lunes, 19 de agosto de 2024

PIURA Y LAS NUEVAS APOSTASÍAS

 Por: Miguel Godos Curay


Tras la entreva y recuerdos sobre Piura y Paita. Fue un diálogo inolvidable.

En política cambiar de partido no es mudar de calzoncillo. Es un desgarrador cambio de piel. Te mudas del hogar querido para perpetrar una aventura incierta. Jorge Idiáquez el inseparable guardaespaldas de Haya advertía que las  deserciones no faltan en  los partidos  políticos. Y con verbo sentencioso decía: son los traidores ideológicos, apóstatas  cívicos  de una doctrina que se prPoresume conocida, aprendida y asumida.

Según el DRAE: Apostasía: procede del latín. Tardío apostasĭa, y este del griego. ἀποστασία apostasía.  Acción y efecto de apostatar. Son sinónimos anotados de apostasía: abjuración, retractación, perjurio, renuncia, abandono, deserción, repudio, traición, deslealtad. Los significados hablan por sí mismo. Es la leche de la traición con nata propia. Para el cura don Jesús Santos García, personaje de las novelas de Vargas Llosa y Miguel Gutiérrez los apóstatas son la legión  de seguidores de Judas. El auditorio colegial lo contemplaba con los ojos desorbitados.

El club de los traidores no era el Ignacio Escudero del barrio norte ni el Estrella Roja del barrio sur. Según el doctor Luis Ginocchio, estudioso de Dante: En el canto trigésimo cuarto del Infierno Dante Alighieri sitúa en la cuarta zona del noveno círculo, en el hielo del Cocito, el lugar de castigo de los traidores expertos mordedores de la mano de sus benefactores. De modo que se trata de un asunto serio. Un ganarse un lugar en el mismo infierno.

Sin embargo, hoy en política  donde  la militancia es un ejercicio de oportunismos bien vale recordar que los que mudan de piel tienen la piel marcada  por  la viruela negra de sus ambiciones. Otros son los que edifican  con IA sus proyectos  políticos que no son otra cosa que artificios retóricos y cuentos pasados de moda en donde los lobos para no espantar a las cojudas ovejas se proclaman  a viva voz vegetarianos. La voracidad carnívora subyace en el interior. Los antecedentes políticos para muchos son un prontuario policial. Para otros un recorrido por todas las cofradías habidas y por haber.

A otros les encanta el billete que aportan ingenuos  con el desnudo propósito de obtener beneficios económicos al final de las elecciones. Para el memorioso Monseñor Oscar Cantuarias la fe de los piuranos es un tanto sospechosa. Pues  se hincan en el templo  ante Dios y a la semana siguiente se enrumban a la laguna negra de las Huaringas  a ofrendar sus calzoncillos al diablo. Otro tema preocupante de Monseñor era el definir a Piura como el escenario perverso del nepotismo. Nepotismo de la sangre que busca sin límites colocar a los familiares, parientes y entenados. Nepotismo del partido que descose las planillas  de los municipios y el gobierno regional. En donde sin merecimiento se colocan sartas de inútiles.  El remate de esta tortilla burocrática es el nepotismo de la amistad y el afecto que coloca a los amigos en los denominados cargos de confianza. Por supuesto que los recursos públicos se consumen improductivamente. Mientras en materia  de obras públicas y solución de los problemas citadinos nos movemos a ritmo de cangrejo.

Todo proceso político  es sin duda, beneficiarse con la tinka laboral tras la coyuntura política que hacina los gobiernos locales, distritales y  provinciales. El propio gobierno regional se convierte en el campo ferial de las ambiciones. Realmente nuestras dependencias públicas  están sobrepobladas de personal inepto repuesto por kilos de reposiciones por mandato judicial  en donde el estado pierde por goleada y se pulverizan los presupuestos  para inversiones.  El gasto  de mantenimiento de esta estructura  burocrática es oneroso y muerde lo que se invierte en favor del bien común. Esta extendida y mala práctica no tiene cuando acabar.

No existe la meritocracia. Los cuentistas del desarrollo que no son pocos son expertos en el  rito del copia y pega de proyectos, opiniones y viejos cuentos chinos hoy tan de moda con fraseología manida y vacía. Hablan de equidad y no la practican, luchan contra el hambre pero se desviven  por el pollo, no comen pescado porque que el olor del peje se pega en la olla. Por supuesto que la anemia el déficit de hierro consume a nuestras criaturas. El dengue y la tuberculosis consumen a muchas familias de la periferia urbana.

