miércoles, 26 de julio de 2023

¿A DÓNDE SE FUE LA MÚSICA PERUANA?

Por: Miguel Godos Curay



Mi padre vivía en la certeza del servicio perenne a la patria. A estremecerse de emoción cantando el Himno Nacional cada 28 de julio. Las fiestas patrias eran el júbilo de los sentimientos nacionales, los desfiles, el civismo pletórico. Y la degustación obligada de los sabrosos platos nacionales. Empezando por el cebiche, las jaleas  y las parihuelas en familia. En los rincones vianderos su majestad el pavo acompañado de lechón o res. Su majestad la papa a la huancaína con queso fresco y la cancha de maíz muela de caballo.

Julio tenía aroma de zapatos nuevos, de cohetes y 21 camaretazos  cada 27 de julio en memoria de Grau. El 28, el día nacional, era la evocación pura de proclamas, héroes y soldados combatientes en el norte y sur de la patria. La solemnidad se iniciaba con Te Deum con presencia de alcaldes y regidores luciendo terno nuevo. Las calles embanderadas daban esplendor cívico al rito patriótico. Los escolares se volcaban a las plazas y el desfile era la competencia anual entre escuelas y colegios por el gallardete del 28.

Algo nos queda aún de esta viva tradición peruana. Al mediodía se escuchaba  en Radio Nacional el mensaje presidencial. Una pieza de oratoria impecable en estadistas como Bustamente, Belaunde  y García. No existían aún los medios audiovisuales y el color en las pantallas. Radio Nacional era todo. Iniciaba el día con la señal horaria con la que se ajustaban todos los relojes de cuerda y el Himno Nacional.

Ayer se escuchaba música peruana genuina. Hoy no porque Apdayc con su protagonismo liquidador exige el pago de derechos de autor. Persiguen a rabiar toda ocasión donde se reproduce la música  nacional. Por eso no hay música peruana en las emisoras. Ni valses, ni huaynos ni sentidos yaravíes. Así hemos ido de más a menos música peruana en las radioemisoras nacionales. Y frente a esa desolación irremediable habría que pedir a la Sunat que pesquise las sacadas de vuelta de Apdayc.

En cierta ocasión  en la presentación de una muestra universitaria de fotografías de Piura. Inauguramos la muestra con las notas de San Miguel de Piura de cuya letra anónima se apropió Alicia Maguiña. El utilizar la reproducción de una banda norteña fue motivo para que en fiestas patrias nos colocara contra la pared con notificación en mano el liquidador de la Apdayc. Finalmente lo desafiamos en su ignorancia por el anonimato  de la letra de San Miguel de Piura. Finalmente el destemplado nos dejó en silencio y le dijimos que con autorización en mano íbamos a recurrir a Ahí viene la plaga. Un memorable rock.

Arrebatarnos de la música nuestra es una profanación de sentimientos. Una estupidez inaudita que despoja a los peruanos de la música popular. En Ecuador la música tradicional y popular es patrimonio de todos. El cancionero nacional es una fuente de inspiración viva. Fue creada por el pueblo y a él le pertenece. Puede interpretarla un acordoeonista ciego  en las empedradas calles de Quito o músicos  profesionales y aficionados de cualquier rincón del Ecuador. Suena y resuena  en las profundidades del corazón el sentimiento adolorido de los pasillos pero también la alegría y el gozo vivo del carnaval. Albazos y sanjuanitos están en todas partes.

En el Perú aún no se valora como debe ser  la cultura popular. Ni se exige a las radioemisoras programas dedicados a la música peruana. Resulta proverbialmente anecdótico que el propio Juan Diego Flórez advirtiera que  su interpretación del himno nacional podía ser reproducida en los colegios, escuelas y reuniones populares. La Apdayc (Asociación Peruana de Autores y Compositores)  es un ente recaudador  y no cumple un rol educador y divulgador de la cultura popular. Por eso en plenas fiestas patrias las expresiones de la música popular están ausentes.  

Sin embargo, hoy la revolución de las comunicaciones nos aproxima a todo. Las radios están pobladas de comentaristas sin cultura política. Sus primicias son percances sangrientos, viven pendientes  del formulismo protocolar. Poco sentido crítico y analítico sobre lo que se anuncia o se omite deliberadamente. Internet nos muestra lo que acontece en el mundo. Muchas veces nos informamos mejor de lo que sucede afuera que lo que acontece dentro del país. Hasta hoy la prensa alternativa es un pote de mermelada ganancioso para quienes la usan como arma política. Sólo aparecen los que se matriculan con las causas desventuradas. Ven en el mundo con el ojo izquierdo comos los piratas del Caribe.

Ver el mundo con los ojos abiertos. Nos muestra  acontecimientos esplendidos e ignorados. El video de Despacito la pegajosa interpretación de Erika Ender, Luis Fonsi y Daddy Yankee lleva en YouTube ocho billones de reproducciones. Y existen en el planeta arreglos y versiones en todas las lenguas como el  quechua, chino, estonio y el ucraniano de tal manera que podrían envolver al planeta con este delicioso son. El éxito económico estimado se calcula en 16 millones de dólares. Sus creadores se han dado cuenta perfectamente que perseguir a los que utilizan su creación y la divulgan es una pérdida de tiempo. El subdesarrollo mental no permite  que la creatividad se expanda y la coloca perversamente en el rincón de las ánimas.

