jueves, 24 de septiembre de 2020

BENDITA MADRE DE LAS MERCEDES


 

Por: Miguel Godos Curay

Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre,  todo lo puedes
Desde lejos venimos a tu santuario
con el corazón a ti agradecido
por darnos la salud, el pez y el pan
para alimentar a todos tus hijos.
Madre hermosa, siempre bendita,
eres cimiento de nuestra creencia
bálsamo divino, alivias los pesares
en nuestra azarosa, dura existencia.
Tú eres remedio para todos los males
Madre no desoigas nuestros ruegos
y abrir henchidos nuestros pechos
entregarte el latido de los corazones
Madre, siempre amorosa, eres consuelo
en el dolor y   necesidad de tu pueblo.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes
El pueblo peregrino clama tu nombre
con fervor las madres te invocan
en la soledad más dura de la noche,
perdona nuestras faltas sin reproche.
Eres la estrella siempre luminosa
que guía con su luz a su pueblo
nuestros ojos en tu mirada se detienen.
Madre bendita a tus pies estos ruegos:
Por los que sufren en su lecho el mal
por las madres que lloran de dolor
por lo que entregan su vida por los demás.
Los pobres ante ti se postran, madre,
tú los acoges con los brazos abiertos,
Santa María, fe y esperanza nuestra.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes
Desde las alturas hemos venido
para ofrendar nuestra presencia
todos los caminos recorrimos sólo
por contemplarte madre nuestra.
Madre, invocamos con amor tu nombre
nuestra fatiga torna en alegrías
y los pies cansados no se detienen
por pisar tu casa en este tu día.
Paita, tu puerto colorido, viste de fiesta
la madre es regocijo, pan de cada día.
Bendición que nutre de amor el alma
consuelo que resana viejas heridas.
Aquí estamos con los ojos humedecidos
Madre perdona el humano extravío.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes
En la mar botes y remos se levantan
a tu paso entre las espumosas olas
las redes llenas de plateados peces
para el hambre de los que nada tienen
No nos falte tu compañía tierna Madre
eres la única, amorosa y viva esperanza
nos mantienes en pie en la dura jornada
En cada gesto humano está tu mirada
de diligente Madre, pura y abnegada,
Así te sentimos junto a las redes
entre la brisa fría y la noche insomne
ya asoman entre la bruma, luces de Paita
y se siente en el latido tu amor enorme.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Con chicha fresca aliviamos la sed
trajinantes en el silencio de la noche
recorren los caminos, en jornadas
para encontrar tu mirada Mercedes.
Los brazos acogedores en par abiertos
para entregar la ofrenda de su amor
a manos llenas de esperanza matinal.
Septiembre a la divina estrella evocas
estar siempre contigo Madre hermosa.
Zarcillos de sol adornan tu rostro
tus sienes coronadas, siempre reina
los coros angelicales ya anuncian
a tu hijo Jesús como en Canán presente
Madre preciosa, Dios uno y trino
en la esencia de su amor contemplan
la maravilla de esta sabia creación.
Tu acompañas siempre a los humildes
a los sabios nutres con inteligencia
para perseverar en buscar la ciencia
sin arrogancia, sin temor, la diligencia
de encontrar remedio a nuestras penas.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Los niños antes de dormir te invocan
angelical tu compañía en las cunas
de los pobres estás ahí presente.
Tu das aliento y ánimo potente
a las madres que con inocente hijo
son inducidas a profanar sus entrañas
No las dejes en soledad nunca madre
en ese silencio que desgarra la vida
y destroza brutal el fruto del vientre.
No más la contabilidad de la muerte
de la planificación para el retrete.
Educa el corazón con sus latidos
la oxitocina, afina gentil,  la pureza
ilumina de esperanza  los sentidos.
Protege a las niñas madres y a las
a las madres-niñas dulce Mercedes.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Las madres en su soledad te claman
las abuelas con sus sienes de plata
juntan sus manos en oración contrita
por sus hijos, conjurando los olvidos.
Y los abuelos tristes en el rincón
simulando recuerdos desaparecidos
decorando con el  maquillaje perdón
el silencio que afina los sentidos.
No hay lágrimas, ¿por qué llorar?
monologa el silencio en la noche fría
otro día se asoma y estás ahí
insuflando esperanza en cada día.
Guía mis manos temblorosas madre
nada escape de las arrugadas manos
ni el libro tiemble en este esfuerzo
por releer la historia que aún recuerdo.
Madre de los abuelitos solos y afligidos
cierro los ojos para contemplarte
y pedirte con los recados del corazón
el día que me vaya este presente
para consolar al que llora al ausente.
No permitas que terrible, la tristeza,
llene los serones, de dolor y angustia,
tu sonrisa de madre siempre alivia
en tu presencia todos los corazones.
 
