Por: Miguel Godos Curay
Pablo de la Flor designado por Resolución Suprema 055-2017-PCM |
Entre las experiencias
históricas de reconstrucción de un país tras una debacle. Está la del Plan
Marshall o Programa de Recuperación de la Europa Occidental, emprendido por el
gobierno de los Estados Unidos, tras la Segunda Guerra Mundial. El plan duró cuatro años, desde 1948 hasta 1952. Y
significó levantar de sus escombros lo que quedó de Europa. La primera tarea: activar
la economía eliminando barreras comerciales, abierto impulso a la industria y
el empleo incentivando la productividad. Un total de 18 países se beneficiaron
del plan. Las ayudas económicas sumaron 13 mil millones de dólares.
Los japoneses han aprendido
también a convivir con desastres. La Agencia para la Reconstrucción en Japón
reedificó, con proverbial esfuerzo y disciplina, zonas devastadas tras un sismo
que desencadenó un tsunami el 11 de marzo de 2011. A lo que se sumó el
accidente nuclear de Fukushima, dejando 16 mil muertos y miles de damnificados
y desaparecidos. Según los registros del gobierno japonés 130 mil casas quedaron destruidas por el terremoto,
posteriormente un tsunami y luego el accidente en la planta (nuclear). El
escenario: 600 kilómetros seriamente afectados.
LA
LECCION DE JAPON
¿Qué hizo el gobierno? En
primer lugar, tras una exhaustiva evaluación, estableció un plan de diez años
para la reconstrucción de la zona
afectada. Los planificadores establecieron plazos claramente determinados. Cinco
años para el restablecimiento de servicios básicos y los cinco años restantes
para culminar los trabajos de reconstrucción. La inversión: 26.3 billones de
yenes (aproximadamente 302,713 millones de dólares). Un común denominador de
esta tarea titánica. Es la ética japonesa sustentada en el honor y su laboriosidad diaria extendida a 12 o 14
horas de trabajo efectivo.
Pese a la rigidez burocrática,
los funcionarios siguen al pie de la letra las normas escritas. El cumplimiento
de plazos es indefectible. La impuntualidad, las ampliaciones y postergaciones
son impensables. El Ministro de Agricultura Toshikatsu Matsuoka, interpelado
por el Parlamento, se suicidó horas después de recibir el citatorio. En el Perú
la interpelación congresal es un saludo a la bandera. Un deporte de la lengua y
el exceso verbal. Los oradores inteligentes son una especie extinta.
El proyecto de
reconstrucción contempló nuevas viviendas seguras para las familias afectadas,
subsidios especiales a los gobiernos locales y recursos suficientes para
atender el desastre de la planta nuclear Tokyo Electric Power Co Fukushima Nº 1.
La Agencia de Reconstrucción, creada por el gobierno tras la tragedia, es responsable de la tarea de reconstrucción, la
misma tiene una función temporal. En
caso de un nuevo desastre se crearía otra entidad.
¿Qué funciones cumplió la
Agencia de Reconstrucción del gobierno japonés? En primer
lugar coordinó la
acción de los diferentes ministerios evitando la duplicación de esfuerzos y
eventuales conflictos. También recoge la opinión de los damnificados y las
propuestas de las municipalidades para mejorar sus jurisdicciones.
El plan de ejecución la
agencia se centró en las siguientes acciones: 1) Ofrecer una alternativa
inmediata para que el afectado pueda volver a vivir bien; 2) la restauración de
los daños a la estructura pública; 3) la reconstrucción de casas y comunidades;
4) revitalizar la industria de las zonas afectadas activando la economía y 5)
revitalizar y reconstruir Fukushima.
ATENCION
A LA SALUD MENTAL UNA PRIORIDAD
Un aspecto prioritario de la
Agencia para la Reconstrucción fue la atención a la salud mental de los
damnificados sometidos a un desalojo prolongado. Se construyeron 53 mil
viviendas temporales y se alquilaron 70 mil para los momentos más críticos. La
tarea fue titánica. Se evacuó a 470 mil pobladores, se recogieron 29.3 millones
de toneladas de escombros en las zonas afectadas. Al esfuerzo del Estado se
suma la ejemplar disciplina cívica de los ciudadanos y vecinos.
Según los pobladores, tras
la tarea de reconstrucción, la mayor amenaza no es la radiación nuclear sino
los “rumores dañinos” que se repiten
de boca a oreja en las zonas afectadas. Rumor dañino es una ola interminable de
amenaza y desconcierto cuyo mejor antídoto es la información oportuna y el
contacto directo con los afectados. A este esfuerzo contribuyen los educadores,
comunicadores sociales y eventualmente artistas.