Sin embargo, no se prive  de escuchar lo peruano. Y cuchara en mano venerar a la señora papa, de la que existen 3 mil 500 variedades. O degustar  cebiche en homenaje a la tierra que tanto amamos. Por supuesto  que no falte la chicha, el clarito o la infaltable cerveza. La promesa de la vida peruana como decía Basadre es una aspiración vigente. “La Independencia fue hecha con una inmensa promesa de vida próspera, sana, fuerte y feliz. Y lo tremendo es que aquí esa promesa no ha sido cumplida del todo en doscientos dos años”. Cuando hizo la anotación Basadre, en 1941, conmemorábamos 120 años de la Independencia.

 

 

miércoles, 12 de julio de 2023

PENSAR PASADA LA NOCHE BUENA

Por: Miguel Godos Curay
Europa está cubierta de nieve y los aeropuertos no funcionan. En Piura se siente calor. Como nunca se vio antes, los piuranos concurrieron masivamente a los nuevos centros comerciales. El propio Mercado central estuvo ayer muy concurrido. El mango y la uva son las frutas abundantes de la estación. Pero en la mesa de noche buena hubo duraznos chilenos porque a nadie se le ocurre enlatar pulpa de mango y colocar en el mercado néctar de nuestro producto bandera. La revolución comercial llegó a Piura y la conmoción se siente en toda la ciudad. Los impactos son visibles y van cambiar la vida de los piuranos en todos los órdenes. Peor hay una navidad espiritual de significación profunda y otra material de la apariencia para el escaparate y el consumo.

En adelante los piuranos podrán comprar productos frescos, de buena calidad y con el peso completo. En adelante la opción de compra tendrá que confrontarse con dos conceptos nuevos: calidad y precio. Los cambios continuarán provocando sísmicos estremecimientos en el comercio. Los más afectados son los comerciantes informales y algunos formales que para preservar sus ganancias recurren a la informalidad. Los consumidores podrán contrastar hoy dónde son mejor tratados. Incluso las baterías de los servicios higiénicos limpios e impecables serán comparados con los hasta hoy mal olientes, sucios y pintarrajeados servicios de los establecimientos vecinos.
La comparación tiene su precio. No tiene objeto, por ejemplo, en el futuro enseñar marketing en la pizarra cuando el marketing operativo rinde resultados en las ventas y el éxito de las tiendas. También los escaparates organizados nos recuerdan que la disposición de los productos es arte de diseñadores y que muchos estudiantes de arquitectura pierden su tiempo haciendo maquetas cuando deberían asomarse a las galerías de arte y a las tendencias del diseño en el mundo. Acomodar zapatitos en los pasadizos y tratar de vender con artificio es un estilo de mercadeo fenicio propio de nuestras abuelas. Vender hoy requiere imaginación, creatividad y buen gusto. El presentar productos atractivos que sorprendan a los consumidores y los animen a una decisión de compra. El ofrecer productos para todos los bolsillos. Los productos bien presentados mitigan las frustraciones cotidianas. Es probable que muchas personas de escasos recursos no compren nada. Son las que señalan “venimos a ver las tiendas para engordar los ojos (las vistas en piurano)”. “Nos compramos pero paseamos y miramos”.

¿Se enseña creatividad en nuestras universidades? ¿Es posible educar para el buen gusto? La creatividad es un atributo de inteligencias abiertas. Estimulan la creatividad los inteligentes y audaces. Los creativos no son cuadriculados. El creativo transmite energía y fascinación en sus discípulos. El obtuso es incipiente, soso y aburrido. El creativo abre los ojos para contemplar el mundo asumirlo y recrearlo. El estrecho de mente cierra los ojos. El creativo hace. El escaso de imaginación presume. El creativo sabe porque se cultiva a sí mismo como una orquídea rara pero originalmente irrepetible. El nulo imaginativo es ordinariamente como la flor de muerto, tiene color para el momento, finalmente pasada la tarde pierde sus pétalos y queda desnudo. La belleza del creativo trasciende porque su aliento atisba universalidad.

El bueno gusto es sencillo y no es amanerado. El buen gusto tiene mesura y equilibrio. El mal gusto es estridente y desequilibrado. Es apariencia no es esencia. Es como la fragancia alternativa. Huele para el momento y al instante pierde su aroma. El buen gusto no es aparatoso y se construye sobre lo bueno y hermoso. El buen gusto muestra. El mal gusto demuestra lo que no se debe hacer. El buen gusto es parte de una manera personal de vivir. El mal gusto es imitación de otra imitación que a su vez es imitación de otra desventurada imitación. La creatividad es fresca y lozana. Sencilla y sublime. El buen gusto transforma el mundo. El mal gusto lo deforma perversamente.

Al que pueda ser mejor no hay que perdonarle el que no lo sea. Cuando la educación no provoca niveles de aspiración y de mejora en las personas no tiene sentido ontológico. La buena educación permanece. La mala educación es maroma de saltimbanquis intelectuales. Más exhibición que pasión. Advierte Savater que la educación nos preserva de ser imbéciles. La palabra imbécil viene del latín “baculus” que significa bastón. El imbécil, es en efecto un cojo pero no de los pies sino del ánimo y de la inteligencia.
En la clasificación de imbéciles encontramos la siguiente útil tipología savateriana: 1) El que cree que no quiere nada y todo le da igual. Vive en una siesta permanente aunque tenga los ojos abiertos y no ronque. 2) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario. Pensar y embobarse frente a la televisión al mismo tiempo. 3) El que no sabe lo que quiere y no se molesta en saberlo, vive en una absoluta y permanente imitación de sus vecinos. En la vida acaba comprando y haciendo lo que no necesita y realmente no quiere. Su final es ser un conformista irreflexivo, 4) El que sabe lo que quiere pero finalmente acaba haciendo lo que no quiere, 5) El que quiere con fuerza y pasión pero eligió el camino equivocado. Es un despistado total. Lo peor de los imbéciles es que viven quejándose fastidiados de sí mismos porque nunca logran vivir la buena vida. El imbécil moral carece de conciencia y de buen gusto.

