Por: Miguel Godos Curay
Juntos todo lo podemos en la lucha contra la criminalidad yel delito |
Por: Miguel Godos Curay
La tranquilidad no existe en Piura. El vigor de sus pequeños empresarios,
los esfuerzos de la inversión privada se
diluyen frente a la agresión perversa, brutal y salvaje que arrebata las
pequeñas ganancias obtenidas con mucho esfuerzo al precio de la vida de
inocentes. Sicarios motorizados, delincuentes que se coluden con dateros se confunden
como clientes en los bancos. Asaltan a mano armada y ultiman a balazos a sus
eventuales víctimas. Asaltos con armas de fuego se perpetran a una cuadra de la plaza de Armas y a menos
de doce cuadras de la municipalidad.
El robo, deporte de delincuentes y migrantes, está a la orden del día en los mercados, en los
negocios diminutos.Incluso no se apiadan
de las cevicheras del arbolito y las tiendas de barrio donde pululan tenderas, que simulan embarazos para sustraer
mercancías y pandilleros juveniles, mocosos delincuentes, provistos de
cuchillos y armas de fuego.
En las calles de Piura y Castilla, Paita,
Sullana, Talara, Sechura, Ayabaca y Chulucanas donde recientemente despojaron a
la caja municipal de los depósitos de
sus clientes. No cesa la delincuencia. El delito y el crimen son una amenaza a la paz y a la
tranquilidad pública aplastada hoy por la indiferencia de sus autoridades. Mientras tanto somos
víctimas del miedo, pavor y cotidianos
lamentos.
Nos duelen en el alma los homicidios premeditados. Podría tratarse de una
inocente estudiante alcanzada por un proyectil asesino en un una reyerta. O un
joven empresario ultimado frente a su madre. Nadie está libre de esta amenaza. El propietario del restaurant
concurrido. El pequeño comerciante, la tiendita del barrio o el proveedor de
delivery cuya mochila es arrebatada violentamente. ¿Cuáles son los resortes del
delito en nuestra ciudad? Unos opinan que el desempleo. Otros lo atribuyen a la
lógica criminal que utiliza a jovencitos resentidos y seducidos por el dinero mal habido a perpetrar delitos de manera incontrolable.
Con el cuento “si eres menor de edad eres inimputable si caes no pasas de Maranguita
y te sales”. Los choros asesinos avezados tienen en promedio entre 15 a 30
años.
ROBO INSTITUCIONAL Y CORRUPCION
Existe también el robo descarado en las obras públicas inconclusas, en los
municipios con las arcas perforadas, en
la sobrevaloración detectada por
la Contraloría, en las coimas de todos los colores. En los funcionarios
corruptos hasta el tuétano, en la prensa de la memelada que como garrapata se
prenda de quienes desean ocupar cargos políticos e instituciones de las que
puede obtener dinero fácil. El festín del robo institucional tampoco se
detiene. Sin embargo, poco o nada hacemos
frente al delito. Cuando la integridad ética, cívica y moral se lastima resulta
difícil el cumplimiento del deber.
Piura urge una legítima acción contra el delito y el crimen. La
consecuencia de esta pertinaz agresión
injusta es la inseguridad ciudadana. Socava nuestros esfuerzos de mejora. El
progreso se esfuma y la inversión se contrae en el clima de inseguridad. Urge
por ello que autoridades, la sociedad civil y ciudadanía en conjunto
asuman una posición firme que acabe con
el desencanto de vivir en una urbe insegura al margen de la ley.
LA FLOR NEGRA DE LA VIOLENCIA
Sin embargo, es pertinente señalar que la violencia criminal, no es la flor negra de
un día. Ni el cumplimiento del deber un saludo a la bandera. Nos olvidamos con
impunidad que hace pocos meses un estudiante fue asesinado en la puerta de un
colegio privado por su compañero de estudios y días después con absoluta desvergüenza
el responsable de un colegio confesional fue mostrado en las redes sociales
besuqueando a una estudiante adolescente. ¿Qué hicieron las autoridades
educativas frente a esta agresión impune? ¿Trataron estos hechos con mano
blanda? La violencia corroe el entorno vecinal y escolar.
