viernes, 31 de agosto de 2018

ROSA DE LIMA: MEMORIAL DEL AMOR A DIOS Y LA TERNURA

Cenotafio dedicado a la santa en el Convento de Santo Domingo ( Lima)

Por: Miguel Godos Curay

Rostro obtenido por los antropólogos forenses brasileños
Refiere Ricardo Palma en su tradición Los Gobiernos del Perú que “Un día que estaba el buen Dios dispuesto a prodigar mercedes, tuvo con El un coloquio Santa Rosa de Lima. Mi paisana, que al vuelo conoció la benévola disposición de ánimo del Señor, aprovechó  la coyuntura para pedirle gracias para ella (que harta tuvo con nacer predestinada para los altares) sino para su patria.” Entre los pedidos de la peruana santa los hubo sobre la benignidad de la tierra y el clima propicio para la agricultura. Como si fuera poco también pidió hiciera del Perú un país muy rico y abundante en producciones. Dios fue pródigo y a los tesoros de las minas sumó el guano y el salitre. No faltaron los pedidos  por la belleza de las mujeres de Lima y clara  inteligencia para los hombres.  Los pedidos eran enormes uno tras otro pues lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Y a fuer de pedigüeña la santa peruana soltó la siguiente petición:

Escultura policromada que representa a  Santa Rosa


“-¡Señor! ¡Señor!
-¡Cómo! ¿Qué? ¿Todavía quieres más?
-Sí, Señor. Dale a mi patria un buen gobierno.
Aquí, amoscado el buen Dios, le volvió la espalda diciendo:
-¡Rosita! ¿Rosita ¿Quieres irte a freír buñuelos?”

Isabel Flores de Oliva nació en Lima un 30 de abril de 1586 hija del puertorriqueño Gaspar Flores, arcabucero de la guardia virreinal  y la peruana María de Oliva. El matrimonio Flores de Oliva tuvo numerosa prole y procrearon trece vástagos. Tal era la situación de apremiante de la familia. Cuando Rosa tenía sólo doce años pidió su mano y asentimiento en promesa de matrimonio  Vicente Monte Venegas. Un mancebo díscolo y pretencioso. Rosa se opuso rotundamente y de nada sirvieron las promesas de reformar su vida practicando sacramentos y virtudes cristianas.

Rosa se dedicó a la vida doméstica con mucho más talante que un varón. No desmayaba cultivando la huerta, bordando, cosiendo  y dedicándose a los menesteres de la cocina y la repostería en donde demostró singular delicadeza,  todo para obtener algún dinero para el sostenimiento de la casa. Sus múltiples ocupaciones no fueron impedimento para su madurez intelectual, crecimiento espiritual y  fortalecer su vocación. No fue religiosa de convento de clausura, se hizo beata de la Orden Tercera de Santo Domingo, con el nombre de Rosa de Santa María.

Por la natural belleza de su rostro le llamaron Rosa  así en 1699 cuando el Papa Clemente IX revisaba los expedientes de la causa de beatificación una lluvia de fragantes pétalos cayó sobre el escritorio de su santidad. El 2 de febrero de 1699 se expidió el breve de beatificación. El 12 de abril de 1671 el papa Clemente X la proclamó santa a los 54 años de su muerte. Cuando en 1670 llegó al Callao una efigie “en bulto” de la santa hubo concentración popular nunca vista y  los devotos condujeron la imagen en procesión hasta Lima rechazando las mulas que enjaezadas había dispuesto el Virrey. La devoción  popular a Santa Rosa competía en América Meridional con la que se tributaba a Nuestra Señora de Guadalupe en México. La piedad y el misticismo de la santa fue motivo literario en composiciones poéticas y  representaciones en los atrios de las iglesias y corrales de comedias con inusitado éxito.

