martes, 4 de marzo de 2008

¿POR QUE CATACAOS ES UNA MARAVILLA?


Por: Miguel Godos Curay

Catacaos es una maravilla por su talante humano, por su exultante alegría plena de fervor y amistad en el chicherío. La chicha de Catacaos, según Cieza de León, es una “deliciosa cerveza de maíz” que anima el diálogo humano y afina la capacidad de hallazgo de los encantos femeninos. Sus mujeres tienen una habilidad milenaria para preparar platillos incomparables cuyos sabores describen la felicidad del cielo: Cachemas fritas con una textura que sólo logra el manejo diestro de la chicha, secos de cabrito prodigiosos acompañados de yuca o tamal que quitan el hambre. Caldos levanta muertos, sopas de novios, piqueos y cebiches que demuestran la alquimia de un genuino arte culinario. ¿Y el pavo? El pavo en copús, esa pachamanca piurana, y horneado tiene un sabor que no iguala otro rincón de Piura.

Catacaos, es un pueblo de raíces indígenas que mantiene viva la heredad genética y la cultura. Los cataquenses son en sí mismos una maravilla. Le pusieron freno a la mula dictatorial de Bolívar. Y mientras muchos inclinaban la cerviz. Aquí respondieron con un ¡no! rotundo a don Simón. Los catacaos son laboriosos. En el siglo XIX sostuvieron una industria insuperable del tejido del sombrero al que en el mundo se le conoció contradictoriamente como “Panama Hat”, sombrero de Panamá. Durante el estío este pueblo se deleita con raspadilla con jarabe de tamarindo y galletas de agua, crocantes, cuya antañona fórmula se perdió hace mucho tiempo en Paita. ¡Aquí todo es admirable y conmovedor.!

Es conmovedor su fervor religioso que ha convertido en santo a Dimas y que no le cierra la puerta a Gestas con la posibilidad de una postrera conversión. Catacaos, es su agua que conservada fresca en cántaro es un elixir revitalizador. Esta tierra es cuna de hombres ilustres como el sabio Cayetano Heredia, médico como Valdez de tez aceitunada pero viva inteligencia adelantada para su tiempo. Hablaba inglés y francés, gracias al asiduo trato con los libros.

Sus artistas, son una legión numerosa y deslumbrante: Genaro Martínez Silva, Guaylupo, Antonio Maro, los Revolledo, los Aquino, los Campoverde. Todos ellos son una estirpe que domina la pintura y la escultura. Son artistas con nombre propio que nos recuerdan el virtuosismo de una profunda tradición. Si como decía Renoir los pintores no pintan con las manos sino con el cerebro este es un capital sin precio que se pasea diariamente por las calles de Catacaos.

Sus poetas como Gregorio Mendoza Carrera o Miguel Correa Suárez, nos han legado lo mejor del cancionero popular. Aquí en esta tierra nació Josefina Ramos de Cox estudiosa del pueblo tallán cuya magnificencia forjó en el antiguo reino de Narihualá. Los antiguos tallanes expandieron su reino hasta Colán y el Chira en donde se encuentran sus ceramios sin pretensiones opulentas. Adoraban a la luna y eran diestros en la elaboración de la chicha. Cuando Túpac Yupanqui, en el siglo XV, con pretensiones imperiales estuvo por el norte se llevó a sus mejores taberneros para la elaboración de su mejor jora o sora. Hubo momentos en la historia de Piura que el impuesto que pagaba la chicha de Catacaos, servía para mantener en buen estado los puentes. Se bebía chicha en cantidades enormes porque era la bebida obligada de los labriegos en el campo y los pescadores del litoral. Chicha y cebiche, son un complemento obligatorio.

