Presentación del libro Mundos Partidos de Mary Vásquez, en el Club Grau (07.03.2019) |
Universidad
Nacional de Piura
Advierte el crítico Ricardo
González Vigil en su libro “Poetas peruanas de antología” que se dice atleta y
no atletisa; gimansta, y no gimnatisa. Una de esas palabras resistentes a la
determinación del género es “poeta” que
incluye a mujeres y hombres y aunque el Diccionario de la Lengua Española
de Real Academia Española registra
“poetisa” para el género femenino resulta contundente emplear la palabra poeta
cuya íntima connotación significativa es “creador” y “hacedor”.
Ya en el siglo XIX el
término “poetisa” se usó de manera peyorativa en los cafés literarios y con
propósito descarado de burla y escarnio para aludir a aquellas mujeres cursis que escribían poesía
melosa. En Lima adquirió dimensiones
tremebundas la ridiculización ofensiva perpetrada por Alberto Guillén contra la
poeta Magda Portal, pese a que se autoproclamaba innovador y vanguardista. En
efecto, en
los Juegos Florales organizados por los estudiantes de la Universidad de San
Marcos en 1923 que ganó Alberto Guillén.
Por su calidad literaria y por ser la única mujer en la contienda el jurado
estimó conveniente otorgar un premio
extraordinario a Magda Portal.
Guillén presa de un rapto de
procaz vanidad y egolatría no soportó que se dijera de Magda Portal que estaba
a la altura de Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral.
Tampoco admitió la decisión del Jurado para otorgar un premio de excepción a
una mujer que competía con los poetas hombres a postrimerías de 1923 e inicios
de 1924.
Cumplidas estas aclaraciones
paso a abordar a vísperas del Día Internacional de la Mujer, el libro “Mundos
Partidos” de la poeta María de Jesús Vásquez Vélez. Confieso que el mismo
nombre del libro provoca profundas cavilaciones: Mundos partidos. Me recuerda
ese rito cotidiano de cortar por la mitad una manzana. Algo así como asomarse a un mundo dividido en dos
partes. Confieso que Piura mismo encaja en esta división.
En días pasados con los
diarios en la mano comentábamos con estudiantes de la universidad que esta
división es real y no aparente. Así por ejemplo existe un carnaval de blancos celebrado
en Colán y un carnaval de indios, de cholos o de cobrizos en Bernal, La Unión y
Sechura. Este mundo dividido se perpetúa en las colas de un hospital del Minsa
y la comodidad de una clínica privada. El
mundo partido existe a todo nivel. Una es la educación de los establecimientos
públicos y otra la educación en los privados. El mundo partido tiene singulares
matices para los chamanes y curanderos de Huancabamba. Como en las sociedades
andinas prevalece el “hurin” lo bajo y el “hanan” lo alto. El mundo partido reconoce
en el Perú dos tipos polarizados de aficionados al fútbol. Los de la U cremas y
los de la Alianza Lima, negros retintos.
Un escritor tan nuestro y poco leído como Miguel Gutiérrez Correa,
profundo conocedor de la vida piurana, admite que la Piura del siglo XX dividía
el mundo entre los señores de la hacienda y los cholos y mestizos claramente caracterizados
en el linaje de los Villar protagonistas de la novela La Violencia del Tiempo.
Nuevamente mundos partidos. En Piura, advierte el escritor, están presentes aún
las odiosas jerarquías de la semifeudalidad rural. Es la misma sensación que
provoca hoy en unos y otros el nuevo gobernador regional que no encaja ni por
angas ni por mangas con la sucesión de los Atkins y los Hilbck. En el desaparecido internado del San Miguel
los piuranos nos distinguíamos, entre costeños y serranos, por el modo de
hablar. Hoy no. Pese a que la radio satelital nos aplanó a todos. Teníamos
patentes las diferencias del mundo partido. A unos les agradaban las tortillas
de trigo con queso y a los otros las caballas saladas.
Mundos Partidos, de Mary
Vásquez, siendo un libro de poesía con 61 poemas tiene un nombre reflexivo y
provocador. Pensamos con legitimidad y con justicia que es un homenaje al Día
Internacional de la Mujer.
Una lectura prolija del poemario
permite el hallazgo de significaciones intensas y profundas en sus versos. Los
motivos que aparecen en cada uno de sus poemas tienen una intensa apelación
humana. En Mundos Partidos, el poema que abre el libro emerge una soledad que
no es solamente falta de compañía. Sino una soledad desgarrada y como dice la
poeta: “Siento la soledad de tu lejanía”. Es una soledad de cuatro paredes,
soledad de las noches insomnes, soledad existencial insoportable, soledad
poblada de silencios, soledad que destruye puentes. La soledad es un motivo
patente en estos versos. Acompañan al motivo de la soledad tópicos como el
paisaje del desierto, despoblado pero en el que reverberan espejismos, otro es
el silencio un tópico esplendido en la letras castellanas. No olvido la
magistral clase del profesor y poeta José Ramón de Dolarea en la Universidad de
Piura para hablarnos del silencio. Neruda dice en el poema XV: “Me gustas
cuando callas porque estás como ausente,/y me oyes desde lejos, y mi voz no te
toca./Parece que los ojos se te hubieran volado/y parece que un beso te cerrara
la boca”.
