Por: Miguel Godos
Curay
Universidad Nacional
de Piura
Universidad Nacional de Piura inundada por las aguas del Río Piura. |
Hoy
estuve en la UNP. Las aguas del Río Piura descendieron. Pero el lodo espeso cubre el campus por
encima de la rodilla. Las facultades de Economía, Contabilidad, Administración,
Ingeniería Civil y Arquitectura están seriamente afectadas. Agua hay al
interior del Instituto de Cultura y el Auditorio Central. El río como un
torrente desbocado ingresó por las compuertas la noche de su máxima descarga de
3. 458 metros cúbicos por segundo. Los gaviones
de la vía alterna en construcción, resistieron macizas. Pero el río
impetuoso ingresó como si se hubiese vaciado una cisterna gigantesca de chicha.
Como un estudiante enloquecido recorrió
todas las aulas, bibliotecas, oficinas, servicios higiénicos, decanatos y los
inundó dejando su huella de sedimento resbaloso.
Al
interior de las oficinas computadoras y estantes están en el suelo. Las aguas
del río se apoderaron del auditorio central y del Instituto de Cultura como si
quisieran aprender a bailar tondero. Las huellas del perjuicio están al filo de la escalera.
Janet Alcántara acongojada me confirmó que los equipos entregados por
Procalidad están bajo el agua. La biblioteca se mantiene en pie de milagro. EL
CIT , el Centro de Informática y Telecomunicaciones, está herido de muerte. En
la Residencia Universitaria el agua superó el metro. Las
aulas de la Facultad de Derecho están copadas de lodo. El lodo es el amo y señor de este carnaval
infame.
El auditorio de derecho fue un rincón de paso
de este cauce desbocado. Sólo la Facultad de Ingeniería de Minas, sus
Laboratorios y la Capilla Universitaria se mantienen en pie. Muchos añejos
algarrobos no resistieron el embate y
están en tierra. Pero el Campus esta verde. Felices los Nim coposos.
Este río veleidoso al que se le ocurrió hacer curso de verano. Nos ha dado de
alma y en el suelo. Tiene cara de tonto pero no lo es. Es más pendejo de lo que
imaginábamos. Tras la debacle no queda sino limpiar ese limo espeso que
cubre lo que nos costó tanto esfuerzo.
Si fuera negocio vender lodo nos haríamos millonarios. La tarea es titánica
pero no imposible. Requiere coraje.
Requiere brazos y energía humana. Requiere alma, corazón y vida como
diría el bardo Adrián Flores Albán. Esta
universidad de 56 años tiene enormes ganas de vivir y de servir.
La
universidad es espacio físico de encuentro, el alma de la universidad esencial
somos todos. Los que gobiernan, los que enseñan, los que ahí trabajan
y los que ahí aprenden incubando
sueños. Construyendo con su garra intelectual el pensamiento. Una universidad
en la diversidad nos hace distintos. Una universidad con enormes desafíos tiene
nombre propio. La cuota de vida que se nos desliza por ahí no tiene precio. No
seamos mezquinos hay que levantarla, lavarle la cara, demostrar que el mejor de
los afectos es la lealtad pura. ¡FUERZA UNP: FIRMES Y UNIDOS SIEMPRE DE PIE!
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