Nos
sobra inmundicia. La basura acumulada reposa en todas partes. Sobra el desorden
que no permite ordenar el mercado y el desplazamiento sin riesgos por la nueva
avenida Sánchez Cerro. Sobra el ruido de los miles de moto-taxis y centenares
de motos lineales que circulan descontroladamente por toda la ciudad. Sobran
carteles de cumbia faltan afiches que proclamen los Derechos Humanos. Sobran
choros falta honestidad. Sobran chiclets y caramelos de menta para el aliento
de perro. Faltan Colgate y Kolinos. Sobra improvisación, floro, inautenticidad,
exhibicionismo, notoriedad para la foto. Falta ciudadanía, civismo, cortesía y
respeto. Estamos hartos de las monedas falsas y los rituales sociales bamba.
Somos religiosos sin fe, piadosos de la peseta. Abrimos los brazos y las manos para rezar el Padre Nuestro y las
recogemos a la hora de dar. Aún nos deslumbramos con títulos nobiliarios. Nos
fascina el brillo del oropel y la apariencia químicamente pura. Sobran
celulares, falta sinceridad en la comunicación. Sobran canchitas de fulbito fibra sintética, faltan atletas
para la cancha del estadio.
A
nuestra gastronomía le falta la creativa originalidad de las viejas técnicas
culinarias. Sobra la decoración adefesiera y los saborizantes. A nuestros
taxistas – con contadas excepciones- les falta cortesía y decoro. Les sobra
alevosía para esquilmar a los turistas. A nuestros encantos turísticos les
falta aseo ese notorio atributo de nuestra vecina Loja. Piura, sin piajenos,
sin el agua fresca de la piedra de estilar, sin algarrobos, sin arena no tiene
el atractivo encanto de la vieja ciudad. Piura sin cafés, sin limonada fresca y
raspadilla de tamarindo no es nuestra ciudad. Piura, sin Piura no tiene alma.
Hoy
sobran filiales de universidades. Nos faltan docentes y lectores. Universitarios
que se fajen por la investigación. Abundan los copia y pega nos faltan genuinos
investigadores. Sobran problemas, faltan creativas soluciones. Sobran quejas y
quebrantos. Faltan decisiones a los que gobiernan y a los gobernados. Nos
morimos de sed teniendo agua y resulta groseramente imperdonable que el 52% del
agua que produce la EPS Grau no se
facture. Se la roba impunemente. Paita, Talara y el mismo Sullana tienen agua
por gotero. Mientras en Colán llenan
piscinas. Paita con la lengua afuera muere de sed. Sobran los pellejos
tatuados, nos falta buena ortografía. “Veatriz eres mi bida”.
Sobra
huachafería, el andar remodelando plazas y pintarrajeando monumentos. Somos
huérfanos inveterados de regionalismo autentico
ese que hace a trujillanos y arequipeños orgullosos de su ciudad. A nosotros
nos regocija ese provincialismo chapucero que sólo contempla la tierra en el
ombligo. Y disfruta de su indiferencia ante el desaseo urbano coreando a Olga
Tañón.
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