En las zonas afectadas los
impactos económicos son cuantiosos no sólo en pérdida de vidas humanas. La
producción pesquera cayó en un 65%, el turismo se desplomó en un 9.4%. La
economía quedó en el suelo. Zurcir el tejido social de la economía familiar demandó
oportuna atención de necesidades, estímulo a las iniciativas y logros.
Para generar confianza se
activaron los mecanismos de alerta temprana en previsión de nuevas tragedias.
Instituciones humanitarias y personas sensibles acogieron a los niños que perdieron
a sus padres y a su hogar. Como señala el monje budista Kimura Kouzen, responsable
del Centro de Servicios Infantiles y Familiares de la ciudad de Ishinomaki, la
verdadera reconstrucción no es la de los bienes materiales perdidos y ahora
reconstruidos.
El bien más preciado es la reconstrucción personal. La
normalidad material y psicológica que borra las cicatrices tras largos años.
Sanar el cuerpo requiere esfuerzo humano, sanar el alma es la búsqueda personal
de sí mismo.
¿CÓMO
RECONSTRUIR LA REGIÓN PIURA?
Una evaluación aproximada de
los daños causados por “El Niño Costero” hasta el momento suma pérdidas del
orden de los mil 179 millones de soles. Los mayores impactos están en el sector
salud, agro, viviendas, vías vecinales, escuelas y carreteras. En vías de transporte
272 millones, en agricultura 400 millones, en establecimientos de salud más de
7 millones, vías urbanas destrozadas 500 millones. En toda la región no hay
escuela que no haya sido afectada. El director regional de Transporte,
Jaime Saavedra, estimó que se necesitan aproximadamente 272 millones de soles
para rehabilitar las vías departamentales (52 millones), nacionales (60
millones) y vecinales (160 millones).
Mario Laberry, director
Regional de Agricultura de Piura, sostiene que la zona más afectada es el Bajo
Piura, en donde cerca de 5 mil hectáreas se han perdido completamente, siendo
el 90% de arroz y un 10% de algodón. Laberry, estimó pérdidas del
orden de los 200 millones de soles tras las lluvias e inundaciones.
Para el ex ministro de
Agricultura, Juan Manuel Benites, el principal problema económico post Niño es la
destrucción de las carreteras. Así no salen los productos agrícolas de las
chacras. Para Macroconsult, los daños a las áreas de cultivo por El Niño suman
243 millones de dólares, mientras que en canales de riego los daños llegan a
los 38 millones de dólares.
En Sechura las pérdidas superan los 70 a 90 millones de
dólares (297 millones de soles). La causa principal: la muerte de más del 90%
de producción de conchas de abanico a causa del calentamiento de las aguas. La
actividad acuícola es el soporte de la economía familiar en Sechura.
El comercio una floreciente
actividad en la zona aledaña a la margen izquierda del río Piura sufrió severos
impactos. Los doce Malls distribuidos a la largo de la faja costera, desde
Piura hasta Chimbote, mueven anualmente
3 mil millones de soles al año. La tarea de rehabilitación fue ardua. Las
cicatrices se han curado. Los escaparates redistribuidos evocan un pasado
mejor. En Piura, las ventas de los
minoristas decrecieron al 40% desde que empezaron las lluvias, según Ricardo
Álvarez, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura. Los
comerciantes del Anexo del Mercado Central, ya afectados por un incendio, han
tenido que soportar y resistir a la intemperie la temporada de lluvias.
Según el Presidente de
Agrobanco Richard Hale, 632 clientes con créditos comprometidos por 6,2
millones de soles se han visto seriamente afectados en cultivos de banano
orgánico, arroz, uva, ajo, olivo y cochinilla. El presidente de la Caja
Municipal de Sullana, Joel Siancas, advierte que los damnificados son mucho más
que las Pymes. Las pérdidas generan desempleo. Los sectores más afectados son
los que mueven la economía informal. Rímac Seguros y Pacífico Seguros, han
registrado siniestros a causa de lluvias y huaicos por cerca de 30 millones de
dólares. La Positiva Seguros ha desembolsado más de 237 mil soles, a través de
su seguro agrícola.
El Ministerio de Salud de
Perú (MINSA) realizó la declaratoria de Emergencia Sanitaria,en los
departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque, Cajamarca, La Libertad, Ancash y
Lima Provincias, En Piura los afectados por dengue superan los 10 mil. Los
muertos suman dieciseis con una desgarradora estadística de jóvenes, madres y
niños fallecidos. Los brotes y las
epizootias están a la orden del día. Malaria, dengue hemorrágico, leptospirosis
y el cólera amenazan las poblaciones producto de la descomunal acumulación de
basura que a duras penas se logra evacuar.