Una efectiva receta contra la imbecilidad recomienda el reflexionar: ¿Por qué queremos vivir humanamente bien? El comprobar si lo que hacemos corresponde realmente a lo que queremos. Mucha infelicidad anida en las personas cuando descubren el sin sentido de sus vidas y de lo que hacen. Mucha gente se dedica a acumular fortuna para vivir bien finalmente por avaricia acaban mal. Muchos se privan de placeres gratos y cuando descubren el cascaron de su miseria descubren que su vida fue una cuenta de momentos ingratos. Nos viene bien el afinar nuestro buen gusto moral. Repugnar la mentira, la falsedad, el odio y el engaño. Finalmente asumir la responsabilidad de nuestros actos. No es fácil, para muchos, arrancarse esa imbecilidad que tienen patente en el rostro y en sus actitudes cotidianas. En su estilo de hacer las cosas, En ese conducirse por la vida con una pata coja. El vivir en esa dislexia moral que engaña y que presenta como inocua la inmoralidad. El estar sumergidos en el estiércol y no darse cuenta.

SALUD MENTAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Por: Miguel Godos Curay

El tema de la salud mental es un tópico, muchas veces, ajeno a los medios de comunicación social. En el campo de la salud en general en la prensa se abordan aspectos vinculados a la inmunización de las poblaciones y a la eventualidad de epidemias de paludismo o dengue. Nuestro concepto de salud se limita al no sufrir enfermedad alguna que afecte al cuerpo. Las enfermedades de alma son invisibles hasta que se manifiestan en sus múltiples desenlaces. Muchas veces funestos.

Pocas veces relacionamos la salud mental con el sentirse bien de las personas. Ignoramos en demasía que todas las personas tenemos derecho a la salud mental. Hemos sido educados ignorando este valioso componente fundamental para el desarrollo sano de las personas. En cambio, en el seno de las familias admitimos tradicionalmente la existencia del “shucaque”, “el susto”, el “mal de ojo”. La brujería es parte de nuestra vida diaria. En cada uno de nuestros actos nos acompaña el temor al fracaso y nos preparamos para triunfar en la vida. El antídoto contra el fracaso se llama “seguro”. Es curioso observar que en las dependencias públicas con mayor movilidad y traslado de los funcionarios. Los escritorios están tapizados de coloridas estampas de santos de las causas imposibles como San Judas Tadeo. El Señor Cautivo de Ayabaca, el Señor de los Milagros o las diversas advocaciones de la Virgen.

Los brujos, curanderos y curiosos son potentes psicoterapeutas que acompañan a las familias pobres pero también a las que tienen poder adquisitivo. Sin embargo, nos cuesta admitir que existe el derecho humano a la salud mental.

No hay hogar piurano en el que no existan unas hojas de sábila en algún rincón de la casa. Para protegerla de los malos hechizos. Todavía en las familias campesinas existe la fundada creencia que al acostarse hay que colocar los zapatos en forma de cruz para que ningún alma en pena los use. En la sierra de Ayabaca o Huancabamba, persisten los cultos sincréticos a los “apus” tutelares que ejercen una función protectora y que por lo tanto merecen “pagos” de agradecimiento. Gran parte del conflicto minero se debe a la falta de respeto a los valores y a la propia cultura de los pobladores. No es que a las personas les guste vivir en la pobreza, el arremeter contra la cultura de las comunidades es raíz de grandes conflictos.

En Suyo, Las Lomas y Sapillica en donde se expande la minería artesanal no se abre una mina sin la tradicional mesa de un brujo venido de Nazca o Acarí del sur del Perú. Vivimos sumergidos en un mundo mítico, mágico y religioso. Sin embargo, nos cuesta mucho entender que la salud mental es un derecho. Muchos de los problemas que nos afectan y consumen tienen como raíz la salud mental.

La vergüenza piurana desencadena afecciones psicosomáticas que tienen que ser tratadas a tiempo por rezadores o rezadoras. Pero nos cuesta entender que la salud mental es necesaria desde la cuna hasta la tumba. Caso contrario nos convertimos en almas en pena que necesitamos de los ritos religiosos de sufragio para poder alcanzar el descanso eterno. La familia tradicional piurana a consecuencia de los inusuales ritmos de la economía y los cambios de hábitos, poco a poco, cambia su configuración.

Los piuranos acostumbrados a la siesta con pijama Son hoy una especie que ya no existe. Lo que existe ahora es un grupo empresarial agresivo que ocupa todo el día útil en sus negocios. Frente a los nuevos iluminados y decorados “molls” se amortiguan las frustraciones colectivas. Si observamos con detenimiento lo que sucede en estos establecimientos podríamos darnos cuenta que hay muchas personas que suben y bajan repetidas veces por las escaleras eléctricas como si fuera el rito de insertarse en la modernidad.

En muchos asentamientos humanos han surgido “cines de barrio” con pantallas de 40 pulgadas en donde se vende pop-corn a 50 céntimos o a un sol. De este modo muy peruano se atemperan las frustraciones colectivas.

