miércoles, 22 de junio de 2016

HAY CHARRO REQUENA PARA RATO

Por: Miguel Godos Curay

Humberto Requena Oliva, el popular charro.
No podía sustraerme al encargo del señor Presidente del Centro Piurano don José María Chávez Ullauri para tributar en el Día del Padre  un homenaje  a Humberto Requena Oliva. Un hombre de una vitalidad envidiable y un  sentido de la vida extraordinario. Por mi memoria pasaron como en una película mejicana en blanco y negro y también a colores pasajes de su vida inolvidables. Mis palabras son de evocación y la hago con profundo cariño y con la admiración que provoca una singular trayectoria vital y por ello humana. Su vida bien se puede resumir en el desempeño impecable en la actividad pública y un irreductible vínculo con la tierra. 

Sus 26 años de trabajo agrícola en Cabredo Hermanos S.A hablan por sí mismo de su pasión por los campos cultivados de algodón. Una Piura  cuyo esplendor económico se sintetizaba en el oro blanco de su algodón pima y en el oro negro de su petróleo. 
No nos imaginamos a Humberto desenredando entuertos y haciendo justicia como Juez de Primera Nominación o defendiendo los intereses del agro piurano en la Liga Agrícola y Ganadera de Piura o Presidiendo el Comité de Derivación  del Chira al Piura o como Alcalde de Catacaos manteniendo el ánimo a tope defendiendo a su pueblo de las turbulentas aguas del  Río Piura en las crecientes del 72. Los diarios dieron cuenta de su coraje y su persistencia valerosa contra el agua que arrastraba ramadas enteras sembrando desolación. El Río facineroso, a decir de la poetisa Elvira Castro de Quiroz, arrastró cultivos y todo lo que encontró a su paso. 

Humberto, es también un hombre institucional, Presidente del Automovil Club de Piura, miembro del Aeroclub de Piura, integrante de la Asociación de charros de los Estados Unidos Mexicanos y Congresista de la República por el Frente Independiente Moralizador. Deportista consumado. De él podemos decir no hay deporte que no haya practicado. Apasionado por el automovilismo. Corredores como Arnaldo Alvarado, Bradley, Astengo, Caferata, Zoeger, Higueras, Seminario, Kuber,  Manareli y muchos otros le son contemporáneos.   No hay deporte que no haya practicado. Ciclismo, motociclismo, baloncesto, fútbol y es muy probable que siendo churre haya competido por las ligas mayores en los torneos interminables de ñocos, trompo y bolero hoy desplazados por los drones y los alucinantes juegos virtuales responsables del embobamiento colectivo de muchos niños que renuncian al aire fresco y al ejercicio físico. 

No hay en Catacaos obra pública en la que Humberto no haya tenido una prodigiosa participación. Fue el promotor de la reconstrucción de la Iglesia San Juan Bautista de Catacaos, pero también hizo el Estadio, la malla olímpica, consiguió el terreno  y construyó el Puesto de la Guardia Civil hoy Policía Nacional. Siendo alcalde dotó a su pueblo de  agua y alcantarillado iniciativa que mejoró la calidad de vida y fue un salto de impulso al progreso pues el paso siguiente fue el pavimentado de sus calles.
Pero un hombre con una estadística tan noblemente  memorable. Sus ahijados superan los tres mil, ha conducido 26 telemaratones para llevar alegría en navidad a muchos niños y ayudar a instituciones como el Centro de Reposo San Juan de Dios. Sin duda, es el catacao que a más mundiales concurrió pues es un apasionado del fútbol. Hoy promueve una valiosa iniciativa educativa. Me refiero a la Institución Educativa “San Juan Bautista” una propuesta educativa donde no se han eliminado la educación cívica que forma ciudadanos, ni la educación física que prepara a niños y jóvenes en La sana competencia.

Los numerosos recortes de periódicos que preserva en su despacho y que deslumbran lo definen como “un apasionado de las relaciones humanas”. Y en efecto lo es. De su indeleble amistad con el doctor Alejandro Alberdi Carrión puedo dar fe  y de un itinerario inagotable de anécdotas. En todas ellas brota con sinceridad la jocosidad piurana. El afán de servicio, la celebración de la alegría y el recuerdo. He dejado para el final la referencia biográfica de Humberto nació el 6 de junio de 1928 y tiene 88 años. Como se dice en Piura tras un gran hombre siempre hay una gran mujer. No puedo dejar de mencionar a doña Zoila Paspaera Maldonado su esposa. Y a sus hijos Serafín Humberto, Juan Roberto, Luis Miguel, Cristian Raúl –prematuramente fallecido- Lorena del Carmen y Viviana. Es feliz abuelo de 14 nietos.  


Humberto bien puedo decirle humorísticamente no es un hombre de bigotes sino unos bigotes con hombre. No es un hombre de corazón sino un corazón de hombre al servicio de los demás. A él y en nombre de él. Mi personal homenaje a los padres de familia aquí presentes pero también ausentes. Mi profunda gratitud al Centro Piurano, próximo a conmemorar su centésimo vigésimo sexto aniversario, por su gentil invitación -como anota el doctor Marco Saldaña- de “golondrino” a esta casa piurana por excelencia en donde se cultiva la amistad y en donde se venera la ínclita memoria de Grau que también fue un amoroso padre y tuvo diez hijos. Acabo como cuando empecé formulo votos de gratitud por la salud de Humberto. Y bien puedo concluir diciendo hay Charro Requena para rato. Muchas gracias.