domingo, 30 de enero de 2011

YAPATERA CORAZON












Por: Miguel Godos Curay

Cuenta Fernando Barranzuela Zevallos que el nombre de su pueblo, Yapatera, surgió del “yapato” una variedad de arcilla que los viejos pobladores empleaban para embarrar sus casas impermeabilizándolas y refrescándolas. Barranzuela, autor de la “Historia de Yapatera”, da cuenta también, que en Yapatera, nació Gustavo Mohme Llona traído al mundo por la partera negra doña Carmen Gómez. El haber nacido en esta tierra le dio una especial sensibilidad por las causas justas. Los yapaterinos, advierten, son izquierdistas no porque les deleiten los malabares ideológicos y políticos sino porque, según observan, el lado izquierdo es el del corazón.

Morropón, aparece en la vida pública de Piura gracias al obispo Martínez Compañón en 1783. En los registros eclesiásticos de bautizados aparecen en el último tercio del siglo XVIII los pobladores de la hacienda Yapatera. Cuando Chulucanas aún no existía Yapatera tenía una pujante actividad económica por las grandes extensiones de caña de azúcar que en su territorio se cultivaban. Fue por decreto Dictatorial del 18 de agosto de 1866 que se elevó de categoría – de reducciones a pueblos- a Morropón, Yapatera, Tambogrande, Suyo y Salitral. Cuando Yapatera era Partido, distrito y capital, Chulucanas era en los mapas un caserío perdido entre las dunas y jagueyes (ojos de agua) de las haciendas del Alto Piura. Al crearse en 1936 la provincia de Morropón con su capital Chulucanas. Yapatera languideció a consecuencia de los vaivenes políticos. Hoy es un centro poblado menor.

Esta semana que pasó, la Embajada de los Estados Unidos en el Perú, en el marco del proyecto “Yapatera Corazón” entregó un parque que beneficiará a unos dos mil niños de Yapatera, considerado una de las comunidades afroperuanas más representativas del Perú. Por factores genéticos, en la comunidad de Yapatera, hay un alto índice de afecciones al corazón y cuenta con el mayor número de hipertensos en la región por lo que resulta saludable promover la práctica de deporte y nutrición sana. La agregada cultural de la embajada estadounidense, Della Hareland, señaló, que esta iniciativa busca crear conciencia y hábitos en los niños, incidiendo en el beneficio de los ejercicios para su salud pues mantienen activo al cuerpo. De esta manera se previenen enfermedades que a futuro se puedan presentar. El parque ocupa un área de 625 metros cuadrados y consta de juegos recreativos y áreas verdes.

La gratitud de los pobladores es enorme y no se ha hecho esperar. Muchos de los vecinos en sus casas han recortado de las páginas de los diarios la imagen del Presidente Barack Obama y la han colocado junto al colorido afiche de Alianza Lima, las efigies del señor de los Milagros y de Martín de Porres. Los tiempos han cambiado. En Piura, los negros esclavos estaban destinados al trabajo duro en las haciendas. Negras y negritos hacían el trabajo doméstico. La mercancía de ébano ingresaba por Paita procedente de Portobelo (Panamá). Ahí se palmeaba (medía) y colocaba sobre un lugar visible del cuerpo, generalmente en el pecho, una marca a fuego, denominada carimba, con el sello de la corona. El mal trato provocó memorables deserciones de los negros cimarrones. Negro esclavo recapturado era mutilado o castrado salvajemente.

En plena colonia, Ciriaco de Urtecho, un próspero minero español de Hualgayoc, se enamoró perdidamente de Dionisia una esclava negra con la que finalmente se desposó después de un largo litigio. Sin embargo, no le estaba permitido usar zarcillos ni vestirse como las señoras de su época. Estos privilegios sólo estaban reservados para los blancos. Por aquel entonces, por el principio de eficiencia productiva se decía “que un negro vale por cuatro indios”.

Recorrer Yapatera al mediodía, cuando el sol reverbera calcinante, despierta la sed que sólo se aplaca con un potito de chicha servido por una hermosa zambita de mirada arrobadora. Aún se conserva la vieja campana de siete arrobas de la hacienda y el cepo con el que se escarmentaba a los negros desobedientes. Eso es historia y nostalgia desgarrada. Si hay algo que los enorgullece es su limón aromático y su mango criollo, pura miel, sabroso e incomparable. Su población agrícola se dedica hoy al cultivo de arroz el que descascaran utilizando pila, mortero y batán.

Los fines de semana los dedican a sus viejas aficiones, los gallos, las tejas y el fútbol. El clásico lo juegan siempre Deportivo Caysa de Yapatera con el San José de Paccha. Una selección de negros cutos contra una de cholos pelo duro. El mestizaje más variopinto y curioso se registra en Yapatera en donde, a pesar de los pesares, los pobladores se esfuerzan por ser felices. Todos preservan con cariño su amistad y no se detienen en perjuicios raciales. Más importante es el progreso de su pueblo.

Los churres de Yapatera cantan de memoria cumananas (coplas) del magín calenturiento de Fernando Barranzuela y de otros bardos populares como José Farfán, Sebastián Jiménez, Severo Arismendiz y Javier de la Rosa. Una de ellas dice: “Me puse a lavar un negro/ para ver si se desteñia / cuando más lo jabonaba/ más negro se ponía”. O estas otras muy sabrosas: “Buenos días pajarito/ Yo vengo a hablarte de amor. / Yo soy tu negro bonito/ Escúchame por favor.” “Negrita tiene que ser / la tierra para los claveles. / Y la mujer para el hombre / negrita y con desdenes”. “A mi me llaman negrero, / porque quiera una negrita, / a quien no le va a gustar/ el café de mañanita”. Yapatera es un pueblo que canta y sonríe.

