viernes, 10 de septiembre de 2021

LA PIURA EN LA QUE CREO

Por: Miguel Godos Curay         

 

                                          Miguel Godos, muelle fiscal de Paita

CREO en la grandeza superior de mi tierra, en sus entrañas preserva la riqueza mineral: oro, hierro y cobre, fósforo y petróleo,

CREO en su fervor cristiano y en la añeja veneración del Cristo Cautivo de Ayabaca, el Señor de Chocán y en la Madre de las Mercedes devoción heredada de mis mayores,

CREO en San Miguel de Tangarará, la primera ciudad fundada por Pizarro en las ubérrimas y cananeas orillas del Chira,

CREO en el martirio del Cacique de Amotape y los trece señores del valle del Chira para escarmiento quemados vivos en la hoguera,

CREO en la epopeya excelsa del Almirante Miguel Grau, faro de luz, guía y ejemplo de gigantesca estatura moral a los hijos de esta tierra,

CREO en la belleza esplendida de su mar turquesa en donde los hombres extraen   el pez de cada día,

CREO en la fecundidad de la tierra que alimenta a las familias que pueblan sus valles en la costa y en el ande,

CREO en la laboriosidad de sus mujeres diestras en el huso y el telar para convertir la lana de la esquila en ponchos y alforjas,

CREO en la argentina belleza de la luna de Paita y la radiante e inextinguible luz del  sol de Colán,

CREO en algarrobo enhiesto de la vida que pinta con su vitalidad el oasis verde del arenal,

CREO en el algarrobo de Piura delatando con sus raíces las miserias de la mala construcción en las obras públicas,

CREO en el río Piura, caprichoso y asombroso señor de las buenas cosechas y de las desgarradoras tragedias tras la inundación,

CREO en los hatos de cabras, la vaca del pobre, dispensadora de leche a los pobres e insumo imprescindible para las natillas delicia del paladar,

CREO en la dulzura del alfeñique y el bocadillo, en el quesillo con miel, la acuña y el gofio mágicos productos de la tierra generosa,

CREO en la chicha de jora para aplacar la sed de los caminantes y el clarito que acompaña los piqueos en el desborde de la amistad,

CREO en el chifle inseparable de la carne seca y el verde tamal junto al seco de cabrito cocido en olla de barro,

CREO en la inteligencia de sus hijos Ignacio Escudero, Luis Antonio Eguiguren y Luciano Castillo siempre leales a la justicia y a la ley

CREO en el requiebro saleroso del tondero desafiando el golpe de arpa, el cajón y las norteñas vihuelas,

CREO en el martirio de   Paredes Maceda,   Arroyo Mío  y  Ramos Plata que  ofrendaron su vida por la causa regional,

CREO en la sabiduría de Cayetano Heredia, Ronald Woodman Pollit y Arturo Mendoza Huertas   nacidos brillantes para las ciencias,

CREO en la ofrenda pictórica de sus pintores como Ignacio Merino, Luis Montero, Felipe Cossío del Pomar, Víctor Delfín y Rosendo Li,

CREO en la lira dorada de sus vates como Carlos Augusto Salaverry, Juan María Merino Vigil, Teodoro Garcés Negrón, José María Gahona, Alberto Alarcón, Sigifredo Burneo, Houdini Guerrero, y Marco Martos Carrera,

CREO en las poetas sensitivas Carlota Ramos de Santolaya, Elvira Castro de Quiroz y Luz Carmen Arrese.

CREO en la valentía justiciera de Vicente García y los comuneros de Santo Domingo y  Chalaco defendiendo con coraje sus tierras,

CREO en la pluma fértil de Miguel Gutiérrez Correa, cronista del asombro y la epopeya de sal de la Piura irredenta,

CREO en el piajeno, equino forjador de caminos, civilizador  provinciano en la Piura de dunas y arenales. Señor de las caravanas inmensas de barricas de petróleo,

CREO en la honradez, el sacrificio y la entrega de nuestros abuelos forjadores fervorosos de la educación y el progreso,

CREO en los maestros  formadores  de la conciencia de nuestros niños  en los villorrios olvidados de la sierra,

CREO en los mártires petroleros como Alejandro Taboada y Pedro Miguel Arrese cuya antorcha de lucha no se extingue,