Una faceta extraordinaria y poco conocida de la santa es su incursión íntima en la poesía mística en la que refiere su itinerario de santidad. Todos estos escritos que ella  llamó: “Mercedes en la Escala Mística” y “Vestidos Religiosos” fueron editados al cumplirse 400 años de la santa  por la filóloga Rosa Carrasco Ligarda. El libro titulado “Santa Rosa de Lima: escritos de la santa limeña” revela una faceta profunda y extraordinaria. Algunos de sus biógrafos sostenían que era analfabeta, falsedad que queda desmentida con el manejo de las buenas letras y conocimiento de los textos sagrados. Rosa escribe y entrega lo que escribe a su confesor. Su factura es literariamente prístina y sonora. Los versos que finalmente registra son repetidos sonoramente en su mente y acompañan sus momentos sublimes de oración.

Algunos de los memorables escritos dicen:
“Llagado corazón el fuego del amor de Dios,
en cuya fragua se labró.
Solo sana quien lo labró con amor.
Enferma estoy de amor,
¡Oh fiebre que muero de ella!.
confortádme con flores,
cercádme con manzanas
que desfallezco de amor”

“Oh dulce martirio,
que con arpón de fuego me ha herido.
Corazón herido, con dardo de amor divino,
Dad  voces por quién lo hirió,
purifica mi corazón.
Recibe centella de amor,
para amar a su Creador (…)
y temor santo, amor puro,
la vida es cruz.
!Oh dichosa unión¡
!abrazo estrecho con Dios.

“Aquí padece el alma una impaciencia santa.
Corazón lleno del divino amor,
escribe fuera de sí.
Corazón traspasado con rayo de amor de Dios,
corazón herido con flecha de amor divino.
hallé al que ama ni anima, tendrele y no lo dejaré.

“Confieso con toda verdad en presencia de Dios –
que todas las mercedes que he escrito así en los cuadernos
como esculpidas o retratadas en estos dos papeles
 – ni las he visto ni leído – en libro alguno,
sólo sí obradas en esta pecadora
de la poderosa mano del Señor
– en cuyo libro leo, que es sabiduría eterna
 – quien confunde a los soberbios
– y ensalza a los humildes”

El 30 abril de 1669, fue declarada oficialmente patrona de Lima y el Perú. Al año siguiente (1670) es nombrada patrona del Nuevo Mundo y Filipinas. Llegada la noticia a Lima, se celebran fiestas en agosto de 1671. El polígrafo don Peralta Barnuevo da cuenta de  ellas en su poema heroico Lima fundada:

“Al de Borja esplendor más refulgente,
a la más bella del Olimpo Rosa,
fiestas le veo hacer, que en sus honores
otros milagros son de sus fulgores”.

Santa Rosa fue también motivo de inspiración en poetas y escritores peruanos e indianos. En 1711 apareció en Madrid (España) el poema  dedicado a Santa Rosa de Lima por don Luis Antonio de Oviedo y Herrera, Conde de la Granja,es extenso y enriquecido con la enumeración de una serie de acontecimientos históricos de la época. Como señala Ricardo Palma. “Puro en la expresión, galano en la idea, luminoso y claro en la narración, el cantor de Santa Rosa refleja en su obra aquella transparencia que caracteriza el arte  espiritualista, y que señala en literatura el predominio del espíritu sobre la materia”

“Gaspar Flores, María de la Oliva,
Fueron projenitores de la Rosa,
Para que hasta la línea productiva
Fuese en los apellidos misteriosa;
Humilde fue su calidad nativa,
Pero aunque humilde, honesta y decorosa,
Debiendo al cielo en una Rosa bella,
El bien de no tener más bienes que ella.

Murió de tuberculosis una enfermedad bacteriana probablemente adquirida en su generosa y caritativa entrega a pobres y enfermos un 24 de agosto de 1627, festividad de San Bartolomé tal como lo había profetizado. Sus exequias fueron apoteósicas y provocaron un desborde popular en la Lima del siglo XVII.El  Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal tras exhaustivos estudios en  agosto del 2015 realizó con modernos procedimientos la reconstrucción facial de la santa en donde es posible apreciar la vivacidad y candorosa belleza de la rosa más hermosa y fragante del Perú y América.


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