En los poyos de las casas, en las tardes, es posible observar a familias enteras en plena conversa. La mayor parte de los pobladores son descendientes de migrantes africanos que fueron traídos para el trabajo en los ingenios azucareros durante la colonia. Estos días Yapatera está en plena festividad de San Sebastián a quien le piden cure sus males y agua de lluvia. Yapatera está a 50 kilómetros de Piura. Ahí el tiempo se ha detenido. Y con justicia los pobladores reclaman porque a las nubes encapotadas de lluvia les llaman “nubes negras” y cuando alguien se apropia de los bienes de otro y del propio Estado se empecinen en sostener que “fue una mano negra”. O al que trabaja como debe ser, le digan “trabajas como negro”. Yapatera, es historia viva. Un pueblo que tiene un enorme corazón. (30.01.2011)
Fotos: (heartofyapatera.blogspot.com)

domingo, 23 de enero de 2011

TODOS LOS AROMAS


Por: Miguel Godos Curay

No he podido olvidar a pesar de los años el penetrante olor a kreso de la Comisaría de Paita en la calle Junín. El aroma de sahumerio, todos los días de la novena de la novena en la Iglesia de la Merced. El aroma a mar de Paita. El aroma de los libros y cuadernos nuevos. El aroma a pescado fresco en los dedos después de comer cebiche en el muelle fiscal. El olor de los sacos de guano, los cueros de chivo, las pacas de algodón conducidas en lanchones hasta los vapores surtos en la bahía. El papeluchero Rojas, un empedernido coleccionista de coloridos cromos, despedía un aroma inconfundible de papel sellado y tinta. Olía a códigos reviejos que sólo él podía descifrar. Fascinante era el aroma a cola inglesa de las botellas de Cassinelli roja, una soda deliciosa elaborada con agua dulce del Chira. No se me va de la memoria el olor a chocolate de la primera comunión. El aroma a mentol del chino Félix que apretaba migas de pan para mantener activos sus dedos amenazados por la artritis. Aroma a cabina de avión recién desinfectada contra la fiebre amarilla en Sao Paulo. Aroma de jaboncillo Reuter. Aroma de brillantina Palmolive. Aroma de emulsión de Scotch olor a naranja y sabor a bacalao. Aroma de manzana y de durazno. Aroma de plátano de la Isla y de manzanito.

Tengo en la memoria el olor a oveja que tienen los ponchos de la sierra. El aroma de hogar de los costales almidonados de mi abuela Juana. El aroma a pan caliente de Jacinto Gahona en Santo Domingo. El aroma a tinta grasa de la redacción de Correo. No me olvido del hedor de formol que despiden las morgues. Ese penetrante olor a humo en la ropa que delata nuestro recorrido por los chicheríos. El aroma a bebé de los hospitales. El aroma a alcanfor de don Felipe Vargas “componedor de huesos” y “curioso”. Aroma de flores de los cementerios. Aroma de naftalina de los ternos guardados que sólo se ventean cuando se despide a un muerto. Aroma de vieja pituca, aroma de pobreza. Aroma de hogar, aroma de comida, aroma de cebolla y pavo. Olor de llanta quemada en la protesta. Aroma de café de Canchaque. Aroma de cafetera.
Aroma de tabaco que fuman en esplendidas pipas Luis Alberto Sánchez, Víctor Delfín y Adolfo Venegas. Aroma de vainilla, de tabaco y barco trasatlántico. Aroma de palma mojada en domingo de ramos. Aroma de Compañía de Bomberos, aroma a fenol de vacuna recién puesta. Aroma de tabaco Cohiba torcido con ternura por una negrita inolvidable. Aroma de las Huaringas en la mágica mesa de Juan Manuel Meléndez. Aroma de Ramillete de Novia, Aroma de Agua Florida de Murray y Lanman, aroma de lima en el florecimiento. Aroma de caldo de pata de toro en el mercado, aroma de caldo de gallina en punto de parida. Aroma de trementina sobre el féretro bien conservado del abuelo.

Aroma de gato. Aroma de perro. Aroma de silencio. Aroma de aula limpia. Aroma de naranjo, aroma de yerbaluisa, aroma de manzanilla, aroma de borrador nuevo que despiden los preservativos, aroma de medicamento, aroma de jabón carbólico, aroma de jabón sulfuroso, aroma a mamá de jabón de barra, aroma de infancia del jabón pepita. Aroma de uva, aroma de ciruela, aroma de limón aroma de algarroba en silo recién abierto que alborota a la distancia a los jumentos. Aroma de chiclets Adams, aroma de cerillo, aroma de agua bendita, vaho de cloro en el reposo de la piscina.
Olor a guitarra seca de Chulliyachi. Aroma indescriptible de intimidad que desnuda el olfato canino que llevamos dentro. Aroma de zapatero y suela, aroma de badana, aroma de cola, aroma de maleta. Aroma de estampita, aroma de fotografía, aroma de guayaba en Talara. Aroma de carro nuevo, hedor de carro viejo. Aroma de iglesia. Aroma de pop-corn, aroma de cine. Aroma de alfeñique y bocadillo. Aroma de chifle, aroma de polen, aroma de óleo, aroma de pintura fresca, aroma de tortilla en la fonda de Beliche en Pambarumbe, aroma de parihuela. Aroma de zapato nuevo, olor a zapato viejo. Hedor de zapato usado.

Aroma de billete nuevo, aroma de billete sudado, aroma de billete viejo. Aroma de cura mozo, aroma de cura viejo, aroma de misal, aroma de historia sagrada. Olor de camiseta sudada en el estadio. Aroma de señorita, aroma de mujer madura, aroma de mujer remadura, aroma de vieja. Aroma de sobrino, aroma de tío, aroma de dentífrico, aroma de Kolinos, aroma de Colgate. Aroma de crema de afeitar Gillette. Aroma incontenible de pecado, aroma de casa nueva. Aroma de cumpleaños. Aroma de colonia Jhonsons, aroma de talco barato de peluquero de la Junín. Aroma de chicha fermentando, aroma de revista Caretas, aroma de zoológico, aroma de anchoveta, aroma de mandarina, aroma de higo, aroma de anís, aroma de albahaca y yerba buena. Aroma de anticucho, aroma de natilla, aroma de maletín de cobrador.

