sábado, 11 de abril de 2009

CORIN TELLADO Y LA PERVERSION POLITICA


Por: Miguel Godos Curay

María del Socorro Tellado López (25.04.1927- 11.04. 2009), falleció ayer en Gijón (España) a los 82 años. Según la UNESCO sus novelas son los textos más leídos después de la Biblia y el Quijote. En lengua castellana sólo compite en popularidad y lectura con Cervantes. Corin Tellado era dueña de una fecundidad creadora insólita algo así como la gallina de los huevos de oro de la literatura rosa. Para Mario Vargas Llosa fue un fenómeno sociocultural sin precedentes. Para Cabrera Infante una pornógrafa inocente acaso la escritora que más se ocupó en la literatura universal de mujeres amantes.

Nadie, por ejemplo, puede dejar de reconocerle su decisiva contribución al fomento de la lectura. Su éxito en América acompañó el renacer de los boleros de Los Panchos, tantas veces satirizados, despreciados y dados por muertos mil y un veces. Las lectoras de Corín eran también admiradoras de esos tríos inolvidables que junto a la vibración de las guitarras y el lirismo de voces quejosas y arrastradas conmovían a las tías solteronas y colegialas que leían a hurtadillas sus historias. La pasión loca desatada por Corín resultaba más espiritual que sexual y las fantasías románticas se manifiestan con un carácter platónico.

Escribió alrededor de cuatro mil novelas y vendió 400 millones de ejemplares en todo el mundo. Textos de amor, desengaños y celos. Era considerada la dama de la novela romántica por excelencia. El esquema de sus historias es muy sencillo. El escenario cotidiano es el lugar en donde sus personajes se encuentran y hacen realidad sus sueños de busca de amor. Luego encarna la trama con situaciones inesperadas de amistad, celos o un poquito de tragedia. Sus personajes sucumben a la racionalidad para ser presa de pasiones desgarradoras que oscilan entre el amor y el odio. Lo mismo podrían ser generosos o criaturas movidas por el resorte de la codicia. El éxito de la trama estriba en que los personajes son hombres y mujeres de carne y hueso con los mismos apetitos y conflictos de sus lectores.
Cuando se cuestionó a Corin de pornógrafa ella sonrío porque a consecuencia de la censura del franquismo su táctica literaria era el insinuar y sugerir nunca el mostrar. Además sus finales no iban contra la moral y las buenas costumbres pues todos llegaban a la santa bendición del matrimonio. Según su opinión el amor no era una moda que nunca pasa sino un sentimiento propio del modo de ser las personas. Por eso sus folletones tenían nombres tan sugestivos como: “Por ti lo dejaría todo”, “Me apasiona tu obsesión”, “No por eso te quiero menos”, “El diario de la abuela”, “El marido de mi tía”, “La hija de mi mujer”, “No sé si volveré a verte”, “El secreto de Pipo”,”Amor oculto”, “Un abuelo en apuros” “Verás como te gusto”, “Caíste en tu propia trampa”,“Soy tu esclavo” entre otros de tópicos curiosos.
Su primera novela llegó a la imprenta el 12 de octubre de 1946. Desde entonces no paró de escribir y poco antes de morir sus textos sumaban kilómetros en Internet. Las mujeres de Corin son seres humanos que viven apasionadamente historias alucinadas en donde hacen realidad sus sueños imposibles y sus deseos irrefrenables, no faltan las aventuras eróticas, los matrimonios rotos, los ausentes que luchan por un encuentro feliz, la viudita que encuentra un lecho caliente a la vuelta de la esquina o el viejo verde que trama un ardid para atrapar a un jovencita y acaba atrapado en su red.

Nunca utilizó como motivo de sus novelones el amor homosexual. Se trata de amores entre hombres y mujeres. Según su filosófica definición: “… las mujeres paren y los hombres mean contra la pared”. Los extravíos no eran su tema además por qué cambiar lo que la naturaleza te pone entre manos. El hombre tiene su papel y la mujer lo suyo.

En sus entrevistas siempre se presentó como una mujer sencilla. Tampoco se consideró una superdotada. A los 82 años y con cuarenta años escribiendo para “Vanidades” seguía provocando furor editorial. Muchas de sus historias han ingresado al mercado revistero de China que tiene 2 mil 800 millones de habitantes y en donde sus personaje se adaptan a la occidentalización de Asia. Alguna vez la criticaron por presentar mundos fáciles en los que las humildes secretarias acaban convertidas en cenicientas que despiertan en palacios, disponen de grandes coches y mucho lujo. Pero esas son simples circunstancias. La realidad, muchas veces, desborda a la propia ficción.

Alguna vez le propusieron que adoptara como personajes a políticos afortunados y ella respondió que aún no había embrutecido como para aceptar que un político ambicioso te coja de las manos o ayude a los pobres sin interés. Ese uso instrumental de las personas para obtener fines personales. Ese uso descartable de quienes te rodean despojado de amor humano, advirtió, es peor que una película pornográfica pues envenena la conciencia y pervierte los sentimientos.

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