Tenemos que atender con urgencia a nuestros jóvenes ante la imposibilidad de un trabajo digno acaban  en la delincuencia. Numerosas pandillas motorizadas y armadas son una amenaza para la tranquilidad pública. La trata de personas está la orden del día y el meretricio furtivo y clandestino intranquiliza la ciudad. De estas amenazas urbanas muchos jóvenes son víctimas pues les arrebatan sus mochilas con sus laptops.

La ciudad misma luce como una aldea abandonada pintarrajeada por pervertidos grafiteros que  la rayan  con sus marcas brutales en donde hay espacio visible como en la avenida Irazola y hoy la avenida Sánchez Cerro. Esa fascinación por y el trazo enfermo y falta de creatividad  atemoriza a propios y extraños. Son marcas atributos de la demencia. El arte urbano de Banksy, Basquiat, Harin, White genuinas demostraciones de creatividad en donde aflora la belleza y la imaginación potente.

El año se nos escurre entre los dedos. No hay nada que celebrar. Nos solazamos con ese ayer de la banca regional que ya no existe, con la desaparecida Textil Piura, la quiebra de la Caja Municipal de Sullana o la agonía indetenible de El Tiempo y La Hora. Roque Carrión, insistía en llamar la atención del tesoro fotográfico de don Arturo Davies, Este valioso patrimonio merece  su conservación  porque atesora valiosos recuerdos de unas pupilas excepcionales. Roque se fue pero su recado postrero sigue vigente. Muchos valiosos archivos fotográficos han desaparecido. Masías, el ecuatoriano Manuel Quiroz, Arturo Chunga preservaban  un genuino tesoro de los piuranos y sus vínculos familiares. El archivo fotográfico de Correo fue consumido por el fuego al igual que parte de su hemeroteca. Los archivos del CIPCA pasaron a la Universidad Nacional de Piura. Son un material valioso de estudio. Piura en sus 492 años, es escenario de la demolición de sus casonas, la tala de sus algarrobos y de una reconstrucción tantas veces postergada.  Como en los sentidos versos de Miguel Correa Suárez: “Que pena me da mirarte, cuando te miro,/Ay, que pena me da saber, lo que has perdido,/Que pena me da mirarte, cuando te miro,/ Ay, que pena me da saber, lo que has perdido”.

 

 

jueves, 1 de agosto de 2024

SWARAJ UNA VISIÓN DE LA INDIA

Por: Miguel Godos Curay

Una de las acepciones del término universidad es la que corresponde al: “Edificio o conjunto de edificios destinado a las cátedras y oficinas de una universidad”. Al espacio físico. En esencia la universidad es el espacio de encuentro de maestros y alumnos, de los que enseñan y los que aprenden. Es un apasionante espacio dedicado a la indagación metódica y a la investigación. Cuando la investigación no se estimula y fomenta la expansión del conocimiento se frustra. En la sociedad del conocimiento las personas no valen por lo que tienen sino por lo que saben. El saber es conocimiento primordial. La comunidad del conocimiento,  comunidad pensante, crea y recrea a todo nivel. Aprende y emprende. En latín “paedagogía” significa educación y “paidagogos” son los maestros. Se trata de maestros sumergido en la realidad. Un protagonismo activo del saber y enseñar. El inmovilismo, la vanidad pretenciosa, fosiliza la tarea de aprender.

El intelecto es la única facultad legítima del aprender; y el aprendizaje es siempre un proceso individual y competitivo. Sin embargo, está  con creces demostrado que la educación  requiere actitudes  humanas  en donde sintonicen   “la cabeza, el corazón y las manos” para motivar la acción humana  y la creatividad. Sólo en este contexto podemos hablar de una educación sostenible. En la Universidad de Swaraj en la India los estudiantes  se integran a comunidades en donde se dedican a “vivir y aprender”, En efecto, estudiantes y profesores, cultivan alimentos, cocinan, lavan platos, limpian y mantienen aseados los edificios dentro de un pleno sentido de lo que debe ser un “aula viva”. La denominación Swaraj tiene una profunda y vigorosa significación filosófica en sánscrito originario y significa autogobierno. Un proyecto humano distinto de la democracia occidental. Se trata de un autogobierno para la vida que enriquece con la influencia en las comunidades humanas. Es lo que se denomina “justicia cognitiva” y  “pluralidad del  conocimiento” una revolución en el entendimiento de la responsabilidad social y el desarrollo humano. Gandhi (1931) la consideró una aspiración sagrada de la India.