Aroma de tela nueva, aroma de madera recién cortada, aroma de crema Ponds, aroma de bosque después de la lluvia, aroma de forro de cuadernos, aroma de cómoda que guarda los secretos de la abuela. Aroma de chisguete de carnaval, aroma de suspiro, aroma de uniforme nuevo, aroma de Thimolina y vinagre Bully para la fiebre. Aroma incendiario de la pólvora, aroma de crin de caballo y de yegua. Aroma de santidad que nos conmueve. Aroma de biblioteca a papel y a tinta que pervive a través de los años. Aroma a juventud que con sutileza nos arrastra y provoca todas las sensaciones. Aroma de jazmín de Arabia que se expande por el Campus. Aroma de la ciencia que despierta la búsqueda de la verdad hasta las últimas consecuencias. Aromo de coco rallado, aroma de pasa, aroma de olivo y aceituna. Aroma de ají limo que predica a los cuatro vientos. Aroma de palo santo que huele a devoción. Aroma de colonia Yardley comprada de contrabando. Aroma de galletita, aroma de muñeca nueva, aroma de abecedario y libro Coquito para aprender las primeras letras.

Aroma de pisco, aroma de vino, aroma de ron, aroma de wisky etiqueta azul. Aroma de carta de amor. Aroma de foto guardada. Aroma de pasaporte que recorre el mundo. Aroma de acetona que ablanda el esmalte de uñas. Aroma de nevera llena de fruta. Aroma de container lleno de mangos. Aroma de amanecer después de un baño matinal. Aroma de iglesia, aroma de Dios. Aroma de cera que despiden los cirios. Aroma de ruda y de romero para la buena suerte. Aroma de naipe nuevo. Aroma inocente de juguete. Hedor de ciudad descuartizada, vaho de agua de flores. Hedor de estercolero. Aroma que no es aroma. Hedor de “m”, hedor de “c”, aroma que tiene cinco letras. Aroma de la vida. Aroma de la muerte.
(Foto: Fuente de la Plaza de Armas de Paita)

domingo, 16 de enero de 2011

REELECCIONES Y PROYECTOMANIAS


Por: Miguel Godos Curay

La alfalfa parlamentaria está de moda. Durante estos días retornan como las oscuras golondrinas becquerianas los candidatos que buscan repetir plato para estar en el congreso. Justo a la hora undécima se acuerdan de quienes los eligieron. Antes vivieron pasmados en un inexcusable olvido. De su desventurada producción legislativa podemos enumerar los saludos por creación de provincia o distrito, las condecoraciones a las devociones favoritas de los feligreses, la promesa de acompañar a los alcaldes a recuperar la penalidad cobrada a una petrolera que ya forma parte del erario. Proyectos geniales tipo “desviste un santo para vestir a otro”. Y una menuda farragosa y alucinada paja. Pajeros parlamentarios tenemos con nombre propio.

La poetisa Esmeralda González Castro (1902-2004), que firmaba sus colaboraciones periodísticas a El Comercio como Serafina Quinteras escribió la letra jocosa de este vals, grabado más tarde por Los Troveros con el título de “Parlamanía”. En la antología de Ricardo Gonzáles Vigil, “Poetas peruana de Antología” aparece con el elocuente titulo de “Proyectomanías” en cuyos versos grafica festivamente el menester parlamentario. Citando cada uno de los cuartetos de la décima, voy a anotar explicativos comentarios tratando en todo momento de no caer en la seriedad del estreñido ni en la permanente carita de ingenuidad del caído del guabo.

“Vamos al Congreso a hacer firuletes,
una vida nueva vamos a empezar.
Vamos a rajarnos hasta los juanetes,
no defraudaremos la fe popular.”


Realmente quienes van al Congreso no tienen las cualidades que todos esperamos. Muchas veces el Congresista provinciano vive la ensoñación y la seducción del sortilegio capitalino. Y ahí, en donde empeñado en resolver sus urgencias personales, se desconecta de la provincia. La provincia desde Lima es como una playa de estacionamiento de las ilusiones. El parlamentario camina con un séquito de asesores, secretarios y vivarachos que asumen sus poses displicentes. El colmo es que al teléfono hablan y mienten como parlamentario. La oficina del congresista es su chacra chiquita. Su departamento diminuto. Su isla negra para todo.

“Tenemos mil planes de todo tamaño,
de todo calibre, de toda extensión.
Gracias al rey mago, en estos seis años,
vuelta de campana dará la nación.”


Planes y proyectos sobran en el Congreso. La producción parlamentaria alimenta montañas de papel. Muchos proyectos, son conejos sacados de la manga. Son proyectos buenos para nada. Gracias al Internet muchas de estas propuestas bestiales son “bajadas” y “pegoteadas” y asumidas como propias porque también existe la “piratería” parlamentaria. Si se hiciera una autopsia de la producción de nuestros congresales se desnudaría públicamente la estafa a la voluntad popular. Los intereses de la región no aparecen por ninguna parte. Legisladores dignos con contadas excepciones. Legislar es un menester que requiere conocimiento de la realidad y las leyes. Muchos de nuestros congresistas en materia jurídica están en la calle. Y los asesores en buen piurano son papayos machos (improductivos).

“Haremos casas de ochenta pisos,
ómnibus nuevos, más de cien mil.
Vendrán expertos en logogrifos
y en el cultivo del perejil”.


Los primeros decepcionados por los congresistas son sus partidarios. Los que caminaron día y noche para hacer conocer sus propuestas por una camiseta colorida. A todos se les prometió desde un trabajito, la recomendación para el hijo y hasta formar parte de esa capellanía gigantesca que se llama el Congreso. El congreso les cambia el rostro a los representantes provincianos. Aunque lo nieguen, algunos, se planchan las arrugas, otros se tiemplan los cachetes y no faltan los que se liman las uñas y se ondulan las crines. Incluso hay algunos aficionados a la permanente. Otros aumentan kilos de peso y de patrimonio. Aunque todos lo niegan. Los bienes adquiridos a través de visibles testaferros son parte de la comidilla de todos.

“Las carreteras correrán solas,
buques y aviones en pelotón
y las corvinas, sobre las olas,
nadarán solas con su limón.”


Por supuesto que las merluzas y las anchovetas no nadan solas. El mar es un festín de barracudas y voraces tiburones. Nuestro mar, al que llamamos con eufemismo el “Mar de Grau” urge y requiere de una eficiente labor parlamentaria. El litoral que es un bien público se ha repartido entre mafiosos negocios hoteleros y lubricadas corruptelas de una incipiente acuicultura que no tiene nada que ver con la inversión seria y sostenible sino con la aventura de la acumulación sucia emparentada con el narcotráfico. Antes cuando se viajaba a Tumbes se podía contemplar el mar. Hoy se observa la opulencia de los que nos han arrancado nuestro derecho a mirar el mar. De los que se han apropiado de las orillas del océano haciendo rajatabla de las leyes.