Las carencias, las fracturas familiares, las ausencias, las abultadas deudas y la pobreza frustran. Es probable que en Piura aparezca próximamente una nueva devoción colectiva al “Señor de las Angustias” el que tendría una legión de fieles en los angustiados deudores de las cajas municipales que para cubrir sus deudas solicitan un préstamo a un banco o a un agiotista. Tapan un hueco abriendo otros incontroladamente. La facilidad con la que se obtiene una tarjeta de crédito en quienes gastan más de lo que ganan genera deudas abultadas e impagables. La angustia genera estados depresivos y deteriora la salud mental de muchas personas. En Piura circulan hoy, según las estimaciones de la Superintendencia de Banca y Seguros, nos menos de 60 mil tarjetas de crédito las que mal empleadas, en algunos casos provocan menudos dolores de cabeza.

Los niños van a la escuela desde los primeros años, los padres tienen obligatoriamente que trabajar. Y los abuelos ya no tienen lugar porque su espacio lo cubren los kinder y quedan aislados e incomunicados sin tener con quien conversar y sin tener a quien transmitir su sabiduría. Tampoco frecuentamos sacramentos como el de la confesión siquiera en Pascua Florida. En la que los feligreses de antaño descargaban su inmundicia moral y reiniciaban nuevamente su existencia cotidiana sin contratiempos. Hoy no.

Un niño que observa televisión soporta, en cinco o cuatro horas diarias frente a la pantalla, no menos de una docena y media de delitos de todos los tamaños. Lo curioso es que no reparamos en constatar que lo que los maestros enseñan en la escuela la televisión lo deseduca en el propio hogar. La violencia se ha convertido en un hecho recurrente en la información diaria sin darnos cuenta que somos una sociedad enferma a consecuencia de la arremetida de los contenidos violentos. Leer diarios en Piura provoca la pasmosa sensación que nada bueno acontece aquí. Y que esfuerzos como el de esta tarde para procurar el bien transcurren desapercibidos.

Soy muy observador de lo que sucede en Piura. Y una encuesta tan sencilla como la de entregar a los niños de los asentamientos humanos de Piura hojas en blanco para que dibujen lo que más les gusta. Revela que los niños de Piura dibujan con reiteración una iglesia, los algarrobos que todos se empecinan en arrancar de cuajo, el sol piurano que quema y requema y puentes. De pronto aparecen los puentes ubicados en espacios inimaginables. Entonces nos preguntamos ¿por qué los niños piuranos dibujan puentes? Podemos conjeturar una serie de respuestas. Una de ellas es la de la necesidad de puentes que comuniquen a los que tienen con los que menos tienen. Puentes que comuniquen a los que gobiernan con los gobernados. A los viejos con los jóvenes. Necesitamos puentes que acorten las distancias entre los que sufren con los que pueden brindarles ayuda. Puentes en la universidad, en el gobierno regional, en el gobierno local. Necesitamos puentes generacionales y puentes entre nosotros mismos.

Cuando empezó el boom petrolero y surgió como una serpiente que atravesaba el oriente peruano el Oleoducto Nor peruano y se crearon empleos. Muchos fueron a buscar futuro en esta nueva actividad. Sin embargo, nadie advirtió que esa perentoria ruptura del vínculo familiar iba a provocar el incremento explosivo del consumo de drogas. Un piurano de hoy conoce las drogas al promediar los once años. Nadie sin embargo, repara que los mayores desenfrenos en consumo de cocaína y Éxtasis tienen como escenarios los concurridos balnearios de Máncora, Yacila o Colán. Máncora es un paraíso del consumo de drogas, todo el mundo lo sabe. Pero nadie actúa. Un año nuevo en Máncora es expresión de desenfreno. Tras las dinámicas del turismo se ocultan prácticas perniciosas aceptadas socialmente.

La droga popular aceptada es el alcohol. La chicha o el cañazo se consumen incontroladamente las familias más pobres. Antes los obreros de construcción que realizaban el vaciado de un techo aligerado demandaban para rendir bien y conjurar sus fatigas tres o cuatro latas de chicha y cebiche de pescado. Hoy se “prenden” y consumen PBC. De tal modo que se tornan agresivos violentos y peligrosamente criminales. Hay un consumo de drogas en las periferias del mercado donde concurren los cargadores que transportan bultos. Durante las noches los puestos en donde se expenden los productos son
Usados para el meretricio clandestino.

El tema es muy serio y se extiende a los solapados establecimientos contiguos los clubes nocturnos en donde se ejerce la trata de personas. Las damas de compañía venidas de Jaén, Bagua o Tarapoto. Son un problema social de dimensiones El problema es muy serio. Curiosamente la zona industrial de Piura se ha convertido en una zona roja en donde se realiza el trato carnal furtivo y el consumo de drogas. Las decisiones de nuestras autoridades son endebles y sucumben ante las variadas formas de corrupción.

También existen consumidores de drogas en los aparentes ambientes académicos de la universidad, las fuerzas armadas y policiales. Muchos efectivos que prestaron servicios en las zonas de emergencia durante la época del terror en el sur. Retronaron a sus lugares de origen pero con vicio incluido.

Ayer cada uno de nuestros pueblos tenía como parte de sus actores sociales sus enfermos mentales conocidos, queridos y excluidos al mismo tiempo. Hoy son abandonados en la vía pública, sin consideración y sin respeto por la persona humana. Cada día es mayor el número de mujeres y jóvenes que deambulan por las calles. Muchas veces expuestos al abuso de sujetos inescrupulosos.

Yo tengo muy presentes a Carlos Llontop, muerto en circunstancias extrañas y a Octavio Zapata. Ambos fueron destacados estudiantes del Colegio san Miguel. Llontop dirigió una célebre diatriba cuando Nixon visitó San Marcos y Octavio, allá por 1982 puso en marcha con Alan García una cruzada de solidaridad con Piura. ¿Qué les pasó? ¿Cómo llegaron a ese estado patético y conmovedor con el que los hemos visto?