ACABEMOS CON LA INDIFERENCIA DE LAS AUTORIDADES
La indiferencia de nuestras autoridades es un sorprendente desentenderse de
sus legítimas obligaciones. Mientras los opinólogos no se hartan de repetir a
boca de jarro que el Perú necesita su
Bukele para restablecer el orden frente a la delincuencia. Ignoran que esta
Piura, hoy insegura, temerosa y lastimada, tiene una extensión territorial de 35 mil 892
kilómetros cuadrados y El Salvador 21 mil 41 kilómetros cuadrados. Piura, tiene
un enorme potencial económico. Sin embargo, así como vamos caminamos a paso de
cangrejo. Sin gobernantes con agallas, firmes y persuadidos con la convicción
esclarecida de construir el progreso civilizado en paz no avanzamos. ¡La brutal
nueva amenaza es el crimen y el delito! Una desesperada pandemia de violencia y
agitación.
Frente a esta situación. O los
ciudadanos nos unimos frente a esta agresión que ahueva a nuestras autoridades o
la anomia nos convierte en una aldea del
lejano oeste en donde los abusivos y malditos, con pólvora y balas, imponen a su antojo el
desorden y el despojo de lo bien ganado
al precio de la vida de honestos. La lucha contra el crimen y el delito
requiere de acción y decisión de nuestras autoridades. Las que gobiernan la
ciudad, las que administran justicia, la Policía Nacional del Perú y la firme
lucha en defensa de los derechos ciudadanos y los intereses públicos. ¡Juntos
todos somos, unidos todo lo podemos!
COOPERACIÓN VECINAL ES ALIADA DE LA SEGURIADD CIUDADANA
Corresponde, al espacio público que no es el Estado, la Sociedad Civil
organizarse a todo nivel para la valiente denuncia en contra de los actores criminales.
La prevención empieza en cada barrio en donde los vecinos organizados y la
cooperación ciudadana pueden acabar
contra esas extendidas agresiones a la vecindad. Es el caso de
establecimientos hoteleros en sectores populares en donde se fomenta el
meretricio, la trata de personas y la inseguridad ciudadana. Con la acción
conjunta de los vecinos, gobierno local, Ministerio de Comercio, Industria y
Turismo. Ministerio Público y PNP deben
clausurarse los establecimientos transgresores.
Sucede lo mismo con el expendio de drogas, la venta de los botines del robo
y la sustracción. Hoy hasta las tapas metálicas
de los buzones son sustraídas para proveer chatarreros. Las céntricas
calles de la ciudad se han poblado de trampas peatonales. El expendio de
celulares robados y desbloqueados es un negocio floreciente en el mercado
central donde inescrupulosos y eventuales compradores los adquieren.
El vecindario sabe y conoce a los
actores criminales y no los denuncia por miedo y temor a las represalias. Urge,
por ello, crear líneas telefónicas directas protegidas a centrales
policiales y de Serenos con reserva de la
identidad de los denunciantes como
estrategia en la lucha contra el delito. El mapeo de las áreas críticas, la identificación de
las zonas inseguras con la cooperación de los pobladores afectados es una
necesidad urgente y una responsabilidad de las organizaciones vecinales.
PIURA REGISTRO EL AÑO PASADO 148 HOMICIDIOS
Con autoridades invisibles la impunidad crece y confabula contra la
seguridad ciudadana. Los delitos comunes
según las estadísticas policiales son: El robo de dinero y efectos
personales. El arrebato de mochilas, maletines y dispositivos celulares a
estudiantes, escolares y universitarios.
Se suman a estos delitos las estafas
bajo la modalidad de “amares de amor”, limpias y curas imposibles. Los postes
de nuestras arterias principales están empapelados de avisos y engañifas para
tontos. Las intimidaciones de sicarios por préstamos onerosos “gota a gota” con
agresiones a pequeños comerciantes. Se suman
a ello los robos de vehículos: autos, camionetas y mototaxis. El maltrato
y ofensa sexual, violaciones, tocamientos indebidos y proxenetismo. Últimamente
se han incrementado los robos a pulperías y secuestros al paso exigiendo el pago de rescates.
Unidos contra el crimen, debe ser una iniciativa cívica producto de una alianza de autoridades y vecinos en defensa del tranquilidad pública y la paz social. No podemos vivir sumergidos en el silencio y el abandono. No es suficiente deplorar los crímenes a más de un centenar de inocentes. El año 2022 Piura registró 148 homicidios. Las víctimas por sicariato en Sullana fueron 56. El presente año conforme a las estadísticas de la PNP un total de 57 vidas fueron arrebatadas por la criminalidad. Las víctimas del sicariato suman 13 muertos; Homicidio calificado: 32 muertos; Homicidio Simple: 5 muertos; Robo con muerte: 5 muertos; Lesiones con muerte: 2 muertos. Y no paramos de seguir contando.
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