“Serán vitalicios todos los empleos,
con sueldo, propina, bonificación;
y se harán escuelas para analfabetos
que hayan terminado segunda instrucción”.


Lo primero que le crece al parlamentario no es sólo la nariz de tanto mentir sino la tripa, advierte Atanasio Fuentes. De tanto comer y de tanto beber para ganar la adhesión popular. La promesa política es parte de ese folklore chichero y huachafo de la desbocada ambición política nacional. En el Perú, advierte Héctor Velarde los presidentes de la república, “son siempre un poco incas y un poco virreyes”. En un Perú en donde la monarquía está latente. Un congresista tiene mucho de cacique que exige le inclinen la cerviz o de soberbio corregidor que utiliza su poder abusivamente y en provecho propio. Toque a usted a los hermanitos del congresista y saltarán las ranas adulonas para defenderlos. Con el congresista engorda su familia. Ese cambio de estatus lo obliga al disfrute de su nueva y sensual instalación social.

Vacas y gallinas irán por las calles,
dando leche y huevos a más y mejor;
no habrá problemas internacionales
y a pan y manteles toda la nación.”


La política es decencia y docencia. No puede ser jarabe de babas ni pirueta de ventrílocuo. No puede ser improvisación. No puede ser capricho vehemente del que pierde la teta. No puede ser feudo. Piura requiere de representantes que conozcan palmo a palmo su territorio, que dialoguen permanentemente con el presidente, el consejo regional, los alcaldes y los ciudadanos. En asuntos tan capitales no podemos andar con eufemismos. Ni permitir que la indecencia socave a los políticos. Porque como bien se dice en Piura “-¿Artista? ¿Hijito, así le dicen ahora a las mañosas?” ¿Congresista? ¿Así le dicen en Piura ahora a los que ganan bien sin trabajar. ¡Mira hijito ¿cómo está Piura?!”.
(Foto:Esmeralda González Castro (1902-2004), "Serafina Quinteras")

sábado, 8 de enero de 2011

¿LA DEMOCRACIA TIENE SABOR A HELADO?


Por: Miguel Godos Curay

Los primeros días de gobierno, en el municipio o en la región, son de incertidumbre. Algo así como reunir músicos para conformar una orquesta sinfónica. Es probable que algunos tengan su música propia y desentonan. Otros necesitan perfeccionarse y aprender en el camino. Unos son buenos y virtuosos. Otros francamente son malos. Como se dice en Piura “una cosa es con guitarra y otra con cajón”. Una cosa es ser espectador, y otra, actor en escena. En política más que en otras actividades la palabra tiene un peso extraordinario. Un aforismo árabe sostiene, que el hombre y la mujer, son dueños de su silencio pero esclavos de sus palabras.

Para los griegos el propósito del gobierno es la armonía social. Armonía social según la concepción egea es “homonoia” (sintonía perfecta de pensamientos y corazones). Pero esta sintonía tiene varios niveles. Hay una homonoia que corresponde al ámbito personal y familiar. Y otra que se extiende al ámbito social y comunitario. Quien no puede gobernar esa empresa diminuta que se llama familia difícilmente tendrá condiciones para gobernar esa familia grande que es la ciudad y la propia región. La homonoia garantiza el desarrollo pacífico que todos anhelan y esperan. Eso, en buena cuenta, es lo que todos esperamos. Queremos, con mucha esperanza, que los ciudadanos elegidos en el gobierno regional y en todos los municipios tengan un desempeño impecable. Queremos que la sintonía funcione porque de este modo se pueden enfrentar y encontrar soluciones eficaces a los menudos problemas que nos afectan. Los dimes y diretes de comadres callejoneras son el desborde de la estupidez.

El ejercicio del poder tiene sus riesgos. La ebriedad del todopoderoso deforma la realidad. Es causa de la desubicación, esa tentación perversa, de los que se sienten la última chupada del mango. Decía el insigne estadista florentino Lorenzo de Medicis que sí había que aconsejar a los hombres públicos habría que recordarles lo siguiente. Que el hombre público debe cuidarse de esos tres árboles que crecen sin que los rieguen frente a su morada: Del árbol de la envidia, de esa señora que muerde sin comer y se refocila en el bien ajeno; del árbol de la soberbia, esa hinchazón repentina que provoca la golosina del poder. El otro árbol es el de la ignorancia. De la ignorancia arrogante y altanera que cree saberlo todo y está en realidad, indigente, en medio del calle.

Distinta es la ignorancia vencible del que se esfuerza por aprender. No es condición prima el saberlo todo. La vida es un proceso inagotable de aprendizaje. Se aprende cada día, golpe a golpe, verso a verso como diría el poeta. La última experiencia humana es el morir con la convicción gozosa de haber sido útil y de haber mirado a lo largo de la vida el color de la felicidad. Hay una ignorancia invencible del presumido, obtuso, cerrado de mente y del corazón. Que habiendo equivocado el camino cree que va en la dirección correcta y está realmente en la contraria. Al final acaba convertido en un infeliz crónico. El soberbio cree que el cargo transitorio y efímero es eterno. Y que los siervos de la gleba que se le acercan en pos de un beneficio son incondicionales. No lo son. En Roma, tras el cortejo del emperador iba un hombre que en la euforia del poder no se cansaba de repetirle al oído: “atiende mortal que tu poder no es inmortal”. Y entonces la mostaza descendía a sus límites pedestres.

De modo que es necesario aterrizar en la realidad que es la justa dimensión de las cosas. Advertía Manuel Atanasio Fuentes, que en el ejercicio de los cargos públicos se amplía el territorio de las tripas porque de ahora en adelante hay que tener panza para comer más. Lo obliga el cargo. Y hay que beber más pues no sólo se trata de menguar la sed sino acatar las expresiones de cortesía tan nuestras y parte de ese folklore nacional con el que se inunda el firmamento político. Y tratándose de Piura en donde somos muy dados al desfile dominical y el saludo a la bandera. Hay que ponerse espuelas y soportar, domingo a domingo, esos torrentes de sudoración y esa gimnasia del cuello tieso que en realidad no tienen ninguna utilidad práctica. Tampoco nos brota el civismo y el respeto entre nosotros. Mucho menos por los símbolos patrios.