CREO en los cientos de piuranos muertos en la pandemia sin el calor vital del amor, el afecto  familiar y el adiós prometido,

CREO venceremos al mal. Nos sacudiremos de la peste mortal con incondicional disciplina, con coraje y solidaria entrega,

CREO en la cortesía, la amabilidad y el respeto valores de unidad en nuestras familias solidarias y siempre generosas,

CREO en los proyectos ambiciosos de Isaías Garrido para unir Paita con el Marañón con el tren de progreso,

CREO en la inversión que no despoja ni envenena la tierra. CREO en la inversión que activa la economía multiplicando el empleo y honrando al fisco con sus obligaciones,

CREO en la universidad que forma a los piuranos del futuro con dignidad, con decencia y con ciencia por encima de la procacidad,

CREO en el Atlético Grau, de Meleque Suárez, Chochas Zapata y Juan Seminario que llenaban al unísono ¡gol! los estadios,

CREO en el numen incandescente de Miguel Correa, Pedro Miguel Arrese, Rafael Otero, Adrián Flores, Guillermo Riofrío, Miguel Ciccia  y el Mote Ramírez semillas de añoranza y de piuranidad,

CREO en la agonía amante de Manolita Sáenz en la afiebrada tarde del puerto de Paita,

CREO en Simón Rodríguez el maestro que forjó al Libertador para un continente y vino a entregar sus cenizas en el pueblo de Amotape,

CREO en el café de Canchaque conjurador de sueños, bálsamo de la inspiración y el recuerdo,

CREO en el guarapo, la pócima, la primera, el aguardiente, la cachaza, el vinillo y el resaque del zumo etílico de la caña,

CREO en el pan nuestro entrañable de los hornos de Cotos, Suárez, Navarro,Cruz, Álvarez y Vallejos maestros de la masa geniales inventores de las cachangas, los chumbeques, las tortas de viento y las galletas de agua,

CREO en los cronistas de esta tierra Carlos Robles Rázuri, Jorge Moscol Urbina José H. Estrada Morales y Juan Alvarado Chuyes que nos legaron la piuranidad esencial,

CREO en la carcajada sonora   compañía inseparable del chiste sechurano y en la devoción salvífica del Catacao,

CREO en el agua bendita de las fuentes arrancadas del mar del santuario mercedario de Paita,

CREO en la riqueza del desierto de  Sechura: fosfatos, calizas, diatomitas, salmueras, gas y petróleo y el capital espiritual que cimienta su santuario,

CREO en los churres, los mangos verdes con sal, las raspadillas de tamarindo y el dulce de ciruela,

CREO en un futuro con dignidad en calidad de vida para todos sus hijos por encima de los potentados inmobiliarios, la rapiña y los traficantes de tierras,

CREO en el maravilloso poder de la palabra escrita, en los libros y en las bibliotecas tal como soñó Carmen Checa de Silva hija de esta tierra,

CREO en la farmacia de la esquina con el remedio efectivo y discreto para todos los males, creo en las recetas inolvidables de la abuela irreductibles a la cosmetología publicitaria,

CREO en la eficaz herbolaria de Sabina Guerrero con recetas milenarias. Las plantas nos acompañan desde el origen de la tierra,

CREO en el perro, el gato y el perico, las mascotas del refugio familiar más dúctiles que el celular bloquea conciencias,

CREO en la tabla de sumar, restar y multiplicar, en el silabario Mantilla y la contabilidad con pepas de tamarindo que deslumbró nuestros infantiles cerebros,

CREO en los ángeles custodios tal como aprendimos en el catecismo dominical y en el poder de la oración al empezar el día,

CREO en la alegría y el destello de felicidad de la familia reunida. CREO en Piura, CREO en su gente, CREO en el poder del bien sobre el mal, CREO en la verdad por encima del engaño y las mentiras. CREO en el aseo vecinal, en plantar un árbol para refrescar el hogar, CREO en la limonada el sano néctar superior de esta tierra generosa.

CREO en Piura como el mejor lugar para vivir. CREO en mí mismo como parte de esta proeza de conducir a Piura hacia el progreso sin temor a las tinieblas,

CREO en la docencia y la decencia para conducir la cosa pública. Atesoro a mi familia y a mis libros. La vida dura tan poco y se escurre como agua entre los dedos. Piura tiene todo en lo que CREO.  ¿Para qué quiero más?