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Patrona de las Armas del Perú
preserva nuestra libertad del yugo
de la ignorancia y la vil desvergüenza
de servirse a sí mismos, cruel abuso,
y al pueblo sin reparo, la imprudencia.
Danos gobernantes sabios y humildes
no los que en la ebriedad del poder
se enriquecen y la rapacidad festinan.
La mentira gobierna la nación, inquina,
la patria se detiene, la perdición y
el descaro, el perjurio, en la esquina.
Imploramos a María Madre protectora
como en los tiempos dolorosos en
los que nos desgarró, cruel guerra
nos diste coraje y fuerza para combatir.
Líbranos de las pesadas cadenas,
la hedonista esclavitud del consumo
la irracional presunción de la vanidad
de la ignorancia,  del que gobierna
inclinando la balanza de la injusticia.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Cuida a los que se forman en las aulas
la sabiduría anide en sus conciencias
la libertad don precioso entiendan,
preserven con virtud en sus tareas.
Eleva en los que enseñan la sinceridad
nunca la mentira y la superficialidad
la falsedad del compromiso social
enervando el egoísmo y la impaciencia.
Sabia y noble es la virtud, la entrega
por causas justas, siempre con verdad.
Enseñe el sabio si realmente sabe
el equívoco falaz es un sin sentido
sin norte, sin patria, sin ético cometido,
Abundante es la inmundicia sin verdad
guía Madre nuestra mente con justicia
brille siempre el esplendor de la verdad
para actuar siempre con prudencia,
sin menoscabo de luz, la inteligencia.
Inunda de nobleza y de legtimidad,
de respeto en un clima de libertad
las lecciones en el aula de la verdad.
Lobos rapaces amenazan la universidad
sin un ápice de ética sucumbe el deber
gobierna la injusticia y la indigencia.
Defiéndenos en esta crucial y dura hora
con el don de la sabiduría y la sinceridad.
No temamos hablar siempre con la verdad
reconociendo los yerros, enmendando,
el rumbo conduciendo la nave a puerto.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
El Perú en la turbia tiniebla te necesita
gobernantes justos y prudentes para
superar los atascos de la indecisión
y la humana mediocridad legislativa.
Enséñanos a elegir entre los buenos
no entre los malos, siempre peores,
que al foso del abismo al Perú sumen.
Madre del buen consejo, guía de virtud,
protégenos frente a las calamidades.
Madre amada intercede por el Perú
Treinta y dos millones de peruanos
a tu oído justicia y esperanza claman
oye Madre las peticiones de la patria.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Nuestros hijos a tus pies entregamos
protégelos de todas las asechanzas
de la ingratitud que anida en el olvido.
No abandonen, fecunda semilla familiar
son hoy los desatendidos abuelos.
Plenos de consejos, humana sabiduría
para conjurar el olvido y los desvelos.
Un libro abierto que habla es el abuelo
un manual de recetas la vieja abuela
con ella, delicias son, frutos de la tierra
sopas calientes sus manos multiplican,
tamales verdes y tortillas con queso
para saciar el hambre Madre buena.
Protege a todos los abuelos Mercedes
junto al lecho de dolor brinda consuelo
y salud con tu infinita bendición.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Resuenan los clarines de la gloria
Mariscala de los ejércitos de la patria
protege a los valerosos soldados
en la costa, en la sierra y en la selva
luchan llevando progreso a olvidados
pueblos, en tiempos de paz y entrega.
Nunca el abuso y tiranía en los cuarteles
dignidad y respeto, son personas,
los soldados de la patria no son plomo
son peruanos como tú servicio puro
No profanen su más noble esfuerzo.
Tus andas argentinas ellos conducen
con orgullo y nobleza Madre nuestra.
La libertad conquistada es el logro
inspiración en valerosos patriotas
la libertad de la patria tiene tu nombre.
Mercedes, divino, milagroso escapulario,
en la lucha feral la gloria alcanzas
la imperecedera es gloria y ofrenda
de gratitud amorosa Madre tu ofrenda.
 
Madre nuestra de las Mercedes
Bendita Madre, todo lo puedes.
Esta ofrenda de amor lleva tu nombre
es un canto alegre, del corazón nace
para ti siempre fervoroso y agradecido.
Mercedes divina no nos abandones
en la hora de partir hacia la muerte
resignados a los designios de Dios
tu regazo de amor, siempre, fortalece.
Acoge nuestras cenizas polvo de tierra
las entregamos a ti providente aurora
la luna de Paita candorosa te acompaña
en procesión eterna por los cielos
son cirios encendidos las estrellas
en la noche porteña constelada
cierro los ojos, en el recuerdo,
contemplo tus brazos siempre abiertos,
Madre, un tajo siempre vivo en tu cuello
duele el blasfemo sablazo del pirata.
Reina de los ángeles, querubines y serafines
tronos y potestades, corean tu nombre,
coros angélicos loor a tu inmensa gloria.
¡Bendita siempre bendita María Mercedes!.

Paita, 24 de Septiembre del 2020.

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