Rabindranath Tagore, el
excelso poeta de la India dirá: “Llena mi corazón con tu silencio y lo tendré
siempre conmigo”. Este es un silencio místico, silencio de Dios que se siente y
se transmite con el roce de las manos.
Otro es el silencio de Juan
Ramón Jiménez: Cállate, por Dios, que tú/ no vas a saber
decírmelo./Deja que abran todos mis / sueños y todos tus lirios./
Mi corazón oye bien/la letra de tu cariño. /El
agua lo va temblando/entre los juncos del río,/ lo va extendiendo la niebla,/lo
están meciendo los pinos/(y la luna opaca) y el/ corazón de tu destino.../¡No
apagues por dios, la llama/que arde dentro de mí mismo!/¡Cállate por dios, que
tú no vas a poder decírmelo!”
El silencio de Mary tiene un
estremecedor vigor de grito, una antinomia entre el sosiego y el clamor
ensordecedor y es por ello pleno e intenso.
Otros motivos que aparecen
en los poemas guardan un vínculo abierto con el amor apasionado a decir de su
autora “que me enloquece y me convierten en hoguera de lujuria”.
En otro de los
poemas dirá “te amo como ave de rapiña, te amo en la miseria, en la rabia.”
Hay
versos que por sí solos son un poema completo: “El engaño es una hebra de
cabello en tu camisa” El poema XI refuerza la cabalgata erótica en la que se
sumerge la poeta: “Esta distancia no me impide/ cabalgar tu cordillera, /
asirme fuerte de tus cabellos,/ entrar en tus pensamientos,/ ordenarte que
vuelvas / a explorar mi orificios”.
Este último verso de una
temperatura erótica incomparable nos recuerda una de las cartas del Libertador
Bolívar a Manuela Sáenz donde remataba la misiva con esta frase: “Manuela…beso
todos tus orificios”. Y como decía Juan José Vega esa sensualidad a borbotones
del Libertador emergía en las más perdurables de sus epístolas eróticas. Con
esta correspondencia erótica y amorosa sucede lo mismo que con las sonoras
proclamas patrióticas que aparecen en los textos escolares totalmente
dislocadas de la realidad. La mayor parte de las tropas libertarias
estaban conformadas por mesnadas de
indios, mestizos analfabetos y negros sumisos. Una proclama retórica no provocaría
efecto en estos escenarios en donde sólo surte efecto la lisura oronda y
lironda.
Hay audacia alucinada
en versos como el que dice: “Fuiste tú palomo de mirada lasciva / el que me
despertó a la vida.” O los “sordos
gritos de nuestra pasión agónica”, “Sacié la sed de mi desierto”. La mención al
desierto es reiterativa. “casas desiertas”. Igualmente la alusión a la sangre,
“sangre negra”. “ríos de sangre negra” A las murallas inaccesibles y a las
murallas derribadas. “El amor derrumbó mis murallas de piedra”. “El infortunio
de un solo golpe/ derribó las murallas de mi alma…” El simbolismo utilizado es
rico en significaciones y emociones. Esta es una distintiva del lenguaje
literario herramienta de la poeta.
Motivo según Wolfang
Kayser “es una situación típica que se repite; llena por tanto, de significado
humano”. Etimológicamente motivo es un derivado de “moveré” que es la fuerza
interior que emana de la poesía. En la lírica los motivos aluden a situaciones
significativas y trascendentes. En esencia se trata de vivencias del alma
humana que se prolongan en vibraciones intensas. El color que más aparece es el
negro. “Estos versos negros/ para ti amado ausente.” “A mi alrededor los lirios
negros repetían con horror: ¡Tus luceros son prisioneros dela noche! Hay
también alusiones a la fauna piurana: Chilalos, grillos, sapos y macanches.
Leit motiv, es el motivo que
se repite, el motivo dominante. Los tópicos
son esquemas de pensamiento y expresión
que a partir de los clásicos latinos penetran en las literaturas nacionales. Los tópicos de la poesía de Mary
Vásquez tienen una alusión simbólica reiterativa. Por ejemplo, “cierra la
herida de mi corazón sangrante,” “no hay agua que limpie esas heridas cuya
sangre vuelve a brotar como ríos”. “Al final de la dura batalla/ quedó libre mi
alma,/ ensangrentados los versos”. Son versos escritos con el alma por una
poeta dueña de una entrañable vocación literaria. A su producción narrativa suma la cantera recién
descubierta de la poesía. De sentimientos íntimos revelados y por ello intensos
y plenos. Saludamos este hallazgo. Si existe la identidad genética, el escribir
poesía le viene de la vena del poeta Alfonso Vásquez Arrieta, su padre,
defensor de causas justas e imposibles, idealista hasta el tuétano. Si él
hubiese estado aquí hubiese leído con aplomo esos versos del poema LVII Río
Piura: “Los muertos del dengue/fueron a ver a las autoridades,/ los encontraron
dormidos / en sus camas de laureles”. Me congratulo de haberme permitido la
autora hilvanar ideas en torno a su primer poemario. Me congratulo de estar
aquí esta noche a vísperas del Día Internacional de la Mujer. A todas ellas mi
homenaje. Muchas gracias.
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