En Piura, por ejemplo, aún no hemos entendido que plantar árboles con acompañamiento de banda es un acto tan amoroso como el saludar a la bandera. O que también es muy patriótico el mantener limpia la ciudad, fomentar la lectura, la cortesía y el respeto. También se ama mucho a la patria con el aseo de las manos pero también con la higiene profunda de la lengua maledicente y la propia conciencia. En el siglo XXI la geometría del poder se representa con líneas horizontales que preservan el diálogo y la democracia. Los verticalismos son la vieja práctica de gallinero estamental en donde las gallinas de arriba siempre evacúan sobre la de abajo. Son la práctica complaciente del “mande usted patroncito” en un país de mandatarios que ya no existe. En el Perú de hoy todos somos iguales en derechos y responsabilidades. Todos somos ladrillos y argamasa en una construcción social que se llama Perú.

Por supuesto, la igualdad y la libertad, exigen respeto a la voluntad soberana. La búsqueda del bien común no sólo es una aspiración legítima de los que gobiernan sino también de los gobernados. No dejemos solos a nuestros gobernantes porque la peor soledad es la de los elegidos al día siguiente de asumir los cargos. Ahí, pasada la euforia del triunfo, los problemas menudean en carne viva, entonces en las noches insomnes, el descanso reparador se llena de sobresaltos. Y el estadista descubre que la mejor fórmula de no perder la calma es hacer las cosas bien y de modo decente. Tener las manos limpias y las uñas recortadas nos viene bien a todos. Es una práctica saludable. No es bueno, por ejemplo, sembrar un territorio de hospitales. Muchos nosocomios son indicio de un pueblo de enfermos. La salud es fundamentalmente prevención y anticipación razonable al no tener demasiados sanatorios. Prevención es educación. Lavarse las manos y mantener la inmundicia en su lugar son mucho más efectivos que millones de soles metidos en elefantes blancos cuyo sostenimiento es cuantioso y cuya obsolescencia es veloz. La felicidad tiene sabor de helado. Y realmente para elaborar helado delicioso se requiere leche, buena fruta y pasión en el batido. El helado bien hecho que saborea la familia es nutritivo y mucho más proclive a la emoción humana de integrar a la familia. El alcohol provoca, el efecto contrario, primero entusiasma, pero sorbo a sorbo, desnuda a la bestia y convierte al hombre en un guiñapo humano.

De lo que se trata es que juntos, con nuestros flamantes gobernantes, descubramos que el bien común es posible y que el gusano de la corrupción horada la confianza y el respeto entre nosotros. Yo ruego a cada uno de los que me leen y los que no me leen que saboreen, domingo a domingo, un barquillo de helado con un niño. Sentirán en su lengua que la vida tiene un extraordinario significado y sabor humano.

martes, 4 de enero de 2011

190 AÑOS DEL GRITO LIBERTARIO DE PIURA



Por: Miguel Godos Curay.-
Universidad Nacional de Piura

Piura, es el único rincón del Perú en donde el sol nunca se devalúa, porque hay sol todo el año, la chicha nunca se evapora y la amistad nunca se extingue. Un pueblo que se nutre de su pasado es un pueblo que tiene futuro. Y es un pueblo que asume con tenacidad su presente. Piura es Grau el epónimo almirante, pero también la retina encandilada de Merino, el sentido pleno de la justicia en un tribuno como Ignacio Escudero, apuesta por la educación en Luciano Castillo, el socialista confeso que creó su universidad y martirio en Paredes Maceda y Ramos Plata. Piura galvanizada contra los diluvios. Tus hijos, tus churres, tus jóvenes, tus mujeres, tus ancianos evocan hoy el centésimo nonagésimo aniversario de la conquista de la Libertad.

El 4 de junio de 1812 los indígenas de Huarmaca encabezados por el oficial y alcalde de españoles de Huancabamba Silvestre Adrianzén y Francisco García iniciaron una protesta opiniéndos al pago del diezmo y la gruesa. A esta protesta se adhirieron los pueblos de Huancabamba, Sondor, Sondorillo y los pueblos aledaños. El 9 de noviembre de 1812 las cortes de España abolieron las mitas y servicios personales de los indios. La medida fue interpretada como un acto de justicia que dejó malparadas a las autoridades españolas locales.

El 31 de Diciembre de 1812 José Mechato, Cacique de Catacaos, juró la Constitución de Cádiz. La constitución gaditana consideraba no sólo españoles a los nacidos en la península sino también a los nacidos en América incluyendo a los indios. Esta extensión de la nacionalidad sin distingos en una sociedad estamental, con castas y clases fue interpretada como un terremoto social. Para muchos el comienzo del fin.

Entre 1817 a 1820, la franja litoral de Piura, perdió su tranquilidad por la incursión y acoso de insurreccionistas como Guillermo Brown quien se enfrentó al propio Virrey Abascal. Paita, era presa de terrible temor a tal extremo que los vecinos y principales se trasladaron a Piura y poblaciones ribereñas del Chira abandonando el puerto. Los mismos temores se vivían en Tumbes. Los vecinos leales al rey temían por sus pertenencias. El Virrey dispuso la presencia en Paita del coronel Juan Antonio Monet con 236 hombres. En 1815 la Junta Superior de Lima advierte que la costa está inundada de piratas protegidos por los insurgentes de Buenos Aires. Por este motivo se prohibió el fondeo en puerto de los balleneros ingleses y norteamericanos.

La víspera de la libertad es tiempo de espionaje. En 1818 José Fernández Paredes, bautizado como “Casio” espía del General san Martín daba cuenta que la población del norte del Perú y en especial Piura estaba mayoritariamente decidida por la causa de la libertad y era el momento, preciso. Piura se conmocionó cuando un domingo de septiembre en la puerta de la Catedral se fijó un pasquín con propaganda subversiva de Santa Fe. De este hecho se responsabilizó al cura de Amotape José Mercedes Espinoza. Por este motivo el 29 de abril de 1819 el Obispo de Trujillo dispuso al vicario Tomás Diéguez recoja todos los libelos insidiosos que circulen por la diócesis. Audaz al extremo fue el cura de Cumbicus don Eusebio Carnero que conforme a las disposiciones del Rey y la constitución repartió las tierras sobrantes entre los indios y suprimió la pena de azotes. Periódicos insurgentes como “El Español Constitucional” circulaban en Piura.