Podemos percibir que el enfermo mental se invisibiliza para la sociedad. Pocas veces nos ocupamos de su abandono y triste situación. La prensa se detiene solamente en las consecuencias explotando el morbo con el que detonan casos en donde la causa es el deterioro de la salud mental. El caso de la niña Pierina, un caso que tiene como escenario Piura y Lima, nos muestra con crudeza el deplorable estado de la salud mental de una madre y de su entorno. El caso amerita un estudio clínico profundo y sus entretelones. A la prensa sólo le interesa el abordaje sangriento del hecho criminal sin indagar en las causas del extravío de la salud mental.

En la universidad misma las tensiones de la competencia, los problemas familiares y el consumo de drogas afectan a los alumnos. Hay casos realmente preocupantes que han llegado al desamor por la vida y el suicidio. No están exentos los jóvenes de la arremetida del acoso sexual y de la manipulación interesada con el ánimo de doblegar a las jovencitas sexualmente. Realmente una mirada a lo que la prensa no alcanza a ver nos muestra un paisaje descarnado.

Frente a ellos hay que llamar la atención a los responsables de las decisiones políticas sobre la salud mental de los piuranos. Corresponde a la seguridad social al sector salud atender lo que de momento no es visible pero que más tarde nos va a golpear en el rostro.

La definición propuesta par la OMS para salud mental es muy precisa: “es el estado de bienestar que permite a cada individuo realizar su potencial, enfrentarse a las dificultades usuales de la vida, trabajar productiva y fructíferamente y contribuir con su comunidad”. La ausencia de salud mental impide que las personas lleguen a ser lo que desean ser, no les permite superar los obstáculos que la vida les presenta y avanzar con su proyecto de vida y da lugar a falta de productividad y de compromiso cívico con la nación. Las personas afectadas en su salud mental sufren, pierden la tranquilidad y si nadie les atiende pueden llegar a niveles extremos.

Conversando con una frustrada suicida en el Hospital Reátegui me interesé humanamente por el caso. Era una niña de 15 años que había tomado una botella de lejía porque no le permitieron ir al baile de “Corazón Serrano”. Esa era la frustración aparente. La frustración de fondo era la imposibilidad de tener un vestido nuevo en la fiesta de promoción.

Como podemos ver Las consecuencias clamorosas son: frustración, pobreza y violencia, junto con la incapacidad de vivir en ambientes donde se practique la democracia sin exclusiones de ninguna clase.

Las enfermedades mentales y los trastornos mentales comunes (ansiedad y depresión) son frecuentes ya en nuestras familias. Tema aparte es la violencia contra la mujer y los niños. Alguna vez visitando los Pronoeis Municipales me dí cuenta que los niños que llevaban pantalones largos, tenían en sus piernas las huellas del maltrato. Hay un maltrato a niños pero también a los ancianos.

Si no actuamos a tiempo el futuro que se vislumbra es sumamente preocupante. Las afectaciones a la salud mental se van a multiplicar y es bastante probable que se conviertan en causa de discapacidad con un impacto sobre el desempeño laboral y economía de las familias y las empresas. Tenemos que darnos cuenta que los enfermos mentales son personas humanas con derechos y no pueden ser discriminados ni excluidos.

Nuestra lectura de la realidad tiene que cambiar. Hay que reforzar nuestra autoestima porque quien no tiene capacidad de amarse a sí mismo no podrá amar a los demás. Los padres de familia tienen que acercarse a sus hijos y procurar climas de confianza que refuercen la cohesión familiar. Podemos ser pobres y carenciados pero lo que no podemos estar desunidos y sin una cohesión social suficiente como para perder la confianza en el futuro.
Corresponde a nuestras autoridades crear climas de seguridad ciudadana y mejorar el aspecto de la ciudad plantando árboles educando a los ciudadanos. Piura tiene 173 mil conexiones de agua, pero sólo el 60% tiene alcantarillado en su domicilio. Hay una clamorosa necesidad de mejorar las condiciones de vida. Hay que construir una ciudad amable y respetuosa, con calidad de vida. Estas son condiciones que ayudan a mejorar la salud mental.
Hace algunos años deambulaba una mujer enajenada por las calles de una ciudad. Le llamaban “cabeza de barro” por su aspecto conmovedoramente impresionante La foto publicada en los diarios despertó la atención de todos. Pero también tocó las fibras de humanidad de la iglesia y fue don Federico Ricther Prada Obispo Auxiliar de Piura que acogió este clamor por estas personas tan olvidadas de la sociedad. Vino luego el Hermano Sergio Arduz de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. Desde entonces y a pesar de los pesares y las enormes dificultades mantienen este Centro de Reposo que lleva el nombre de un hombre que lo entregó todo a cambio de nada. Y que hoy nos congrega aquí en este propósito de pensar en voz alta sobre un tema profundamente humano. Pero en el que necesitamos el compromiso efectivo de las instituciones de los responsables de las decisiones políticas y la propia sociedad.
(Conferencia pronunciada el 29.11.2011 en el Centro de Reposo San Juan de Dios de Piura)

A PROPOSITO DE LA COCINA PIURANA

Por: Miguel Godos Curay

La Cocina Piurana, Ensayo de Antropología de la Alimentación es un estudio pionero de  las investigadoras del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de París  Anne Marie Hocquenghem y Susana Monzón. Los estudios realizados en 1986 recién vieron la luz en octubre de 1995 gracias al Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA). El libro presenta un inventario de 315 recetas cuyos procedimientos de preparación culinaria  muestra la preservación de las añejas técnicas tradicionales. Acompañan esta edición 80 fotografías registradas en el escenario natural en donde se despliega la vivencia de los actores sociales. Este estudio pionero de cuyo prólogo soy responsable junto con Manuel Dammert merece ser reeditado no sólo por la profundidad científica con la que se aborda el tema sino por corresponder a ese territorio humano en donde se reflejan las tentaciones terrenales de lo crudo y lo cocido.