UNA
LECCION NO APRENDIDA
Según el CIPCA-Piura, desde
1899 hasta el 2017 se registraron 26
fenómenos El Niño. El denominado Niño costero es el vigésimo sexto. La realidad
revela con desencanto que no hemos aprendido nada de lo acontecido. Ninguna
autoridad, hasta el momento, ha podido dotar a la ciudad de un drenaje pluvial.
Tampoco hay reservorios suficientes para almacenar el agua de lluvia que
finalmente se va al mar que es el morir. Después de la abundancia de agua languidecemos
con las sequías.
EL
IMAGINARIO DE LA DESCONFIANZA
Los puentes desbordados por
las crecientes son parte del imaginario de la desconfianza y el temor de los
vecinos. El cauce estrangulado del Río Piura se ha poblado en sus márgenes de
grifos, venta de vehículos, vivanderas, floristas, estacionamientos y cevicheros
en la margen izquierda. En la derecha los cimientos de un hotel carcomidos por
la erosión, y nuevas zonas residenciales inundadas son un monumento a la negligencia.
La Ley de Recursos Hídricos
para el manejo de las cuencas de los ríos es terminante pero no se cumple.
La
Autoridad Nacional del Agua (ANA) organismo responsable de la planificación de
la cuenca de río, conforma los consejos para cada cuenca. Según la ley la ANA
tiene la potestad legal para que no se hagan edificaciones que alteren los
cursos de los ríos. El cauce estrangulado del Piura es una potencial amenaza de
alto riesgo. La autoridad tiene que intervenir en previsión de mayores impactos
cara al futuro.
El 3 de febrero se declaró
estado de emergencia a las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque. A la fecha según
el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) en Piura suman los 19
mil damnificados, 225 mil 492 afectados y 2 mil 250 viviendas colapsadas. Pasada
la temporada de lluvias e inundaciones, la rehabilitación demora aún. La
mendicidad, el tráfico de ayuda es hoy parte del escenario cotidiano.
¿LOS
PIURANOS AFECTADOS O DAMNIFICADOS?
Pedigüeños sospechosos
asaltan los buses pidiendo ayuda. Advierten desembozadamente ¿o quieren que les
roben sus celulares? Otros, ayer dedicados a la agricultura pululan en busca de
trabajo. Polos coloridos, pantalones a la rodilla merodean por centros de
abastos pidiendo alimentos. Los edificios del Fondo Mi Vivienda invadidos por
presuntos damnificados amenazan la propiedad en zonas residenciales privadas.
La seguridad ciudadana enfrenta ya las consecuencias del impacto social. La
mendicidad en las arterias céntricas ha crecido explosivamente. Los pedidos de
ayuda avalados por Tenientes Gobernadores abundan en instituciones públicas y privadas.
En el glosario del Instituto
Nacional de Defensa Civil (INDECI) afectado es aquel que “sufre perturbación en su ambiente por efectos de un fenómeno. Puede
requerir de apoyo inmediato para eliminar o reducir las causas de la
perturbación para la continuación de la actividad normal”.
A contrapelo el damnificado
es aquella “persona afectada parcial o
íntegramente por una emergencia o desastre y que ha sufrido daño o perjuicio a
su salud o en sus bienes, en cuyo caso generalmente ha quedado sin alojamiento
o vivienda en forma total o parcial, permanente o temporalmente, por lo que
recibe refugio y ayuda humanitaria temporales. No tiene capacidad propia para
recuperar el estado de sus bienes y patrimonio”. La mayor parte de los
piuranos soporta esta condición.
En Miraflores, otrora zona
residencial de Castilla los desagües afloran en los domicilios. Las
excretas
discurren haciendo la vida imposible.
Jubilados que brindaban servicios de pensionado a estudiantes se han quedado sin su fuente de ingresos. Miraflores tiene aún en carne viva los estragos de las
inundaciones. Situaciones similares se observan a lo largo de la vía canal en
Sullana y en el zanjón de Paita. Las vías a la sierra de Morropón, Ayabaca y
Huancabamba se han rehabilitado a duras penas. Pero el itinerario de nuevas quebradas y potenciales riesgos se
incrementó
Piura carece de una buena ingeniería urbana y rural para enfrentar
a futuro lluvias e inundaciones. La
mayor parte de las nuevas edificaciones tiene techos planos y el uso intensivo de
tabiquería deleznable es inadecuada para Piura. Las aguas no son correctamente
canalizadas al río, o a embalses temporales para tiempos de sequía o finalmente
al mar. El desmonte y la basura en los
drenes de evacuación son un serio problema. Los drenes nuevamente están colmatados
de basura. Los impactos del cambio climático y el calentamiento global serán
muy severos para los próximos años. Lamentablemente nuestros esfuerzos no
apuntan a la previsión. La reconstrucción con cambio apunta a desplazar de una vez por todas, la
improvisación. La realidad nos enmienda la plana.