El 13 de abril 1819 Cochrane incursionó en Paita y la abandonó el 18 después de saquearlo totalmente y con rico botín a bordo. Días después fue saqueada Sechura. Motines se producen en Catacaos, Chalaco. En diciembre de 1820 los hacendados de Piura se negaron a pagar alcabalas argumentando que sus mercancías tenían que transportarse por tierra hasta Lima. En Piura también se recibió la encíclica “Etsi Longissimo” del Papa Pio V que amonestaba a los obispos la fidelidad y obediencia debida al rey de España.

En 1820 el Partido de Piura debido vivía una verdadera conmoción política. El intenso tráfico comercial con la independizada provincia de Guayaquil, el intercambio con Loja y Cuenca por el Macará, y el comercio de arrieraje con Lambayeque vivía, un genuino contagio de fervor revolucionario e independentista.

Tras esta afirmación separatista hay en el pueblo una viva esperanza en una vida mejor. Sostiene José Agustín de la Puente y Candamo, “que no se puede entender a la Independencia, sino se atiende primero a la circunstancia de incertidumbre, de gran vacilación, de grandes transformaciones y cambios que se opera en el mundo occidental y en el Perú a finales del XVIII y advenimiento del XIX.”

Advierte Leguía y Martínez que entre los piuranos terratenientes, había espíritus patriotas prueba de ello es la adhesión de los León, los Cortés, los Carrasco, los Seminario, los Raygada y los Frías. Entre los Seminario don Jerónimo, entre los León José María y Pedro, alcalde y subdelegado del Partido por ausencia del comandante militar de la plaza don José Valdez, entre los Cortés don Tomás el ciego patriota y entre los Carrasco don Juan José, cuyo domicilio, era un centro de conspiración. Junto a estos precursores mostraron pública adhesión a la causa liberal los trujillanos Manuel Diéguez, don Tomás Diéguez, Cura de Catacaos y Vicario de Piura más tarde obispo de Trujillo, los alcaldes primera y segunda nominación, don José de Lama y don Nazario García, el síndico procurador don José Manuel López, el futuro coronel don Francisco Vargas Machuca, don Pedro José Torres, el comerciante español Manuel Rejón, el pudiente y próspero comerciante don Manuel Rodríguez, el administrador de correos don Manuel Valle y el amanuense de éste don José María Arellano, cuya relación da cuenta de los acontecimientos de Piura.

Los entusiastas jóvenes paiteños: Eugenio, Buenaventura y José María Raygada este último, comandante militar de Sechura, que secundó inmediatamente el movimiento separatista. Los artesanos como el maestro carpintero don José Antonio Vilela y el zapatero Mariano Mendiburo que con su audacia y resolución consumaron el pronunciamiento.

Era comandante militar de Piura don José Valdez, comandaba la fuerza militar en la costa norte don Vicente González, que en aquel entonces operaba en Azuay y Loja. El coronel José María Casariego, venido al Perú en 1812 estaba al mando del famoso regimiento Talavera. Casariego, comandaba una fuerza de 600 hombres engrosada en el Partido de Piura, el coronel don Joaquín Germán, era comandante de un escuadrón de Cazadores cuya mitad se encontraba en Lambayeque. Los nobles ricos de Piura y realistas poderosos eran encabezados por el marqués de Salinas don Francisco Javier de Paredes Noriega y Domínguez quien presidía las milicias lugareñas y se comprometió con su amigo Valdez a liquidar todo movimiento a favor de la libertad. Pero la semilla había germinado en lenta maduración y ahora daba frutos.

En Sullana entre los patriotas está Ignacio Sandoval. En Piura había una buena legión de “carolinos” discípulos de Rodríguez de Mendoza y Sánchez Carrión. Piuranos de inteligencias luminosas y corazones volcánicos por la causa de la independencia. Los piuranos, dice Lecuanda: “son muy hábiles y laboriosos, pero tenaces en la defensa de sus fueros: para ello les presta materia la suma afición que tienen al ejercicio de papeles, habiendo producido este país insignes juristas”. En Piura, existía una animosidad favorable y las noticias de la presencia de la escuadra de Cochrane anunciando la presencia del General San Martín eran noticia que se repetía en el mercado y la plaza.

Pero veamos que es lo que sucedió en Piura. Los pliegos enviados por el marques intendente de Trujillo fueron traídos a Piura por don Luis Ugarte. Según las crónicas los pliegos fueron recibidos a las 10.00 de la mañana del día 3 y fueron entregados inmediatamente al administrador de correos, Manuel del Valle. Inmediatamente se constituyó en casa del alcalde de la ciudad, subdelegado accidental don Pedro León. El amanuense Arellano, por su parte envió la correspondencia que Ugarte traía también para Germán Casariego y la dirigida hacia Sullana para el coronel José Valdez subdelegado propietario de la jurisdicción.

El alcalde convocó inmediatamente a una reunión popular, Casariego desesperado intentó detener la distribución de los pliegos acudiendo al Cuartel El Carmen en donde extrajo las únicas cuatro piezas de artillería y la colocó en las bocacalles de los calles el cuerno y de La Libertad con el propósito de amilanar a los piuranos. Mientras tanto en casa del doctor Juan José Carrasco, miembro del municipio, se invitó a Casariego.quien concurrió “aparentando sentimientos de concordia”.

Fue en esas circunstancias en las que don Manuel Diéguez pronunció estas frases tan altivas como esta: “Puede usted, señor coronel, con sus fusiles y cañones, reducir la población a polvo o cenizas; pero, además de que con ello no ganaría con usted la mínima gloria, y antes bien se cubrirá de ignominia eterna, sepa que, de todas partes, del infierno mismo, brotarán legiones vengadoras de la sangre de unos ciudadanos, como los de Piura, pacíficos e indefensos”.