El acelerado proceso de globalización  y la irrupción de la modernidad no han acabado con la cocina tradicional piurana por el contrario la ha internacionalizado con un inusitado potencial. Sin embargo, en las zonas más apartadas de la sierra piurana se preservan procedimientos y enseres utilizados en la preparación de los variados y deliciosos platos. Piura tiene un extraordinario patrimonio culinario que urge conservar frente a los pretenciosos afanes del marketing y la dictadura del consumismo. Hay platos originarios pero también otros venidos de fuera integrados al contexto culinario local  y considerados por los consumidores como autóctonos y propios.
Desde el punto de vista tecnológico existe un estilo culinario piurano que guarda correspondencia con el medio ambiente y la geografía. Otro elemento fundamental son los productos utilizados en las preparaciones y los hábitos alimentarios. En Piura existe un ciclo cotidiano de comidas pero también una jerarquía propia de las comidas de fiesta y ocasión especial. Como en cualquier cocina con tradición los utensilios  originarios son variados. Sumemos a ellos procedimientos mecánicos, operaciones de fraccionamiento utilizadas y los procedimientos bioquímicos, destinados a la conservación de los alimentos. Las fórmulas del sabor  están reconcentradas en los condimentos que definen estilos y variantes. También las técnicas de cocción para cocer los alimentos así como las instalaciones necesarias. Piura tiene sus propios estilos culinarios, su magia y su misterio.

La  tradicional cocina piurana tiene su propia alfarería culinaria para la confección de ollas y tiestos. Nuestra cocina utiliza una gran variedad de  productos alimenticios producto de la pesca, la cría, la caza y la agricultura practicadas en los diversos pisos altitudinales del relieve piurano. El pescado procede de Paita, Sechura y Máncora. Los diversos valles surten los mercados y favorecen el intercambio de frutos deliciosos .En los corrales se crían porcinos, aves, pavos y patos. Junto a los bosques, vacunos  y caprinos que proveen de carne, leche y quesos. En la sierra fría predominan los vacunos y ovinos.
La cocina piurana reúne en su formación muchos aportes. En la costa la tradición culinaria de los pescadores prehispánicos. En los valles se asentó una cocina mestiza que también incorporó rasgos de la cocina africana. Los grandes hacendados introdujeron y conservaron modos y costumbres europeos bien documentados en los recetarios familiares con  exóticas preparaciones francesas, alemanas y vienesas.

Los alimentos que consumen los piuranos son de origen vegetal y animal. Zapallos, sandías, sarandajas, frejol de palo, plátano de seda, camotes, chilenos, etc. Maíz para los tamales, el mote y la chicha de jora. Los temporales surten las despensas de granos y frutas. Dentro de los animales están el chancho que provee de manteca y carne tres veces al año. Están también los vacunos, caprinos y ovinos. En la cocina serrana los cuyes. Entre las aves no faltan gallinas, pavos y patos.  Entre los peces las especies son variadas: caballas, lisas, cabrillas, cabrillones, cachemas, congrios, tollos, guitarras, jureles, tramboyos. A los que se suman calamares, conchas, cangrejos y percebes.
En la Piura de ayer se consumían un promedio de tres a cuatro comidas diarias. Un desayuno copioso y una merienda liviana. Los dulces no se apreciaban como postre sino a media tarde. Y entre las bebidas calientes predomina el café y las aguas de vieja, yerbaluisa, anís, hoja de naranja y lanche. Entre las bebidas para acompañar el almuerzo estaba la chicha poco a poco desplazada por la cerveza. Los refrescos se estilan especialmente en el caluroso verano. Entre ellos la limonada y el refresco de tamarindo. La Cocina Piurana es un libro que urge reeditar por aquello de que en sus páginas se encuentran las raíces de su identidad.

viernes, 7 de julio de 2023

REPENSANDO EL FUTURO 39 AÑOS DESPUÉS

Por: Miguel Godos Curay

De los sesenta y dos  años de existencia de la Universidad Nacional de Piura creada por Ley 13531 el 3 de marzo de 1961. La Facultad de Ciencias Sociales y Educación,  creada el 26 de mayo de 1984, conmemora 39 años de actividad académica y formativa. En los aniversarios de bodas 39 años corresponden a las Bodas de Ágata. La  ágata es una variedad de cuarzo. Según los manuales  mineros “es una roca dura resistente a los reactivos químicos” Su nombre depende de su forma y  color predominante. La ágata azul es la más conocida y sus yacimientos se encuentran en los Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Argentina, India y Madagascar. Es muy cotizada entre los árabes pues se le considera una garantía mágica de la longevidad y la llevan incrustada en sus anillos. De modo que analógicamente podemos vislumbrar en esta propicia ocasión larga vida para nuestra facultad resistente a todas las formas de reactividad. Reactividad según el DRAE significa: “Que produce reacción”. En psicología “es la alteración del comportamiento o conducta de los sujetos cuando presumen son observados”.

La Facultad de Ciencias Sociales y Educación nació junto con la Facultad de Ciencias desde entonces ha experimentado un crecimiento vertiginoso con sus cinco escuelas: Escuela Profesional de Historia y Geografía, Escuela Profesional de Lengua y Literatura, Escuela Profesional de Educación Inicial, Escuela Profesional de Educación Primaria y la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación.

