¿Y LA AGENDA CULTURAL DE PIURA?
Por: Miguel Godos Curay
¿Y el Centro Cultural Mario Vargas Llosa de Piura? Una promesa incumplida del gobierno regional |
Este
año que se escurre como agua entre los dedos resultó un globo desinflado en el
territorio olvidado de la cultura y el deporte. La escasa actividad realizada
fue más entusiasmo que iniciativa institucional. El Centro Cultural Vargas
Llosa, en el local que ocupó la Dirección de Educación, es más ruido que
nueces, El escritor tendrá que seguir esperando se haga realidad la promesa
incumplida. Ese entusiasmo comedido para el discurso y la finta.
La
Orquesta Sinfónica Municipal, sigue padeciendo con angustia la falta de
recursos que le dan vida. La poca música que se expande no llega a los grandes
públicos. Es un asunto transitorio y efímero. No hay en realidad un honesto
rescate del repertorio musical piurano. Nos hemos detenido en un repetido,
presumido programa de interpretación siempre lo mismo. El cultivo de la música
no es eso. Es mucho más. Es siembra con riego por goteo, más cultivo y menos
vanidad. Cuando los logros saltan a la vista son producto del esfuerzo promotor
de largo aliento.
Sin
duda, que la cultura, el arte, la promoción de la ciencia y la educación son el
último renglón de la agenda. Nos mostramos exultantes porque llegaron a Piura
los patrulleros inteligentes. Desconocemos si vienen con su ración de gasolina
para estar operativos. Y si es que con reiteración se nos dirá: ¡No tenemos
combustible! La represión del delito siempre tiene sus límites. Nunca se piensa
que al delito se le estaciona y se le
combate atenuando las frustraciones de los poblados marginales.
Piura,
es el centro de la ciudad para las gestiones del municipio y el gobierno
regional. No aspiramos a que cada municipio tenga una orquesta de cámara o una
sinfónica. Nos contentamos con una banda de músicos que lleve alegría a los
sectores populares. No queremos canchitas sintéticas olorosas a jebe. Sino
campos deportivos en los que chicos y grandes puedan realizar actividad
deportiva comunitaria.
Cerrar
las vías los domingos. No es lo mismo que promover días sin transporte
contaminante en el que la población camina masivamente para reencontrarse con
su ciudad y el paisaje. En la estación veraniega bien debe promoverse la
natación y los deportes acuáticos. Lo que hacemos de ordinario es contar los
ahogaditos en los balnearios y la represa Los Ejidos. En realidad la ciudad
necesita más áreas verdes cuidadas por los vecinos. Los algarrobos oxigenan la
ciudad y dan vitalidad al paisaje ahí en donde nos agrede el cemento.
Hay
una Piura ritual y plazuelera de
izamientos del pabellón nacional. Pero hay otra arrinconada que hay que atraer
a los parques y plazas para la sana recreación. Hay una Piura gastronómica,
plena de sabores para toda la familia. Pero también hay otra Piura inexistente marginal
y olvidada en la periferia. Para ellos no existe el Ministerio de Cultura.
Para muchos es una placa con una oficina y no una oficina con placa. Los
ambientes que concurren las familias son los molls, iniciativa privada. El
espacio público está abandonado a su suerte, a la indiferencia burocrática. Al
poco valor que se confiere a la comunidad y a la cultura. Ahí está la Biblioteca
Municipal, institución promotora de cultura. Pero necesita mayores recursos
para expandir sus actividades para todos los sectores de la población.
El
deporte es una herramienta efectiva para el aprovechamiento del tiempo libre de
los jóvenes. Esto significa que la promoción del deporte, fútbol, baloncesto, vóley
arrastran a los jóvenes y a los vecinos. No hay nada que impida la promoción
del tenis en los sectores urbanos marginales. Sucede que hay que romper la
cabeza a los responsables de las decisiones políticas. El ciclismo es otro
deporte que requiere el impulso de los gobiernos locales. Para ello se requiere
asignación de recursos y decisiones. Mucho más fácil para muchos regidores es
calentar la silla y contagiar la indiferencia.
No
hay razón para que durante dos meses los locales escolares permanezcan
cerrados. Cuando bien se podría emprender campañas promocionales del deporte.
No hay nada que impida que aprovechemos mejor el tiempo libre. Si se puede
hacer algo por los niños y jóvenes en vacaciones no hay tiempo que perder. La
ciudad y sus habitantes estarán siempre bien agradecidos. ¡Palabra!