Pasadas las 10.00 de la noche se colocaron carteles en las esquinas, en la que se convocaba a reunión, para el día siguiente 4 de enero a las 8.00 de la mañana en el convento supreso de San Francisco. En esta cita solemne se daría lectura pública a los pliegos de Torres Tagle. Con este propósito el vicario Diéguez, ofreció toque de rogativa en todos los templos de la ciudad. Para mover a los jóvenes se comisionó a Eugenio y Buenaventura Raygada, a José María Arellano, José Manuel López a quienes se sumaron el sargento primero de milicias José Antonio Vilela para persuadir a la tropas.

A las 12.00 todos los vecinos y población sen encontraban en San Francisco. No surtieron efecto los gritos de amenaza, castigo y exaltación. En la cita están presentes Germán y Casariego. El alcalde Pedro León consulta cómo debe abrirse el pliego. Casariego toma la palabra y dice, en tono desdeñoso, veamos qué es lo que quiere ese Marqués y discutamos que le debemos responder. Diéguez intervino para decir que en esta cita faltan los miembros de la tropa, que también son ciudadanos y que deben venir desarmados a la convocatoria. El pedido es coreado por los concurrentes. La población entusiasmada pide que vengan. Finalmente Casariego arrinconado se queda solo y se designan emisarios para que se dirijan a los cuarteles. Para el Carmen, el Marqués de Salinas, don Francisco Javier Fernández de Paredes, para el Cabildo don Miguel Jerónimo Seminario Jaime. La asamblea atenta espera el resultado. Se viven momentos de tensión. Entre vivas patrióticas hacen su ingreso los pelotones de soldados desarmados. Los recién venidos uniformados sonríen frente a las aclamaciones. Finalmente los soldados se confunden con la multitud y fraternizan.

Casariego y Germán, previendo el desenlace, abandonan en el lugar pero son detenidos por el artesano Mariano Mendiburo quien grita enérgicamente ¡Que no salgan! ¡Que no salgan! A viva voz repetía la asamblea. Los realistas quedan como rehenes bajo la custodia del pueblo. La decisión unánime es la de que el pueblo haga guardia en los cuarteles. Al cuartel del Cabildo se envía a Miguel Jerónimo Seminario y Jaime y al ex delegado José Merino y para el cuartel El Carmen , al Sindico procurador José Manuel López, a Buenaventura Raygada y a Tomás Arellano. El entusiasta fervor patriótico exige la lectura de los pliegos, lo que en efecto realiza Pedro León, la proclama de Torre Tagle invoca a los piuranos imitar el ejemplo de Trujillo. El silencio es hondo. Diéguez toma la palabra y incita el entusiasmo cívico finalmente se escuchan los gritos de ¿Viva la libertad! ¿Viva la independencia!. Las campanas de San Francisco frenéticas dan cuenta del unánime acuerdo.

En este momento de fervor se produce una circunstancia infortunada. El Marqués de Salinas Don Francisco Javier Fernández de Paredes introduce entre el gentío al platero Francisco Madrid y al barbero Bauzá, que en estado de ebriedad y a boca de jarro profieren gritos diciendo que morirán por el Rey. Alegando que habiendo opiniones divididas no hay acuerdo. Finalmente fueron acallados por el gentío que hizo escarnio con ellos. Fernández de Paredes fue padre de don Teodoro de los Santos Fernández de Paredes, muerto en Frías a los 21 años y en cuya memoria edificó con su peculio el Cementerio San Teodoro que fue estrenado el 28 de enero 1838.

El pueblo ya decidió se escuchó al unísono. Todo el gentío se dirige al Cabildo para estampar su firma en el acta patriótica. Todos juran la libertad. Inmediatamente se eligen a las nuevas autoridades. Se designa gobernador a Manuel Diéguez y comandante militar de la plaza a Miguel Jerónimo Seminario y Jaime. Se elige a José de Lama y Nazario García como alcaldes para acompañar a Diéguez cuya renuncia no es aceptada quedando así conformada la primera Junta de Gobierno de Piura libre. A las tres de tarde Piura vive su fervor cívico. El personaje del momento es don Miguel Jerónimo Seminario y Jaime que demostró energía y civismo en el sometimiento de la guardia de la cárcel y el cuartel. Fue una jornada cívica impecable y sin derramamiento de sangre y la propia lealtad de las autoridades realistas fue respetada sin el menor ultraje.

Horas más tarde, el cabo, Macario Gómez, en estado de ebriedad, atacó con bayoneta al patriota Tomás Arellano, primer centinela puesto por la patria, hiriéndolo. El hecho exaltó al pueblo. El 5 de enero de 1821 la Junta Gubernativa elegida por el pueblo, expidió un bando, fijando el 6 del mismo mes para la solemne jura de la libertad y la independencia. El día 6 hubo salva de 21 cañonazos, solemne Misa de gracias en la que el pueblo de Piura dio vivas demostraciones de civismo, de cultura y de patriotismo. Piura se adhirió a la causa de la libertad.

Este acto cívico no es una ceremonia ritual para los piuranos. Es la conmemoración de la voluntad soberana de nuestros antepasados que en su momento entendieron que la libertad es un don precioso que hay que preservar. Que la libertad, al lado de la democracia nos obliga a construir una Piura de progreso, en donde los niños, los jóvenes y sus madres sean fuente de inspiración de las más importantes decisiones del cabildo. Son enormes los desafíos y estamos hoy escribiendo una página de la historia. Señora Alcaldesa, Señores Regidores atiendan siempre el clamor del pueblo, la voz del pueblo es la voz de Dios, fuente de justicia y de genuina democracia y libertad. ¡Viva Piura! ¡Viva el Perú!

sábado, 1 de enero de 2011

INGENIERIA DEL FRACASO Y ECONOMIA DEL EXITO



Por: Miguel Godos Curay

El 2011 se vislumbra como un año bueno para Piura. Las cicatrices postoperatorias de las mil y un intervenciones quirúrgicas a las que se ha sometido la ciudad deben mostrar una nueva Piura. Una nueva región que con sus novísimas actividades agro exportadoras debe llegar al pleno empleo. En este escenario el cambio climático nos llena de incertidumbre. Piura sin agua no camina. El tener cultivos de arroz sostenidos con agua escasa equivale a tener un bolsillo roto en el que todo se pierde. Uno de los temas urgentes y pendientes de la agenda regional es el tema ambiental.