En este ambiente universitario se aprende a convivir, planificar, resolver conflictos y compartir conocimientos. Los que saben enseñan hasta elevar la capacidad inteligente de los que menos saben. Los ambientes están limpios porque nadie ensucia. La universidad es parte del tejido de la vida no un espacio dividido, como en los tiempos de esclavitud, en donde conviven en permanente y sutil hostilidad los que mandan y los que obedecen. En efecto, en nuestra universidad las aulas se ensucian porque creemos erróneamente que hay quien limpie. La irracionalidad carcome las inteligencias. Los bienes destinados a la formación sólo sirven a quien se los adjudica e impide el uso compartido con otros que los necesitan. El egoísmo a lo largo de la historia nunca fue buena escuela.

Así acabamos convertidos en proyectos inconclusos colocando linderos en cada una de las escuelas y facultades con una agresividad brutal y demente. El campus universitario se convierte en un remedo del Perú dividido y disperso convertido en un archipiélago de ambiciones descabelladas e inútiles. Sin resolver las urgentes necesidades.  En la universidad sinónimo de unidad, construimos una pervertida diversidad. Los logros serían mayores si se integrasen con genuino propósito  académico diversas facultades. La fortaleza se consolidad en la unidad.  Las facultades de Empresas y agronomía potenciarían al sector exportador primordial para el futuro económico del país. Economía y Medicina tendrían una versión certera de los beneficios de la protección en salud estadísticamente ponderados económicamente. Igualmente,  Minería y Comunicación Social obtendrían mejores resultados en explicar los impactos ambientales indeseables y los beneficios de la inversión extractiva. Veterinaria y Educación, podrían  desarrollar estrategias para el mejor uso de la producción en vacunos y auquénidos andinos, equinos y caprinos. Sin embargo, en el archipiélago disperso de saberes y quehaceres en la universidad de hoy seguimos con el propósito inútil de ensartar la aguja por la púa.

La dispersión, la división, el creernos la última chupada del mango no conducen a nada. El vivir en apariencias y no en la esencia de la universidad. Perdemos tiempo. Los talones de Aquiles académicos se multiplican por todas partes. Un caso patético es el negligente abandono de la enseñanza de idiomas. Huimos del aprendizaje del inglés, francés, alemán, portugués y chino como  del agua el gato. Las conexiones con el mundo están tapiadas por el desconocimiento. Igual sucede con el archipiélago de bibliotecas  a tal extremo que pocas veces se recurre a su uso puntual  por las dificultades que acarrea una eventual consulta.

La semiología académica es muy explícita y anecdóticamente un intercambio de ocurrencias de payasos. Hay académicos que compran vehículo último modelo o la última versión de IPhone porque confieren status. No compran libros ni los leen.  Tampoco los escriben y producen. Otros aventuran coparticipación en investigaciones en Estambul o la Cochinchina pagando  cupo para una furtiva, remota y ajena contribución intelectual. La autoridad exhibe poder mostrando como vedette  los quilates que luce. No los saberes que irradian  y comparten. Ignorando que el oro de 18 en Lima no cotiza en joyerías acreditadas. El oro de 18 k (75%)  no vale como el de 24 k (99.9%). El primero cuesta 219 el gramo el segundo 299. El oro de 18k nuestro  se considera de baja ley y no alcanza siquiera el 60% de pureza. No goza de prestigio. Es “orolata” de joyería.

De modo que nos hace bien apropiarnos del espíritu genuino de la academia en donde las personas valen por lo que saben. Se justifican por la producción intelectual que comparten. O por las soluciones que aportan a urgentes problemas de la región y el país. Casi siempre nos duelen en la pepa del alma las ausencias. Pocas veces se comparten las presencias  en la producción intelectual al alcance de las manos y con logros visibles.  “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro” es una frase inolvidable del poeta José Martí (1853-1895).Esa es la tarea pendiente.