Tenemos la plena convicción que estos 39 años cumplidos son hitos de profundos cambios en nuestra forma de pensar y hacer. La mayor parte de los genios inteligentes se fueron en tiempo temprano. Descartes a los 53, Shakespeare a los 52, Montesquieu a los 66, Sócrates  a los 71, Vallejo a los 46, Valdelomar a los 31, Basadre a los 77, Valcarcel a los 96, Mariátegui a los 35 y Heraud a los 21 siendo una joven promesa.

Nuestro escenario natural es de profundos cambios. Hoy enfrentamos los impactos severos del cambio climático. Mientras contemplamos el cielo amenazados por las lluvias y las indefensas defensas en el cauce del río Piura. En Colombia se raciona el agua por la amenaza de la  sequía. Los responsables de las decisiones políticas en nuestra región buscan la salida al mar de este “rio loco” como llamaba al río Piura el geógrafo Gonzalo Reparaz. El año pasado vaciamos al océano el equivalente a cuatro veces la capacidad portante del reservorio de Poechos, reducida su capacidad  en un 46% lo que equivale a 404.8 millones de M3. Mil 619.2 millones de  metros cúbicos de agua fueron arrojados al mar. No tenemos reservorios  para almacenar agua a lo largo del cauce, ni un intento de evacuación delas aguas al desierto que permita expandir los algarrobales y hatos de cabras.

En Piura, dice López Albujar la cabra es la vaca del pobre. En el año 1962 Piura producía 6 mil litros de leche de cabra con las que su nutría a los niños de las familias pobres. En Belisario, en la margen izquierda de la carretera a Chiclayo aún se consume leche de cabra que preservan en botellas enterradas en la arena húmeda que las mantiene siempre frescas. El beneficio de un caprino provee de carne a una familia entera con carne deliciosa para el seco o  los piqueos. La leche en polvo Klim en lata llegó con la International Petroleum Company a Talara. Las natillas, quesillos y quesos –el postre piurano por excelencia- se elaboraban con leche de cabra. Considerada el mejor lácteo porque en  su composición química es la que mejor se aproxima a la leche materna. Piura se nutría de la leche de los hatos de cabras de Congorá.

Permítanme ahora una reflexión sobre el futuro. La formación que brinda las Facultad de Ciencias Sociales y Educación es una valiosa tarea académica sujeta perennemente a la innovación. Es también, al mismo tiempo, una tarea prospectiva, pues activa la capacidad inteligente de anticipar futuros. Este esfuerzo cognitivo no es casual requiere de la apropiación espacial de nuestro territorio. Piura, en efecto, no es un territorio pequeño. La Piura invertebrada necesita conectarse mejor con sus provincias de la sierra como Ayabaca, Huancabamba y Morropón. Hoy la energía eléctrica e incluso Internet llegan a los lugares distantes y apartados. La sierra es nuestro principal proveedor de granos y menestras. Pero el grueso de la producción se comercializa en Chiclayo en donde son mejores los precios.

Piura tiene una extensión de 35,892 km², que representan el 3,1 por ciento del territorio nacional. Para que tengan un referente comparativo. Israel tiene 22,145 km², El Salvador 21,041 km². Las potencialidades económicas de Piura son enormes. Algunas veces hemos escuchado decir que “Piura es la California del Perú. Es mejor reafirmar que Piura es en el norte del Perú el primer exportador  frutícola de uvas, mangos, arándanos, banano orgánico entre otros productos como el limón y el espárrago. Sólo en la producción frutícola superamos las 15 mil hectáreas.  En la minería destaca por la producción de hidrocarburos, minerales no metálicos como los fosfatos, calizas, diatomitas y salmueras. Junto a las salmueras hay depósitos de litio el oro del siglo XXI utilizado en la fabricación de baterías de los autos eléctricos.

Una de las actividades económicas florecientes en Piura son los negocios inmobiliarios que se enriquecen con la venta de departamentos de 60 mts2. Cuando apareció San José, los lotes eran de 400 metros y se podían dividir con el crecimiento de la familia. Las posteriores urbanizaciones y asentamientos humanos disponen de lotes de 160 a  200 metros. En donde el piurano habita con perro, gato y perico. Sechura, antes de la invasión oportunista de la Comunidad Santo Domingo de Olmos y Mórrope, hasta hace poco, podía colocar cien habitantes por kilómetro cuadrado. Sechura ha crecido económicamente. Que los trabajadores de la empresa Miskimayo hayan recibido de utilidades 17 sueldos correspondientes al año pasado es un referente de bonanza económica. Otro es observar con detenimiento qué hacen con el efectivo que ganan. Compran camionetas, edificaciones en zonas residenciales y otros migran a Chiclayo y Trujillo que resulta muy atractivos para crecer.

Por la expansión de estos negocios la usurpación mafiosa se apoderó del tablazo de Paita en lo que se proyectó el futuro Aeropuerto de Piura. Piura, que es más extensa que un estado conocido. Podríamos decir que es un país a decir de Luis Felipe Angell Lamas, Sofocleto: “en donde el sol nunca se devalúa, la chicha nunca se evapora, la amistad nunca se extingue y a sus mujeres nunca se les olvida”.

No hay razón para vivir en ciudades que se hacinan al borde de las pistas, se acumula la basura y se deteriora irresponsablemente sus servicios públicos. Piura, produce diariamente 400 toneladas de desperdicios que urge reciclar. Toda la hermosura del paisaje se desploma por el negligente abandono de desperdicios. Para que tengan un referente de su riqueza. El primer pozo petrolero se perforó en el Perú en 1863, cuatro años después que los EE.UU. Este pozo se encontraba en la localidad de Zorritos, jurisdicción entonces de la provincia de Paita, en los predios de la Hacienda Máncora  arrendada por don José de Lama. 160 años después de este hito se realiza el suministro de gas domiciliario en Piura. En Piura los saltos de progreso demoran pero llegan. Recuerdo con puntualidad que cuando se instalaron en Piura los comercios con escaleras eléctricas, piuranos y piuranas, subían y bajaban por las escaleras arrobados como si ascendieran al cielo.

