Por: Miguel Godos Curay
Las
ferias del libro son un espontáneo y valioso estímulo para la cultura, el arte
y la creatividad. Este es el mérito de la feria “Somos libros leámoslos siempre”
realizada por la Municipalidad de 26 de Octubre el pasado 27 y 28 de octubre. Esta
primera experiencia resultó un concurrido encuentro de escritores y su
producción editorial. Hubo libros al alcance de todos los bolsillos, genuinos
ejemplares de colección y obras de lectura obligada para quienes se adentran en
un conocimiento sistemático de la cultura piurana. Fehacientemente quedó
demostrado Piura, no es ajeno a los libros. A pesar de los pesares la actividad
editorial no se detuvo en tiempos de pandemia.
Los
libros, tienen contados lectores pero son muchos los que los buscan para
conjurar su soledad. Otros se deleitan con tópicos variados y satisfacen su interés
por las buenas letras, la narrativa, el conocimiento e ideas abundantes para
emprender y ocupar su tiempo. Los libros como productos culturales atraen a
grandes y chicos, a viejos y jóvenes. Abundan entre ellos los que se pertrechan
de material de lectura porque la televisión e Internet no motivan
cautivadoramente su interés y atención.
Las
ediciones populares son accesibles. Libros hay para todos los bolsillos. El
editor Houdini Guerrero de Sietevientos demostró que la producción local no es
escasa, Piura si tiene lectores. Houdini es un gestor incansable. No hay rincón
de Piura que no visite promoviendo la lectura. Tan presto está en Piura como al
día siguiente en Morropón, en Chiclayo o en algún villorrio de Sullana. Houdini,
nombre de mago y extraordinarias habilidades intelectuales abre
desinteresadamente surcos literarios en los lugares que visita. Sietevientos, su
editorial, es también el atributo poderoso del San Pedro de siete aristas, cactus
de las alturas cargado de mescalina combustible para los vuelos chamánicos en
las cósmicas lagunas de Las Huaringas.
En
la feria no faltó la presencia de
escritoras y poetas con producción edita. Destacan entre ellas: Libertad Orozco
Zapata, Jany Chira Valdiviezo, Silvia Mendoza Gálvez, Lilian Hougthon Hidalgo,
María Vásquez Vélez, Liset Noelia Mendieta Leiva, Carina Rivera Carrasco, Yolanda
Alvarado Choquehuanca, Elizabeth Carrasco Rivera que hicieron conocer su
producción literaria. Los que disfrutan con las historietas encontraron las ediciones
de Luscor, Luis Córdova Rumiche, primicias gráficas sobre la vida de Grau y la
narrativa local.
Coloridos
formatos deslumbran a los lectores. Los concurrentes a la feria disfrutaron de
las presentaciones de Sigifredo Burneo Sánchez, Rafael Gutarra Luján, Miguel
Godos Curay, Houdini Guerrero Torres, Jaime Rosillo, Javier Vílchez Juárez, Jonathan Gonzáles
Córdova, José Lalupú Valladolid, Jack Soto Cresto, Alexis Paiba Benites, Paúl
Cardoza Nizama, Adolfo Flores Facundo y Walter Pintado Pasapera. No faltaron libros
de temas históricos, economía, agricultura, demografía y otros estudios
sociales producto de la actividad académica universitaria.
Las
ferias son decisión y buena voluntad, a lo que se suma como un vivo impulso la
publicidad de los medios. Esta propuesta municipal demuestra que la cultura
permite devolver la confianza a los gestores promotores del teatro, cultivo de
la música, organización de conferencias, animan a los artistas y organizan a
las madres de familia. Realmente, en este océano de indiferencia, se puede
contar con los dedos de la mano a los gobiernos locales y regionales que
apuestan por la cultura y los libros. La cultura, no olvidemos, es un
territorio firme para el civismo y la educación popular.
Editar
libros es una contribución abierta al fomento de la lectura. Leer es un placer
inequívoco. Personalmente, nos satisface hablar sobre lo que escribimos, nos cautivan
los deslumbrados auditorios después de las extenuantes clases virtuales. El “face
to face”, el cara a cara, es irremplazable cuando se comparten conocimientos y
experiencias. Es una especie de reencuentro humano comunicativo y motivador. Por
eso, ojalá surjan más iniciativas como esta. Arrinconar la modorra y el mal
gusto es una insuperable obligación.
Las
ferias del libro son un espacio de promoción de la lectura y encuentro de
lectores, en donde se confiere valor a las creaciones literarias y al
conocimiento que aportan los libros. Lima este año fue sede de cuatro ferias
“Surco sobre letras 2021” en el Parque de la Amistad de Surco. Otra fue la “42°
versión de la Feria del Libro Ricardo Palma” organizada por la Cámara Peruana
de Libro y la Municipalidad de Miraflores y se realiza en el Parque Kennedy. El Parque de la Exposición fue escenario de la
“Sexta Feria Metropolitana de Libro Lima-Lee”. En la sede de la Alianza
Francesa de Miraflores se realizó la Cuarta edición de “La Independiente: Feria
de editoriales peruanas” pone a disposición de los lectores a autores peruanos.
Prioridad
en una feria es el acceso al libro y la formación de lectores y promotores de
lectura para fomentar el desarrollo personal y comunitario. Culturalmente
prestigian a las ciudades donde se realizan y congregan a los autores y
editores. Educativamente, fomentan la
lectura dentro y fuera de la escuela. Una de las más grandes es la Feria
Internacional del Libro de Bogotá que reúne expositores de la industria editorial
de Iberoamérica y todo el mundo. La feria se realiza anualmente en Bogotá,
capital de Colombia. Este año se presentó una versión virtual de la feria pero
el ánimo de los editores y los lectores se mantiene a tope.
1 comentario:
Excelente artículo.
Publicar un comentario