Sentimos cuando vamos a Catacaos que es un remanso de paz propicio para el estudio y para la música. Ahí conocimos a Monseñor Villalobos, que siendo trujillano se hizo catacao. Hablaba como catacao, creía como catacao y comía como catacao. Sus músicos como Eucarpio Oliva o don Juan Juárez son memorables. Sentimos profunda emoción cuando la banda pueblerina acompaña con tono lastimero el santo sepulcro. El doliente y el depositario, son hombres o mujeres de carne y hueso que sufren con dolor su proximidad a la redención. En Catacaos como en México y Guatemala, la pasión de Cristo es la pasión del Inca prisionero o el dolor de Montezuma a poco de morir. La redención es la pasión indiana. Misteriosa y profunda.

Catacaos es una novela inagotable que tiene personajes como Alejandro Alberdi Carrión o un hombre de singular estatura humana como Humberto Requena. Hay un Catacaos de tradición y de leyenda captado por el mágico lente de don Manuel Quiroz. Pero también un Catacaos comercialmente bullicioso que crece para los turistas. Personalmente rendimos culto a la tierra y nos gusta brindar con ella. Beber un potito de chicha es un rito en las picanterías donde se siente el horcón, el humo del fogón y el solemne discurso de hombres tan generosos como don Jacobo Cruz y Edmundo Zapata. Siento la misma indescriptible emoción de Abraham Valdelomar que recorrió sus entonces haciendas pobladas de bellotas de algodón y enmudeció ante la fina orfebrería mora de las dormilonas. Catacaos indígena se reconcentra en la Comunidad San Juan de históricas luchas reivindicatorias. De Catacaos fue Alejandro Taboada el líder sindicalista petrolero que se enfrentó al imperialismo cara a cara.

Cuando llueve, recordamos, que en Simbilá nos contaron, hace mucho tiempo, que después del diluvio universal Dios se apiadó de los hombres y envió al chilalo (al hornero) que enseñó a sus antepasados el arte de la construcción en adobe y la elaboración de las ollas y callanitas. Este pajarito color ocre, inquieto e industrioso, nos recuerda con sus silbidos perdurables que Catacaos y sus hombres y mujeres son una genuina maravilla del Perú.

2 comentarios:

EMR dijo...

Me agrada mucho que usted hable asi de mi pueblo y de la gente que lo habita. Pero precisamente un porcentaje menor de esa poblacion esta poniendo de cabeza a los naturales de esta parte del Perú con armas blancas y objetos contundentes. Empero la policia nacional de ´Perú brilla por su ausencia en los momentos en que estos malandros hacen de las suyas en plena plaza de armas de catacaos y precisamente la calle comercio, a horas donde el transito de parroquianos es fluido. Llamarle la atencion a la PNP es caer en un hondo pesar ya que esto es generalizado en nuestra patria lamentablemente. Lo que si se puede hacer es procesar a los culpables y no hacerlos dormir un dia y luego soltarlos. Los mas damnificados son los turistas y los artesanos que han visto y sentido las ventas decrecer por estos señores que particularmente caminan en grupo de 15 a 20 personas, peinando las zonas y atacando a todo el mundo que se les cruza por el camino. Para dos dias despues vender a vista y paciencia de autoridades (en plena plaza de armas) los artefactos electronicos (celulares, relojes digitales, lentes, gorras, camaras digitales, canguros)
Esta es el lado oscuro que tiñe de gris nuestra ciudad, que como usted, supongo, amo. Soy una persona que cuando me preguntan en diferentes eventos que he participado, mi procedencia digo que soy de Catacaos, mas no de Piura.
No hay que ser alienados y hay que generar conciencia de lo que nuestros antepasados han hecho por tener y contener las raices que han generado nuetros personajes ilustres.
Muy agradecido por sus palabras. Felicitaciones por lo logrado. que dios lo bendiga.

SIMARA dijo...

Quiero conocer Catacaos me fascina su artesania y su historia su identidad su gente y todo lo que leo de Catacaos voy a ponerlo en mi agenda y hare un viaje para llegar hasta alli Felicitaciones