Nuestra población estimada es de un millón 800 mil habitantes. De este total aproximadamente 534  mil 600  son la población escolar de Piura. 82 mil en educación inicial, 241 mil  en primaria, 151 mil en la secundaria, 43 mil en educación superior universitaria y no universitaria, 10 mil 300 en otras modalidades educativas y alrededor de 7 mil 300 en educación ocupacional no escolarizada. De modo que el desafío del futuro está en educar a los nuevos ciudadanos. Este proceso formativo no es un acontecimiento casual sino una aproximación conceptual a la realidad de naturaleza dialéctica. Es probable que miremos como el entorno influye en las personas. La universidad brinda un bienestar subjetivo a los jóvenes estudiantes.  Aún no tenemos una dimensión precisa de los impactos cognitivos y emocionales en las personas.

El espacio físico mantiene una relación interdependiente con la universidad y la escuela, la comunidad que habita el ambiente y los contextos en los cuáles se despliega y se asume el proceso de apropiación. 

Antes los símbolos distintivos en Piura eran el bicolor nacional, la  bandera blanca del chicherío y la bandera roja del frito en Chulucanas. Podría ser  la bandera de los comuneros de Chalaco que el 28 de enero de 1883 tomaron Piura  como afrenta a los abusos de los hacendados  que se apropiaban abusivamente de los territorios comunales. Refieren los testimonios orales y escritos que lo hicieron con la bandera roja de la Comuna de París. Hoy no hay  villorrio que no tenga bandera y símbolos perversamente caprichosos. Miren las Plazas de Armas con media docena de mástiles. La bandera de Paita, mi provincia, parece un símbolo del Islam. La de Talara es granate. Esta profusión de simbolismos podría entenderse como un afán de identidad. Pero también  como expresión profusa de un extravío de la identidad.

Es cierto, este vínculo se encuentra
mediado por significados socialmente elaborados que el entorno transmite a los individuos y que éstos lo interpretan y reelaboran en este proceso de apropiación espacial. Son los colectivos sociales lo que transmiten y enervan categorías representativas que forman parte de la percepción de sí mismo y los demás. En el caso nuestro las aulas universitarias son un espacio de encuentro de jóvenes de las diversas provincias, con sus propias aspiraciones y maneras de ser y hacer. Creo que deberíamos asomarnos a estas construcciones afectivas y cognoscitivas que enriquecen ese cúmulo de aspiraciones que son parte del futuro de una región. Son parte de su bienestar y su visión del mundo. Esta es una gran posibilidad  de lograr aprendizajes que permanezcan en lo estudiantes con el paso del tiempo y  les ayuden a ser una personas mejor preparadas.

Una de las claves para generar un aprendizaje efectivo y eficiente es el poder discernir qué conocimiento es el relevante dentro de un curso. De modo general podemos orientar  un plan de estudios y observar cuales son los aprendizajes esperados al final del curso. Discutimos y debatimos sobre las competencias en muchos casos, este  es un proceso ineludible de apropiación de la realidad.  Nuestra primera tarea es distinguir entre los contenidos relevantes y reforzar en mayor medida los contenidos de menor relevancia. De esta manera podremos tener un aprendizaje efectivo, eficiente y sobre todo, un aprendizaje que permanezca en el estudiante con el paso del tiempo y les ayude a ser mejores personas.

Hoy vivimos con mayor intensidad la heterogeneidad de los estudiantes producto de  su diversidad de origen, cultural, diferencias de capacidad, social, religiosa y económica. Su opción de género en muchos casos. Se trata de personas que forman su personalidad y la asumen. No podemos permanecer indiferentes a sus interacciones significativas y a su desarrollo social y emocional. Necesitamos una búsqueda esencial a partir de la apropiación de la realidad. Muchas vemos no entendemos que los alumnos se nutren más de nuestras actitudes personales que de los discursos en las aulas. Si somos ordenados los estudiantes también lo son. Si somos puntuales aprenden a ser puntuales. Maestros que leen tienen alumnos lectores.

Como al inicio de esta reflexión advierte Anthony Giddens el cambio impredecible es parte de nuestra realidad:Hoy algunas de las tendencias que se suponía harían la vida más segura y predecible para nosotros, incluido el progreso de la ciencia y la tecnología tienen el efecto contrario. Por ejemplo el cambio climático global y sus riesgos inherentes son probablemente producto de nuestra agresión al medio ambiente. Nos enfrentamos a situaciones de riesgo que nadie en la historia ha tenido que afrontar -el calentamiento global sólo es una de ellas- Muchos de los riesgos e incertidumbres nuevos nos afectan independientemente de donde vivamos y de lo privilegiados o marginados que seamos”.[1] En este nadar contra la corriente el mayor desafío es apropiarnos de nuestro espacio. Es parte de nuestra tarea inmediata sobre todo cuando los responsables de las grandes decisiones se solazan en el océano de su ignorancia. Como advierte Agustín de Hipona: El presente de los hechos pasados ​​es memoria, el presente de los hechos presentes es visión, el presente de los hechos futuros es esperanza.

 
[1] Giddens Anthony, UN MUNDO DESBOCADO Los efectos de la globalización en nuestras vidas, Editorial Taurus, junio 1999.