jueves, 22 de octubre de 2009

¡BIENVENIDO PERUANO HONORARIO A ESTA TIERRA!


Por: Miguel Godos Curay
Mientras en el norte con el calor del sol piurano y peruano el presidente Alan García afianzó la integración y llamó al presidente Rafael Correa, “peruano honorario”. Al sur, Chile prosigue con la Operación Salitre. Un simulacro de un posible berrinche al dictamen final de la Corte de la Haya. El presidente García fue puntual en señalar que el Perú apuesta por una paz duradera sin compra de armas. Nos faltan recursos para construir escuelas, universidades, hospitales y crear trabajo. Desde que surgió UNASUR –puntualizó García- hemos comprado 23 mil millones de dólares en armas y si eso no se detiene está calculado comprar 35 mil millones de dólares. La desaforada carrera armamentista no tiene límites. Según la agencia DPA Chile ha gastado 2 mil millones de dólares en armas. El cuantioso arsenal incluye tanques, cazabombarderos y cañones. Entre los vendedores figuran Alemania, Francia, Holanda, Israel y Estados Unidos.

Las relaciones bilaterales entre Perú y Ecuador se encuentran en su mejor momento y las demoras en la ejecución de proyectos como el Puyango Tumbes se deben a la coyuntura económica mundial. Puyango Tumbes permitirá ampliar la frontera agrícola en 42 mil hectáreas que beneficiarán ambos países. El proyecto, culminados los estudios, se ejecutará el próximo año. En comercio, turismo y buena vecindad estamos óptimos.

Otros aspectos que tienen que reforzarse son las facilidades de tránsito y las dificultades creadas en los puntos de control fronterizo que dificultan el desplazamiento de personas y el pequeño comercio el que los controles aduaneros han convertido en un negocio pingüe pese a los esfuerzos a favor de la eliminación de trabas arancelarias. Casi siempre son afectados pequeños comerciantes que ignoran los beneficios de los nuevos acuerdos comerciales. Es vergonzoso el espectáculo grosero de aduaneros incautando chucherías, sábanas y golosinas en la frontera nacional. En donde la coima es una práctica descarada. Igualmente en el otro lado persiste aún el control militar de los peruanos que acceden al territorio ecuatoriano. Complicando lo que la diplomacia ha resuelto hace mucho tiempo.

La asimetría económica permite que muchos ecuatorianos puedan comprar más con sus dólares en el Perú y bienvenidos sean. Igual acontece cuando un peruano busca algunos repuestos al otro lado de la frontera. Una medida desatinada resulta en algunos casos la incautación de mapas y algunas revistas por estos controles fronterizos hoy tan innecesarios. En la frontera el control debe apuntar al narcotráfico o al ingreso de municiones robadas a las fuerzas armadas que abastecen a la FARC. Lo que se produce actualmente

Hasta hace poco resultaba una saludable práctica la presencia de estudiantes ecuatorianos en el Perú y peruanos en Ecuador. Una opción integradora que debe alentarse y favorecerse. Hoy por la falta de facilidades no se le otorga importancia a esta buena medida que debe permitir que cimentemos la integración con un propósito común por el desarrollo.

La cumbre en Piura también sirvió para que en un acto de gratitud y con la presencia de diplomáticos de ambos países se inaugurara en Paita el monumento a Manuelita Sáenz, la patriota quiteña que escogió a Paita como su exilio. Doña Manola llamada por Bolívar “La Libertadora del Libertador” se confundió con las paiteñas, fue cofrade de la Merced a quien regaló el Niño (“Quitiño”) que nuestra señora lucía a sus pies. Como si fuera poco tenía un parvulario para enseñar los rudimentos de la lengua y la aritmética a los hijos de los pescadores porteños. Fue comadre de Tadea Castillo, “la Morito”, la comadrona cuando nació Grau. Según refiere Thorondike el niño Grau también frecuentó su casa ganado por la curiosidad que despertaba esta mujer que con fervor refería las epopeyas de Bolívar. Ahí murió un 23 de noviembre de 1856. Sus cenizas están en Paita y son como una semilla cuyo fruto precioso es la integración de Perú y Ecuador.

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