Poechos enfrenta la misma tragedia que la represa de Asuán (Egipto). Los impactos negativos, sin dejar de ver los positivos, no terminan de evaluarse. La eutrofización de las aguas del Chira, cubierto de lirio acuático, muestran el inocultable rostro de un río agónico cuyos nutritivos sedimentos ya no llegan al mar acabando con los cardúmenes de cachemas y sucos, ayer abundantes, en Colán. La capacidad portante del vaso de Poechos es inferior al 30% y la sedimentación un problema tratado con soluciones a medias. Todas ellas cuantiosas e insoportables para los presupuestos regionales

Asuán y Poechos son demostración del fracaso de una ingeniería ignorante de los impactos ecológicos sobre la fauna, la flora y economía de un territorio como Piura en donde el agua es crucial para la vida y supervivencia. Los impactos medioambientales del reservorio de Poechos son numerosos: sedimentación del vaso colector colmatado en los últimos eventos Niño, acentuada erosión, desaparición de no menos 120 especies que habitaban en las aguas y entorno del Chira, salinización de tierras por mal uso del agua de riego, desaparición de recursos pesqueros en la desembocadura y otros impactos sobre la vida de las poblaciones ribereñas a lo largo del cauce del Chira.

Otra amenaza es el irresponsable arrojo de excretas de las poblaciones colindantes a los ríos y desagües industriales en la faja costera. Piura urge de una autoridad responsable de una estricta vigilancia a los imprevisibles vertimientos de hidrocarburos en La Bocana (Paita), Sechura y Talara en donde el agotamiento de las pesquerías es visible y la maricultura una actividad reciente.

La minería informal creció explosivamente. Mientras los políticos eluden el tema y las autoridades regionales y municipales se hacen de la vista gorda sin saber que hacer. La extracción de oro con procedimientos artesanales, altamente contaminantes, crece incontrolable en Tambogrande, Las Lomas, Suyo y Sapillica. Basta recorrer los centros comerciales de Sullana y Catacaos en donde grandes cartelones, como en la vieja California, demandan oro a buen precio. Por supuesto, que con el oro en mano le economía se mueve. Los prósperos mineros usan veloces Pulsar. Acumulan y gastan. Ahorran y dispendian. Los previsores compran tierra o propiedad inmueble en Sullana. Los otros se mueren a pocos intoxicados por el mercurio y el alcohol.

El meretricio crece. Semana a semana recalan por fondas pecaminosas como “El Reposo del Minero” en Suyo donde cimbreantes ecuatorianas y colombianas. Por soles o dólares -contantes y sonantes- ofrecen sus libidinosos encantos. Para los evangélicos, el diablo perdió el poncho en Suyo. Junto a la minería apareció el crimen para acallar a los defensores de la agricultura. Hoy nadie quiere ser agricultor pobre. La minería podría apalancar la agricultura. Pero urge formalidad y orden. Otro fenómeno nuevo es el ingreso, por Macará, de acopiadores y compradores de oro ecuatorianos, según refieren los pobladores, enviados por el Banco Minero del Ecuador con dólares frescos y pago al contado. Estos furtivos compradores evitan el riesgo que significa comerciar oro en Piura, Sullana o Catacaos. En las carreteras merodean pistoleros y asaltantes. Oro, compran también, los narcos para lavar sus dólares sucios y pintarla de joyeros.

El turismo puede y debe ser una palanca de la economía. No lo es cuando los transportistas abusan de los visitantes, peruanos y extranjeros, convirtiéndolos en víctimas del pillaje instalado junto a las agencias de transporte. No lo es con establecimientos hoteleros incómodos y con restricción de agua potable. No lo es cuando los restaurantes incumplen exigencias de calidad, precio e higiene. Piura tiene un gastronomía que deslumbra pero una precariedad e insalubridad que horroriza. La mayor parte de los establecimientos establece precios a su antojo. En Trujillo, una saludable práctica es el paso de los clientes por la cocina impecable y apetecible. En Piura se han colocado advertencias insólitas como esta: “Prohibido ingresar al laboratorio” o esta “Prohibido el ingreso al personal no autorizado”. En el 90% de los establecimientos turísticos de Piura y alrededores la cocina esta junto a los sanitarios, pocas veces, limpios. Por supuesto que hay excepciones.

Una enorme posibilidad para el turismo litoral es la adecuación de embarcaciones pesqueras artesanales para el recreo y paseo. Un tour por la costa es más rentable que la pesca incierta. En Ecuador la observación del apareamiento de cetáceos, delfines y lobos es altamente rentable para los pescadores de Salango. En Cuba, viejos lanchones acondicionados como viejos barcos piratas son divertimiento obligado para los turistas que disfrutan del Caribe. En Huanchaco, curtidos pescadores descendientes de los moches conducen a niños y jóvenes equipados con salvavidas a correr olas por la amplia playa. Sólo en Piura nuestros pescadores pierden la oportunidad de ofrecer una imaginativa y fresca oferta turística.

En Piura el mercado crece. A los megacentros comerciales instalados. Se sumarán nuevas expansiones comerciales en el centro y en el oeste la ciudad. Crece el consumo, crece la oferta educativa. Piura tiene siete universidades que deberían reorientarse a las vocaciones productivas regionales y no al sebo de culebra y a la desocupación. Técnicos calificados nos faltan en agroindustria, acuicultura, riego por goteo, construcciones metálicas, servicios turísticos, mecánica, construcción. Piura sigue construyendo febrilmente. Piura sigue sembrando con riego por goteo mientras que la agricultura tradicional sigue desperdiciando agua. Si Piura sostiene florecientes negocios de reciclaje. ¿Será posible en Piura otorgar en concesión el servicio de recolección de desperdicios sólidos? Hoy la basura es fuente de nuevas actividades económicas. Y a quien pueda mejorar la calidad de un servicio no ha razón para responderle con un rotundo: ¡No!
(Foto superior, Represa de Asuán (Egipto), foto inferior Represa de Poechos, el color de las aguas indica la presencia de lirio y sedimentos.