá Piura. Es más los
representantes de esta élite descascarada y sin entidad ignoran de cuajo lo que
se viene. Son piuranos boquiabiertos sin historia, más dados a la petulante
apariencia que al nervio y a las raíces de su propia identidad.
La
amnesia piurana tiene sus bemoles. En las enciclopédicas ediciones de la
historia de Piura un acontecimiento sangriento como la toma de Piura por los
chalacos, el 28 de enero de 1883, sólo se mencionan cuatro líneas. El hecho
histórico tratado con profundidad y amplitud por Miguel Maticorena Estrada en
su libro “La Comuna de Piura y Chalaco, Montoneras 1883”,editado por Petroperu,
tienen enormes resonancias porque penetra en la identidad y en el cogüelmo de
las luchas sociales. Pensar que Piura es una caricia del viento en la orilla
del río reseco y el arenal es poesía y de la buena. Pero las dinámicas de las
conquistas sociales apuntan en diversas direcciones. Piura es un King-kong
social, un alfajor en donde aún mantienen sus añoranzas de la vieja hacienda y
la instalación social los últimos propietarios de esta heredad. Los emergentes
venidos de Piura, Trujillo o Arequipa, afincados aquí son prósperos empresarios.
Otro tipo de emergentes son los nuevos ricos producto del narcotráfico y la
minería informal. Tienen propiedades movidas por testaferros y son los nuevos
dueños en las zonas residenciales exclusivas. A decir de unos camuflan su
acumulación sucia en negocios de transportes, hotelería, farmacias, casas de
playa, colegios privados y alquiler de vehículos.
Otros
son el pueblo llano. Los migrantes venidos en oleadas de Morropón, Huancabamba
y Ayabaca. Sus mujeres deslumbrantes por su belleza natural y sus orígenes son
imperceptibles hasta que delirantes de alegría expresan su fervor por Corazón
Serrano, el último alarido musical del Perú, que ha conquistado Piura y el país
entero con las interpretaciones de Edita Guerrero convertida en un mito de
sentimientos encontrados y el oportunismo político. La fiesta de Piura en días
pasados no culminó con el San Miguel de Piura tradicional que todos esperaban. La orquesta
sinfónica municipal lo hizo con “Muriendo de Amor” la canción más sentida y más
chupada de Edita Guerrero. Piura, la primera mestiza del Perú. Tiene su gloria
y su grandeza en esos hombres y mujeres anónimos que detuvieron en cada uno de
los puntos cardinales los avances de la arena. El propio Mario Vargas Llosa,
señaló poco después de recibir el Premio Nobel, observó que en Piura ya no se
ven las dunas, los piajenos y los hatos de cabras en el desierto. Esto y no es
un desierto prorrumpió. Tampoco los piuranos cantan, como antes, al hablar. Son
cosmopolitas. Modernos en la puridad del término. Y la Piura pobre ha dado pie
a una Piura en donde crece como tumor canceroso la minería informal. Hay en
Piura 10 mil mineros informales, cuyas familias, unas 100 mil bocas, comen, se
educan gracias a la extracción ilegal del oro. No es para menos, con
informaciones cruzadas se estima que el año pasado se extrajeron en
Tambogrande, Suyo Las Lomas y Sapillica entre siete a ocho toneladas de oro con
esta actividad ilegal. La minería informal contamina, no paga impuestos ni
aporta al Canon Minero que financia escuelas, hospitales, universidades y el
progreso. Eso no sucede en Piura en donde
el narcotráfico y la minería ilegal se dan la mano. Esta es la Piura que
dentro de ocho años celebrará 500 años de vida y que esperamos que como a todas
las madres le acompañen otros 500 años más de vida. En los que como es
previsible seré un postre para los gusanos. ¿? Soy dulce como los mangos, los
bocadillos, las natillas, los alfeñiques, los chumbeques, el guarapo, los
angelitos, las colasiones y el champús. Soy diabético. Ja..ja…ja. Jo..jo.jo.
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