RECONSTRUCTOR
CON RANGO DE MINISTRO
El economista Pablo de la
Flor fue designado como director ejecutivo de la Autoridad para la
Reconstrucción con Cambios (RCC), tras las lluvias, inundaciones y huaicos
registrados por efecto de El Niño costero. Según el Defensor del Pueblo Walter Gutiérrez, como director ejecutivo de la Autoridad
para la Reconstrucción con Cambios (RCC), debe priorizar la restitución de los
derechos de las personas afectadas por los desastres naturales en diversas
zonas del país. Según la Resolución Suprema 055-2017-PCM, este funcionario tiene rango de ministro.
Tiene una función coordinadora y ejecutiva con los gobiernos regionales.
INVERSION
PUBLICA CON ESTRICTA VIGILANCIA DE LA SOCIEDAD CIVIL
Se estima que la
reconstrucción demandará una inversión de 20 mil millones de soles, 6 mil 400
millones de dólares, cuya ejecución de gasto tendrá que ser estrictamente
vigilada no sólo por los órganos de control del Estado sino especialmente por
los afectados. Según de la Flor en un portal se publicarán los avances de la
reconstrucción y se activarán los mecanismos de observancia para que la
ciudadanía se informe a detalle de las obras que se emprendan. La tarea resulta
menudamente complicada.
Las experiencias a la vista
recomiendan las siguientes acciones. Piura tiene que reconstruirse con
vigilancia y dignidad.
1) Una evaluación total y
detallada de los daños cuantificados. Priorizando servicios públicos básicos.
Provisión de agua y energía, habilitación de vías, equipamiento de
establecimientos de salud que atienden actualmente la epidemia de dengue. Activación
de las redes de la alerta temprana.
2) Un Plan de Reconstrucción
Nacional, Regional, Provincial, Distrital para una distribución equitativa de
recursos con estricta vigilancia del Estado y la sociedad civil, el espacio
público que no es Estado. El plan comprende un cronograma con plazos que debe
cumplirse estrictamente. El mapeo y el registro de impactos es una herramienta
que facilita la tecnología digital.
3) Los recursos destinados
deben apuntar a una tarea de reconstrucción con impacto social promoviendo la
activación de la economía regional. Las necesidades individuales desbordan la capacidad
de atención del Estado. Prioridad de la acción del Estado son los niños, madres
y ancianos.
4) Urge un registro de
damnificados cruzando información de los municipios, Reniec, parroquias, sectores educación y salud. Los flujos migratorios se subordinan a la oportunidad de
nuevas invasiones para asentamientos humanos en las periferias urbanas replicando vulnerabilidades. La
mendicidad crece explosivamente.
5) La reconstrucción debe
ejecutarse en un plazo razonable frente a la posibilidad de registro de un
nuevo fenómeno El Niño a inicios del próximo verano.
6) La Autoridad de Cuenca
debe inmediatamente emitir informe sobre la situación de las cuencas Piura y Chira determinando
zonas
de riesgo.
7) Promover acciones de
reforestación urbana y rural que generan empleo temporal y mejoren el paisaje
deteriorado.
8) Las Fiscalías
Especializadas del Ambiente deben intervenir para sancionar a los municipios
responsables de las acumulaciones de basura y disponer su inmediato tratamiento
y evacuación.
9) Debe evaluarse las
potenciales nuevas áreas urbanas atendiendo de modo preferente al bien común
que es la primera tarea del Estado frente a la arremetida de las mafias inmobiliarias.
10) La Sociedad Civil debe
organizarse para ejercitar una estricta vigilancia de lo que se haga. La
sociedad civil cumple una función mediadora entre la ciudadanía y el Estado. ¿Quiénes
conforman la Sociedad Civil? La
conforman las asociaciones barriales, sindicales, deportivas, de padres de familia,
iglesias, cofradías religiosas, cooperativas, clubes de madres, colegios
profesionales, la comunidad científica y académica, las cámaras de comercio,
los colectivos sociales de diverso orden sin exclusión de mujeres, jóvenes y
ancianos.
11) Urge movilizar la
energía cívica de los piuranos para erradicar la basura acumulada, ordenar
servicios públicos y eliminar los hospederos de los mosquitos propagadores del
dengue. Como señalan los japoneses
cualquier esfuerzo de reconstrucción de
un país o de una región empieza con la reconstrucción personal que crea
conciencia frente a las vulnerabilidades y los desastres. El peor mal: los
rumores dañinos que desunen, crean falsas expectativas y siembran el
desaliento. ¡Advertidos estamos!.
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